Revista Infancia Adolescencia y Familia Asociación Colombiana para el Avance de las Ciencias del Comportamiento [email protected] ISSN (Versión impresa): 1900-8201 COLOMBIA 2006 Juan Carlos Mahecha C. / Ricardo Salamanca B. EVALUACIÓN DEL AJUSTE Y DESAJUSTE EN NIÑOS Y JÓVENES DE ESTRATO SOCIOECONÓMICO BAJO DE BOGOTÁ Revista Infancia Adolescencia y Familia, julio-diciembre, año/vol. 1, número 002 Asociación Colombiana para el Avance de las Ciencias del Comportamiento Bogotá, Colombia pp. 341-355 Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal Universidad Autónoma del Estado de México http://redalyc.uaemex.mx REVISTA INFANCIA, ADOLESCENCIA Y FAMILIA 341 VOLUMEN 1, NO.2 E VALUACIÓN DEL AJUSTE Y DESAJUSTE EN NIÑOS Y JÓVENES DE ESTRATO SOCIOECONÓMICO B 1 BAJO DE OGOTÁ JUAN CARLOS MAHECHA C.* RICARDO SALAMANCA B. FUNDACIÓN UNIVERSITARIA KONRAD LORENZ RESUMEN En este documento se describen los niveles de ajuste, desajuste, internalización y externalización, iden- tificados en un grupo de 262 niños y adolescentes, hombres y mujeres, distribuidos en tres grupos de edad, 4- 7, 9-13 y 14-17 años, participantes en un estudio sobre prevención de conducta agresiva y pro- moción de la conducta prosocial desarrollado por la Fundación Universitaria Konrad Lorenz y cofinanciado por COLCIENCIAS. Se utilizaron los resultados de la aplicación del autorreporte de Achenbach y una adaptación del Pupil Evaluation Inventory (PEI) de Pekarik. Los resultados indican que los sujetos clasificados como de menor ajuste tenían una externalización más alta al inicio del estudio. Se encontraron diferencias en los puntajes de las pruebas entre los sujetos según la institución a la cual pertenecían y que hacían parte del proyecto. Palabras clave: conducta ajustada, conducta desajustada, externalización, internalización, agresividad, conducta prosocial. ABSTRACT This paper describes levels of adjustment, non-adjustment, internalization and externalization identified in 55 a group of 262 children and adolescents distributed in three groups according to their ages, 4-7, 9-13 and 3 - 14-17 who participated in a study about prevention of aggressive behavior and promotion of pro-social 41 conducts developed by Fundación Universitaria Konrad Lorenz and co-financed by Colciencias. The results of 3 the Pupil Evaluation Inventory (PEI) by Pekarik used in this project indicated that the subjects classified as less p. P adjusted had high levels of externalization at the beginning of the study. Differences where found in the test 6. scores between subjects according to their institution and them being part of the project. 0 0 2 Key words: adjusted conduct, non-adjusted conduct, externalization, internalization, aggressiveness, 2, pro-social. o. N 1, ol. V / 1 1. Este artículo hace parte del proyecto de investigación. Programa de prevención de la conducta agresiva y promoción de 0 2 conducta prosocial en niños y jóvenes de 5, 10 y 15 años de Bogotá, Colombia,financiado por COLCIENCIAS y la Fundación 8 - Universitaria Konrad Lorenz. 0 0 * Correspondencia: Profesores de la facultad de psicología; [email protected]; [email protected], de la Fundación 9 Universitaria Konrad Lorenz, Bogotá, D.C., Colombia. Publicado en: Suma Psicológica, Vol. 12 N° 2: 213-228, septiembre 2005, 1 Bogotá (Col.) ISSN 0121-4381. N S Recibido el 11 de abril de 2005 y aceptado el 9 de junio de 2005 S I REVISTA INFANCIA, ADOLESCENCIA Y FAMILIA 342 VOLUMEN 1, NO.2 Los problemas de conducta infantil y juvenil son una preocupación permanente por sus implicaciones en la salud física y mental, la interacción social y el desarrollo de la comunidad. En cuanto a la conducta ajustada o desajustada en relación con agresión, se puede identificar como agresión proactiva y agresión reactiva, las cuales pueden ser comunes en la adolescencia. (Connor, 2002; Connor, Melloni & Harrison, 1998 en Con- nor, Steingard, Cunningham, Anderson, Melloni, 2004). Según Achenbach & Edelbrock, (1978), y Muelle, (1979), la agresión y el aislamiento son dimensiones diferentes de los problemas de desajuste infantil y