Description:—¿Quién quiere al chatito más que yo? Peter Tilling, esforzándose en dominar un gesto de fastidio, se echó ligeramente hacia atrás para impedir que los dedos de la rubia que le acompañaba se posaran por enésima vez en su raíz, algo deforme desde su época de universitario. —Cambia el disco, preciosa. Te repites mucho. Había un leve matiz de impaciencia y de enojo en su voz que no fue captado por Clara Peck, algo alegre por las repetidas copas de champaña. —¿Ya no te gusto, chatito? —inquirió ella, con un mohín de coquetería, dejándose caer materialmente sobre el hombre.