ebook img

¿puede el flamenco ser una danza moderna? PDF

18 Pages·2015·0.62 MB·Spanish
by  
Save to my drive
Quick download
Download
Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.

Preview ¿puede el flamenco ser una danza moderna?

PERFORMANCES DE LA MIRADA TALLER D’ESPECTADORS DEL MERCAT DE LES FLORS 2013-14 ¿PUEDE EL FLAMENCO SER UNA DANZA MODERNA? PEDRO G. ROMERO 14 de març de 2014 Sala Sebastià Gasch del Mercat de les Flors noucentista «Si observamos con atención los dibujos que el escultor Josep Clarà realizó en 1927 de Isadora Duncan y Antonia Mercé (La Argentina), podremos darnos cuenta de las afinidades y diferencias entre ambos. Las dos figuras invocan mundos anacrónicos: la mitología de la antigua Grecia o el no menos fabuloso mundo del flamenco. Es desde ese anacronismo que las dos mujeres inician la modernidad. Empezar “desde más atrás” es, también, una cualidad que reclaman para poder “apartarse”, en un mundo de prácticas artísticas do- minado por hombres. La cuestión es que, con el mismo impulso y contempo- ráneamente, en la Duncan comienza un viaje hacia delante que se rubrica hoy como danza moderna, mientras que en La Argentina empieza a descubrirse y escarbarse toda una tradición ancestral, un viaje hacia tiempos cada vez más remotos. En los dos trayectos hay la misma innovación, la misma invención, el mismo riesgo. Vanguardia y tradición. Lo nuevo y lo viejo. Modernidad y modernismo. ¿Cómo podemos nosotros leer, entonces, relatos históricos tan distintos?» Isadora Duncan La Argentina ballant el Ave María ballant «Córdoba» d’Albéniz (Josep Clarà, 1927) (Josep Clarà, cap a 1927) ¿PUEDE EL FLAMENCO SER UNA DANZA MODERNA? PEDRO G. ROMERO Aquesta conferència de Pedro G. Romero va tenir lloc una estona abans d’assistir a l’espec- tacle de Sonia Sánchez, una i coreògrafa que en les seves peces ha explorat el diàleg entre la tradició i la contemporaneïtat en el flamenc. Le Ça / El Ello bailaora PEDRO G. ROMERO Me cuesta mucho trabajo siempre tener que hacer una especie de resituación de lo que se sabe del flamenco —cómo se sitúa el flamenco con respecto ¿Puede ser el flamenco una danza a las danzas—, en la cual hay una gran parte de retórica, de preguntas retóricas, moderna? que me hago y respondo, como el propio título Es una pregunta que tiene esa carga de provocación, en el sentido de que evidentemente el flamenco es una danza moderna, no puede serlo de otra manera. Recuerdo que creo que es Dalí el que tiene por ahí una frase que dice que el proble- ma de todos los artistas es que son contemporáneos: tienen ese gran drama de que hagan lo que hagan siempre son contemporáneos. Digamos que en ese sentido está claro, pero sí que me gustaría, al repasar la situación del flamenco con respecto a la danza moderna, a la danza contemporánea, hablar de una especie de espacio La percepción que común, que comparten, y en el cual, misteriosa- tenemos del flamenco mente, la recepción o la percepción que tenemos y de las otras danzas de él son totalmente distintas. La percepción modernas es diferente que tenemos del flamenco y de las otras danzas modernas es diferente. El caso que pongo son los dibujos de Clarà sobre Córdoba Isadora Duncan y La Argentina (Antonia Mercé Ave María “La Argentina”). Son dos sesiones de dibujos. La Argentina baila de Albéniz e Isadora Duncan el de Schubert. Clarà conoce a las bailarinas y bailao- ras (que en esto de las atribuciones de la palabra siempre es un lío). Se aproxima 2 ¿PUEDE EL FLAMENCO SER UNA DANZA MODERNA? PEDRO G. ROMERO al dibujo del movimiento. Le interesan las dos como renovadoras que fueron en su tiempo, y el tratamiento que les da (el tratamiento de la figura) es un tratamiento Isadora Duncan está abriendo un mundo nuevo muy similar. Y sin embargo la percepción que nosotros tenemos es absolutamente que (aunque absolutamente su mirada arqueológica —vestida con una supuesta túnica griega, a lo griego, inspi- rada