Sophia, Colección de Filosofía de la Educación ISSN: 1390-3861 [email protected] Universidad Politécnica Salesiana Ecuador AVILÉS SALVADOR, MAURO RODRIGO; BALLADARES BURGOS, JORGE ANTONIO HERMENÉUTICA DEL LENGUAJE SIMBÓLICO DESDE LA COMUNIDAD DE COMUNICACIÓN Sophia, Colección de Filosofía de la Educación, núm. 20, 2016, pp. 87-103 Universidad Politécnica Salesiana Cuenca, Ecuador Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=441846839003 Cómo citar el artículo Número completo Sistema de Información Científica Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto DOI: 10.17163/soph.n20.2016.03 eRMenéutiCa del lenguaje siMbóliCo H desde la CoMunidad de CoMuniCaCión Hermeneutics of symbolic language from the communication community mauro rodrigo aVilés salVador* Pontificia Universidad Católica del Ecuador/Ecuador [email protected] JorgE antonio BalladarEs Burgos** Universidad Tecnológica Equinoccial/Ecuador [email protected] El presente artículo plantea la importancia de un lenguaje simbólico y el papel que para su comprensión tiene la comunidad de comunicación. El camino para elloR esseurám uenna lectura desde la hermenéutica y, en especial, de la hermenéutica analógica. Este itinerario especulativo tiene como antecedente un sujeto colectivo dilucidado en un “nosotros” desde la reflexión filosófica latinoamericana. Se parte de lo antropológico para una reflexión sobre la comprensión e interpretación. El símbolo, como lugar hermenéutico de plurisignificatividad y semántica, se evidencia en las expresiones simbólicas y en los lenguajes de los pueblos latinoamericanos, los mismos que, en su habitar cotidiano, implican diferentes racionalidades. El ser humano y su entorno cultural, a través de las distintas expresiones, constituyen textos. La hermenéutica se ocupa de la comprensión y la explicación de los signos de los textos. Cada intérprete descubre su verdad en relación al texto interpretado. Esta inclusión a través del lenguaje simbólico permite fortalecer el “a priori” de la comunidad de comunicación que genere una fundación de un nosotros ético-histórico. Para este cometido, una hermenéutica analógica se presenta como un método válido para el pensamiento filosófico en torno al lenguaje simbólico. La analogía permite considerar la univocidad y equivocidad de los diferentes lenguajes y, la hermenéutica del símbolo permite hablar y pensar más allá de lo expresado. La hermenéutica analógica invita a recuperar los diferentes significados y a interpretar los sentidos en función de lo simbólico, en el marco del quehacer de cada cultura. Lo simbólico se asume como un nuevo punto de partida para el quehacer filosófico desde lo sapiencial, la imagen, las costumbres y tradiciones. Forma sugerida de citar: Avilés Salvador, Mauro Rodrigo, & Balladares Burgos, Jorge Antonio (2016). Hermenéutica del lenguaje simbólico desde la comunidad de comunicación. Sophia, colección de Filosofía de la Educación, 20(1), pp. 85-102. * Master en Filosofía. Docente de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Docente de Ética en la Maestría en TIC y Gestión de la Educación en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Docente de Investigación en la Universidad Técnica particular de Loja. Docente de las áreas de Ética, Filosofía y Ciencias Sociales. Publicaciones en la Revista Sophia de la Universidad Politécnica Sale- siana y en la Revista Eidos de la Universidad Tecnológica Equinoccial. ** Docente de la Universidad Tecnológica Equinoccial y de la Pontificia Universidad Católica del Ecua- dor. Licenciado en Filosofía. Magíster en Filosofía y Magíster en Tecnologías aplicadas a la Prácti- ca y Gestión Docente. Realiza estudios de doctorado en la Universidad de Extremadura, España. Publicaciones en la Revista Sophia de la Universidad Politécnica Salesiana y en la Revista Nuevo Pensamiento de la Facultad de Filosofía de la Universidad del Salvador de Argentina. Sophia 20: 20156. © Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador Hermenéutica del lenguaje simbólico desde la comunidad de comunicación Hermeneutics of symbolic language from the communication community Símbolo, lenguaje simbólico, hermenéutica analógica, a priori, comunidad de comunicación. Palabras claves This article values the importance of symbolic language through an Analog Hermeneutics and Communication Community. This philosophAibcastl riaticnterary starts in a