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Principios de Orientación para la Alimentación de Niños PDF

42 Pages·2007·3.21 MB·Spanish
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PRINCIPIOS DE ORIENTACIÓN PARA LA ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS ENTRE LOS 6 Y LOS 24 MESES DE EDAD ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS 1 Organización Panamericana de la Salud. Principios de orientación para la alimentación del niño no amamantado entre los 6 y los 24 meses de edad. Washington, D.C.: OPS, @ 2007 I. TÍTULO 1. FISIOLOGÍA DE LA NUTRICIÓN INFANTIL 2. CIENCIAS DE LA NUTRICIÓN DEL NIÑO-normas 3. ALIMENTOS INFANTILES 4. NECESIDADES NUTRICIONALES 5. CONDUCTA ALIMENTARIA 6. PAUTAS ISBN 978-92-7-532795-1 (NLM WS 120) © Organización Mundial de la Salud, 2007 Se reservan todos los derechos. Las publicaciones de la Organización Mundial de la Salud pueden solicitarse a Ediciones de la OMS, Organización Mundial de la Salud, 20 Avenue Appia, 1211 Ginebra 27, Suiza (tel.: +41 22 791 3264; fax: +41 22 791 4857; correo electrónico: [email protected]). Las solicitudes de autorización para reproducir o traducir las publicaciones de la OMS - ya sea para la venta o para la distribución sin fines comerciales - deben dirigirse a Ediciones de la OMS, a la dirección precitada (fax: +41 22 791 4806; correo electrónico: [email protected]). Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no implican, por parte de la Organización Mundial de la Salud, juicio alguno sobre la condición jurídica de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto del trazado de sus fronteras o límites. Las líneas discontinuas en los mapas representan de manera aproximada fronteras respecto de las cuales puede que no haya pleno acuerdo. La mención de determinadas sociedades mercantiles o de nombres comerciales de ciertos productos no implica que la Organización Mundial de la Salud los apruebe o recomiende con preferencia a otros análogos. Salvo error u omisión, las denominaciones de productos patentados llevan letra inicial mayúscula. La Organización Mundial de la Salud ha adoptado todas las precauciones razonables para verificar la información que figura en la presente publicación, no obstante lo cual, el material publicado se distribuye sin garantía de ningún tipo, ni explícita ni implícita. El lector es responsable de la interpretación y el uso que haga de ese material, y en ningún caso la Organización Mundial de la Salud podrá ser considerada responsable de daño alguno causado por su utilización. 2 ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS INDICE 6 Introducción 8 Cantidad necesaria de alimentos 9 Consistencia de los alimentos 10 Frecuencia de comidas y densidad energética 12 Contenido nutricional de los alimentos 18 Uso de suplementos de vitaminas y minerales o de productos fortificados 20 Necesidades de líquidos 21 Preparación y almacenamiento seguros de los alimentos 24 Alimentación perceptiva 25 Alimentación durante y después de la enfermedad 26 Uso de estos principios de orientación 27 Referencias ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS 3 AGRADECIMIENTOS Este documento fue escrito por Kathryn Dewey utilizando como base las conclusiones de una reunión informal sobre la Alimentación de niños no amamantados, convocada por los Departamentos de Salud y Desarrollo del Niño y del Adolescente (CAH) y de Nutrición para la Salud y el Desarrollo (NHD) de la Organización Mundial de la Salud, en Ginebra entre el 8 y 10 de marzo del 2004. Kathryn Dewey y Roberta Cohen prepararon el informe técnico que sirvió como referencia para la reunión. El personal de la OMS/CAH delegó la preparación de este documento y proporcionó asesoría técnica. Los participantes de la reunión informal revisaron e hicieron comentarios en varias versiones en borrador del documento. 