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Redalyc.El arte como posible conocimiento PDF

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Espacios Públicos ISSN: 1665-8140 [email protected] Universidad Autónoma del Estado de México México Alatriste Tobilla, Janitzio; Bernal Gómez, Eduardo; Encastin Cruz, Manuel El arte como posible conocimiento Espacios Públicos, vol. 13, núm. 29, diciembre, 2010, pp. 158-174 Universidad Autónoma del Estado de México Toluca, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67616330010 Cómo citar el artículo Número completo Sistema de Información Científica Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto El arte como posible conocimiento El arte como posible conocimiento Fecha de recepción: 12 de julio de 2010 Fecha de aprobación: 11 de agosto de 2010 Janitzio Alatriste Tobilla* Eduardo Bernal Gómez** Manuel Encastin Cruz*** RESUMEN Este artículo es producto de una investigación que intenta construir un modelo metodológico para concebir la producción artística como una for- ma de conocimiento e incorporar el quehacer imaginario del artista dentro de los esquemas que regulan la investigación académica tanto en México como en el mundo. La construcción de esta propuesta metodológica ha sido creada desde tres posiciones con respecto al conocimiento: la semióti- ca de Charles S. Peirce, la teoría psicoanalítica de Jacques Lacan y la práctica artística visual. PALABRAS CLAVE: arte, investigación, categoría, conocimiento, imagen. ABSTRACT This article is written based on a research that tries to build a methodological model to understand the artistic production as a type of knowledge. It incorporates the artist’s work into the schemes that regulate the academic research in México and the world. The construction of this methodological perspective is built from three theoretical positions related to knowledge: * Maestro en Artes Visuales por la UNAM. Estudiante del Doctorado en Artes en la Universidad de Guanajuato. Profesor-Investigador en la Facultad de Artes, UAEM. ** Maestro en Artes Visuales. Profesor-Investigador en la Facultad de Artes, UAEM. *** Licenciado en Sociología. Alumno de la Maestría en Artes, en la Facultad de Artes, UAEM. 158 Janitzio Alatriste Tobilla, Eduardo Bernal Gómez, Manuel Encastin Cruz the semiotic of Charles S. Peirce, the reconocidas como conocimiento, y la reali- psychoanalytic theory of Jacques Lacan, and dad, su objeto de estudio por naturaleza. the practice of visual art. Sin embargo, durante el último siglo KEY WORDS: art, research, category, hemos vivido una transformación de este knowledge, image. paradigma de conocimiento, cuyo origen de cambio es precisamente el espacio que más estabilizaba a la respuesta como el ESTRUCTURA DEL ARTÍCULO discurso del saber, y lo real como la mate- ria de cualquier verdad. Este espacio fue a) Por un paradigma de conocimiento am- la ciencia entendida como la tradición pliado empiro-inductivista y actualizada en dis- b) El objeto de conocimiento del arte ciplinas como física, química o matemáti- c) Modelo metodológico cas, las llamadas ciencias exactas o duras. d) Modelo metodológico para las afecciones Áreas de conocimiento que a raíz del es- tudio de fenómenos, difícilmente podían Este texto intenta sugerir que es posible ser enunciadas formalmente como leyes entender a la producción artística como una estabilizadas, ejemplo de ello son: el se- forma de conocimiento, cuyo objeto de gundo principio de la termodinámica que estudio sería la relación de un sujeto con habla de una siempre conflictiva entropía, su contexto y donde el arte quedaría justo hasta la física cuántica, pasando por la teo- como la estrategia de relación. ría de la relatividad, o igualmente, la Sin embargo, para entender cabalmen- trasgresión de la epistemología de las te esta propuesta habría que abundar so- matemáticas que expone su propia insufi- bre lo que se comprende como posible ciencia para evaluar la veracidad de sus objeto de conocimiento del arte, así de la enunciados, sin dejar de recurrir a princi- concepción de conocimiento desde la que pios internos a su propia lógica, circuns- se habla a fin de poder afirmar al arte como tancia que genera procesos de tal. Comenzaremos esbozando esto último. contradicción, como llegó a plantearlo en su ya célebre teorema Kurt Gödel (Robertson, 2001). A) POR UN PARADIGMA DE CONOCIMIENTO De modo que la ciencia, en algunas ten- AMPLIADO dencias, habría llegado a intuir una insu- ficiencia interna para la aprehensión del Tradicionalmente el conocimiento se ha fenómeno de su propia lógica en la cons- entendido como el escudriñamiento en el titución de su conocimiento; sin duda, este sentido del orden del mundo, una suerte hecho ha tenido resonancia hasta estra- de respuestas a interrogantes que surgen tos sociales amplios, pues Occidente, des- de nuestra relación con lo que llamaríamos de hace más de dos siglos adoptó al “realidad”. Por mucho tiempo estas res- discurso científico como el paradigma puestas fueron las únicas manifestaciones social de verdad. 