casi en Fortuny, el hijo, el diseñador— está buscando, intentando recrear, un el primer campo de lo que finalmente acaba entendién- mundo que tiene que ver con el mundo de las danzas clásicas, un mundo imaginario, dose como danza moderna La Argentina que sin embargo supuso o danza contemporánea), y , que tiene funda lo que hoy día entendemos como flamenco exactamente el mismo valor, que es una artista iniciática (la artista, desde mi punto de vista, que , lo que realmente era una de las es- podemos entender como danza flamenca), a los ojos de la Historia la percepción que trellas más importantes, de las primeras estrellas globales tiene no es la percepción de su tiempo, en la cual La Argentina (por ejemplo, Ohno decide empezar a bailar porque ha visto bailar a La Argentina en Japón, y hace, al parece que remite a un mundo antiguo, a un mundo final de su vida, el homenaje a La Argentina). En ese trayecto enorme, la figura de primitivo, a un mundo folklórico, a un mundo rural La Argentina, sin embargo, . Todo eso está presente, late. En los dos casos late, pero la percepción es absolutamente dispar, y no sé por qué, exactamente. Parte de mis acercamientos al flamenco, cuando empecé a trabajar con Israel Galván (un poco antes incluso), fue una pequeña locura que se le ocurrió a alguien de alguna institución allí en Sevilla que sabía de mis aficiones y me encargaron de la introducción teórica a un grupo de bailarines de danza contemporánea, de danza moderna. Yo les tenía que dar una introducción a la historia de la danza moderna y contemporánea con un programa que yo había diseñado, en el cual yo no hacía ningún distingo entre flamenco (por estar en Andalucía, en Sevilla) y danza moder- na. No había ni un solo bailaor flamenco. Uno es ahora un artista muy famoso, que siempre que me ve me lo agradece, que es Paco León, este humorista, que siempre me dice “menos mal que me echaste del mundo de las danzas porque me ha ido muy bien como cómico”: porque para él fue como un choque. Porque no había ninguna capacidad de que ellos entendieran que todos los sucesos que tenían que ver con el n términos de danza, en términos de logros estéticos de flamenco eran tan relevantes y tan contemporáneos como los de la danza moder- cualquier sentido, el panorama que ofrecían La Argentina, Vicente Escudero, na. O más. Porque, e La Argentinita en los primeros veinte años del siglo veinte realmente no era comparable a Ruth St. Denis, a Isadora Duncan, a Loie Fuller . Por más que yo pueda ser admirador también de Palucca o de Mary Wigman, no había una corres- 3 ¿PUEDE EL FLAMENCO SER UNA DANZA MODERNA? PEDRO G. ROMERO pondencia, ni en relación a los públicos ni en relación incluso, en muchos casos (so- bre todo en el caso de Escudero), al experimentalismo, al entendimiento del espacio, No había una correspon- del cuerpo y de la danza como un espacio que dencia, ni en relación hoy día ya conocemos como experimental y que a los públicos ni en rela- entonces entraba en otro orden de cosas. ción al experimentalismo Y es muy curioso porque, al poner el caso de Son muy famo- Isadora y de La Argentina, hay un extremo que sas las bailarinas de Degas, tanto las pintu- siempre me recuerda a Degas. ras como las esculturas. Y son menos conocidos los tres modelos que hizo de bailaoras flamencas . Degas estaba quedándose ciego y tenía un problema con los matices. La ceguera le impedía, en el cuerpo de las bailarinas clásicas, apreciar cier- tas variaciones en los movimientos. Y sin embargo, por casualidad, vio bailar a una bailaora flamenca, y la violencia de los movimientos le resultaba mucho más fácil. Y toda su serie famosa de bailarinas de bronce, que están en el MoMA, son bailaoras flamencas, que tienen los ademanes un poco de La Argentina. En ese sentido, las relaciones de Isadora Duncan y de La Argentina tenían mu- cho que ver. Estaba por un lado la relación con Fortuny (el hijo, el diseñador). Pero en uno