4 ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS CUADROS 32 Cuadro 1 Cantidades de alimentos en una muestra de dietas regionales que satisfacen las necesidades de energía, según intervalo de edad 34 Cuadro 2 Requisitos de energía, frecuencia mínima de comidas y densidad energética mínima para niños no amamantados entre los 6 y los 24 meses de edad ANEXOS 35 Anexo 1 Elaboración de recomendaciones alimentarias apropiadas al nivel local basadas en estos principios de orientación 40 Anexo 2 Temas clave sobre la interrupción temprana de la lactancia materna para lactantes y niños pequeños no amamantados de madres VIH-positivas: momento oportuno, transición segura y cuidado ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS 5 INTRODUCCIÓN La nutrición adecuada durante la infancia y niñez tempranas es fundamental para el pleno desarrollo del potencial humano de cada niño. Es bien reconocido que el periodo entre el nacimiento y los dos años de edad es una "ventana de tiempo crítica" para la promoción del crecimiento, la salud y el desarrollo óptimos. En estudios longitudinales se ha comprobado sistemáticamente que esta es la edad crítica en la que ocurren fallas de crecimiento, deficiencias de ciertos micronutrientes y enfermedades comunes de la niñez como la diarrea. Después que un niño alcanza los dos años de edad, es muy difícil revertir la falla de crecimiento ocurrida anteriormente (Martorell y col., 1994). Las consecuencias inmediatas de la desnutrición durante estos años formativos incluyen una morbimortalidad significativa y un desarrollo mental y motor retrasado. A largo plazo, las deficiencias nutricionales tempranas están ligadas a impedimentos en el rendimiento intelectual, capacidad de trabajo, la salud reproductiva y la salud general durante la adolescencia y la edad adulta. Como consecuencia, el ciclo de desnutrición continúa, ya que la niña desnutrida al crecer tiene mayores posibilidades de enfrentar mayores riesgos de dar a luz a niños desnutridos y con bajo peso al nacer. Las prácticas deficientes de alimentación, junto con un índice elevado de enfermedades infecciosas, son las causas principales de desnutrición durante los primeros dos años de vida. Por esta razón, es esencial asegurar que las personas a cargo del cuidado y salud de los niños reciban orientación apropiada sobre la alimentación óptima de lactantes y niños pequeños. Algunos lactantes no pueden gozar de los beneficios de la lactancia materna en los primeros meses de vida. Según las recomendaciones actuales de las Naciones Unidas, los lactantes deben ser amamantados exclusivamente durante los primeros seis meses de vida, introducir alimentación complementaria adecuada a partir de los seis meses de edad y continuar con la lactancia materna hasta los dos años o más. Sin embargo, algunos lactantes no pueden gozar de los beneficios de la lactancia materna en los primeros meses de vida o interrumpen la lactancia materna antes de la duración recomendada de dos años o más. Un grupo que llama la atención de forma particular es el de los lactantes cuyas madres son comprobadamente VIH-positivas. Para reducir el riesgo de transmisión, se recomienda que cuando la alimentación de sustitución sea aceptable, factible, asequible, sostenible y 6 ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS segura, las madres deben evitar la lactancia desde el nacimiento. De lo contrario, deben amamantar exclusivamente y hacer la transición a la alimentación de sustitución tan pronto como otras opciones de alimentación sean factibles. Otras circunstancias que pueden prevenir que un niño sea amamantado incluyen muerte o enfermedad severa de la madre, o incapacidad o falta de deseo por parte de la madre de dar el pecho. Las pautas sobre la alimentación de sustitución del nacimiento a los seis meses para lactantes de madres VIH- positivas ya han sido publicadas (OMS/UNICEF/UNFPA/UNAIDS, 2003). El presente documento contiene orientación para la alimentación de niños no amamantados después de los primeros seis meses de vida. La intención de estos Principios Orientadores es de servir de guía para las normas y las acciones programáticas a nivel mundial, nacional y comunitario. La publicación de la OPS Principios de Orientación Para la Alimentación Complementaria del Niño Amamantado (2003) provee orientación para la alimentación apropiada para lactantes amamantados a partir de los seis meses de edad. Algunos de estos principios orientadores son aplicables a niños no amamantados, pero otros no lo son, o requieren de algún tipo de adaptación. Para identificar un grupo análogo de principios orientadores para niños no amamantados entre los 6 y los 24 meses de edad los Departamentos de Salud y Desarrollo del Niño y del Adolescente (CAH) y de Nutrición para la Salud y el Desarrollo (NHD) de la Organización Mundial de la Salud organizaron una reunión informal, la cual se llevó a cabo entre el 8 y 10 de marzo del 2004 en Ginebra. Los principios orientadores incluidos en esta publicación fueron elaborados