159 El arte como posible conocimiento Esta intuición que tiene la práctica cien- tivo de incertidumbre que genere un pro- tífica no dejó de aparecer tanto implícita ceso epistémico. como explícitamente en otros campos del conocimiento que, sin embargo, no goza- ban del reconocimiento social tan exten- B) EL OBJETO DE CONOCIMIENTO DEL ARTE dido del quehacer científico. La idea, por ejemplo, de que ningún conocimiento cuen- Hasta aquí hemos esbozado un posible con- ta con una posición neutral que le permita cepto de conocimiento relativizado, y por diferenciar lo conocido del cognoscente, lo tanto, ampliado, donde sería viable in- aparece ya desde Hegel o Marx, así como cluir la creación artística como modalidad en el estudio del fenómeno del signo, so- del saber, aunque para abordar el proble- bre todo, en Charles S. Peirce (1984), por ma referente a la naturaleza de un posible mencionar algunos. objeto de estudio del arte, es necesario De modo que, a la luz de estas fisuras comentar algunas ideas que lo han aleja- en el edificio monolítico del conocimiento do de los espacios del conocimiento, las positivo, ahora resulta pertinente ampliar cuáles, más que venir de fuera de los sis- la idea de conocimiento y extenderlo más temas artísticos, se han generado desde allá de la sola respuesta. Sería viable que el interior. tanto la posibilidad como la pregunta, uni- Al plantear dicha problemática es im- das a la respuesta, conformaran un circui- posible no tocar algunas ideas que a nues- to sistémico como una estrategia ya no de tro juicio son mitos que han detenido una descubrimiento del conocimiento, sino de concepción del arte más compleja y por construcción de éste, y que, la cualidad, ello más rica; aclarando que la concepción la sensación y la representación en tanto de mito a la que nos referimos sería cer- modalidades del Ser (Peirce, 1984) se cana a la de Roland Barthes (2002), es asumieran como el sustento ontológico decir, una particular forma del habla en- móvil que fundamentara un paradigma tendida ésta como la actualización de la ampliado de lo que hoy podemos enten- lengua en el ejercicio cotidiano del acto der por conocimiento. comunicativo en la esfera social que, ade- La visión de tal concepto de conoci- más, tiende a devenir en imagen con sig- miento ampliado hace posible incluir al nificados que de tan habituales, han arte en el ámbito del saber, dado que, olvidado su justificación histórica. Desde de éste, no quedan excluidos ni la duda, esta perspectiva, el concepto de mito que ni la sensación, sino además junto con utilizamos es semiótico y no hermenéutico. ellas, la certeza, constituyendo un cuer- Un primer mito sería la suposición de po múltiple de conocimiento. algún elemento esencial del arte que le Así, el arte abordaría un conocimiento otorga su valor intrínseco, así como su re- sensualizado que quizá, más que una res- conocimiento social. Este mito tiene como puesta, sugiriera una pregunta o incluso consecuencia que la aparente esencia sólo se propusiera a sí mismo como un disposi- es reconocible por un grupo especializado 160 Janitzio Alatriste Tobilla, Eduardo Bernal Gómez, Manuel Encastin Cruz de expertos que desde una sapiencia par- cebir un discurso extendido para la crea- ticular, ponen tal fundamento al alcance ción artística más allá de la pura visualidad de un público más amplio; práctica social o imagen, y entenderlo como la manifes- que nunca ha sido tarea del artista y que tación de un signo en una pertinencia además se parece mucho a un ejercicio ontológica, también ampliada. Es decir, vertical del poder. si el arte es una forma de conocimiento, Un segundo mito es la concepción del este episteme propone implícitamente su arte como espacio exclusivo de la sensa- correlato, un objeto de estudio que requiere ción, descartando en su radicalización, toda un ámbito de pertinencia u ontología. racionalidad, incluso se llega a sugerir que Respecto de un objeto de estudio del el pensamiento teorético resulta perjudicial