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Reseña del libro "Revoluciones sin sujeto. Slavoj Žižek y la crítica del historicismo posmoderno" de Santiago Castro-Gómez PDF

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Daimon. Revista Internacional de Filosofía, nº 70, 2017, 212-219 ISSN: 1130-0507 (papel) y 1989-4651 (electrónico) http://dx.doi.org/10.6018/daimon/265501 CASTRO-GÓMEZ, S. (2015). Revoluciones sin sujeto. Slavoj Žižek y la crítica del histori- cismo postmoderno, México DF, Ediciones Akal, 2015, 399 págs. Aunque el título e incluso el texto de no es simplemente la monografía crítica de contraportada pueden llevar a engaño, el referencia acerca de un pensador de moda. último libro de Santiago Castro-Gómez1 El diálogo con la obra de Žižek es sólo el punto de partida para la elaboración de 1 Castro-Gómez, S. (2015). Revoluciones sin sujeto. una propuesta filosófico-política de enverga- Slavoj Žižek y la crítica del historicismo postmo- derno, México DF, Ediciones Akal, 2015, 399 págs. dura. En esta línea, el libro debe ser puesto Daimon. Revista Internacional de Filosofía, nº 70, 2017 Reseñas 213 en relación con la obra vasta y fecunda de iniciativas LGTB. Sus argumentos relativis- este filósofo colombiano. Temas de calado, tas dejan inerme a la resistencia frente a una como la dilucidación ontológica del poder, universalidad que quedaría sí monopolizada el estatuto de la libertad, el problema de la por el Capital. Este absorbe y convierte en universalidad en la lucha política, la rela- mercancía de consumo a cualquier forma ción entre democracia y populismo o las de subjetividad alternativa preconizada por expectativas de una hegemonía alternativa estos movimientos, inscribiéndola en el al neoliberalismo, se desgranan con rigor a bazar de los “estilos de vida”. través de una conversación muy bien pau- Una vez trazada la requisitoria de Žižek tada con las principales lumbreras del pen- contra Foucault y sus secuaces postmoder- samiento político actual. Žižek en primera nos, el autor del libro reconstruye meticu- instancia, pero también Foucault, Gramsci, losamente la pars construens del pensador Laclau y Mouffe, Badiou, Rancière, Butler, de Liubliana. El concepto miliar de su sis- Negri, Dussel y Habermas, principalmente. tema es el de “subjetividad trascendental”. En el curso de este diálogo crítico, el autor Para configurarlo, Žižek se apoya en una bosqueja su propia posición. interpretación lacaniana de la historia de la En el libro se reconocen dos partes bien filosofía moderna. diferenciadas. Los tres primeros capítulos El sujeto de la modernidad filosófica consisten en un recorrido crítico por el pen- precede a las relaciones de poder, pero no samiento político del escritor esloveno; pre- conforma una identidad plena y reconciliada tenden, como señala Castro-Gómez, “tomar consigo misma. La revolución decisiva es en serio a Žižek como filósofo”. En los dos la protagonizada por Kant, que en la KrV capítulos siguientes, sin embargo, se transita desfondó al sujeto trascendental. Pero Kant del dúo, mano a mano con Žižek, al juego no completó la operación y su moral vuelve coral, incorporando a nuevos interlocutores a apelar a lo Real como fundamento sólido, y fraguando así una visión original y muy identificado con la cosa en sí. Son los idea- bien argumentada. Vamos a atravesar este listas postkantianos, que Zizek lee en clave periplo con más detenimiento. de Lacan, los que culminan la ontología En el primer capítulo se comienza dis- trágica invocada por el esloveno. cerniendo las líneas maestras de la crítica En primer lugar Schelling, que establece de Žižek al modo foucaultiano de afron- una analogía entre la alienación ontológica tar el problema de la subjetividad. Esta, tal del sujeto y la autoalienación de Dios. La como la concibe Žižek, resulta irreductible aparición de la subjetividad repite el movi- a los regímenes históricos de subjetivación miento de la creación del mundo; es el trán- vehiculados por las tecnologías de poder y sito de lo Real indeterminado a lo simbólico; analizados en clave arqueogenealógca. El la represión del sustrato pulsional, instintivo pensador esloveno hace valer un sujeto tras- y terrorífico que conforma lo Real a través cendental como fundamento de la resistencia de la gestación de un orden simbólico, donde y el desafío a la dominación, una instancia los instintos reaparecen en forma de neuro- ontológica y atemporal. Impugnando a Fou- sis culpabilizadora. Este pensamiento abisal cault se