considerando las bases científicas presentadas en un documento de referencia preparado para la reunión (Dewey y col., 2004) y en el consenso de los participantes de la reunión (Grupo Informal de Trabajo sobre la Alimentación del Niño No Amamantado, 2004). Estos principios son aplicables a lactantes normales, nacidos a término (incluyendo lactantes nacidos con bajo peso al nacer después de las 37 semanas de gestación). Los lactantes o niños que están recuperándose de desnutrición aguda o de enfermedades graves pueden requerir de una alimentación especial; que se encuentra descrita en diferentes manuales clínicos (por ejemplo, el manual de la OMS "Manejo del Niño con una Infección Grave o Desnutrición Severa", 2000). Los prematuros también pueden requerir de una alimentación especial. Los principios orientadores contenidos en este documento pueden ser utilizados como base para la elaboración de recomendaciones para dichos grupos. ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS 7 o CANTIDAD NECESARIA DE ALIMENTOS n A. Guía: Asegurar que las necesidades energéticas sean satisfechas. Estas necesidades son de aproximadamente 600 kcal al día a los 6 a 8 meses de edad, 700 kcal al día a los 9 a 11 meses de edad y 900 kcal al día a los 12 a 23 meses de edad. u B. Razonamiento científico: Los requisitos totales de energía del niño amamantado sano son de 615 kcal/d a los 6 a 8 meses, 686 kcal/d a los 9 a 11 meses, y 894 kcal/d a los 12 a 23 meses de edad (Dewey y Brown, 2003). Los valores son ligeramente mayores cuando se basan en un grupo combinado de lactantes amamantados y lactantes alimentados con fórmula (634, 701 y 900 kcal/d a los 6 a 8, 9 a 11 y 12 a 23 meses, respectivamente; Butte y col., 2000), debido a que la tasa metabólica en reposo es más elevada para lactantes alimentados con fórmula. Sin embargo, ya que estas pautas están dirigidas primordialmente a poblaciones en las cuales el uso de fórmula infantil comercial después de los seis meses de edad no sería común, se han utilizado los requisitos de energía para lactantes amamantados como referencia. En la práctica, las personas que cuidan a los niños no medirán el contenido energético de las comidas que serán ofrecidas. Por lo tanto, la cantidad de comida ofrecida debe estar basada en los principios de alimentación perceptiva (pauta #8), mientras que a su vez, se debe asegurar que la densidad energética y la frecuencia de comidas sea adecuada para satisfacer las necesidades del niño (ver #3, abajo). El cuadro 1 describe ejemplos de muestras de dietas y cantidades aproximadas de comidas locales que satisfacen las necesidades energéticas descritas anteriormente. Sin embargo, es importante no ser demasiado preceptivo en cuanto a esta orientación y reconocer que las necesidades de cada niño variarán debido a diferencias en el tamaño corporal y la tasa de crecimiento. Es probable que los niños convalecientes o que viven en ambientes donde el gasto energético es mayor requieran de más energía que el promedio de las cantidades aquí descritas. 8 ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS CONSISTENCIA DE LOS ALIMENTOS A. Guía: Aumentar la consistencia y variedad de los alimentos gradualmente, a medida que crece el lactante, adaptándose a sus requisitos y habilidades. Los lactantes pueden comer purés, papillas y alimentos semisólidos a partir de los seis meses de edad. A los ocho meses la mayoría de lactantes pueden también consumir alimentos que se comen con los dedos (meriendas que pueden ser consumidas por los niños sin supervisión). A los 12 meses, la mayoría de niños pueden comer los mismos tipos de alimentos que el resto de la familia consume (teniendo en cuenta la necesidad de alimentos densos en nutrientes, según lo descrito en el #4, abajo). Deben evitarse alimentos que pueden causar que los niños se atoren o atraganten (es decir, alimentos cuya forma y/o consistencia implica el riesgo de que pudieran bloquear la tráquea, por ejemplo nueces, uvas, zanahorias crudas enteras o en trozos, etc.). B. Razonamiento científico: El desarrollo neuromuscular de los lactantes determina la edad mínima en la cual pueden consumir ciertos tipos de alimentos (OMS/UNICEF, 1998). Los alimentos semisólidos o purés son necesarios al comienzo, hasta que aparezca la habilidad de mordisquear (movimientos de la mandíbula hacia arriba y abajo) o masticar (uso de los dientes). Las edades descritas anteriormente representan las