Potirá: lasformas del trabajo entre los Guaraní antiguos«reducidos»ymodernos* Bartomeu MELIÁ CentrodeEstudiosParaguayos Asunción. Paraguay Entre los pueblos originariosde América, sobre todo si se restringe la consideraciónalos amazónicos, noserán muchos losquepuedanpresentar simultáneamente una profundidad histórica y una modernidad tan actual comolosGuaraní. Siguiendounacaracterizaciónporlodemásnomuyade- cuada,se puede decirde los Guaraníque son al mismo tiempo unpueblo sin historia yunpueblodemuchas historias; suecologíacultural ofrece ala misma mirada horizontesnotablemente diferentes. Siguiendo los avatares de un «descubrimiento» desparejoy circunstan- ciado pormomentos y porfactores de muy diversa índole los Guaranipre- sentan variashistoricidades, que vienena ser otrastantas experienciascul- turalesenlas que manifiestansu modode seruno y múltiple. «Elproblema resideahora en desbaratarel concepto dela historia, mediante laexperien- cia antropológica», como dice Marshall Sahlins, en sus Islas de historia (SAHLINs, 1988: 17 y 79). En otros términos, hay que acudira laexperien- cía indígena, como fuente privilegiada de historia, lo que será hecho mediante tresrecursos principales:lalinguistica, laetnografíacontemporá- nea y la analogía conotras sociedades indígenashistóricas —eneste caso, laTupinambá—. Como ya señaléen otro lugar(MELIÁ, 1993: 11), la lectura de los pri- meros documentosrelativos alos Guaraní me permitíanreconocerfenóme- nos actuales, al mismo tiempo que laobservación y experienciacomparti- da me explicaban las lagunas de una crónica que carecía de perspectivas Este trabajo fuepresentado en el48 Congreso InternacionaldeAmericanistas, sobre el * tema«Pueblosymedios ambientesamenazadosenlas Américas»(Estocolmo,julio, 1994). RevistaComplutensedeHistoriadeAmérica,22.Servicio dePublicaciones,UCM.Madrid, 1996. ¡84 BartomeuMeliá antropológicas como las quepodemos teneractualmente.Con los Guaraní se puede construir con relativa facilidad un modelo tridimensional que ensambla en el mismo conjunto prehistoria, historia y modernidad. Tomo naturalmente estos términos enun sentido meramente convencional. Es en las formas del trabajocomunitariodonde estetipodeproblemáti- capuede serejemplarmenteilustrado, aunque lamismametodologíapodría aplicarse aprácticamente todos los aspectos de la cultura guaraní. Mi tarea representa un cierto desafio. Tendré que servirme de docu- mentación colonial, originada, pues,en unsistema que desconoce el senti- dodel trabajo indígena, y loniegaporqueno lopuedecomprender. Laapli- cación hermenéutica consistiráen devolver la fuerzaoriginariaindígena a palabras y formas de serregistradas colonialmente. Estaespecie de rescate sehacebastanteposibleporque haytodavía unahistoricidadguaraníquese estáreproduciendo actualmente. 1. GRANDESLABRADORES 1.1 Divina abundancia Lasnoticiasdirectas oindirectas sobrelaformaguaranídel trabajoapa- recen ya desde laprimeradocumentación relativa a los Guaraní.Es el caso de las repetidasalusiones alaconsiderable producción agrícolaquesupone que seharealizadounacuantíarazonabledetrabajoconmedios adecuados. Reiterados son los testimonios históricos que hablan de la abundancia de alimentos en las aldeasguaranís. «AhínosdioDioselTodopoderoso sugraciadivina,queentrelos susodichosCañosoGuaranís hallamostrigoturcoomaízymadiotín, batatas, mandioca-poropí, mandioca-pepirá, maní, bocajá (palmera coco)y otros alimentosmás, tambiénpescado ycarne,venados,puer- cos delmonte, avestruces, ovejas indias, conejos,gallinas y gansos y otrassalvajinaslas quenopuedodescribirtodasen estavez.También hay en divina abundancia la miel de lacual se hace el vino; tienen también muchísimoalgodón en la tierra». (SCHMIDLJl567/ cap. XX; 1947:54; vertambién MELIÁ, 1988: 20). Entre los mismosGuaraníde otras regiones el cuadro era semejante. A su paso porel Guairá, Cabeza de Vacaconstataba impresionado que «toda la gente