de los momentos clave de los grandes malentendidos que se producen en el Isadora Duncan va a Moscú flamenco con respecto a las vanguardias, que es el de los Balés Rusos, hay un caso y con los balés del emperador empieza a proponer la nueva danza evidente, que es cuando (invitada por la Pavlova, creo la presentación sobre todo del cuerpo que es) , la en la danza rusa liberación del cuerpo, sobre las restriccio- era un papel que estaba asignado al flamenco nes del vestuario y de la disciplina de la danza clásica. Eso, , en los Petipá Balés Imperiales, , por una serie de razones. , que fue el gran creador de los Balés Imperiales, era un maniático (esas cosas se pueden entender si conocéis a artistas); había hecho las grandes giras por España (hay un libro estupendo que recorre todo su periplo) aprendiendo todas cuando lo llamaron a San Petersburgo las danzas (un poco en la línea que después desarrollará también La Argentina), y puso una extraña condición: en todos los balés tenía que haber una danza e hizo el encargo de los Balés Imperiales española (un bolero, un fandango, una jota...). Esa es la explicación por la cual Chai- El Cascanueces kovsky tiene tres o cuatro piezas españolas, Rimsky-Korsakov igual, y casi todos los compositores rusos. En hay de pronto un balé, “El bolero del choco- late”, que es una danza española. ¿Por qué? Pues porque Petipá lo exigía. No es que La noche espa- Chaikovsky tuviera ninguna especial predilección por las danzas españolas. ñola Carmen Tuve la suerte, hace unos años, cuando hicimos la exposición de , de ir allí a hacer una investigación, y vimos una , la representación de 4 ¿PUEDE EL FLAMENCO SER UNA DANZA MODERNA? PEDRO G. ROMERO Carmen Carmen por los balés del teatro, que allí es como el acontecimiento anual: todos los años se hace una . Era una españolada tremenda a nivel de vestuario. Una técnica impresionante de todos los bailarines. Después fuimos allí al cóctel... Todo era un extraño mundo. Es Sevilla. Era como la presentación del mundo de mi ciudad allí, en una extraña composición que ya no sabíamos de dónde bebía, y llena de mal- Las bodas entendidos. El gran descubrimiento del folklore ruso son de Stravinsky. Goncha- Goncharova estaba obsesionada absoluta- rova hace la gran aportación, la gran introducción de la Rusia rural en los diseños mente con La Alberca y con los dibujos de los trajes españoles toledanos de los trajes del balé. Resulta que todos los , de dibujos y todos los vestuarios de Las bodas son de carácter español todo ese folklore que recupera la Residencia de Estudiantes, etcétera, y . (Ahora hay Y eso pasó a identificarse con lo una exposición grande en San Petersburgo y las grandes salas son todas de españo- ruso, con lo ruso originario las –unas españolas góticas que ella inventaba.) , y son modelos de bordados que están basados en La Alberca, en Toledo, en Salamanca, en ese campo. Y eso, para colmo, la Goncharova lo justificaba porque ella decía que era gitana, y al ser gitana había una especie de es toda una invención absolutamente cultural, universalismo (esta cosa maravillosa que tienen los gitanos) y que comunicaba una pero que acaba creando patrones cultura con la otra. Realmente El flamenco, por más que . sea una avanzada moder- Quería, a partir de este origen de Isadora Dun- na, acaba situándose en can y de La Argentina, buscar una casuística una vuelta siempre a la de escenarios, de lugares en los que se produce tradición, a algo atávico, claramente ese malentendido. Lugares en los que el flamenco, por más que sea una avanzada mo- que se están inventando derna, acaba situándose en una vuelta siempre La Argentina era a la tradición, a algo atávico, que se están inven- una creadora mucho más arriesgada que Isadora Duncan tando. Porque el asunto es que . Félix de Azúa escribió hace tiempo un ensayo sobre los románticos en Andalu- Isadora Duncan fue a Grecia y les presentaba a los cía, y empezaba