collective subject called “Us” (“nosotros”) from the Latin American philosophical reflection. The symbol, such as meaningful space for semantics, shows up in a symbolic language that includes a variety of rationalities. This inclusion through symbolic language allows strengthening the “a priori” of a Communication Community that supports and ethical and historical “us”. For this purpose, an Analog Hermeneutics is presented as a valid method for philosophical thinking around the symbolic language. The analogy allows considering the ambiguous and unambiguous of languages and the hermeneutics through the symbol allows us to speak and think beyond what is stated. The Analog Hermeneutics invites to recover the different meanings and to interpret the senses through the symbol in different 88 cultures. The symbol is a new inspiration for traditional Philosophy because it recovers wisdoms, customs, images and traditions. Symbol, symbolic language, Analog Hermeneutics, a priori, communication community. Keywords ¿Se puede filosofar desde el lenguaje simbólico? ¿De qué manera se pre- Isennttrao ldou sicmcibóónlico como ámbito para la reflexión filosófica? ¿Por qué una hermenéutica analógica contribuye a la comprensión del símbolo? ¿Se puede fundamentar un nosotros ético-histórico desde un a priori de la comunidad de comunicación? ¿Cuál es la incidencia del uso del lenguaje simbólico para una enseñanza de la Filosofía? Estas preguntas orientarán el itinerario especulativo del artículo titulado “Hermenéutica del lengua- je simbólico desde la comunidad de comunicación: rol de la hermenéuti- ca analógica en su construcción”, cuyo objetivo es fundamentar el uso del lenguaje simbólico en el quehacer filosófico. Se iniciará con una reflexión del a priori de la comunidad de co- municación desde la perspectiva de Apel, que fundamenta la compren- sión de la realidad de los interlocutores y la interpretación de los lengua- jes simbólicos. Luego se hace un acercamiento al círculo hermenéutico, que nos permite realizar una interpretación lingüística y filosófica del símbolo para llegar a una comprensión de la experiencia simbólica en el lenguaje, y que planteará una hermenéutica analógica como método. A continuación el símbolo como signo lingüístico será objeto de la re- flexión filosófica, y a su vez, su interpretación contribuirá a una filosofía del lenguaje desde lo simbólico. Sophia 20: 2016. © Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador Mauro Rodrigo Avilés Salvador y Jorge Antonio Balladares Burgos El método utilizado parte de una revisión de la literatura sobre la temática propuesta, e inspirada en las investigaciones realizadas en la lí- nea de la filosofía inculturada en América Latina. A su vez, menciona tan- to al círculo hermenéutico y a la hermenéutica analógica como métodos para la comprensión de un lenguaje simbólico a partir de una comunidad de comunicación, que está matizada en un nosotros ético-histórico en la reflexión filosófica latinoamericana (Balladares y Avilés, 2014). Se considera que este artículo contribuye a las investigaciones que buscan nuevos caminos para el quehacer filosófico. Tomando como pun- to de partida la reflexión filosófica latinoamericana, se plantea el uso del lenguaje simbólico desde lo analógico como una alternativa frente al uso del lenguaje conceptual como praxis de una racionalidad occidentaliza- da. A su vez, este tipo de investigaciones orienta nuevas formas de ense- ñanza de la filosofía a través del uso del símbolo y su lenguaje. 89 ESil n ao sp rreimoroin dtaem lao sc ao lmosu inniicdioasd d de ela cfiolomsoufínai, ceastcai dóinsc iplina se preguntó dpoer Aelp perli nccoipmioo y p fousnidbaimlidenatdo . dLeo sc gormiegporse rnesciuórnri eero inn tae lrap rreeflteaxcióiónn del ser, mientras que los modernos –por el “giro copernicano”– reflexiona- ron sobre la subjetividad. Hoy en día podemos hablar del “giro lingüísti- co” en la reflexión sobre el lenguaje, luego de asumir al ser y al sujeto: no sólo lo semántico y lo sintáctico, sino también lo pragmático, que son el sujeto hablante y sus interlocutores, como comunidad intersubjetiva de comunicación. Apel (1976) se refirió sobre una síntesis comunicativa de la inter- pretación, también llamada “síntesis trascendental de la comunicación”. Esta es trascendental porque es el a priori o la condición de posibilidad y de validez de todo pensar y