Universidad Autónoma del Estado de Morelos Dr. J. Alejandro Vera Jiménez Rectoría Lic. Alfredo Mena Díaz Secretaría General Dr. Gustavo Urquiza Beltrán Secretaría Académica Mtro. Miguel Albarrán Sánchez Coordinación General de Planeación y Administración Mtro. Javier Sicilia Zardain Coordinación General de Comunicación Universitaria Hemos volado donde no había trazado ningún camino. El arco está aún impreso en nuestro espíritu, escribió Rilke. Lúcidas ensoñaciones que nos impulsan a dominar nuestros miedos y a levantarnos en vuelo contra el Destino. Ensoñaciones que llevan el signo de nuestro caminar y nos animan a reconocernos como universitarios que hacen su propia historia; que asumen el desafío de darle voz a las voces y saberes sometidos; que edifican nuevas formas de la imaginación; que son capaces de traspasar las fronteras instituidas y de socavar los cimientos sobre los que se erige el mundo absurdo contemporáneo, para crear uno nuevo; es decir, universitarios que pueden convertir la desesperanza en esperanza, el temor en júbilo, lo cual es verdaderamente un giro rilkeano. Abracémonos solidariamente en este giro, tensemos el arco de la imaginación y continuemos, con alas suaves y dulces como el pensamiento, nuestro maravilloso vuelo universitario hacia una humanidad más dichosa. Por una humanidad culta Una universidad socialmente responsable PRESENTACIÓN La fe comienza precisamente donde acaba la razón. Kierkegaard Para cumplir con lo establecido en el artículo 28 de la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), acerca de las obligaciones del Rector, me honro en presentar ante el Consejo Universitario de esta Máxima Casa de Estudios, mi Quinto Informe de Actividades, correspondiente al periodo que abarca del 15 de marzo del 2016 al 14 de marzo del 2017. Alguna vez hemos dicho que la problemática del hombre se replantea cada vez que parece rescindirse el pacto primario entre el mundo y el ser humano, en tiempos en que éste pareciera encontrarse en el mundo como un extraño solitario y desamparado. Nos referimos a tiempos en que se ha borrado una imagen del universo, desapareciendo con ella la sensación de seguridad que se tiene ante lo que nos protege: el hombre se siente a la intemperie, sin hogar. Entonces se pregunta nuevamente sobre sí mismo. Así es nuestro tiempo. Todo, en este mundo, está en crisis, progresión de incertidumbres. Por todas partes, en todo, aparecen las incertidumbres. El presente está en peligro. Todo se hace, se vive, a corto plazo. El futuro se borra en tanto depende de azares y de rupturas que tal vez ya tienen lugar. Nos encontramos en un devenir donde la crisis aparece no como un accidente en nuestras sociedades, sino como su modo de ser. La crisis no es lo contrario del desarrollo sino su forma misma. Así, la crisis de la civilización, la crisis cultural, la crisis de los valores, la crisis de la familia, la crisis de Estado-nación, la crisis de la vida urbana, la crisis de la vida rural, etcétera, son otros tantos aspectos del ser, en adelante crítico, de nuestras sociedades, las cuales son ciertamente amenazadas por esta crisis, pero a la vez viven de ella. Los profetas ciegos de la tecnocracia aún ven llegar al fin la superación de las crisis económicas, de las tensiones sociales, de la inseguridad, la satisfacción de las 6 necesidades de la humanidad, la confluencia en la sociedad industrial planetaria, el desarrollo generalizado de una humanidad que se ha vuelto pacífica y solidaria. ¿Cómo hemos podido creer en esta delgada, frágil, mítica película de Occidente? ¿No fue el siglo XX un siglo en crisis? ¿No lo es el presente siglo? No estamos cerca de la solución final. No vamos a salir de la historia. Al contrario, nos hace falta reconocer que nunca hemos abandonado la historia, aunque la vuelta del espíritu a la historia, necesaria y vital, se vea acompañada de ahogos y asfixias. La historia de la humanidad no hace más que comenzar. La aceptación de la tragedia humana y, sin duda, de la tragedia del mundo, es la condición sine qua non de toda acción política. Son tiempos de reaccionar, de actuar políticamente. No vivimos bajo el imperio de una fatalidad sino de algo más banal, de un régimen político nuevo, no declarado, de carácter planetario, que se instaló sin ocultarse pero a espaldas de todos, de manera anónima, con una ideología que descarta el principio mismo de lo político y un poder que no necesita de gobiernos ni instituciones. Una de nuestras tareas como universitarios es visibilizar este régimen anónimo, descubrir sus maniobras, exhibirlo como la fuente de la crisis civilizatoria y la absurdidad del mundo, con las cuales jamás aparece vinculado. En este sentido, hemos señalado reiteradamente que la educación superior no es independiente del poder y que, condicionada por éste, tiende a orientar su tarea a la formación de