de los pueblos siembran maízy cazabi y otras semillas, y batatas Potiró: lasformas deltrabajoentrelosGuaraníantiguos... ¡85 de tres maneras: blancas y amarillas y coloradas, muy gruesas y sabrosas (verMONTOYA, Tesoro,yeti, 195y, queregistra 20variedades), ycríanpatos y gallinas,y sacan muchamielde los árboles de lo hueco deellos» (CABE- ZA DE VACA, 1555: cap. IX). Siguiendo adelante, encuentra de nuevo «la generación de los guaraníes,los cuales siembran sumaíz y cazabi como en todaslasotraspartespordondehabíanpasado... es lamásricagentedetoda aquella tierra y provincia, de labrar y criar, porque críanmuchas gallinas, patos y otras aves, y tienen mucha cazade puercos y venados, y dantas y perdices, codornices y faisanes, y tienen en el río gran pesquería... todos son labradores y criadores de patos y gallinas» (CABEZA DE VACA, 1555: cap. X). En un momento en que todavía no está en vista la apropiacióndel tra- bajo de lasmujeres, se describen preferentementelas actividades producti- vas del hombre. Estas descripciones de Schmidl y de Cabeza de Vaca nos dan sobre todo la extensión de las actividades de trabajo de los Guaraní: agricultura, caza, recolección de miel,asícomopesca yalgunacríade ani- males. Es ladivisión de actividades económicasque ha permanecido entre los Guaraníactuales,comopuede verseen lasetnografías deMillíer(1989) y Meliá y Grtinberg (1976: 206-210). Son las constantes que ya venían anunciadas desde Ramírez(1528) yGarcía (1530). Lo que ciertamente no informan las fuentes documentales de este tipo es la intensidad del trabajo, precisamente el factorque parael encomende- ro yel misionero más determinadael concepto de sermucho opocotraba- jador. Lacolonia mide preferentemente el trabajo en tiempo e intensidad, como si la productividad derivara exclusivamentede este factor 1.2. Dadosa la agricultura Es la documentaciónjesuítica laque concentra más su interés sobre la agricultura, quedebía ser incrementada e incentivada. Más que un cuadro de la producción—cuya variedadlos padresjuzgaron frecuentemente muy limitada (MELIÁ, 1988: 141-142)—ofreceindicacionessobreelmodo gua- raníde trabajar. Enprimerlugar,tenemos constatacionestípicas: «Siembranmaíz, man- diocayotrasmuchasraíces ylegumbres, queellos tienen muybuenas: dase todo con grande abundancia» (MCA 1: 166); «tienen mucho pescado, muchas antas, muchos venados, muchacantidad de pájaros, cogen mucho maíz y otras legumbres» (CA 1: 17). Los jesuitas inicialmente se sienten satisfechoscon lo quereciben de losindios: «todoslos díastraena casa de 186 BartomeuMeliá suvoluntad laslegumbres, el pescado, lafrutasilvestre, lamieltambién sil- vestre, conlo que tienen, conlo que a los Padres les sobra»(MCA 1: 124). En estos escritosde losjesuitas tenemoslasprimeras descripciones propia- mente etnográficassobre el trabajo agrícola guaraní. «Esgente labradora,siempresiembranen montesycada tresaños por lo menos mudan chácara; el modo de hacer sus sementeras es: primeroarrancan y cortan los árboles pequeñosy después cortan los grandes, y ya cerca de ¡a sementera como están secos los árboles pequeños(aunquelosgrandesno loestánmucho) lespegan fuegoyse abrasatodo loque han cortado, ycomoes tangrandeelfuegoquedan quemadas las raíces, latierrahuecayfertilizadacon lacenizay alpri- meraguacero lasiembran demaíz, mandioca y otras muchasraíces y legumbres que ellos tienen muy buenos: dase todocon grande abun- dancia» (MCA 1:166). Sobre el modo de plantar. Montoya informaque «el principal sustento eran patatas, plátanos,raíces de mandioca, de que hay dos especies, dulce una,que asadao cocida se come y nohace daño; laotra esbravay amarga, y comida de esta manera mata, rallada y esprimida se come, y el zumo lo usan muchos para dar sabor alo que con ella secuece. Hay tradición que SantoToméelApóstol lesdio estacomida,el cual tomandoun paloletrozó y mandó que loplantasen, y así lo haceny plantan, y sin tenerel