actuar significativos que implica al sujeto hablante y todos sus virtuales interlocutores. A través del giro lingüístico se replantea el sujeto como intersubjetividad o comunidad de comuni- cación, y el ser como aquello que se dice en y por la comunicación –po- sibilitándola y trascendiéndola– sin ser una cosa en sí (Scannone, 1986). Podemos decir entonces que el pensamiento apeliano, a través de la prag- mática trascendental, trata el a priori de la comunidad de comunicación como condición de posibilidad de toda argumentación e interpretación. Apel (1976) superó el planteamiento trascendental kantiano a tra- vés de su “transformación de la filosofía” trascendental porque tiene en cuenta las condiciones lingüísticas del discurso lógico y la constitución intersubjetivamente válida del sentido. Esta condición de posibilidad y Sophia 20: 2016. © Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador Hermenéutica del lenguaje simbólico desde la comunidad de comunicación Hermeneutics of symbolic language from the communication community validez del conocimiento, del sentido y del acuerdo intersubjetivo no está dado de forma idealista por la conciencia en general sino por el a priori de la comunidad de comunicación que experimenta, argumenta, inter- preta e interacciona. Apel (1976) planteó una interpretación ilimitada e intersubjetiva del signo, que fundamentaría una reflexión sobre el símbo- lo desde una filosofía del lenguaje: El problema, al que ha conducido la discusión moderna, parece consis- tir en lo siguiente: la pregunta kantiana por las condiciones de proba- bilidad y validez del conocimiento científico debe ser renovada como pregunta por la probabilidad de una comprensión intersubjetiva sobre el sentido y la verdad como principios, o sea, sistema de principios. Esto significaría que la crítica del conocimiento kantiano como análisis de conciencia debería ser transformada en una crítica del significado como 90 análisis de signo, cuyo punto más alto ya no sería la unidad objetiva al- canzable de las representaciones en una conciencia en general supuesta como intersubjetiva, sino la unidad de la comprensión alcanzada me- diante una consistente interpretación del signo en un ilimitado consen- so intersubjetivo1 (Apel, 1976, pp. 163-164). Para Apel (1976) una comunidad ideal se da en la comunidad real e histórica: sin la ideal, la real carecería de instancia normativa y crítica; sin la real, la ideal no tendría sustentación, superando así el transcenden- talismo kantiano: Quien argumenta supone ya dos cosas a la vez: en primer lugar, una comunidad real de comunicación de la cual él mismo se ha convertido en miembro mediante un proceso de socialización; y en segundo lugar, una comunidad ideal de comunicación, la cual en principio estaría en condiciones de comprender el sentido de argumentación adecuada y estaría en condiciones de juzgar su verdad definitivamente2 (Apel, 1976, p. 429). De esta manera, el mismo Apel (1976) basó su teoría de la verdad en el consenso que se encuadra dentro de la pragmática trascendental, y afirma en principio que un enunciado es verdadero para un usuario cuando cree que cualquier otro sujeto racional estaría dispuesto a asignar el mismo predicado al sujeto. Entonces pensamos la verdad como lo que se puede defender y aceptar por parte de los diferentes interlocutores. Por eso la idea de que el consenso ideal es una idea regulativa, como pre- supuesto pragmático, nos da la seguridad de que la evidencia fenoméni- ca puede constituir un criterio de verdad. Con todo, lo que Apel (1976) buscó fue la relación entre el a priori constitutivo de la experiencia y el a priori reflexivo de la validez del discurso argumentativo (Cortina y Co- nill, 1999). Sophia 20: 2016. © Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador Mauro Rodrigo Avilés Salvador y Jorge Antonio Balladares Burgos Por consiguiente, Apel (1976) plantó la ética del discurso a partir del “factum” de la argumentación, expresivo de la intersubjetividad a tra- vés de la lógica del discurso práctico hasta el punto de llegar al “nosotros argumentamos” de una comunidad ideal como punto supremo de re- flexión, demostrando que la razón humana es diálogo y no un monólogo. En este “nosotros argumentamos” Apel (1976) propuso las condiciones de cada uno de los miembros que conforman la comunidad del discurso: Cada uno de nosotros, que argumenta seriamente -y esto es metodoló- gicamente el punto ineludible en filosofía- debe presuponer dos cosas: que una persona es miembro de una comunidad real de comunicación con sus antecedentes históricos de tradición y de precomprensión del mundo, con sus méritos y deficiencias, y al mismo tiempo es miem- bro de una comunidad ideal de comunicación, que no existe y nunca existirá realmente, pero que por extraño que parezca, debe presuponer 91 e incluso anticiparse contra-fácticamente como existente en todo argu- mento serio. Debemos hacer esto en toda argumentación seria. Esto es así porque argumentar significa tener pretensiones de validez universal, cuyo desempeño ideal sólo puede ser asunto de una comunidad ideal de comunicación (Apel, 1994, p. 51). En este sentido, Apel (1976) abrió un panorama para que en una comunidad de comunicación se pueda comunicar a través de la argumen- tación y la interpretación. A su vez, el hecho de que una persona sea miem- bro de una comunidad real con su cultura y cosmovisión permite que la reflexión filosófica considere al lenguaje simbólico como una fuente de comprensión. Intentar comprender cada historia, cada realidad, cada si- tuación, cada antecedente, invita a que se realice una mirada a lo simbólico, como ámbito inagotable de cada una de estas particularidades y diversidad. Para poder comprender el símbolo desde el lenguaje, se plantea la necesidad de analizar qué implica el círculo hermenéutico como in- terpretación lingüística y filosófica. A través del círculo hermenéutico, se podrá pensar sobre qué es el símbolo, su incidencia en el lenguaje, y una hermenéutica analógica del símbolo con contribución al quehacer filosófico. ELul ecgíor cduel ore vhiesarrm eel an épuritoircio d ec olam coom inutneidrpadre dtea ccoiómnu nicación apeliana lqiuneg nüoíss taibcrae yal fiámlobsiótofi dcea la comprensión e interpretación de las diferen- tes realidades, situaciones y cosmovisiones de los interlocutores a través del diálogo, se considera que la hermenéutica puede ayudar a la com- Sophia 20: 2016. © Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador Hermenéutica del lenguaje simbólico desde la comunidad de comunicación Hermeneutics of symbolic language from the communication community prensión para el diálogo y el consenso. Desde la experiencia latinoameri- cana, el lenguaje simbólico se encuentra inserto en nuestros discursos. Se puede afirmar que círculo hermenéutico es una estrategia válida para una interpretación lingüística y filosófica del símbolo. Es importante partir desde lo antropológico para una reflexión so- bre la comprensión e interpretación. El ser humano ha buscado la com- prensión del mundo y de su existencia. Grondin (2002) afirma que “el en- tender constituye la estructura fundamental de la existencia humana, por lo que viene a situarse en el centro de la filosofía”. Este entender ha sido el que ha ido tomando forma y profundidad en el quehacer filosófico. Si bien la búsqueda de comprensión se ha orientado hacia los dife- rentes objetos de conocimiento, Grondín (2002, p. 12) afirmará que “(desde la perspectiva actual) el otro ya no es objeto para el sujeto, sino que este se 92 halla en una relación de intercambio lingüístico y vivencial con el otro… el entender no es un método, sino una forma de convivencia entre aquellos que se entienden”. Por esta razón, la capacidad de interpelar al otro y, de in- terpretarlo en sus diferentes formas de expresión lingüística, ha constituido y se constituye en una inquietud filosófica en el quehacer hermenéutico. No es el papel de la hermenéutica el de la búsqueda interpretativa carente de contextos, por el contrario, respeta y se coloca de forma ética: se coloca frente al otro y se abre a él. Para Grondin (2002, p. 13), “la her- menéutica no pretende la objetivación, sino el escucharse mutuamente, y también… el escuchar a alguien que sabe narrar”. Dentro del proceso hermenéutico se hacen presentes tanto el autor o fuente del texto, el lector y, el texto a ser interpretado. Este proceso, con sus múltiples interrelaciones, ha dado lugar a la reflexión sobre lo que se ha denominado el “círculo hermenéutico”, el mismo que presenta una estructura particular: La estructura del círculo hermenéutico, que permite la comprensión, implica un bucle retro alimentado que induce múltiples paradojas res- pecto a un posible inicio, un momento de neutralidad o la