profesionales funcionales a las demandas del sistema imperante. Esto es, en un sentido, necesario e inevitable. Pero mientras esto no se equilibre con una educación que muestre lo que está pasando en el mundo y por qué está pasando, y reivindique las dimensiones ética y política del hecho educativo, la formación integral reiteradamente postulada será una ilusión y lo único que estaremos haciendo es contribuir a la deshumanización del ser humano. El quinto tramo de nuestro itinerario histórico ha estado permeado por la convicción de que los universitarios, todos, somos protagonistas de la historia y podemos contribuir a darle nuevos rumbos. Nos anima el pensamiento humanista, crítico y liberador que se dibuja en nuestro Plan Institucional de Desarrollo (PIDE) 2012-2018. En última instancia, hemos tratado de ser coherentes con el compromiso académico y ético-político que asumimos con la sociedad a la cual nos debemos y con la irreductible determinación de acompañar a nuestros jóvenes estudiantes no sólo en la tarea de desarrollar su 7 proyecto profesional, sino, más allá de ello, en el gran desafío de construir su proyecto autonómico de vida. Este Quinto Informe está organizado de manera similar a los cuatro anteriores. En el primer apartado, incluimos nuestro posicionamiento sociopolítico en el marco del proyecto de universidad incluyente y socialmente responsable delineado en el PIDE 2012-2018. En el segundo apartado damos cuenta de los logros alcanzados en materia de reformas estructurales. En el tercero, señalamos los principales logros en materia de acceso y permanencia; capacidad y competitividad académica; calidad y pertinencia de la oferta educativa; formación integral; cooperación académica; investigación, innovación y transferencia; difusión de la cultura y extensión de los servicios. En el cuarto damos cuenta de los logros más relevantes alcanzados en las funciones adjetivas que dan soporte a la vida académica institucional: planeación y administración, infraestructura, y acciones transversales de la gestión: seguridad y asistencia, transparencia y rendición de cuentas, gestión ambiental y derechos académicos, entre otros. Finalmente, en el quinto apartado incluimos, por un lado, algunas consideraciones y reflexiones sobre los escenarios que determinan a nuestra universidad, así como los condicionamientos y riesgos que debe enfrentar para avanzar hacia el proyecto histórico que nos hemos planteado. Por otro lado, algunas consideraciones y reflexiones en torno al horizonte que visualizamos, el desafío que ello nos impone y nuestro llamado a la comunidad universitaria. Asumir una verdadera responsabilidad hacia la vida que se está destruyendo es un imperativo categórico. Hacerlo implica, entre otras cosas, voltear la vista a lo más próximo y concreto, es decir, prestar atención a las experiencias de los otros, a fin de develar los mecanismos de producción y reproducción de la violencia que han provocado la emergencia de un mundo absurdo donde millones de vidas son destruidas y sus destinos aniquilados cotidianamente. En la medida en que lo hagamos, podremos hundir nuestras raíces universitarias en el corazón de las comunidades morelenses, fortaleceremos nuestra legitimidad institucional y podremos ejercer, defender y mantener nuestra autonomía frente a los embates de los poderes que quisieran ver a la universidad convertida en un mercado de servicios. Asimismo, podremos trascender la visión autocomplaciente de Occidente como civilización universal y su misión sobre el mundo. 8 Los avances y logros que referimos en el presente Informe expresan esa voluntad, aunque sean apenas una pequeña luz de la aurora que se presiente en la oscuridad de la noche. Son una presencia no visible del todo, pero viva gracias a una voluntad colectiva de la comunidad universitaria. Por ello, reitero, como todos los años anteriores, un amplio y justo reconocimiento a los Colegios de Directores y de Profesores; a la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos (FEUM); a nuestros trabajadores de confianza; al Sindicato Independiente de Trabajadores Académicos (SITAUAEM), y al Sindicato de Trabajadores Administrativos (STAUAEM), actores institucionales que, con su esfuerzo cotidiano y su solidaridad, colaboraron en la construcción del quinto tramo histórico de nuestra gestión. A todos nuestro más profundo agradecimiento. Frente a todos ellos, y de cara a la sociedad morelense, renuevo mi compromiso, voluntad y decisión de seguir entregando mi mayor esfuerzo en favor del proyecto universitario que postulamos desde el inicio de nuestra gestión. Convoco nuevamente a la comunidad universitaria a seguir caminando juntos la senda de este proyecto. Por una humanidad culta Una universidad socialmente responsable Dr. Jesús Alejandro Vera Jiménez Rector 9
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