UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL ZL) EAes DNr o NRd NÁBEina RA rd PSICOLOGÍA EGoo Z HRCI(c EA CULTURAL, HR CO N D Á A SV NARRACIÓN N L ÓA S M I Y EDUCACIÓN S É S O J Psicología cultural, narración y educación José Simón Sánchez Hernández Salvador Arciga Bernal (Coordinadores) Psicología cultural, narración y educación José Simón Sánchez Hernández, Salvador Arciga Bernal (Coordinadores) Primera edición, septiembre de 2019 © Universidad Pedagógica Nacional, Carretera al Ajusco núm. 24, Col. Héroes de Padierna, Alcaldía de Tlalpan, CP 14200, México, Ciudad de México, 2019. www.upn.mx © Sociedad Mexicana de Psicología Social, Altar núm. 55, Col. Prados de Coyoacán, Alcaldía de Coyoacán, CP 04810, Ciudad de México, 2019. www.somepso.mx y somepso.wordpress.com Esta obra fue dictaminada por pares académicos. isbn upn 978-607-413-316-5 isbn SOMEPSO 978-607-98044-2-8 HM103 P6.5 Psicología cultural, narración y educación / coord. J. Simón Sánchez Hernández, Salvador Arciga Bernal. - México : UPN : Sociedad Mexicana de Psicología Social, 2019. 1 recurso electrónico (1 v.) : 3.8 Mb. ; archivo PDF. - (Horizontes Educativos). ISBN UPN 978-607-413-316-5 ISBN SOMEPSO 978-607-98044-2-8 2299-1 1. Psicología social 2. Educación - Aspectos sociales I. Sánchez Hernández, J. Simón, coord. II. Arciga Bernal, Salvador, coord. III. Ser.rior) I.t. II. Ser. Queda prohibida la reproducción parcial o total de esta obra, por cualquier medio, sin la autorización expresa de la Universidad Pedagógica Nacional. Hecho en México. ÍNDICE INTRODUCCIÓN .....................................................................................7 Parte I. PersPectIvas teórIcas: cultura, narratIva e hIstorIa NARRANDO AL YO: CÓMO CONSTRUIMOS LA REALIDAD DE LAS PERSONAS Jorge Mendoza García ................................................................................17 PSICOLOGÍA CULTURAL, NARRATIVA Y EDUCACIÓN José Simón Sánchez Hernández .................................................................43 LA NARRATIVA PARTICIPATIVA Salvador Arciga Bernal y Manuel González Navarro ................................71 DE HISTORIA Y PODERES DE LO ESCRITO: LIBROS DE TEXTO Y LAS CONDICIONANTES DE SU ESCRITURA Amílcar Carpio Pérez .................................................................................89 5 Parte II. las PráctIcas educatIvas y relatos de vIda MEDIACIÓN, ARTEFACTOS Y DOCENCIA. UN ENFOQUE DESDE LAS PRÁCTICAS Neftalí Secundino Sánchez y Laufen Santana Flores ...............................113 LA NARRATIVA EN LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA A NIVEL UNIVERSITARIO Julia Salazar Sotelo ..................................................................................135 NARRANDO LA VIDA Y LA EXPERIENCIA ESCOLAR: HISTORIAS DE MAESTRAS POTOSINAS Norma Ramos Escobar .............................................................................165 MARGARITA: BIOGRAFÍA DE UNA MADRE ADOLESCENTE EN UN CONTEXTO DE POBREZA URBANA Gloria Elizabeth García Hernández .........................................................185 ACERCA DE LOS AUTORES .................................................................219 6 INTRODUCCIÓN En la presente obra la narración es uno de los ejes de articulación de los distintos trabajos que la integran. Se trata de un libro colec- tivo pensado desde diversas disciplinas: psicología cultural y social, historia, perspectiva de género; que toman como ámbito de análisis la educación, la enseñanza y el aula. Cultura, narración y educación son, en sentido estricto, los ejes que estructuran este libro. La discusión sobre cultura, narración y educación comienza a desarrollarse en los años noventa del pasado siglo, siendo algu- nos de sus impulsores autores provenientes o relacionados con la psicología cultural, de la cual Jerome Bruner es uno de sus reani- madores. Decimos reanimadores toda vez que retoma postulados e ideas de autores que escribieron sus mayores obras a inicios del siglo xx, pensadores que relacionaban lo psicológico en el orden de lo social y la cultura. Dos de ellos por sus méritos y aportacio- nes merecen ser indicados: Lev Vygotsky y Wilhelm Wundt, ambos reconocidos por argumentar procesos como el pensamiento y el lenguaje en un ámbito social y cultural. El primero, iniciador de la denominada escuela sociohistórica de psicología; el segundo, autor primigenio de la psicología social. Ambos, debido a sus ori- ginales discusiones, son retomados en la perspectiva de la psico- logía cultural, esa que apuntalan autores como James Wertsch y 7 Psicología cultural, narración y educación Bruner, aunque ambos se declaren no vygotskyanos, quizá tratan- do de tomar distancia de aquellos autores que lo simplifican, lo individualizan y hasta crean ciertos acercamientos entre la obra de Vygotsky y el suizo Jean Piaget. Desde la psicología de orden social y cultural, grupal e histórica, se han realizado diversos intentos que argumentan la relación entre cultura y pensamiento, cultura y yo, cultura y enseñanza, cultura y género, cultura y vida cotidiana. Para llegar a estas propuestas tuvieron que pasar décadas y discusiones con el paradigma po- sitivista dominante en psicología. En las que ha jugado un papel importante Bruner, incluso a contracorriente, pues efectivamente le apostó desde la década de los sesenta a una visión no mecanicis- ta, no individualista, no interior de lo humano y la mente. La de- nominada (Primer) Revolución Cognitiva constituyó un esfuerzo por sacudirse los ladrillos del mecanicismo, experimentalismo, con- ductismo e individualismo metodológico; al final, dicho