trozo raíz alguna, las producemuy gruesas en ocho, diez y doce meses, y si ladulce la plantancon la amarga, pierde su dulzor y se hace amarga yponzoñosa» (MONTOYA, cap. IX; 1989: 72). Otra descripción también muy significativa es la que viene del tiempo en que se fundaba Yapeyú, hacia 1627. «Habían(los indios)dadoprincipio adesmontarparalassemente- ras,quees laprimeracosaque sehace enlafundación decada unade lasreducciones, porque nousan losindios sembrar en campo descu- bierto, porestarlatierra más gastada, y asíno selogran las semente- ras,pero comoen los montes estála tierra defendidapor ¡osárboles, que son muy coposos, se conserva más húmeda, y pingue, y vuelve muy colmados frutos. Para esto pues arrasan gran pedazo de monte conformealnúmerode familias, acadaunadelascuales se les señala distinto pedazopara sus sembrados, y después decinco o seis años la dejanporcansadaeinútily desmontandenuevootro tanto, porlocual es necesarioque donde se funda algún pueblo, haya muchos montes cercanos.Para derribarestos árboles, y lo que esmás, para cavarsus canoascomono sabenel usodel hierro(aunquehayminasdeélen su Potiríi: lasformas deltrabajoentrelosGuaraníantiguos... ¡87 Uruguay) usan las cuñas de piedra quees cosa que poneadmiración, corten con ellascuanto es menestercon grande facilidad. Despuésde reducirlos nuestrosPadres,lesllevanestamisma formade cuñas,pero hechasde hierro, y con cada una de ellas se gana una familia que se reduce debuena gana, por tenerconque hacer sus canoas y semente- ras» (CA II: 368;y tambiénBLANCO, 1929: 627; vertambién MELIÁ, 1988: 148-149). El conjuntode lainformaciónjesuíticadelaépocafundacionalnodala impresión que se las tengan a ver con un pueblo perezoso nt con ineptos. Todolo contrario. SilaagriculturahapodidoflorecerenlasReduccioneses gracias a lacapacidadagrícolade los Guaraní, y unatécnicamuyadecuada al ambiente que las herramientas de hierro no hicieron sino potenciar y desarrollar. «Volvió la primavera después del rigurosoestío,empezóse a tra- bajarvaronilmente, hizo cadaunoatresycuatrorozas, empezólatie- rra aofrecersus frutos,que bien agradecidadafértilesquilmo. Llena- ban los trojes de maíz: la mandioca, que es el común pan, se dio excelentemente; todo género de legumbre creció con abundancia» (MONTOYA, Conquista, cap. XXXIX; 1989: 172-173). Pero había otrostrabajosque nolos meramenteagrícolas. Un siglodespués delos primeros contactos de losjesuitas conlosGua- raní, el padreLozanopodíaescribir,basadoenantigua documentación,que «en funcionessolemnes, se adornabandehermosasplumas depájarosmuy vistosas, con las cuales tejían coronas o guirnaldas, labraban brazaletes y hacían plumajesparala cabeza, brazos, cinturay piernas... Erandados ala agricultura,para locualteníanraro conocimientodelos tiemposoportunos ypordonde más segobernaban eraporel cursode lascabrillas... Su modo de contarlos años erasolamente señalando los inviernos que llamaban en su idioma ro’y. En la caza eran y son muy ágiles y diestros; animal que vean sus ojos, rara vez escapa de caer en sus manos...» (LozANo, 1873 1: 394-395). En un raro textodenotablecontenido Montoyahabla, apropósitodelas implicaciones mágicas que tendría el marido en el parto de la mujer, de actividades propias del hombre, especialmente aquellas en que sus manos se aplicaron aatar cosas: flechas, casa... (MCA 1: 273). MONTOYAV, oca- bulario, Atarlas cabeQasde lapajaparaempleitas, etc.añacape (mo):Aña- cambi (ca). ¡88 Bartomeu Meliá «Volvió ¡aprimavera después del riguroso estío, empezóse atra- bajar varonilmente,hizocadauno a tresycuatro rozas,empezó latie- rraaofrecer sus frutos,que bienagradecidadafértilesquilmo. Llena- ban las trojes de maíz; ¡a mandioca, que es el común pan, se dio excelentemente; todo género de legumbre creció con abundancia» (MONTOYA, Conquista,cap. XXXIX; ¡989: 172-173). De este modo, puede muy bien observarse que el trabajo guaraní, y especialmente el de los hombres, no se reducirá aplantar, cazar y pescar, sino aun artesanado cuyo finno es sinola bellezaen sí, labellezadelcuer- po: un trabajo en que las manos seejercitan como en un juegé de creación de formas ycolores. 