pretende refutar al mismo tiempo del autor de Las edades del mundo culmina todas las formas de historicismo postmo- en Hegel. Lejos de ser el filósofo de la teleo- derno vinculadas a movimientos sociales logía y la reconciliación de los contrarios, como el feminismo, el poscolonialismo o las Hegel aparece como el pensador trágico por Daimon. Revista Internacional de Filosofía, nº 70, 2017 214 excelencia. La negatividad, entendida ahora Lacan sostenía que el síntoma era inelimina- como antagonismo fundador, no sólo afecta ble. Se trataba de una negatividad no supe- al sujeto sino al ser mismo. rable mediante terapia alguna. El síntoma Frente a la ontofobia de las corrientes estaba emparentado con lo que en el léxico postmodernas, Žižek sitúa la potencia eman- lacaniano se denomina “objeto a”. Este no cipatoria, no en la afirmación de identidades es un objeto empírico; se trata del operador históricas particulares, sino en la apelación que actúa como acicate de un deseo inal- a un fundamento contingente. Se trata de canzable, alojado en el núcleo mismo de un sujeto trascendental no unificado sino la subjetividad. Ese deseo inconsciente y conformado por un antagonismo irresoluble. excesivo, que no puede ser colmado, es el La política por tanto no aspira a armonizar “goce”. En la dinámica del deseo, el “objeto los opuestos; nos ayuda a asumir el antago- a” es siempre suplantado por una fantasía, nismo y el desacuerdo como factores inhe- un “fantasma” que actúa a la vez organi- rentes a la experiencia. En esta visión trágica zando el goce e impidiendo su satisfacción. de la política, la emancipación procede de la Esta tematización de la ideología acaba acción revolucionaria, de la ruptura con el desembocando en una noción esencialista orden establecido. Ese tajo en el devenir es del capitalismo. Este orden socioeconómico expresión de la libertad, un poder constitu- difundido desde Occidente y universalizado yente y exterior al decurso histórico. al resto del planeta constituye en nuestro El segundo capítulo lidia directamente tiempo, según Žižek, el “objeto a” por con otro de los conceptos nucleares de la excelencia. Opera estimulando sin cesar la filosofía de Žižek: el de “ideología”. Frente demanda inalcanzable y se convierte en la a Foucault y la herencia de la French Theory, fuente eminente de nuestro goce. el esloveno reivindica la noción de ideolo- Castro-Gómez contrasta la teoría de las gía en una acepción antihumanista. Esta se ideologías del esloveno con la propuesta obtiene combinando los planteamientos de por Gramsci, con ventaja para este último. Lacan con los de Althusser. El primero había En el italiano la ideología funciona como sentado las bases explorando la formación manifestación histórica de las relaciones de de lo imaginario en el estadio del espejo, hegemonía; es decir, lo ideológico se mueve el modo en que el cuerpo fragmentado del en el nivel óntico mientras que las relacio- niño se conformaba como unidad. Althusser nes de poder intervienen en la esfera onto- por su parte, había mostrado cómo los seres lógica, aunque sus formas históricas sean humanos se transforman en sujetos mediante cambiantes. La teoría de Žižek acaba pues la relación ficcional que mantienen con la derivando en la despolitización de la lucha condiciones de su vida social. ideológica, pues la ideología se sustrae a las Esta noción de “ideología” es por otro relaciones de poder, forma parte de la raíz lado plenamente coherente con el sujeto misma del sujeto. Por otro lado, al presen- trascendental vindicado por Žižek. Si se tar el capitalismo como un horizonte con trata de una subjetividad fracturada, inca- el que estamos vinculados libidinalmente, paz de autotransparencia, la ideología es contribuye a esencializarlo, lo incrusta en una instancia inevitable en su constitución. nuestra identidad. Siguiendo principalmente el hilo de Lacan, La mejor ilustración de esta inanidad del por otra parte, la ideología reviste los rasgos combate ideológico según Žižek, la ofrece del “síntoma”. Frente a la postura de Freud, su actitud ante las luchas políticas empren- Daimon. Revista Internacional de Filosofía, nº 70, 2017 Reseñas 215 didas por los nuevos movimientos sociales las diversas luchas, una hegemonía alterna- surgidos en la coyuntura del 68 (ecologismo, tiva al neoliberalismo. feminismo, decolonialismo, antirracismo, Žižek en cambio estima que esos movi- LGTB). Estas iniciativas se enfrentan a des- mientos identitarios son contraproducentes; igualdades que no desean