hablando del problema que tenían los viajeros románticos cuando griegos su invención de la Grecia clásica y los griegos no entendían iban a Grecia. Le pasó a , que , exacta- mente: su mundo folklórico, su mundo musical, su mundo rítmico, estaba en otra ór- el bita, no tenía ninguna relación con el mundo que les presentaba Isadora. Eso pasaba problema de Andalucía es que había un empeño de la población en parecerse con Roma y pasaba con Grecia, en los míticos viajes, el Gran Tour, etcétera. Pero al mito que se difundía de ellos , y todos iban vestidos de bandoleros, etcétera. No 5 ¿PUEDE EL FLAMENCO SER UNA DANZA MODERNA? PEDRO G. ROMERO Andalucía se puso a encarnar las fantasías con las que se exactamente así, pero casi. Realmente se puso en marcha todo un tipo de industria, representaba por lo cual los mitos, . Por ejemplo, La Alhambra existe mucho antes como fantasía pala- ciega (como fantasía de un palacio oriental que nunca fue, que nunca existió), y fue después la industria turística, con la ayuda de los arquitectos y los salvadores del patrimonio, la que la acabó convirtiendo en la actual Alhambra, que es una inven- ción absolutamente moderna: nunca la Alhambra tuvo esos usos que se cuentan hoy, nunca tuvo ese diseño, fue una invención absolutamente moderna, creada por esa necesidad de encarnar lo que se decía de nosotros. Lo digo ya como sevillano. Sevilla, exactamente igual: el barrio de Santa Cruz, “la antigua judería”, era simple- mente la parte de atrás de los palacios, las casas de los pobres —la judería estaba en otra zona—, que de pronto dijeron “esta parte que tenemos aquí queda muy bien si la encalamos de blanco, lo convertimos en un barrio del norte de África y le da todo este encanto...”; eso nunca existió como judería, la judería es la parte hoy día de Manuscrito encontrado en Zaragoza Santa María la Blanca, de la calle de La Florida. Potocki conoce todo ese mundo y lo recrea en el (que yo creo que es uno de los libros clave que rompe con el viaje romántico) porque le parece una mezcla de onírico, de Surgen muchos malen- fantasía, de picaresca. Todo eso funciona en la Cuan- tendidos en torno a construcción de Andalucía. Existe un algo real do los artistas se enfrentaban a los mitos, tradición y vanguardia, con el cual chocaban esas construcciones. llegaban a un sitio donde había alguien di- modernidad y antigüe- ciendo “No, el que toco la guitarra soy yo” dad, como relación al . Eso flamenco y a la danza no les pasaba en la recreación del pasado griego contemporánea o romano. Ahí surgen muchos de los malentendi- dos que funcionan después en torno a tradición y vanguardia, modernidad y antigüedad, con relación al flamenco y a la danza contemporánea. Rodrigo Caro Hay un documento que hace poco conocí, que son unos escritos sobre coreo- establece que la danza es algo recto grafía de , un poeta del siglo XVI, donde él intentaba distinguir en- contenido y ordenado tre danza y baile. Y (donde predominan las líneas rectas), , y que el baile es una manifestación en la que aparecen las curvas, hay lascivia y hay improvisación. Eso, que es una diferencia que tiene que ver con la moralidad de la Iglesia, con los bailes de carnaval, lo curioso es que es exactamente lo que reproduce Vicente Escudero cuando intenta distinguir lo que es el baile flamenco de hombres (el que él considera el puro, el verdadero, el ordenado) del desordenado, el curvo, el movimiento de las caderas. Rodrigo Caro tiene toda una obsesión, muy propia de la Iglesia, con el movimiento de las caderas: 6 ¿PUEDE EL FLAMENCO SER UNA DANZA MODERNA? PEDRO G. ROMERO “eso no es danza, eso es baile”. Hoy, para nosotros, esto parece un delirio, pero eso, “mover las caderas es algo propio del baile, la danza es lo que permite el movimien- Vicente Escudero dice to sin el contorneo de las caderas” es exactamente lo que, de pronto, por otra serie mover las caderas no es de razones, en los años cuarenta como