2. LA LENGUA DEL TRABAJO Tratándose del tema del trabajo indígena guaraní se siente la falta de aquellas descripciones que parecen más abundantes —o por lo menos mejor investigadas— cuando se trata de la sociedad tupinambá. Florestán Fernandes (1949: 109) pudo levantar un considerable monto de datos rela- tivosalasformas colectivasde aplicaciónde lasenergíashumanas en cone- xióncon las reglasdelcomportamiento reciprocóaqueaquéllasdanorigen entre los Tupinambá. Resultó así una envidiable síntesis sobre el trabajo tupinambá, su intensidad, su eventual calendario y horario, el empleo del ocio y sobre todola diferenciaciónde actividades y la distribuciónde ocu- pacionessegúnel sexoy laedad. Gracias alas informaciones suministradas porlas diversasfuentes, este autorpudoorganizaruna listade ocupaciones segúnel sexo, bastanteprecisa. Las actividades femeninas y las actividades masculinas, al mismotiempo que sediferencian con marcado contraste, se complementan en un cuadro más amplio. Para el caso tupinambá, se dispone igualmente de grabados antiguos que ilustran con rara propiedad diversos trabajos indígenas. Sobresalen por su ingenuo realismo lo que fueron publicados en laobra de Hans Sta- den, Warhaftige Historia..., de 1557 (1974), donde aparecen mujeres arrancando mandioca, llevando cargas, preparando la chicha —cauim—; hombres pescando con flechas, con redes o cerrando el río,o aplicándose a obtener fuego por frotación. De otro tipo, pero de gran contenido etno- gráfico, son también los dibujos preparados paralas obras de AndréThe- vet, Les singularitésde la France Antartique (1557) y La Cosmographie universelle(1575). PodrO:lasformasdeltrabajoentrelos Guaraníantiguos... 189 En lo tocante a los Guaraní tenemos, sin embargo, una fuenteprivile- giadadeconocimientoetnográficode quecareceen un gradoequivalenteel complejo tupinambá. Es la obra lingílistica del padre Antonio Ruiz de Montoya, yenespecial su Tesorode la lenguaguaraní(1639) yel Bocabu-. lario (1640). Este Tesoro responde a una técnica de hacer diccionarios todavía hoy muy fecunda y adecuada. Para hacer vivir las palabras, Montoya usa dos recursos principales, que son dos formas de relación; uno, más discutible, es el de la etimología, el otro, excelente, es el de la asociacióny connota- ción. Se establece así un campode relaciones donde laspalabras aparecen «vestidas de su naturaleza» en la expresión de Montoya,pero queen reali- dad vienen«vestidas desu cultura». «Tan propia en sus significados, que le podemos aplicar lo del Gen. 2: Omne quod vocavit Adam animae viventis, ipsumest nomen eius. Tanpropiaes, quedesnudas lascosas en sí, lasdavestidas desu naturaleza» (MONTOYA, Tesoro, 1639, Prólogo). La palabra transita siempre por varios caminos; ella también se hace camino al andar. «Hablador, no hay palabras, sehace palabra al hablar». Será,pues, Montoya, quien apropósito de unapalabra, através deadje- tivaciones y acciones, ofrecerá verdaderoscuadrosde vidacultural guaraní, que valenporunasíntesisetnológicaen miniatura.Lalenguadel trabajo, es decir, las palabras que convencionalmente podemos agrupar en el campo semántico del trabajo, nos dice tanto o más sobre el trabajo guaraní que lo que suelen ofrecer lasfuentes históricas convencionales —si bien, en este caso, elpropio diccionario no dejade serdocumento histórico—. Sabido es que la obra lingUistica de Montoya se distribuye en tres «cuerpos»: un Arte yBocabulario, un Tesoro y un Catecismo de la lengua guaraní. Elvocabulario, delcastellanoal guaraní, remite al Tesoro, delcual se tornasubsidiario.El modode servirsedeestasobras estádadoporelpro- pioMontoya, yesel que vamos a seguir. «En esteVocabulario seponen los vocablos