garantía de un absoluto extramundano. La comprensión de la estructura de este círculo hermenéutico puede ser enunciada de la siguiente forma: “todo elemento o parte remite su significación a la totalidad, mientras que ésta la remite a la suma de elementos o partes. Es decir, para comprenderé el todo, lo universal o lo general, se necesita comprender previamente los elementos, las partes y el singular… estos últimos no se pueden com- prender fuera de la estructura significativa total (la totalidad, lo univer- sal o lo general) (Mayos, 2014, p. 29). Es importante tomar en cuenta que, en el proceso de elaboración de un discurso, el papel de la creatividad es de suma importancia. Mayos Sophia 20: 2016. © Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador Mauro Rodrigo Avilés Salvador y Jorge Antonio Balladares Burgos (2014, p. 24) afirma que “uno de los ejemplos más claros de la interpreta- ción positiva del círculo hermenéutico es el arte… la creatividad surge de un diálogo con uno mismo, como la alteridad creativa brota del laberinto de espejos que es dicho diálogo. El autor y la obra evidencian una relación complicativa idéntica a la dialéctica sujeto-objeto”. Es en la relación sujeto- obra la que se evidencia una mutua transformación y formación de los mismos. Para Mayos (2014, p. 35) “la obra es pues básicamente una ocasión para reiniciar el proceso de su plenificación significativa”. Para Gadamer (citado por Mayos, 2014, p. 38) todo debe ser len- guaje: “El ser que se pueda comprender, es lenguaje”. Esta es una de las características fundamentales sobre la universalidad del lenguaje y una de las manifestaciones más profundas de la filosofía en su esfuerzo por inter- pretar, descifrar, explicar el mundo que le circunda. Para Dilthey (citado por Grondin, 2002) “la hermenéutica debe dotarse de reglas generales 93 de interpretación, que podrían estar en la base de todas las ciencias del espíritu, ya que todas ellas se apoyan en un conocimiento interpretativo”. Tanto desde la perspectiva de Gadamer (citado por Mayos, 2014) como de la de Dilthey (citado por Grondin, 2002), el proceso de interpretación de un texto debe tomar en cuenta tanto el entorno, el universo que for- ma parte del círculo hermenéutico, como de leyes y de principios que orienten su acción de comprensión, respetando, de esta forma, tanto su quehacer creativo como su rigurosidad científica. El hombre es texto y contexto, es parte del ser y parte del lenguaje. La hermenéutica en la actualidad está dirigida por la comprensión y la expli- cación de los signos de los textos y se da por medio de la universalización que surge del lenguaje y es objetivada por la historia y la tradición. Pero cada intérprete tiene o descubre su verdad en relación al texto interpretado, se debe buscar la mayor adecuación a lo que el autor quiso plasmar. En la hermenéutica juegan papel importante el texto, el autor y el lector, y se crea un código para poder conjugar estos tres elementos. También la argumentación es importante pues es para convencer a los oyentes de que la interpretación es correcta y verdadera (Beuchot, 2005). El desarrollo de la semiótica y de la hermenéutica ha permitido, en el ámbito de la filosofía, una comprensión más profunda del fenómeno del símbolo y del signo. Luego de haber revisado al círculo hermenéutico como interpreta- ción lingüística y filosófica, el siguiente paso de este itinerario especula- tivo consistirá en un acercamiento de la hermenéutica analógica a partir de lo simbólico. Sophia 20: 2016. © Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador Hermenéutica del lenguaje simbólico desde la comunidad de comunicación Hermeneutics of symbolic language from the communication community Dentro del círculo hermenéutico es necesario ubicar al lector dentro del Hpraocceisao u inntae rhperertmateivnoé yu utibciaca arlnoa tlaóngtoic dae an tproa rdtei rl odse p lroo cseismosb dóel iicnoter- pretación del símbolo en el marco de la cultura como frente a la pro- ducción de hermenéuticas postmodernas, caracterizadas por un cierto equivocismo o ambigüedad. Para ello, ha sido necesario pensar en una hermenéutica distinta, de carácter analógico, esta es la hermenéutica ana- lógica, situada no en la univocidad ni en la equivocidad, sino en la analo- gía. Según Álvarez Colín (2001, p. 12) “debemos acercarnos a un análisis de la analogía como principio formal que