el ordenamiento propio del baile flamenco macho de la danza masculina: es algo que afemina, es algo que . Y es algo que ya está en esa construcción de Ro- drigo Caro, y es algo que reaparece constantemente en los debates. En Sevilla ahora La Escuela Sevillana de baile hay un renacer enorme de lo que se llama la “escuela sevillana de baile”, que, como siempre, se la inventan. es algo reciente, de Matilde Coral, de los años cuarenta, cuyos antecedentes más claros genealógicos son todos gaditanos. Se llama Escuela Sevillana de Baile pero todos son gente de Cádiz. La se basa en una reivindicación del movi- Mejorana o Pastora Imperio son los modelos de los que vienen, se supone. Ellos rein- miento de los brazos, del movimiento curvilíneo ventan toda una tradición, y todo el rato , del movimiento de la cadera, del andar, es decir, exactamente de lo que defenestra Rodrigo Caro y llama ‘baile’ y que mucha gente, incluso la escuela oficial hoy día de la flamencología institucional, reivindica como el verdadero flamenco. Es Carmen Amaya la que Hay todas unas lecturas en las que hoy día se inventa todo lo que la dice que el verdadero flamenco es las danzas gente piensa que es el populares donde todo eso quedó depositado. flamenco Pero no incluye, por ejemplo, el zapateo. No hay que olvidar que es Carmen Amaya la que inventa todo lo que la gente piensa que es el flamenco. Hoy día cuando la gente dice “vamos a ir un tab- lao a ver una actuación de flamenco” el mundo que se le pone en la cabeza es Car- men Amaya bailando. Eso antes no existía. Por más que intentan convencernos con explicaciones sobre los textos, no existía esa potencia del pie. El Liberal Es muy curioso un texto que estoy trabajando con José Manuel Gamboa sobre la farruca. Aparece un pequeño fragmento de : un artículo de Rafael Salillas, de 1891, que responde a una expedición que hace a Rusia (porque van un grupo de flamencas de Sevilla), y resulta que ya en esos años en San Petersburgo había un ambiente flamenco impresionante. Salillas lo describe exactamente así: En cuanto al tipo, bien se puede afirmar que se parecen en todos los caracteres antropoló- gicos, en sus andares y talvez por su gracia los gitanos del Albaicín y los de Moscú, y hasta Menda romanó creo que se podrían entender, como yo me entendí con las cuatro palabras de su lengua. Romanó chabó — —le dije a la gitana que tocaba la guitarra en aquel coro. — —me contestó enseguida. 7 ¿PUEDE EL FLAMENCO SER UNA DANZA MODERNA? PEDRO G. ROMERO Chachipé Romanó chabó spanso — —le dije, y presentándome a las mujeres del coro les advertía: “ ”. El baile flamenco de veras, la misma agilidad, parecido taconeo y andares poco dife- rentes. Hay, sin embargo, una diferencia esencial: el baile flamenco español es de cadera y de brazos, y el baile flamenco ruso es más de pies, y termina con un estremecimiento de brazos que representa un pasmo sensual. La descripción habla de dos modelos que están en ese momento también en conflicto como representaciones de los flamencos en España: lo que acabará siendo por sí el baile de Carmen Amaya (un baile sensual, un baile más salvaje) y el baile flamen- co (lo que hoy día se define como “escuela sevillana”, en la cual se impide la violencia en el cuerpo de la mujer: tiene que ser una especie de paseo, calmado, Todo el rato se van de arrastrar los pies, debajo de la bata de cola). tomando toda una serie Son una serie de temas que son los mismos que de préstamos, en la cual defiende, por ejemplo (por seguir con las parado- el flamenco tiene el mis- jas), Isadora Duncan en el caso de las recreacio- mo protagonismo que el nes del baile clásico, del baile del mundo griego: ella defiende un tipo de paseo, frente a la danza resto de las danzas que (por ejemplo) representa la Pavlova, o el acrobatismo (digamos) de los Balés Rusos. Todo el rato se van tomando toda una serie de présta- mos, en la cual el flamenco tiene el mismo protagonismo