juvenil, teniendo como referente las exigencias sociales en cuanto a interacción social en estas etapas. Las instituciones privadas y del Estado proporcionan una amplia gama de estrategias de prevención e intervención para reducir esta problemática. No son pocos los estudios que se realizan con el fin de identificar los factores asociados al desajuste y establecer los lineamientos de una intervención efectiva. Sin embargo, se deben tener en cuenta un sinnúmero de factores para lograr intervenciones efectivas y eficaces. (Por ejemplo, Dishion, McCord, Poulin, 1999). La Fundación Universitaria Konrad Lorenz inició desde hace algún tiempo como trabajo una línea de investigación en Violencia y Agresión. En 1997, con la cofinanciación de COLCIENCIAS se inició el proyecto Factores de riesgo de la conducta agresiva y violenta de niños y jóvenes de Bogotá, Fase I, (Ballesteros et al., 2000) cuyos resultados fueron consistentes con la literatura científica sobre el tema: Los pro- blemas de conducta social temprana tienden a mantenerse en el tiempo, asociados con variables familiares como ajuste y satisfacción marital de los padres, discordia marital y conductas parentales inadecuadas. Se presenta la transmisión intergeneracional de maltrato de los hijos como factor asociado a problemas de ajuste infantil. De otro lado, se evidenciaron diferencias entre los niños y jóvenes ajustados y los no ajustados a partir de factores de riesgo como: Temperamento difícil en la niñez y alto nivel de estrés familiar. Igualmente, se encontró relación entre conductas de crianza y variables de ajuste marital y antecedentes de maltrato en la niñez de los padres. Res- pecto de las variables escolares, se observó que los profesores tienden a comportarse diferencialmente hacia los niños ajustados y no ajustados, lo cual implica que asumen patrones que pueden facilitar el mantenimiento de los problemas de ajuste en los niños. En resumen, se comprobó que es posible que el ajuste o desajuste conductual, influya de manera directa e indirecta en la interacción social y la convivencia pacífica. Dando continuidad a esta línea de investigación, la Fundación Universitaria Konrad Lorenz con la cofinanciación de COLCIENCIAS desarrolló el estudio denominado Programa de prevención de la conducta agresiva y promoción de la conducta prosocial, en niños y 6 0 0 jóvenes de estratos 1 y 2 en Bogotá, Colombia. En este estudio la revisión exhaustiva a nivel 2 2, teórico-conceptual, ha servido para actualizar los conocimientos sobre este fenómeno, o. sus causas, consecuencias y formas de intervención. Es a partir de la multicausalidad de N la conducta agresiva o prosocial que se desarrolla este nuevo proyecto de investigación 1, Vol. ayj uesnt aedsata y mdeissmajau sdtairdeac ceinócno nelt rpadreas eenn tleo sd osucujemtoesn ptoa rctiecniptraan tseus .atención en la conducta / 1 0 82 FACTORES ASOCIADOS AL AJUSTE O DESAJUSTE - 00 Según un estudio de Díaz, De La Peña, Suárez y Palacios (2004), en el comportamiento 9 1 agresivo, influyen variables familiares, ambientales, de los pares y la sociedad, que N S son determinantes en la presentación de esta conducta. En este, Ballesteros et al. (2000), S I Evaluación del ajuste y desajuste en niños y jóvenes de estrato socioeconómico bajo de Bogotá 343 JUAN CARLOS MAHECHA C, RICARDO SALAMANCA B. comprobaron que existen factores como el maltrato recibido en la infancia y variables escolares que facilitan la presentación de conductas agresivas en las etapas posteriores. En esta misma área, otras investigaciones han demostrado que también la calidad de la interacción marital está ligada directamente con el ajuste o desajuste en niños y adoles- centes (Ballesteros de Valderrama, 1995; Martínez de Restrepo, 1995). Como lo muestra un meta-análisis que examinó 118 estudios realizados con niños expuestos a violencia parental existe correlación altamente significativa entre la exposi- ción a agresión por padres o cuidadores y los problemas de conducta infantil (Kitzmann, Gaylord, Holt y Kenny, 2003; Ge, Brody, Conger, Simons, Murry, 