arte, intentaremos recurrir al modelo psi- para el ejercicio del arte. Esta idea en con- coanalítico de Jaques Lacan, quien propo- junto se sostiene de un paradigma carte- ne la constitución del sujeto en una lógica siano de dualidad, donde razón y sensación sistémica relacional, una suerte de onto- quedan separados: la razón ámbito del co- logía relativizada que discurre por tres nocimiento y la sensación del arte. La con- espacios: real, imaginario y simbólico secuencia es que el arte aparece como casi (Lacan, 1983). lo opuesto al conocimiento, los artistas como Lo real representa la vivencia más pu- una rara especie de analfabetas sensibles, ramente cualitativa, es generadora de los condición asumida en muchos momentos otros dos espacios y, al ser accesible, sólo por ellos mismos casi con orgullo contesta- mediada por lo imaginario o lo simbólico, tario a manera de reto al sistema de poder; deviene autorreflexiva y autorreferencial sin embargo, este orgullo ingenuo siempre en tanto vivencia indiferenciada. Suceso de ha dejado a las artes en la cola de las prio- continuidad, experimentable, pero no ridades sociales, en el mejor de los casos, expresable ni comunicable. como adorno que viste políticamente, pero Lo imaginario es el ámbito del mundo rara vez, como objeto de apoyo institucional como imagen, representación de mundos tanto privado como público. internos con alta dosis de sensación, es- Por desgracia tales mitos están lejos de pacio de afectividad que construye la di- ser cuestionados por las comunidades ar- ferencia fundamental yo-mundo, en una tísticas y más bien aparecen en formas lógica de la sensación (Deleuze, 2002). cada vez más alambicadas que siguen sus- Es expresable, más no comunicable. tentadas en mitos del tipo de los ya men- Lo simbólico subjetivo y social consti- cionados, los cuales se han naturalizado tuye el espacio de los códigos que nos per- a tal grado que son inconscientes en el mite reconocer un mundo estable, funda imaginario social, convirtiéndolas en el contexto de la comunicación y el cono- ideas más potentes y resistentes, justo por cimiento como discurso compartible. no ser reflexionadas. La idea de los tres espacios: ontoló- De manera que para definir un objeto gicos, relativos, y móviles es posible de estudio del arte es indispensable con- desplazarla hacia la comprensión del arte 161 El arte como posible conocimiento como fenómeno cultural y ver una consti- construcción de conocimiento, es dando tución de éste, análoga al proceso del su- cuenta de los tres espacios que en realidad jeto lacaniano, pues también podría conforman la unidad de un fenómeno. transitar por los tres ámbitos. Los tres elementos pueden ser vistos Se puede reconocer en la producción en casi todos los sistemas artísticos de artística, un real como espacio fisural que cualquier época, sin embargo, socialmen- genera la necesidad de transformar una te, tanto el estudio de las fisuras del suje- vivencia de incertidumbre en sucesos ima- to creador, la producción de imágenes, así ginarios o simbólicos. De igual modo es como la construcción de discursos identificable en los procesos de creación legalizadores del arte, han sido tareas en- un mundo imaginario entendido como un cargadas a distintos actores sociales, casi espectro que va desde la imagen mental nunca a los artistas. Por ejemplo, lo simbó- que genera, por ejemplo, una poesía o la lico como ámbito del ejercicio del poder música, hasta la imagen material en las al otorgar reconocimiento a los artistas y artes visuales. Este ámbito imaginario objetos artísticos ha sido labor de: mece- transforma el trauma original de confron- nas, clérigos, burgueses, críticos, historia- tación con lo real en mundos míticos (ahora dores, filósofos o actualmente curadores, y sí hermenéuticos), ideales, de gran fuerza como dije, rara vez los artistas. afectiva, que produce una fuerte necesidad La generación de conocimiento alrede- expresiva no representando espacios comu- dor de la creación artística es algo que ya nicativos, sino vivencias extremadamente ocurre y podría seguir como hasta ahora, sensuales. Por fin encontramos también un es decir, distintos sujetos encargados de ámbito simbólico que funciona como me- los diferentes aspectos que componen al diación entre lo cualitativo de lo real, lo evento artístico, estableciéndose de forma afectivo de lo imaginario, y la legalidad planeada o bien, espontánea. de lo simbólico, este último hace posible Esta forma ya tradicional de conocimien- compartir los otros dos espacios, sólo