simplemente. Para sabersus usos, ymodode frases, sehade acu- dira la Segunda Parte; g. busco aquí«Hombre», hallo que es Abá, bus- y. caré Abá, en la Segunda Parte, y allí hallarélo quese dice del «Hombre». ¿Cómo se significa «trabajar» y «trabajo» enlenguaguaraní? Trabajar aporavyky; amba’eapo. Trabajo delánimo, ang angeko asy; ang angata. Trabajode monos, pokane’ñ. Trabajo delcuerpo, tete rekoasy; kane’ñ. 190 Ba,-tomeu Meliá Dejandode lado la acepción de trabajosanímicos, como dificultadesy preocupacionesde lavida,puede observarsequeel trabajoguaraníestásig- nificadodetresformas, queelTesoro explicarácon frasesejemplares, indi- candotambién su composición etimológica. Poravyky (compuesto de po, continens, y avyky, manosear). Chepo- ravyky, mi trabajo... Aroporavyky trabajarjuntamente(Tesoro: 315v). Avyky (c.d. a, cabello, py, centro, y ky, tierno). Espulgar, peinar, trase- gar, cocinar, manosear, tratarcosas,tratar de famaenbuena o malaparte... Che avyky, me espulga, o trata de mí... Ajavyky kaguw, trasegar el vino (Tesom: 11). Mba‘eapo no está averbado sino como mba‘e apohára che, soy ofi- cial, debajo de mba‘e, pero lo está a partir de su compuesto apo. Apo (Tesoro: 61), acción, hechura, obra, trabajo. Che mba‘eapo, mi trabajo. (Las frases se refieren sobre todo a actitudes respectoal trabajo: soy tra- bajador,soy aficionado al trabajo,hacerlo con consideración, hacerlo con cuidado, hacerlo con perseverancia, errar haciéndolo de otra manera). Pero hay que señalarque están en este verbete los días de la semana en cuatrodías de trabajo: mba‘eapo, día de trabajo: mba‘eapomokói, martes (segundo día); mba‘eapo mbohapy, miércoles (tercer día); mba‘eapo irundy, jueves (cuarto día). Nimbo‘eapohávi aretepype, no se trabaja en lafiesta; dramarátekuávapype kotuase oporavyky, en losdemás días, sí, se trabaja. En relación a los restantes días de la semana,puede advertir- se quelos neologismos fueroncreados en funciónde otrascircunstanctas: viernes serájekoaku, esconderse, ayunar, viernes, vigilia (Tesoro: 190v); sábado, arete renonde, y domingo, así como fiestas en general, arete, el día verdadero. Kane‘5, cansancio (c.d. k~, hueso, y teñ, ‘muerto)... Che apiti che kane‘6, estoymuertode cansado.Kane‘Svo, paga, o frutodeltrabajo... Che kane‘6repy, elprecio,opagade mitrabajo,chepo kane‘6, eltrabajode mis manos (Tesom: 87v). Añemokane’5, cansarse trabajando. La fraseologíaaquíseleccionada—Montoyaes másabundante en sus ejemplos— permite ver que el trabajo guaraní se estructura en tres modos, manifestados ya en su etimología: el trabajo como manoseo y manipulación, eltrabajocomo hacercosas, el trabajo comocansancio. De estos trabajos loscaracterizados como manuseo, quetendrían en el espul- gar ypeinar su sentidoprincipal, son realizadosen un cuadrode despreo- cupada gratuidad, en que el movimientomismo de las manos parece bas- tar para crear su propia magia, una magia que para los Mbyá modernos Potiró: lasformas deltrabajoentrelosGuaraníantiguos... ¡91 llega a ser maligna en los hechiceros «manipuladores»: poravyky a (CA- DOGAN, 1959: 91; 102). Es la cocina y el cocinar un lugartípico de estetrabajo: añembiavyky. Guisary cocinares un trabajo quees cualificado en su propio quehacerde manuseo dedicadoy delicado. Otros trabajospretenden hacer cosasen unacreación de nuevasformas, de transformación. Sonla construccióny laartesanía queestaríanincluidos en estas actividades: ygára apohára, el que hace canoas; og apohára, ofi- cial de casas; ñae’u apohára, ollero, japepo apohára; tembi’u apohára, cocinero. ¿Acaso nosotros también, segúnla creación cristiana introducida entrelos Guaraní, no somos hechosde tierra: yvyáguiijapopy ñande? Y están por fin los trabajos que resultan en cansancio. No deja de ser significativo que son los trabajos de este tipo que están asociados con el precioy la paga, kane‘5 repy. En laqueja y denuncia de los trabajos pesa- dos a que son sometidos en los yerbales de Mbaracayú, los Guaraní los designan precisamente comocansancio sin paga: «nohepyveengi karaiore mboya kane‘óhague, los españolesno pagan a nuestrosvasallos su trabajo; kane‘5 ño orogueru, mba‘easy ño omgueru, sólo cansancio traemos, sólo enfermedad traemos» (MCA 1: 353; 355). Si bien en estetexto serefieren altrabajo también comoporavyky(Ibíd: 354). 