que el resto de las danzas. No trabaja en un plano distinto. Eso tiene mucho que ver con uno de los grandes acontecimientos del flamenco moderno: la colaboración con los Balés Rusos de Diaguilev (que tiene que ver con esta tradición que Petipá había introducido en los Balés Rusos), cuando Diaguilev y boutade las compañías, por la Revolución, tienen que salir de Rusia y van a París. Parece una Alfonso XIII era un aficionado a las bailarinas , pero realmente una de las razones principales de la colaboración es que pagaban las estancias del , y dos bailarinas de las compañías Balé Ruso tanto en Madrid como en Lisboa de Diaguilev fueron amantes de Alfonso XIII. Entonces, eso fue lo que hizo el mítico encargo de Diaguilev a Falla para po- , y eso hizo toda una serie de colabo- ner en marcha El sombrero de tres picos raciones. Y . Puede parecer exagerado, seguramente habrá matices, pero, en resumen, eso fue lo que lo motivó. Había unas estancias, no llegaba el dinero, y era una manera de financiarse. Diaguilev lo cuenta así de crudo en sus memorias. Los zapatos rojos Las zapatillas rojas Y yo, cuando empecé a trabajar con Israel Galván, el primer espectáculo que hi- cimos fue . Israel estaba con el cuento de (como 8 ¿PUEDE EL FLAMENCO SER UNA DANZA MODERNA? PEDRO G. ROMERO es propio de alguien que baila); en un momento dado tenía esa fascinación por ese Las zapati- relato. Y, cuando empezamos a trabajarlo, yo estaba investigando mucho a Félix llas rojas el Loco. Lo que a Félix le pasaba era un poco lo que cuenta el relato de . Él murió en un psiquiátrico en Londres en los años cuarenta, durante la Segunda Guerra Mundial. Le daban unos ataques convulsos que no podía parar de El tricornio (El sombrero de tres picos) bailar. Empezaba a bailar y popopopó... Fue famoso el día del estreno en Londres de , que entró en una iglesia y empezó a bailar en el altar —hasta que lo detuvo la policía, y fue cuando lo ingresaron en el psiquiátri- co y ya no se sabe más de Félix. El mito, que entonces nosotros trabajamos, que a mí nunca me acabó de convencer, es que Félix el Loco fue contratado por Massine para asesorarlo en los bailes españoles que hay dentro del balé de Falla. Sigue habiendo discusiones sobre el asunto, porque sobre la partitura original de Falla hubo una serie de transformaciones. Que tenían que ver con necesidades del libreto —que tenían que ver, entre otras cosas, con que Massine tenía que bailar más y era el pro- la farruca tagonista. Pero hubo también cambios rítmicos. El sombrero de tres picosse convierte en Hay una gran discusión sobre , que era un baile que hasta enton- una pieza fundamental en la danza flamenca en la pieza por ces tenía otro carácter y que a partir de excelencia del baile de hombres : en la pieza clave, , incluso (aquí en Barcelona a partir de Gades, que construye claramente esa farruca). Esa farruca sufre una enorme transformación. Cambia de 2/4 a 4/4. Tiene algún tipo de registro, por ejemplo en la que le toca El Habichuela a Manuel Torres (la grabación que existe, porque la anterior era siempre en 2/4), pero no está claro, porque sólo es esa y en los otros casos siempre es 2/4, no se da en 4/4. Pero siempre hay la creencia, y yo no digo que no, que el 4/4 lo impuso Félix el Loco. Se supone que a Félix el Loco le había enseñado la farruca el maestro Otero, de Sevilla. El maestro Otero la farruca que tiene es la de 2/4, pero pudo haber ahí esa transformación. El caso es que esa farruca, que se convierte en clásica, yo, el fraseo, el giro, es una cosa que tiene que ver con los bailes eslavos, sin tener en esto más conocimientos, cuando la vi, la vi una cosa rusa. Incluso musi- con la cultura eslava calmente: . Eso no estaba en el flamenco. (Hay 4/4 en el flamenco, qué no va a estar en el flamenco, porque el flamenco es una gran máquina de deglución de todos los materiales que caen en sus alrededores.) El caso es que en aquella representación optamos