2002; Esmeril, 1989; Snyder, Rain & Popejoy, 1988 en Jouriles, Mehta, McDonald, Francis, 1997). La teoría su- giere que la agresión paternal frecuente, física o emocional, puede contribuir al desarrollo y mantenimiento de conducta problemática en el niño (Bandura, 1986; Patterson, Reid, & Dishion, 1992; Shonk & Cicchetti, 2001; Fantuzzo, DePaola, Lambert, Martino, 1991; Rubin, Burgess, Dwyer, Hastings, 2003). Por el contrario la apropiada interacción parental con el hijo sugiere una adecuada interacción social, ajuste emocional y conductual en la adolescencia (Engels, Finkenauer, Meeus, Dekovic, 2001; Eisenberg, Sadovsky, Spinrad, Fabes, Losoya, Valiente, Reiser, Cumberland, Shepard, 2005). Lee, Beauregard & Bax, (2005), encontraron que la discrepancia en las conductas y actitudes parentales está correlacionada de manera directa con el desajuste infantil y juvenil. Asimismo, que los niños son significativamente más sensibles a los conflictos de los padres, pero especialmente a las discrepancias entre éstos, lo cual los hace más susceptibles a presentar problemas de conducta (Dadds, Atkinson, Turner, Blums, Len- dich, 1999; Schoppe, Mangelsdorf, Frosch, 2001). Davies y Cummings, (1994); Grych y Fincham, (1990), citados por Lee et al., (2005), establecen que la relación entre el ajuste infantil y el conflicto marital está influenciado por las reacciones cognoscitivas y emocionales de los niños cuando éstos se presentan, así como por el estilo de conducta parental comúnmente usado por los padres en la interacción con los hijos. Igualmente, se encuentra correlación entre la conducta parental y el ajuste o desajuste infantil (Ingolds- by et al., 1999; Martin & Clements, 2002, en Lee et al., 2005). La hipótesis generada en estos estudios se refiere a la conducta parental y la discordia en la pareja como factores moduladores y predictores del desajuste o ajuste en niños y jóvenes. Asimismo sucede con la violencia y los procesos maritales (Katz & Low, 2004), y el estilo parental (Cowan, Cohn, Cowan, Pearson, 1996; Katz & Gottman, 1993). También, el conocimiento que los padres tienen acerca de las actividades de sus hijos se identifica como un adecuado predictor del ajuste o desajuste del niño y adolescente. El mayor conocimiento de las actividades predijo una baja conducta desviada en la adoles- cencia, pero predecir el ajuste no ha sido establecido (Waizenhofer, Buchanan, Jackson- 6 0 Newsom, 2004; Kerr & Stattin, 2000). Por otra parte, el divorcio o la separación de los 0 2 padres es contemplado también como un factor asociado al desajuste adolescente. (Por 2, ejemplo, Summers, Forehand, Armistead, Tannenbaum, 1998; Adam, Chase-Lansdale, o. N 2002; Kurdek, Sinclair, 1998; Pruett, Williams, Insabella, Little, 2003). 1, Diamond y Muller (2004) encontraron que los individuos que habían sufrido de violen- ol. cia física o abuso en su infancia, tenían niveles más altos de desajuste o psicopatología V / en comparación con aquellos que no lo vivieron, especialmente más en hombres que en 1 0 mujeres. El conflicto entre hermanos como parte del conflicto familiar o del ambiente 2 8 familiar conflictivo influye también en el desajuste de los niños y adolescentes (Stocker, - 0 Burwell, Briggs, 2002). Sin embargo, se encuentra evidencia de diferencias en cómo los 90 1 hermanos asumen el conflicto y cómo esto influye en su ajuste emocional y conductual N (Richmond & Stocker, 2003). S S I REVISTA INFANCIA, ADOLESCENCIA Y FAMILIA 344 VOLUMEN 1, NO.2 Igualmente, las cogniciones juegan un papel determinante en la presencia o ausencia de los problemas de conducta internalizada o externalizada, es decir, en el desajuste en la niñez y la adolescencia (por ejemplo Schniering & Rapee, 2004; Walls & Little, 2005). La expresión emocional y las habilidades sociales, ajuste y desajuste se encuentran rela- cionadas con variables individuales como por ejemplo la empatía (Miller, & Eisenberg, 1988), e interacciones parentales y familiares (Eisenberg, Gershoff, Fabes, Shepard, Cum- berland, Losoya, Guthrie, Murphy, 2001; Rydell, Berlin, Bohlin, 2003). Otro