esfuerzo fue insuficiente, pues el cognitivismo personalista terminó por ce- rrar el camino a lo social. Afortunadamente, dos décadas después un segundo intento logró argumentar la cultura y sus producciones como constituyentes de la vida humana: se sacó la vida mental de la cabeza y se reposicionó en el nivel de las relaciones sociales, del in- tercambio cultural, en el espacio social; como justamente lo habían señalado Wundt y Vygotsky casi un siglo atrás. En esta Segunda Revolución Cultural se reconoce un elemento fundamental de la cultura: el lenguaje; que se despliega en conver- saciones, discusiones, diálogos, relatos, narraciones. La vida huma- na no se comprende sin las narraciones que la gente realiza sobre sí misma, sobre los otros, lo que le acontece, lo que ocurre en su sociedad, el mundo, los significados y el sentido de su existencia. Hay que interesarse por eso que le da cierto sentido a la gente en su diario andar y parece que la psicología cultural se interesa por eso: retoma las transacciones que en la vida cotidiana se realizan, los significados que son compartidos, las versiones colaboradas que la gente tiene sobre el mundo. Esto es, no individualiza ni 8 Introducción personaliza procesos como el pensamiento, la percepción, la me- moria y los afectos. En efecto, no es en el sujeto a solas, sino en lo social y la cultura donde hay que localizar las formas en que se delinean las formas en que debemos relatar ciertos sucesos; por ejemplo, la forma de relatar que tiene la gente cuando inten- ta explicar lo que le pasa en este mundo, cuando cuenta por qué hizo lo que hizo, por qué toma ciertas decisiones, cómo narra su pro- pio yo, qué hizo el fin de semana pasado, por qué le gusta el pasado o por qué estudia. Ciertamente, las personas para hacer inteligible la vida recurren a la narración, una especie de cuento que, en la vida diaria, la vida a ras de suelo como dice Robert Darnton, practican para hacerse entender y comprender su entorno. Desde la más tier- na infancia nos adentran en los relatos, después continuamos nues- tra relación con este tipo de discursos mediante la lectura de cierta literatura, incluso la ciencia, pues como bien dice Pablo Fernández Christlieb: la ciencia es un cuento bien contado, que sancionan los que se denominan científicos; pero hay otros cuentos que están bien contados y que resultan relevantes para la vida de la gente y las sociedades, relatos como las leyendas, lo que relata la historia de las mentalidades, la historia cultural o la memoria colectiva. De esta forma, puede uno percatarse que hay cuentos feos que no generan sentido como la historia oficial y lo que se plasma en los libros de texto gratuito o las mentiras del poder, y que también los hay esté- ticos, que embellecen la vida, narraciones vitales que permiten en- contrarle significado a la vida. A investigar este tipo de argumentos le dedicó la última parte de su vida Bruner, llegó a la conclusión de que no hay narración sin un marco cultural que lo posibilite y que, hay que acentuar esto, proporciona pautas que nos indican cómo debemos narrar nuestras experiencias para ser comprendidos por los demás; esto es, compartir significados. Cuestión que saben bien los socioconstruccionistas como Kenneth Gergen, Jonathan Potter o Lupicinio Iñiguez; quienes también han puesto en el cen- tro de la vida social y las interacciones al lenguaje, como discurso o como relato. 9 Psicología cultural, narración y educación El pasado de una sociedad, que algunos conocen como historia, por ejemplo, puede ser un buen relato cuando genera sentido –ha expresado el historiador Hayden White–, cuando se ponen en el centro a otros personajes, más de carne y hueso, o sucesos más cer- canos significativamente, como el movimiento estudiantil de 1968. Lo mismo, una buena clase es aquella que contiene narraciones en- tretenidas sobre el conocimiento que se pretende compartir. Este libro pretende proporcionar ciertos relatos sobre: la rela- ción de la cultura con la educación, la enseñanza, la construcción del conocimiento, el intercambio, los conceptos de historia que aprenden los estudiantes, las herramientas que domina el profesor, las prácticas discursivas que los alumnos despliegan, cómo se cons- truyen las biografías; y el yo de las personas en la práctica cotidiana, la de la calle y la del aula. Son dos partes en que las se divide el libro. En la primera, “Pers- pectivas teóricas: cultura, narrativa e historia”, se presentan trabajos con argumentos de orden conceptual y teórico; se exponen las pro- puestas de la psicología cultural, las características de la narración y sus alcances en construcciones como el yo, las implicaciones en la participación e involucramiento en distintas esferas de la vida social; y cómo se narran, por caso, ciertos sucesos en los libros de texto que forman a generaciones de mexicanos. En el primer trabajo de este apartado, “Narrando al yo: cómo construimos la realidad de las personas”, desde la psicología social, Jorge Mendoza García argumenta las formas narrativas que van edi- ficando al yo, las pautas culturales que proporcionan los grupos y cómo éstas configuran a las personas en distintas esferas de la vida social: el yo es una entidad que no se encuentra en el interior de las personas, es más bien relacional y, sobre todo, una construcción narrativa. El siguiente texto, “Psicología cultural, narrativa y educación”, de José Simón Sánchez Hernández caracteriza a la psicología cultural y argumenta la naturaleza sociocultural de la mente hu- mana. Esto es, cómo los seres humanos al participar en una cultura 10