que, to del arte aplica modelos metodológicos transformados en pensamientos que surgidos de la Historia, la Psicología, la resignifican a una experiencia, que ya no Sociología, etc., que nos atreveríamos a remite a su cualidad original, sino a la hue- decir, se encuentran todavía demasiado lla vacía de una vivencia indiferenciada. rígidos por su herencia científica, la cual, En este sentido, podemos sugerir un hacia la segunda mitad del siglo XIX fue conocimiento artístico que aborda un ob- interpretada por las ciencias sociales como jeto de estudio compuesto en un fenóme- una exigencia de la comunidad científica no sistémico triádico integrado por: una tradicional para poder reconocerlas como cualidad fisural constitutiva y generado- espacios de conocimiento legítimos. El ra, una vivencia afectiva interna y una ex- cumplimiento de tales demandas por las periencia comunicativa argumental. nacientes ciencias sociales ocurrió sin una Pensamos que si la producción artística reflexión profunda de la lógica científica puede entenderse como investigación y de su tiempo. Sin embargo, en la constan- 162 Janitzio Alatriste Tobilla, Eduardo Bernal Gómez, Manuel Encastin Cruz te transformación del paradigma del co- como artistas nos permitan generar un nocimiento, la ciencia se percata de sus objeto artístico más complejo, y que, au- propios huecos epistémicos y se transfor- nado a un imaginario, dicho objeto pro- ma a lo largo de todo el siglo XX, aunque ponga su propio sistema interpretativo por desgracia, todavía no ha permeado en siendo su parte constitutiva. la mayoría de los pensamientos formados alrededor de las ciencias sociales, cuyo proceder se vale de metodologías poco C) MODELO METODOLÓGICO flexibles que no les permiten una simbolización más cercana a la compleji- Con base en lo ya expuesto, es convenien- dad de los fenómenos que estudian. Quizá te ampliar la idea de cómo abordar la pro- el ejemplo más dramático sea la economía. blemática para enfocar la producción No obstante, lo que este capítulo inten- artística en un contexto de producción de ta sugerir, no es que ahora también los conocimiento que implica reconocer a la artistas se encarguen de esta labor bajo creación plástica como investigación. los principios metodológicos de las cien- El problema vislumbrado parte de esta- cias sociales, sino que el arte es un pensa- blecer criterios sobre lo que conlleva un miento que puede construir una episteme proceso de creación artística visto como una generadora de sus propias gramáticas de forma de generación de conocimiento. conocimiento y cuya lógica artística se crea Creemos que esto es posible si -como bajo modelos de desplazamiento ya se ha dicho- se torna complejo el con- epistémico transdisciplinario. Los artistas cepto de conocimiento, así, en lugar de pueden tomar responsabilidad de este pro- entenderlo como una forma de descubri- ceso, y de hacerlo, arrojaría conocimien- miento de leyes estabilizadas del compor- to, no definitivo, ni más real o verdadero, tamiento de múltiples aspectos de la sólo distinto en tanto que son actores realidad, que aportan respuestas únicas vivenciales de los procesos de creación. basadas en reglas fijas que permiten la Además, sin olvidar que los procesos predicción precisa de eventos futuros; ha- de valoración, evaluación, reconocimiento bría que tratar de pensarlo como una ma- y legalización del arte ocurren en los ám- nera de relación con el mundo a partir de bitos simbólicos, donde el poder es por constructos cognitivos de naturaleza men- excelencia uno de ellos, los artistas, has- tal que nos admiten una significación de la ta ahora, nos hemos mantenido al mar- realidad, que tiene más de nuestros pro- gen de estos procesos, aún, añorándolos. pios constructos que de la realidad misma, La duda o, más bien nuestra duda, que o cuando menos, que trazan una frontera ahora compartimos, es que si en lugar de indiferenciable entre nosotros y el mundo. vivir a la espera de un discurso simbóli- Con ello, el conocimiento adquiere una co que ubique una obra en un espacio que condición aproximativa al contexto que nos le otorgue reconocimiento, no podríamos rodea, proponiéndose como ámbito de empezar a construir los sistemas que posibilidades más que de realidades po- 163 El arte como posible conocimiento sitivas, o dicho de otro modo, volviéndose arte dentro de él como espacio del saber relativo a la gramática del pensamiento por excelencia. desde el cual se crea. Metodológicamente hablando, un mo- Un conocimiento de este tipo