inconscientemente el colapso del capitalismo no puede proce- suprimir, pues su reproducción es lo que da der de resistencias externas, porque estas sentido a la vida de sus militantes. Se trata acaban siendo mercantilizadas y engullidas por tanto de meras manifestaciones ideoló- por el sistema. El hundimiento definitivo gicas, al igual que el racismo, el sexismo, el sólo puede venir desde el interior. Por eso nacionalismo o la homofobia que pretenden el empeoramiento de las condiciones de vida combatir. bajo este sistema ayuda a su implosión. Con El tercer capítulo se ocupa directamente la globalización neoliberal, piensa Žižek en de desbrozar la teoría žižekiana de la revolu- clave apocalíptica, el tiempo está maduro ción. Este concepto se dirige también contra para este suceso; se ha entrado en la fase el background filosófico de la mayoría de final de su deriva entrópica. los intelectuales izquerdistas de hoy en día: El filósofo esloveno por otra parte, asimila el historicismo postmoderno. La revolución capitalismo y democracia. Las demandas de se ve como un acto que no emerge de condi- igualdad que se mueven exclusivamente en ciones históricas; irrumpe súbitamente con- el plano cultural y olvidan la economía, ayu- tra el pasado, supone un corte en el decurso dan a la reproducción del sistema. Se trata causal de la historia. además de movilizaciones que pretenden la El capitalismo, capaz de convertir en inclusión en él de identidades particulares demanda de mercado todo lo que se le hasta ahora menoscabadas y discriminadas. opone, ha llegado en nuestro tiempo incluso Pierden así de vista la defensa de valores a rutinizar la transgresión. La incita a través universales. Precisamente una de las carac- de los anuncios publicitarios y los medios de terísticas de la revuelta contra el capitalismo comunicación, pues esto le permite renovar es la vindicación intransigente de la univer- el arco de los deseos y las necesidades. Ha salidad, apelando a la intolerancia contra el llegado así a mercantilizar los estilos de vida multiculturalismo comunitarista. El segundo y las subjetividades alternativas. Por eso, rasgo es la necesidad de la violencia; la ocu- recalca el esloveno, las luchas culturales de pación de las instituciones representativas signo identitario, propias de los movimientos y la complicidad con el juego democrático sociales surgidos en el 68, son inoperantes sólo sirven para reforzar el sistema. frente a él; lo único que hacen es suminis- Castro-Gómez examina críticamente trarle nuevas energías. Castro-Gómez con- estas propuestas. Señala dos limitaciones sidera que esta crítica es pertinente cuando principales en el diagnóstico ofrecido por insiste en la pérdida de universalidad que el esloveno. En primer lugar el recurso al aqueja frecuentemente a las luchas iden- psicoanálisis individual para dar cuenta de titarias. Pero el colombiano cree que esta la acción política colectiva. Žižek subraya carencia puede ser corregida incorporando la prevalencia de la explotación económica el proyecto gramsciano de la “hegemonía”; pero en sus ensayos no hay lugar para el más el objetivo de esos combates no es defender mínimo análisis de la realidad económica. la integración de las identidades discrimina- La herramienta lacaniana le sirve de passe das sino generar, mediante la alianza entre partout. En segundo lugar parece existir Daimon. Revista Internacional de Filosofía, nº 70, 2017 216 una incoherencia obvia entre el énfasis en Castro-Gómez no es absolver a Foucault de la negatividad constituyente del sujeto y la la requisitoria žižekiana. Muy al contrario, esperanza en el poder afirmativo del acto considera que sus propensiones anarquistas revolucionario. llevaron al filósofo francés dejara a un lado Los tres primeros capítulos del libro la construcción de una teoría del Estado y ofrecen así una interpretación muy com- del sujeto político (aunque refiriéndose a pleta de la filosofía de Žižek. Pero este no Foucault sería más previsible esperar una es el objetivo del libro. La exégesis no es “analítica” que una “teoría”). Su interés se un fin si no un medio. El esloveno planteó proyectó más bien en el examen de las rela- correctamente dos preguntas cruciales, pero ciones entre el ejercicio del gobierno y la las respondió de forma equivocada: ¿cómo ética, de modo que la preocupación esteti- tendría que ser una ontología de la incom- zante del último Foucault por las “artes de pletud que permitiera detectar las condicio- existencia” y su actitud complaciente ante nes