2.1. Los trabajosdel Guaraní La lenguade trabajo se desenvuelve todavía en otros muchos campos semánticos que correspondena lasconvencionalesdivisiones segúnactivi- dades económicas: la caza, la pesca, la agricultura, larecolección y arte- sanía. Es lo que quisierailustrar con algunos ejemplos sacados del mismo Tesoro yBocabulario de Montoya. 2.1.1. Cazaypesca Hay dos tipos principales de caza, que a su vez requieren modos y métodos diferentes: la cazade animalesy la caza deaves. La caza de animales (Tesoro: 147) viene designadapor los modos de obtener unproducto genérico: heva’e (Tesoro.~ 116v), lo sabroso (poranto- nomasia), y so‘o, carne, pulpa, bestias, meollo. Las modalidades de caza son indicadas comojeroka, coger (Tesoro: 315v),ir abuscar algo, cazaro pescar, ajeporaka so‘órehe, ando a cazadebestias, comotekuára (Tesoro: ¡92 BartomeuMeliá 361,367), elqueestá, elque andaen buscadealgo, como momohe,rastrear (Tesom: 226v), o sacar por el rastro, y en fin comojuico, que es matar la presa,o másdeportivamente, moña, hacerlacorrer(Tesoro: 240v), oapenas andar porel monte, ka‘amondua(Tesoro: 83). La cazade aves se practicacon otras modalidades: guyra mbo‘a, hacer caer los pájaros; guyrari tekudra, el que va en busca de pájaros (Tesoro: 28);guyrajura, enlazarporel cuello; o simplementeguyra api, tirardando con el golpe, apedrear, flechar sin que encarnen, siempre según Montoya (Tesoro:49v). Probablemente era la caza para los Guaraní históricos, como lo es todavía para Guaranímodernos como los Pace-Tavyterá, unmodo de estar en el monte, la ocasiónde correríasy de aventuras,más que unaactividad productivaque se midieraporlacantidad delo cazado y su real dimensión como fuente alimenticia. Los recursos e instrumentos para caza, además del arco y flecha, eran las redes,pysa (Tesoro: 290v) donde se hacíacaera los pájaros, y las trampas de tipo munde (Tesoro: 231v), que aprisionan bajosu pesoal animal, y las de tipo ñu/idque agarran enlazando (Tesoro: 253). Pero hasta los mismos hoyos —yvykua— estratégicamentecoloca- dos pueden atrapar un animal. Son las trampas todavía en uso entre los Guaraní contemporáneos, cuya forma, funcionamiento y mecanismo des- cribieran adecuadamente, tanto MUller (1934-35; 1989: 80-81) como Miraglia (1975). Fabricar, montar y controlar los instrumentos de caza exige, más que cansancio, cuidado y no poco ingenio y habilidad. Este es el trabajo del Guaranícazados Algo parecido se puede decirde la pesca. Pescar es también poroica, coger algo. Detres modosprincipales se realizalapesca guaraní: cercando (yrepresando)el río, sehace caerahíel pescado:pype(=ape)pypeambo‘a piro; combinando a veces con este cerco, elpan, zarzo en que cae el pes- cado,que debetenerlos lados notan ralos paraque el pescado no se salga; usandoredes, opirombo‘apysopype, o amodo dered, sirviéndosederamas y ramones ka‘aysa (Tesoro: 83v), o aun llevando redecillas,río abajoopy- sa rereicosyry(Tesoro:290v); pero sobretodo, conanzuelospindo(Tesoro: 295v), paralo cual se necesita también Jiña de pescarpindasdma y el cebo pindapota, aunque a veces se pescaba mojarras con sólo lombricillas y sin anzuelo. Hacer anzuelos y tenerinstrumentos para hacerlos,pindo apohá- ra y pindaapoha, debíanser cosas bastante apreciadas entre los Guaraníy sesabe que la entradadel hierro en estequehacerfue motivo de irresistible atracción para los indios quecomunicaban con los europeos. Pero no era rarotampococonseguir pescar con flecha: ohapirayvómo, voy aflechar
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