nunca se delo epistémico con este tipo de posibili- propondría como absoluto y comprobable, dades lo propone Charles S. Peirce, quien pues toda instancia de corroboración de al partir de un ámbito ontológico un saber siempre se crea desde el mismo diversificado señala que “la categoría del conocimiento que se quiere evaluar, por lo Ser se multiplica y se mueve dentro de una cual, los instrumentos de validación siem- triada sistémica que concibe modos de ser pre recurrirán a valores internos a su pro- precisamente como formas de relación con pia construcción, es decir, se comprueba el mundo, de modo que, lo que existe en con base en sus creencias. esta ontología pragmática son nuestras Ante esta insuficiencia, el conocimien- estrategias de vinculación con el exterior, to debe reconocer una condición esto dentro de la tradición crítica inacabada, que lejos de dejar sin senti- kantiana” (1984). do a la búsqueda del saber, es la garan- Estas estrategias de relación son: la tía del constante esfuerzo de la cualidad (primeridad), la reacción (segun- civilización por encontrar sentido al mun- didad) y el pensamiento (terceridad). do que compartimos. Las categorías de Peirce, creemos, pue- Actualmente, esta perspectiva se com- den ser útiles para la concepción de un es- parte por distintos ámbitos del saber, to- quema con índices a desarrollar para davía con distancias más o menos cualquier proceso cognitivo, donde podemos radicales dependiendo da las discipli- afirmar que, toda forma de relación con el nas que lo conciban, sin embargo, es exterior es un proceso de generación de posible afirmar que aun con diferencias sentido o semiosis, la cual, siempre ocurre de matiz, la epistemología contemporánea en la confluencia de tres relaciones bási- tiende a reconocer por diversos medios esa cas: desde la insistencia propia de lo exis- incompleta ontológica como parte de su tente o cualidad, desde la resistencia misma naturaleza. ocurrente entre cuando menos dos entes o Un conocimiento de posibilidades reacción, y desde la persistencia organiza- más que de hechos, de preguntas más da temporalmente o pensamiento. que de respuestas, de búsquedas más Con la abstracción de estas categorías que de encuentros, de acuerdos más que es posible entenderlas como una conste- de leyes, de afecto por la verdad más lación de ideas más que de conceptos ce- que de dogmas de la realidad, es, sin rrados atendiendo a sus cualidades duda, un contexto para la expansión del sistémicas, es decir, sus posibilidades saber más que para una supuesta evolu- relacionales. Aventurando, propongo un ción del conocimiento. Un conocimiento esquema conceptual sobre las categorías así, resulta generador de creatividad y el de Peirce: 164 Janitzio Alatriste Tobilla, Eduardo Bernal Gómez, Manuel Encastin Cruz Cuadro 1 de éste y que puede expresarse, bien CATEGORÍAS DE PEIRCE como discurso descriptivo de la sintaxis Primeridad Segundidad Terceridad creativa, o sólo como objeto-imagen, y Cualidad Relación Ley desde luego, en las dos formas para un Insistencia Existencia Persistencia discurso más integral. Sensación Reacción Pensamiento Por último un ámbito reflexivo que re- Posibilidad Realidad Verdad laciona la producción artística del objeto Vivencia Presencia Representación imagen con la cultura y los discursos sim- Fuente: elaboración propia con base en Charles S. Peirce. bólicos de ésta, tal espacio tiene una na- Esta representación puede servir para turaleza simbólica y es, de hecho, un ejemplificar un desplazamiento de las ca- discurso textual. tegorías, resultando indispensable para El triángulo ontológico de Peirce (1984) adecuarlo a múltiples formas de pensa- sugiere entonces una gramática para la miento, dado que en Peirce, se intuye la organización de un proceso creativo de intención de una epistemología que es ca- producción artística que atiende tres gran- paz de organizar una gran diversidad de des áreas: una experiencia afectiva que dinámicas de pensamiento, bajo el supues- genera el proceso, el objeto artístico que to de que todo conocimiento, a fin de cuen- cubre una función representativa, y el tas, siempre será una estrategia para la pensamiento que da sentido o significado fijación de una creencia, de modo que, lo al objeto. falso o verdadero de cualquier idea que- Esquematizando los conceptos tenemos da trascendido para ubicar a una teoría un mapa de registro para todo proceso del conocimiento del cómo, y no del qué. creativo enunciado así: Si toda experiencia ocurre bajo estos Tema (espacio