determina nuestro pensamien- to e integra al hombre, la cultura y la historia”. El ser, mediante la analogía, se puede decir de diferentes maneras. Las relaciones analógicas del ser le llevan tanto a estar en relación tanto fuera 94 como dentro de sí mismo. Para muchos pensadores actuales3, la analogía aparece como el punto central de un nuevo orden de racionalidad: El universo simbólico, compuesto de ilusiones-símbolos, mitos, rituales, es el locus arqueológico-teleológico que, vía la analogía, se convierte en el elemento fundamental que configura la vida emocional y las transac- ciones todas: el origen de las formas de comunicación y de los estilos de las relaciones interpersonales y la fuente de la toma de decisiones… La analogía, como principio fundamental de la relación entre los seres y como ritmo universal bajo el signo de la libertad, le proporciona a la hermenéutica analógica una valiosa oportunidad para trazar puentes más sólidos y a la vez mejor diferenciados entre la filosofía hermenéuti- ca y la praxis (Alvarez Colín, 2001, p. 32). La palabra analogía significa proporción o proporcionalidad, de- signa aquello que es uno o es algo de manera proporcional a otras cosas. Tiene tres clases principales: analogía de desigualdad, analogía de atribu- ción y la analogía de proporcionalidad. La analogía tiene tres elementos: un nombre común a muchas cosas, una razón o concepto significado por ese nombre, y unas relaciones que tienen las cosas analogadas con esa razón significante (Díaz Dorronsoro, 2010). Para Álvarez Colín (2001, p. 32), la Hermenéutica Analógica debe tener en cuenta las siguientes proposiciones: 1. La hermenéutica analógica reconfigura la experiencia inteli- gible y sensible del ser humano interpretando y recreando un universo simbólico. 2. La hermenéutica analógica es un vehículo para comulgar la explicación y la comprensión. Sophia 20: 2016. © Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador Mauro Rodrigo Avilés Salvador y Jorge Antonio Balladares Burgos 3. La analogía es el principio formal de la relación de los seres entre sí (dimensión horizontal) y de la relación de los seres con el Creador (relación vertical). 4. Los símbolos se convierten en sí mismo en objetos de estudio, de interpretación y de apropiación de la hermenéutica analógica. 5. Las proposiciones performativas, al comprender la relación entre el sujeto y la norma, llevan a la constitución del acto de- cisorio y su contexto. 6. La hemenéutica analógica es una hermenéutica práctica con tareas urgentes a cumplir. Es importante considerar que una hermenéutica analógica puede ser un camino para el filosofar latinoamericano. La búsqueda de un espa- cio analógico-simbólico para la reflexión en América Latina se constituye 95 en un reto: El núcleo fundamental que guía nuestra reflexión es el siguiente: buscar la fundamentación última de un espacio analógico-simbólico del hom- bre latinoamericano. Todo parece apuntar que si existe en el hombre latinoamericano un núcleo peculiar, contextual y de desarrollo ecoló- gico de valor universal…en efecto, esta configuración arqueológico- teleológica, integrada por ilusiones-símbolo-mitos-rituales, es un dato que como originaria experiencia existencial surge del universo familiar y en él encuentra su expresión primera…(Alvarez Colín, 2001, p. 73). Más adelante, Álvarez Colín menciona que la Hermenéutica Ana- lógica, al tomar como herramienta fundamental el símbolo, integra en él las dimensiones sensible y afectiva de la naturaleza humana: En el símbolo, la analogía es fundamentalmente tensión y mediación, ten- sión mediadora y mediación tensionante entre la imagen sensual y la cons- trucción de sentido. La analogía, en su ascenso desde lo sensible y sensual hasta llegar a las profundidades del Ser por excelencia, es estética y dramá- tica y, precisamente por ello, metafísica (Alvarez Colín, 2001, p. 42). Esta fundamentación de la Hermenéutica Analógica desde el sím- bolo permite situarnos en un nuevo ámbito para la reflexión filosófica latinoamericana. No obstante, lo simbólico es una fuente que da que pen- sar y qué pensar para la Filosofía. No obstante, para complementar una comprensión del símbolo, es importante realizar también una mirada de lo simbólico desde lo lingüístico. Sophia 20: 2016. © Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador
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