factor de influencia sobre el ajuste o desajuste son las características de la escue- la o institución educativa, en especial la interacción social con pares y profesores. (Por ejemplo, Hoglund y Leadbeater, 2004; Fuligni, Eccles, Barber, Clements, 2001; Wentzel, Barry, Caldwell, 2004; Buhs & Ladd, 2001; Birch, & Ladd, 1998). Un ambiente que favo- rezca la comunicación abierta y negociación, bajos niveles de presión, y altos niveles de respeto, espacios abiertos, ordenados y con los elementos esenciales para el desarrollo académico, son facilitadores de la competencia social y asociados al ajuste emocional y conductual, por el contrario contextos opuestos facilitan la presentación del desajuste. Los resultados de varios trabajos empíricos indican que en especial los hombres, las minorías étnicas, y los residentes urbanos están en un mayor riesgo de mostrar proble- mas de desajuste emocional y conductual debido a la exposición de la violencia (Buka, Stichick, Birdthistle y Earls, 2001). De otro lado, la exposición a la violencia en la comunidad ha sido reportada como asociada a la conducta desajustada y la desregulación emocional. Se ha identificado la relación entre la exposición a la violencia y los diversos niveles de desequilibrio conduc- tual. (Schwartz & Proctor, 2000; Farver, Xu, Eppe, Fernández, & Schwartz, 2005; Johnson, 2003; Sternberg, Lamb, Greenbaum, Cicchetti, Dawud, Cortes, Crispín, Loret, 1993). En Colombia, específicamente el estudio de Kliewer, Murrelle, Mejía, Torres de G., Angold (2001), identificó la relación entre la exposición a violencia contra un miembro familiar y el desajuste en adolescentes. Asimismo Katz y Low (2004) encontraron relación entre la agresión marital, las conductas parentales y el desajuste de niños y adolescentes. En este mismo sentido, las condiciones de desventaja o “ambientes empobrecidos” han sido asociados a la presencia de desajuste en niños y jóvenes; usualmente porque en éstos se convive de manera violenta, aunque dicha asociación no necesariamente sea directa (Dempsey, 2002). El nivel socioeconómico es una variable a contemplar en la comprensión del desajuste o ajuste infanto-juvenil, así sea de manera indirecta o como variable moduladora de tal situación. El apoyo social está relacionado con el ajuste o desajuste. (Por ejemplo DuBois, Burk- Braxton, Swenson, Tevendale, Lockerd, Moran, 6 2002; Anan, Barnett, & Douglas, 1999; Hagen, Myers, Mackintosh, 2005). 0 0 2 La exposición de los adolescentes a la violencia en las comunidades urbanas, parece 2, o. estar asociada con los resultados negativos en cuanto a los problemas conductuales, N conducta agresiva y aislamiento social. (Mak, Salzinger, Feldman, Stueve, 2004; Kliewer, 1, Lepore, Oskin, Jhonson, 1998) y se reporta de manera consistente en la literatura ol. (Berman,Kurtines, Silverman & Serafini, 1996; Cooley-Quille, Tornero & Beidel, 1995; V / DuRant, Cadenhead, Pendergrast, Slavens & Linder, 1994; Farrell & Bruce, 1997; Gorman- 1 Smith & Tolan, 1998; Molinero, Wasserman, Neugebauer, Gorman-Smith & Kamboukos, 0 2 8 1999; Schwab-Piedra, 1995, en Mak et al.). - 0 0 De otro lado, se identifica la interacción familiar con los hermanos como variable me- 9 1 diadora en el ajuste y desajuste emocional y conductual (Bermann, Cutler, Litzenberger, N S Schwartz, 1994; Stormshak, Bellanti, Bierman, 1996). S I Evaluación del ajuste y desajuste en niños y jóvenes de estrato socioeconómico bajo de Bogotá 345 JUAN CARLOS MAHECHA C, RICARDO SALAMANCA B. Identificar las diversas relaciones entre los factores asociados al comportamiento es un propósito fundamental de los investigadores, aspecto que permite establecer planes de acción fundamentados en las condiciones fácticas de la conducta desajustada. Los programas generados evalúan e intervienen al desajuste desde el paradigma de la multicausalidad. No obstante, la existencia de programas relativamente limitados muestran también resultados poco eficaces en el cambio de la conducta desajustada especialmente en ofensores con conducta antisocial. (Borduin, Mann, Henggeler, Fucci, Blaske, Williams, 