de posibilidad de la acción política?; una gubernamentalidad neoliberal2 contraria ¿cómo se puede desafiar el orden neoli- al intervencionismo estatal, obedecerían al beral vigente sin renunciar a la defensa de mismo impulso. valores universales? Por una parte Žižek Para profundizar en esa dimensión onto- identificó el fundamento ontológico con- lógica del poder poco explicitada por Fou- tingente en la figura del sujeto trascen- cault, el autor abre un diálogo con Claude dental; por otra confundió la universalidad Lefort (lo político como condición de posi- con un universalismo eurocéntrico, negador bilidad de las prácticas políticas) y sobre de las particularidades identitarias. Además todo con la obra conjunta de Chantal Mouffe entendió que el triunfo de lo universal sólo y Ernesto Laclau, Hegemonía y estrategia podía proceder de una ruptura revoluciona- socialista (1985). Estos autores, frente al ria con el capitalismo y con la democracia. determinismo socioeconómico presente en Santiago Castro-Gómez busca un sendero Althusser y Žižek, estipulan una distinción alternativo en la segunda parte de su libro. entre lo social (esfera óntica) y lo político En el capítulo cuarto trata de discernir una (esfera ontológica). Este último ámbito, ontología política de la incompletud, pero identificado con un agonismo inestable, sin pasar por el expediente del sujeto tras- sería constituyente respecto al primero. cendental. No obstante esta ontología agonística, La ontología explorada por Castro- a diferencia de la sugerida por Nietzsche y Gómez no tiene como fundamento el sujeto Foucault, no tiene su suelo en las relaciones escindido sino el poder. Frente a lo argüido de poder sino en el espacio de los discur- por Žižek, se sostiene que ese reconoci- sos. Es una ontología que funda lo social en miento de un suelo fundador de la política el lenguaje. Combinando a Saussurre con el ya estaba presente en Foucault, y tendría segundo Wittgenstein y con la deconstruc- sus raíces en la noción nietzscheana de “voluntad de poder”. El agonismo irreba- 2 En este punto Castro-Gómez remite al libro de De sable de las relaciones de fuerza compone Lagasnerie, G. (2012). La dernière leçon de Michel así el fundamento de toda acción política, Foucault. Sur le néolibéralisme, la théorie et la aunque se trata de un fundamento ines- politique, Paris, Fayard, 2012, pero podía haberse referido a la obra, anterior y mejor informada de table, donde toda identidad es puramente Moreno Pestaña, J. L. (2011). Foucault, la gauche relacional y cambiante. Pero el objetivo de et la politique, Paris, Textuel Daimon. Revista Internacional de Filosofía, nº 70, 2017 Reseñas 217 ción derrideana del estructuralismo, estos rechazan el particularismo relativista que autores consideran el significado de las convierte a cada identidad colectiva en una identidades y de los sujetos sociales como suerte de mónada inconmensurable res- relación diferencial en el interior de los pecto a las demás. La noción gramsciana de sistemas semióticos. Estos carecen de cen- “hegemonía”, crucial en toda la argumen- tro y no pueden representarse a sí mismos, tación, recibe aquí una acepción renovada de modo que están habitados por un vacío, respecto a su versión original. La universa- un grado cero que hace posible el juego de lidad funciona así como el sentido asignado las diferencias. La pugna política consiste a los sistemas semióticos habitados por el precisamente en la tarea de dar un sentido, agonismo permanente. La configuración de necesariamente inestable y añadido desde hegemonía implica trascender las luchas el exterior, a estos sistemas abiertos. emprendidas en nombre de colectivos parti- Castro-Gómez, y en esto coincide con culares, no renunciando a éstas, sino dando Žižek, cuestiona ese pansemioticismo de lugar a “cadenas de equivalencia” entre sus Mouffe y Laclau, y lo considera un retro- demandas. ceso respecto a la ontología foucaultiana. La El capítulo final enlaza la reflexión fijación con los discursos hace que Mouffe ontológica con la elaboración de una teo- y Laclau olviden la dimensión del cuerpo, ría emancipatoria de la democracia. Se elemento crucial en las relaciones de poder. comienza tomando distancia de Žižek, que El ejercicio de la fuerza se inscribe en los identifica sin más democracia con capita- cuerpos, como había subrayado Foucault; lismo. Castro-Gómez trata en cambio de produce habitus a través de un trabajo pre- mostrar la exstencia de una copertenencia discursivo, somático. Aquí Castro-Gómez