por esa idea de que Félix había sido quien había puesto a Massine. En una conferencia que dimos en Rusia con fue Mas- José Manuel Gamboa yo expuse la tesis contraria. Llevo mucho tiempo pensando sine que se inventó la coreografía de la farruca, e introdujo toda una manera que lo lógico, lo que a mí me parece que es absolutamente cierto, es que de entender el baile eslavo, y los tiempos musicales eslavos, y los tiempos 9 ¿PUEDE EL FLAMENCO SER UNA DANZA MODERNA? PEDRO G. ROMERO melódicos eslavos los flamencos los han hecho suyos , y que . Con historias curio- sas como que la farruca viene de Galicia, que viene de Portugal. Que hay letras que hablan de farrucos como los farrucos gallegos... Hay muchas historias. Realmente la farruca está demostrado que como origen es un tango, de proce- dencia seguramente cubana, pero se va enfriando y va entrando en zonas nebulo- sas. Yo vi unos dibujos de Faíco que hizo Marius de Zayas (que es un caricaturista mejicano que después fue el primer galerista de Picasso en Nueva York), bailando la farruca, y —fueron los que me convencieron— eran absolutamente curvilíneos. Eran una serie de eses. Además él hacía el tango, la farruca y el garrotín en la mis- ma pieza. Es decir, eran realmente unos números que tenían que ver con la imprenta de lo que hoy son los bailes trianeros –los bailes por tangos de Triana, los bailes del Titi, por ejemplo, que hace mucho Israel Galván en sus espectáculos. Y el cambio de carácter evidentemente lo había dado Massine, aunque eso haya significado toda una construcción del entendimiento del baile masculino. El propio Escudero dice en sus memorias que cuando vio la farruca bailada por Massine siempre le pareció que eso no era flamenco. Lo dice así en sus escritos. (Yo lo que digo son todo cosas que dicen ellos en sus escritos. Yo no sé exactamente los flamencólogos realmente a qué se dedican todo este tiempo, porque yo no hago otra cosa que echarle más cuentas a lo que dicen los protagonistas de la época, los libros de la época. No especulo con unas teorías que me cuenta un maestro —que siempre legitima su tradición y su modo de hacer como el central dentro del flamenco, sean en Sevilla, sean en Grana- da, sean en Cádiz, sean en Córdoba—, sino que intento ir un poco a los materiales de Escudero la época). se inventa una especie después hace la farruca, y la convierte en uno de sus bailes. Hay una de farruca película, que la tienen ahora en el Reina Sofía, en la que él —alegrías de Cádiz con una cosa que él llama “las danzas del molinero de Cádiz del siglo XVIII”. Una cosa que se inventa absolutamente, y dice que es que en Cádiz bailaban al ritmo del molino. Fue una invención que él tuvo, una invención moderna, el baile con motores. Unos espectáculos que estaban muy cercanos a la estética dadaísta y cubista. Y ese baile con motores, que eran realmente dos bobinas eléctricas —no era el motor de un coche, sino una especie de sonido eléctrico con- tinuo—, después lo lleva al baile del molino. En la película recrea un baile en el que va bailando, toc, toc, al golpe de las aspas y de las ruedas del molino, y él lo sitúa en sobre una creación suya el siglo XVIII en Cádiz, en los bailes de los molineros (porque ahí está el romance del que en un principio presentó como algo absolutamente moderno, molinero). Todo es una invención absolutamente suya, , ligado al cubismo, al dadaísmo, al surrealismo moderna, . Tiene un capítulo en su libro, “Influencias del cubismo y el surrealismo en mis bailes”, y es sorprendente ver —el 10

Description:
Félix de Azúa escribió hace tiempo un ensayo sobre los románticos en Andalu- cía, y empezaba hablando del problema que tenían los viajeros románticos cuando iban a Grecia. Le pasó a Isadora Duncan, que fue a Grecia y les presentaba a los griegos su invención de la Grecia clásica y los gri
See more

The list of books you might like

Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.