habilidades comunes de lactantes normales y sanos. Cuando se ofrece alimentos de consistencia inapropiada, es probable que el niño no sea capaz de consumir más de una cantidad insuficiente, o que demore tanto en comer que la ingesta de alimentos se vea afectada. Los resultados de varios estudios (Dewey y Brown, 2003) demuestran que a los 12 meses, la mayoría de lactantes son capaces de consumir los alimentos familiares de consistencia sólida, aunque a muchos aun se les ofrece alimentos semisólidos (presuntamente debido a que los pueden ingerir de forma más eficiente y por ende, significa una demanda más baja del tiempo requerido para alimentarlos). Algunas pruebas sugieren que existe una "ventana crítica" para la introducción de alimentos sólidos "grumosos": si estos no son introducidos antes de los diez meses de edad, es posible que aumente el riesgo de dificultades para la alimentación en el futuro (Northstone y col., 2001). Por lo tanto, aunque la alimentación con alimentos semisólidos ahorre tiempo, para el desarrollo óptimo del niño se recomienda aumentar la consistencia de los alimentos gradualmente de acuerdo con la edad del niño. Aumentar la consistencia y variedad de los alimentos a medida que crece el lactante. A los 12 meses, la mayoría de los niños puede comer los alimentos de la familia. dos ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS 9 FRECUENCIA DE COMIDAS Y DENSIDAD ENERGÉTICA A. Guía: Para el lactante sano promedio, se debe proveer comidas 4 a 5 veces al día, además de meriendas nutricionales (tales como pedazos de fruta o pan o "chapati" [pan sin levadura] con pasta de nueces) ofrecidas 1 a 2 veces al día, según lo desee el lactante. El número apropiado de comidas depende de la densidad energética de los alimentos locales y de las cantidades comúnmente consumidas en cada comida. Si la densidad energética o cantidad de alimento por comida es baja, es posible que se requiera una mayor frecuencia de comidas. B. Razonamiento científico: La pauta descrita anteriormente está basada en estimados teóricos del número de comidas requeridas, calculado a partir de los requisitos de energía (ver #1 arriba), asumiendo una capacidad gástrica de 30 g/kg de peso corporal/comida y una densidad energética mínima de las comidas de 0.8 kcal/g (Dewey y Brown, 2003). Las comidas están compuestas sólo de leche, sólo de otros alimentos, o de una combinación de leche y otros alimentos. Las meriendas se definen como alimentos consumidos entre comidas - siendo generalmente alimentos que los niños pueden consumir sin ayuda, convenientes y fáciles de preparar. El cuadro 2 demuestra un número mínimo de comidas requeridas con tres estimados diferentes de densidad energética (0.6, 0.8 y 1.0 kcal/g). Para la densidad energética más baja (0.6 kcal/g) se necesitarían 5 o 6 comidas/día. Esto disminuye a unas 4 comidas/día cuando la densidad energética es por lo menos de 0.8 kcal/g y a 3 cuando la densidad energética es por lo menos de 1.0 kcal/g. Si un niño normalmente consume cantidades menores que la capacidad gástrica asumida en cada comida, la frecuencia de alimentos necesaria será mayor que los valores en el cuadro 2. s En cambio, la densidad energética mínima de la dieta requerida depende de la frecuencia de comidas. El cuadro 2 demuestra que la densidad energética mínima es de 0.65 kcal/g e cuando se trata de cinco comidas al día, 0.75 kcal/g cuando se trata de cuatro comidas al día y 1.0 kcal/g cuando se trata de tres comidas al día. r Se debe proveer cuatro o cinco comidas al día t compuestas sólo de leche u otros alimentos, o combinaciones de leche y otros alimentos. Estos estimados proveen un margen de seguridad puesto que se han añadido 2 desviaciones estándar (DE) al requisito promedio de energía para satisfacer las necesidades de casi todos los niños. Por lo tanto, no todos los niños necesitarán del número de comidas descrito en el cuadro 2. Como no es posible saber cuáles niños tienen requisitos mayores o menores de energía, las personas que los cuidan deben estar atentas a sus señales de hambre para decidir la frecuencia y cantidad de alimentos que les deben dar. 10 ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS

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www.who.int/foodsafety/publications/consumer/en/5kys_Spanish.pdf). niño a consumir alimentos suaves, variados, apetecedores y que sean sus
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