1993). De otro lado, estudios de largo plazo identifican que la agresión es un comportamiento que puede generarse en la niñez y una vez establecido puede mantenerse hasta la edad adulta, incluso llegando a conformar un patrón de conducta delictiva. (Krug, 2003). Es posible incluso que la agresión infantil y adolescente pueda ser un predictor de los comportamientos delictivos. Igualmente se ha identificado la estabilidad del desajuste que se inicia en la infancia (tanto de la agresión como del aislamiento) y se mantiene a través de los años (Crick, Ca- sas, Mosher, 1997), lo cual lo hace un problema no transitorio. El estudio de Moskowitz, Schwartzman y Ledingham, (1985) evaluó en dos momentos a varios grupos de niños cuando estaban en tres grados escolares (1, 4 y 7) inicialmente y luego fueron evaluados nuevamente en 4, 7 y 10 respectivamente, identificando que tanto la agresión, el aisla- miento más agresión, o el solo aislamiento, se mantenían a pesar del paso del tiempo, sin encontrar diferencias entre niños y niñas. Además de la estabilidad, se ha identificado la relación entre el desajuste emocional y conductual, con el posible incremento en la probabilidad de inadaptación escolar como de comportamiento delictivo o antisocial (Coie, Terry, Lenox, Lochman & Hyman, 1995; Lochman & Wayland, 1994; Tremblay, 1992 en Lochman y Wells, 2004). De esta manera se propone el desarrollo de programas de prevención del desajuste y promoción del ajuste conductual. El propósito de este estudio es describir los niveles de ajuste, desajuste, internalización y externalización, encontrados en los sujetos participantes de la investigación. Progra- ma de prevención de conducta agresiva y promoción de conducta prosocial en niños y jóvenes de 5, 10 y 15 años de estratos 1 y 2 de Bogotá, Colombia. MÉTODO 6 0 0 Diseño 2 2, Se presentan los datos de las medidas pre que se utilizaron en el proyecto. Programa o. N de prevención de conducta agresiva y promoción de conducta prosocial en niños y jó- 1, venes de 5, 10 y 15 años de estratos 1 y 2 de Bogotá, Colombia. El diseño empleado fue ol. un cuasiexperimental (Kerlinger, 2002), en donde se emplearon como mecanismos de V / control experimental el bloqueo al nivel de ajuste (mayor o menor ajuste) y el rango de 1 edad (4 a 7 años, 9 a 13 y 14 años). Para este artículo se consideraron los resultados de 0 2 8 la evaluación de la conducta desajustada del grupo objetivo en este estudio. - 0 0 9 1 N S S I REVISTA INFANCIA, ADOLESCENCIA Y FAMILIA 346 VOLUMEN 1, NO.2 Sujetos La población total la constituyeron 408 sujetos distribuidos en tres grupos por rango de edad (4 a 7, 9 a 13 y 14 a 17 años), hombres y mujeres, de estratos 1 y 2 de Bogotá, Colombia, asistentes a tres instituciones educativas: Un jardín de infantes, un colegio masculino y un colegio mixto de secundaria, los cuales fueron seleccionados debido a que se tenían convenios académicos suscritos con la universidad, así como el padre o la madre de los niños y jóvenes participantes. Instrumentos Los instrumentos utilizados fueron aplicados en una investigación previa realizada por la Universidad Honrad Lorenz. En ésta, los resultados confirmaron la validez y confiabilidad de tales instrumentos para esta población. El PEI (Pupil Evaluation Inventory) busca cla- sificar y ubicar a los sujetos en función del grado de aceptación/rechazo por parte de sus compañeros y profesores. Las correlaciones encontradas para este instrumento en cada factor fueron superiores a 0.60 (Pekarik et al., 1976; Flores, Cicchetti & Rogosch, 2005). Su aplicación es típica, en la cual el sujeto nomina a los pares que más se acomodan en cada uno de los ítems de la característica descrita. Se aplica a preescolares y jóvenes. Evalúa la conducta académica y social adecuada, y la conducta académica y social inadecuada (indisciplina, agresión). La medición del ítem es nominal categórica, heteroadministrada para los niños y autoadministrada y colectiva para jóvenes. En cuanto al ACHENBACH es una prueba de autorreporte que mide el ajuste infantil a partir