entre democracia y ontología de lo político. no olvida mencionar a Bourdieu, aunque la Michel Foucault y principalmente Claude ausencia de este sociólogo, de su teoría de Lefort pusieron de relieve que la revolución la violencia simbólica, del campo político o democrática de 1789 suponía la emergencia del Estado, se echa a faltar en otras partes de un orden político carente de fundamento del libro, por ejemplo cuando se critica la último. Con la decapitación del rey aflo- incapacidad de Foucault para comprender raba el espacio político como puro antago- el Estado como un “campo de fuerzas”. nismo sustentado en el vacío. La democracia Pero el protagonismo de Mouffe y sobre implica por tanto un impulso desfundamen- todo de Laclau en su obra en solitario, se tador, el cuestionamiento de toda desigual- deja ver en la última parte de este capítulo, dad de esencia. Al mismo tiempo consiste cuando se entra a dirimir el problema de la en el empeño de llenar ese vacío con la universalidad. Toman distancia de dos enfo- conformación de hegemonías, esto es, con ques. Por una parte rechazan el universa- la composición de fundamentos inestables y lismo eurocéntrico y abstracto de Habermas contingentes. No obstante, en esta reflexión y Rawls. Estos apelan a una racionalidad sobre la “revolución democrática” llama la que convierte a Occidente en particulari- atención que el autor arranque directamente dad histórica privilegiada. Žižek tampoco se de la experiencia de 1789, sin detenerse ni libra de este prejuicio cuando piensa la uni- un momento en el examen de las institucio- versalidad en contradicción con la defensa nes de la democracia ateniense y sin tener postmoderna de las singularidades identi- en cuenta la tradición del republicanismo tarias. Al mismo tiempo, Laclau y Mouffe en general. Daimon. Revista Internacional de Filosofía, nº 70, 2017 218 Castro-Gómez presenta su propuesta, a neoliberal. Por otra parte expone con detalle través del diálogo con dos tendencias anta- las deficiencias de planteamiento en Dus- gónicas. En primer lugar la que representa sel y Laclau. El primero identifica la lucha el arco mayoritario de la actual intelectua- política exclusivamente con la pugna por la lidad europea de izquierdas (Badiou, Negri, hegemonía sobre las instituciones estatales. Rancière, Agamben, Castoriadis). Para estos No considera que la democracia sea con- autores la democracia no puede ser con- sustancial al conflicto, es decir, no advierte figurada en el marco de las instituciones su correspondencia con una ontología del representativas del Estado. Vinculados en antagonismo y la incompletud. Muy al con- buena medida con una herencia libertaria trario, presupone un fundamento pleno y y antiestatal, defensora del ideario autono- prepolítico de la acción política: la voluntad mista, estos pensadores consideran que las de vivir. La función primordial de las ins- luchas populares contra el neoliberalismo tituciones del Estado consiste en satisfacer para conquistar la hegemonía institucional, las necesidades de la ciudadanía, el mejo- sólo conduce a acallar la disidencia. La ramiento universal de las condiciones de potentia o poder constituyente de los domi- vida. Pero esa universalidad, a diferencia nados quedaría entonces absorbida por la de la invocada por Laclau, no se construye potestas, bloqueada en el poder constituido a través de la composición de un bloque del Estado. Lo que surge de esa hegemonía hegemónico. Es una universalidad dada, no silenciadora de las diferencias es un nuevo producida políticamente; se identifica con totalitarismo de rostro populista. un consenso normativo, esto es, con una uni- En segundo lugar se reconoce otra versalidad ética no alejada de la propuesta tradición. Esta considera que la política por Apel y Habermas. emancipatoria y por tanto la democracia El autor comparte las críticas dirigidas pasan principalmente por alcanzar, frente por Laclau contra el programa de Dussel. a la globalización neoliberal, la hegemonía Este no habría percibido que la democra- popular sobre las instituciones del Estado cia como orden político está involucrada de derecho. Esta tradición se apoya en la en un pensamiento postmetafísico, alérgico experiencia de los regímenes democráticos a los fundamentos últimos. Su apego a un surgidos en América Latina desde comien- suelo normativo y prepolítico de la acción zos del siglo XXI. Los dos intelectuales más sólo conduce a despolitizarla, erradicando representativos de esta corriente son Enrique el antagonismo