afectivo) principios, el conocimiento y el arte como Objeto (espacio representacional) tales no son una excepción. Así, es posi- Argumento (espacio reflexivo) ble pensar en tres tipos de espacios parti- cipantes en un proceso de producción Donde se desprende lo siguiente: artística: un ámbito de sensaciones no or- ganizadas que generan duda y por ello el El tema queda acotado como la vivencia deseo por desarrollar algún tipo de certe- afectiva que de algún modo se organiza za, (el objeto artístico puede ser entendi- durante el proceso de creación, aunque, do como una forma de búsqueda de para fines de comunicación necesarios en sentido), es decir, un espacio de una dinámica de construcción de conoci- primeridad o cualidad que hay que orga- miento, dicha organización de la vivencia nizar en un discurso; éste es el elemento se expresa en un discurso textual. generador del proceso. El objeto se define con base en lo que Otro ámbito reactivo cuyo resultado tradicionalmente se entiende como obra, se asume en la propia producción del ob- cuadros, dibujos, esculturas, acciones, ins- jeto, sea cual sea la naturaleza ontológica talaciones, videos, etc. Sólo que, dentro 165 El arte como posible conocimiento de esta lógica de creación, su categoría de la tradición o paradigma artístico en el ontológica objetual se relativiza, pasando que se ubique un artista, empero, indepen- de ser materia a signo, ya que sus propie- dientemente de ello, el campo afectivo dades son fundamentalmente representa- sería el ámbito de pertinencia del deseo y tivas y no positivas. si entendemos a éste desde un terreno Argumento se concibe como el plano sicoanalítico, tendría un papel muy tras- simbólico a desarrollar en todo proceso cendente para la estancia de cualquier cognitivo, y es mediante éste, que resulta sujeto en el mundo. Por ello pensamos que posible compartir socialmente una expe- resulta útil sugerir un pequeño mapeo don- riencia y las ideas que le dan sentido. Su de localizar diversas instancias afectivas naturaleza no se entiende como prueba ni que puedan ser identificadas dentro de la comprobación de nada, sino como el plan- producción artística. teamiento lógico ordenado de una verdad Sin duda, los movimientos artísticos de posible, que además, para un discurso ar- principios del siglo XX conocidos como van- tístico lo más cercano a lo probable acen- guardias, generaron grandes cambios en túa su función estética. aspectos que podríamos llamar sistemas artísticos; es decir, que esta diversidad de posturas respecto al arte ya sea en su eje- D) MODELO METODOLÓGICO cución y creación, en la manera de mirar el PARA LAS AFECCIONES objeto artístico así como de su papel den- tro de una colectividad, se vislumbraron En la parte final de este texto estimamos trastocados en relación con su concepción oportuno tratar un posible esquema para previa a las llamadas vanguardias. organizar los campos afectivos bajo la mis- La naturaleza y sentido de los cambios ma lógica triádica que hemos venido sugi- ha sido entendida desde múltiples visio- riendo. Al mencionar la palabra estética nes: en la forma de abordar los procesos es conveniente referir desde donde se apli- de creación, como trasformación de la rea- ca, para lo cual, recurrimos meramente a lidad del objeto artístico, o bien, varia- su raíz etimológica entendiéndola como lo ción de los sistemas de relación social o perteneciente a los sentidos que serían una recepción de la obra de arte. De manera estrategia humana de relación o contacto general, tal vez no sería atrevido decir que con el exterior, de modo que ese vínculo las vanguardias han ampliado el espectro se produce mediante afectaciones o afec- de posibilidades tanto de la creación, obra tos, de ahí que comprenda lo estético como y recepción del arte, en virtud de la diver- lo perteneciente al espacio afectivo. sidad de procesos que se han seguido a la La razón por la que se aborda este cam- asimilación de las muy diversas posturas po con primordial especificidad, es que de los artistas de la vanguardia. este espacio, en nuestra opinión, resulta La ampliación que en esta ocasión me ser origen de la producción artística con interesa comentar, es la que veo como una mayor o menor notoriedad dependiendo diversificación del campo de la recepción 166

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ca de Charles S. Peirce, la teoría psicoanalítica de Jacques Lacan y la práctica artística arte como el mismo Benjamin lo anticipa- ba, pues aun sin
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