de conducta interna- lizada o externalizada en dos escalas: Competencia y de problemas, cuyo coeficiente de Cronbach es de 0.88 (Ballesteros & Cortés, 2000), representando una alta confiabilidad. Su ejecución es típica. En la primera escala el sujeto nomina actividades y compara su participación respecto de los pares. En la segunda, califica entre tres opciones el grado de certeza del indicador conductual para su caso, es aplicada a niños y adolescentes. Procedimiento Inicialmente se realizó una exhaustiva revisión bibliográfica sobre el comportamiento agresivo y prosocial, sus factores asociados, causas y consecuencias. Posteriormente se contactaron las instituciones participantes y se seleccionaron los sujetos que participarían, teniendo en cuenta la edad y el interés de las instituciones educativas por la participación de algunos grados en particular, por tanto, se trabajó con grupos intactos que cumplieron 6 con el criterio de edad. Se obtuvo el consentimiento informado por parte de los padres 0 0 para la participación de sus hijos en el proyecto. Los investigadores y auxiliares de in- 2 2, vestigación fueron entrenados y aplicaron los instrumentos en forma escrita durante las o. jornadas de clase para los niños. La citación a los padres la realizaron las instituciones N 1, mediante carta enviada a ellos, en donde se les explicaban los objetivos del proyecto y ol. se les citaba a una reunión para la ampliación de esta información y la aplicación del V instrumento, la cual se llevó a cabo en una sola sesión. / 1 0 2 8 Resultados - 0 0 9 Se presentan los resultados señalando lo encontrado en la medida pre de ajuste y desajuste, 1 N según las pruebas PEI y autorreporte. Los datos muestran los promedios de la población S S total en relación con el ajuste, internalización y externalización. I Evaluación del ajuste y desajuste en niños y jóvenes de estrato socioeconómico bajo de Bogotá 347 JUAN CARLOS MAHECHA C, RICARDO SALAMANCA B. TABLA 1. PUNTAJE DEL PEKARIK DEL TOTAL DE LA POBLACIÓN Como se observa en la tabla 1, se encontró que los puntajes de externalización son superiores a los de internalización y ajuste en los estudiantes investigados. El puntaje promedio de externalización es superior a 22, la mediana de la muestra de 408 estudian- tes dado que el promedio tiende a volverse más alto debido a la existencia de puntajes de externalización superiores a 200 puntos en la muestra experimental. La prueba t fue aplicada para muestras independientes con el fin de detectar diferencias significativas entre los puntajes de los distintos instrumentos. Se realizó la prueba de hipótesis para comprobar si el ajuste presentaba diferencias en relación con el género. Véase tabla 2. TABLA 2. COMPARACIÓN PUNTAJES DE DESAJUSTE, EXTERNALIZACIÓN E INTERNALIZACIÓN ENTRE GÉNEROS 6 0 0 2 2, o. Se observan diferencias significativas en los promedios de desajuste o externalización N del PEI, y en los autorreportes de externalización e internalización. Los hombres son más 1, internalizadores y externalizadores que las mujeres. Se realizó la prueba de hipótesis ol. V para comprobar si el nivel de ajuste en que fue clasificado el estudiante generaba dife- / 1 rencias significativas en los puntajes de las pruebas aplicadas en la medida pre. (Véase 0 2 tabla 3). 8 - 0 0 Se comprobó que efectivamente afectaba en la escala del Pekarik de externalización 9 1 encontrándose que los estudiantes clasificados como de menor ajuste tenían una ex- N S ternalización más alta. Este resultado se esperaba dado que el nivel de ajuste refleja la S I REVISTA INFANCIA, ADOLESCENCIA Y FAMILIA 348 VOLUMEN 1, NO.2 TABLA 3. COMPARACIÓN DE LOS PUNTAJES DE LAS PRUEBAS EN LA MEDIDA PRE ENTRE NIVELES DE AJUSTE externalización en la medida pre. Lo importante de este hallazgo es que ninguna otra prueba presentó diferencias debidas al ajuste del individuo. Se realizó la prueba de hipótesis utilizando la prueba estadística Kruskal-Wallis a partir de la distribución chi-cuadrado por tratarse de variables que no presentaban ho- mogeneidad en los grupos de datos, para comprobar