y bloqueando toda posible Dussel y Ernesto Laclau. Ambos contem- disidencia. plan con optimismo la posibilidad de utilizar La discusión con Laclau pone sobre el las instituciones estatales para mejorar las tapete el problema del populismo y la rela- condiciones de vida de los más desfavoreci- ción entre las luchas por la hegemonía en la dos, luchando contra la desigualdad en todos sociedad política (el Estado) y en la socie- los frentes de la existencia social. dad civil. En La razón populista (2005), Castro-Gómez rechaza el pesimismo Laclau considera que la globalización neo- filoanarquista de los mencionados intelec- liberal se ha transformado en un régimen tuales europeos; considera que su antiestata- coactivo, que tiende a separar tajantemente lismo y su tendencia elitista a menospreciar a los grupos dominantes de los dominados. la iniciativa de las masas para avanzar en la En estas condiciones la estrategia pluralista, democracia no están lejos de la ideología consistente en multiplicar los focos de anta- Daimon. Revista Internacional de Filosofía, nº 70, 2017 Reseñas 219 gonismo en la acción de los movimientos tre hoy cada vez más detractores,3 parece sociales, debe ceder ante la estrategia popu- darle en este punto la razón a Laclau. Pero lista, encaminada a concentrar los distintos la pugna en el seno de la sociedad política combates en un frente único: pueblo ver- debe verse acompañada por las intervencio- sus oligarquía. En este caso la lógica de nes que tienen lugar en la sociedad civil para la equivalencia prima sobre la lógica de la emancipar su sentido común, cuestionando diferencia; el objetivo es hegemonizar las los prejuicios más arraigados (sexismo, instituciones representativas. Esta defensa racismo, antiecologismo, homofobia, etc). del populismo invoca una noción de “pue- Ambos procesos de conformación de hege- blo” totalmente desustancializada; en la monía componen una política emancipatoria a la altura de nuestro tiempo; se trata en cada democracia no hay lugar para un sustrato caso de esferas autónomas. Sólo garanti- último, sea este cultural o biológico. El pue- zando la independencia de las luchas por la blo es una construcción política derivada hegemonía en la sociedad civil se garantiza de la equivalencia entre particularidades; se que la potestas no absorba la fuerza creativa trata de un significante vacío forjado para de la potentia. traducir una coincidencia estratégica. Castro-Gómez disiente de Laclau por Francisco Vázquez García4 razones diversas. Este parece entender que (Universidad de Cádiz) en la era del neoliberalismo la única lucha política válida es la que busca la convergen- cia para conquistar el Estado poniéndolo al servicio de la ciudadanía. No obstante, Gram- sci mostró que las luchas por la hegemonía estatal implicaban también la lucha por la hegemonía sobre el sentido común, sobre el consenso ideológico dentro de la sociedad civil. Laclau parece olvidar la autonomía de la sociedad civil y de los movimientos que operan en ella. Nivela la singularidad de los distintos conflictos bajo el imperativo 3 Las derivas antidemocráticas de esos regímenes de construir un único significante. Pero la demostrarían que el problema no es sólo ocupar acción política, como ya se señaló, no es las instituciones representativas, sino cambiar el sólo un problema de producción discursiva sentido mismo de la “representación”, ocupándose de modificar los diseños institucionales concre- alternativa. Implica decisivamente al cuerpo tos (explorando por ejemplo las posibilidades del y a sus microrresistencias, decisivas para sorteo o de la renta básica universal). Pero como erosionar los prejuicios enquistados en la señala Castro-Gómez, su interés principal no son sociedad civil. los diseños institucionales de la democracia sino sus bases ontológicas Castro-Gómez no invalida la construc- 4 El presente texto se publica en el marco del pro- ción del “pueblo” en la lucha por la hegemo- yecto denominado “La recepción de la filosofía nía sobre las instituciones representativas. El grecorromana en la filosofía y las ciencias huma- nas en Francia y España desde 1980 hasta la actua- éxito de los nuevos regímenes democráticos lidad”, financiado por el Programa Estatal del en Latinoamérica –aunque ese logro, como Ministerio de Economía y Competitividad, Convo- sucede en Venezuela o Argentina, encuen- catoria de 2014, I+D: FFI2014-53792-R Daimon. Revista Internacional de Filosofía, nº 70, 2017

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