si la edad del estudiante generaba diferencias significativas en los puntajes del autorreporte de internalización y externa- lización respecto de los padres. (Véase tabla 4). Se observa que los promedios tanto de externalización como internalización incre- mentan de acuerdo con la edad, lo cual establece que a mayor edad mayor posibilidad de problemas emocionales y de conducta. Asimismo, se presentaron diferencias en los puntajes de las pruebas entre las insti- tuciones académicas participantes (figura 1). El puntaje PEI más alto en internalización corresponde al colegio San Francisco de Asís y el más bajo a Jardín infantil de las Obras Sociales. En resumen, se identificaron puntajes de externalización superiores a los de inter- nalización y ajuste en los estudiantes investigados. Estos puntajes son consistentes al comparar los resultados del PEI con los del autorreporte y en los hombres se identificó más internalización y externalización que en las mujeres. En los sujetos de menor ajuste se estableció promedios de externalización más alta. De acuerdo con la edad los prome- dios de externalización e internalización incrementaron. TABLA 4. PUNTAJES DEL AUTOREPORTE EN 06 EXTERNALIZACIÓN E INTERNALIZACIÓN ENTRE EDADES 0 2 2, o. N 1, ol. V / 1 0 2 8 - 0 0 9 1 N S S I Evaluación del ajuste y desajuste en niños y jóvenes de estrato socioeconómico bajo de Bogotá 349 JUAN CARLOS MAHECHA C, RICARDO SALAMANCA B. Pekarik Internalización Medida Pre n ó20 ci a z ali15 n r nte10 o I di 5 e m o 0 r P Jardín Juan del Rizo San Francisco de Así Colegio FIGURA 1. DIFERENCIAS EN LA INTERNALIZACIÓN DEBIDAS AL COLEGIO, MEDIDA PRE DISCUSIÓN Esta evaluación generó información primordial para complementar la creación y aplicación de estrategias de prevención, promoción e intervención en cuanto a la conducta agresiva y prosocial se refiere. Al ser un problema social por su impacto en la interacción humana y la convivencia pacífica, el desajuste o conducta internalizada y externalizada como se planteó al inicio de este documento, hace necesario contemplar la multiplicidad de factores que influyen en su presencia o ausencia. En concordancia con lo encontrado en el estudio anterior de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz y COLCIENCIAS, así como con la literatura especia- lizada, en los grupos de menor edad se presenta desajuste y en los grupos de edad mayores el promedio de desajuste se mantiene o puede ser mayor (Dishion, McCord, Poulin et al.). Este dato es fundamental ya que plantea la necesidad de dedicar esfuerzos por generar programas de tipo preventivo de la conducta agresiva y probar su eficacia en esta población. Si estos niveles encontrados de desajuste influyen en la manera que la población interac- túa en general, es bastante probable que se encuentren dificultades en la interacción de esta población en diversos contextos, como por ejemplo el educativo, el familiar y el comunitario. 6 Este aspecto es de tener en cuenta en la aplicación de las intervenciones en comunidades de 0 0 estratos 1 y 2, según lo sugieren los resultados. 2 2, En lo relacionado con los factores que generan el desajuste, internalización o externa- o. N lización, es pertinente establecer en los programas de prevención como de intervención, 1, componentes que afecten la familia, la escuela y la comunidad, en el mejor de los casos. (De ol. La Peña, Suárez y Palacios, et al.). La población mostró índices importantes de desajuste y V está identificado que usualmente en este tipo de población se presenta agresión parental, 1 / la cual influye de manera negativa en su comportamiento social. (Ballesteros etal., 2000; 0 2 8 Kitzmann, Gaylord, Holt & Kenny et al.; Ge, Brody, Conger, Simons, Murry et al). Aspecto - 0 central a tener en cuenta por la implicación en la conducta desajustada de los niños y pos- 0 9 1 teriormente de los adolescentes, es la interacción y acuerdo parental, en lo referente a las N reglas. Si éstas juegan un papel importante en este desajuste los programas eficaces deben S S I
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