PUNTO DE VISTA por una política evangélica JEAN-MARIE PAUPERT POR UNA POLÍTICA EVANGÉLICA Versión castellana y apéndice de PEDRO NÚÑEZ (Edición adaptada para España) <rV vi un cielo nuevo y una nueva tierra...» EDITORIAL NOVA TERRA r%/a Tamarit, 191 (Apoc, 21, 1) BARCELONA - U Título original: POUR UNE POLITIQUE EVANGELIQUE © by EDITIONS EDOUARD PRIVAT, Toulouse Portada diseñada por LLEONARD Dedico estas páginas a todos aquellos que trabajan, con el pensamiento y la ac ción, para que el reino del Señor se ex tienda en la tierra como en el cielo, y es pecialmente, por su valor de ejemplo a mis ojos, al padre Jacques Deparis. J.-M. P. © by EDITORIAL NOVA TERRA Primera edición: abril 1967 Reservados todos los derechos Depósito legal: T - 557 - 67 Printed in Spain - Impreso en España Talleres Gráficos Algueró y Baiges, S. R. C. - Cervantes, 19 - Tortosa proemio Es bien cierto que Jean-Marie Paupert ha dedicado su estudio a un problema que, al igual que todos los hombres de nuestro tiempo, los católicos tienen planteado. A nues tra manera de ver constituye una valiosa aportación a esta búsqueda tan necesaria. Con este espíritu fue leída la obra antes de su publicación por un grupo de amigos de nues tra colección. Dialogando con el autor, el texto ha sufrido así una cierta evolución. Pero convenía respetar cuidadosamente la orientación fundamental, el tono y la inspiración. Pues aunque no nos encontremos ante concepciones incontesta bles y definitivas, numerosos cristianos y no cristianos ha llarán en Jean-Marie Paupert un valioso interlocutor para su propia reflexión, cuyo pensamiento les enriquecerá tanto por la contradicción como por la penetración. G. H. prefacio El cardenal Suhard fue recibido un día en audiencia por Pío XII. Durante la conversación, el papa le dijo: «Sin duda sería bueno que orientaseis a los católicos franceses a comprometerse en las realidades políticas de la ciudad.» El cardenal contestó: «Cierto, Santo Padre; pero la pala bra política tiene en Francia, especialmente entre los cris tianos, un sentido peyorativo. ¿No podría hablarles de deber cívico?» Y Pío XII respondió: «Bien, si usted lo cree oportuno; pero la verdadera palabra es política.» Este diálogo está lleno de sentido, aún más notable en boca de Pío XII, que fue un gran espíritu político. Es verdad que entre todos los franceses, los católicos, depri midos y desconcertados después de más de un siglo por las evoluciones políticas, durante mucho tiempo y aún re cientemente han tenido la «política» al margen de su vida, sin encontrar —entre una teocracia más o menos consen tida, aunque fuera la democracia cristiana, y un completo laicismo— una manera de estar presentes. Durante largo tiempo y en muchos ambientes este fue el axioma: el cris tiano no hace política. La política divide, la religión une. Hay buenos indicios de que estamos a punto de des hacer este complejo. Actualmente existe una profunda preocupación y debemos esclarecer algunos equívocos que todavía pesan. Política del Evangelio: un título que pro voca una reflexión firme y sana. Jean-Marie Paupert se entrega a ella con ardor y honradez. 11 Dos enunciados de principio orientan la reflexión crí Sanctam de Bonifacio VIII, que enseña dogmáticamente tica y constructiva. Primero, a través de las penosas am como toda acción política entra en el marco de la fe y bajo bigüedades de la Acción Francesa, hay que tener un alto el ámbito de la gracia. Cierto que los considerandos de valor de lo político. Hablamos así por oposición a la po este documento están llenos de un teocratismo inaceptable, lítica, para distinguir ya en las palabras entre el orden pero son efecto de una teología hoy día superada y que político de la realidad objetiva de la sociedad y las inevi nada tiene que ver con la verdad enunciada. La doctrina tables y miserables tácticas de la acción política. Ya Aris de la autonomía del poder temporal en su campo es ac tóteles enseñaba (y posteriormente santo Tomás) que la tualmente aceptada y predicada; poco a poco deben irse ciencia y el arte políticos eran los valores supremos de rechazando los residuos de la mentalidad teocrática. Ni en la conducta humana en la tierra, por lo que el hombre, la democracia cristiana se resuelve un problema político social por naturaleza, no llega a su perfección más que por por razones religiosas. El aparato jerárquico de la Iglesia una participación consciente en la vida de la ciudad, com no debe responsabilizarse, ni directa ni indirectamente, en prendiendo ésta los organismos económicos. Si esto es las tareas económicas y políticas de la ciudad. Pero una verdad —y ciertamente lo es para el hombre terreno, sin cosa es este aparato y otra la conciencia del cristiano, que, entrañar prejuicios en sus deberes con la Divinidad—, a en su libertad y en la libertad de su gracia, no puede hacer priori es desagradable que para asegurar la trascendencia una abstracción absoluta de su fe. Un cierto obediencia- del mensaje evangélico se vea obligado el cristiano, en lismo a las órdenes en detrimento de las iniciativas e ideas cuanto tal, a mantenerse al margen de la vida política de personales, ha tenido en la Iglesia el deplorable efecto de la ciudad. Para que el fermento evangélico se mantenga abandonar al cristiano sin amparo cuando la jerarquía puro, ¿será necesario que esté separado de la masa? Sería callaba. Recientemente hemos podido comprobarlo en la una desgracia para ambos. guerra de Argel. La necesaria abstracción política de Segundo principio, que entronca con el primero. La luz la Iglesia no lleva consigo necesariamente el silencio de la de la fe y la vida de la gracia deben captar todo el hom conciencia, ni la inercia de la libertad. Es por una distin bre y todo lo que hay en él. Lo que escapase a esta luz y a ción demasiado fácil y poco exacta por lo que algunas esta vida no sólo no sería divinizado, sino que cristiana veces se oye decir que la conciencia cristiana se sitúa en mente se descompondría, corriendo el peligro de descom los principios (abstractos) de la vida política, y no en las poner lo demás. ¡Naturalmente...! Es lo normal del es aplicaciones técnicas (concretas) en que esta conciencia píritu de encarnación, en el que gira toda la economía permanece libre en la elección de sus opciones. divina, que debe realizarse en todas las dimensiones del En contra de una larga tradición, y como respuesta a hombre, de la carne al espíritu, de la inviolable intimidad las antiguas confusiones de lo profano y lo sagrado, los al compromiso más profundo. Por eso Dios hecho hombre cristianos van encontrando poco a poco, desde hace una se humanizó hasta el máximo, excepto en el pecado. Por o dos décadas, el sentido de lo político y la presencia evan eso todo hombre es divinizable y divinizado. Ley funda gélica en sus problemas y sus dificultades. He aquí que mental que muy a menudo hacen fracasar no sólo nues sienten la necesidad de ser iniciados, como hombres y tras faltas, sino también el desastroso error de un mani- como cristianos, en este orden de realidades; y así son queísmo inconsciente. muchos los organismos que se han suprimido por no estar Este es el valor permanente de la famosa bula Unam dispuestos a ayudar en esta búsqueda. Pero nuestros ma- 12 13 ores de visión clara aprueban esta llamada a la nueva introducción eneración. Jean-Marie Paupert aporta su lucidez a este espertar, lucidez que algunas veces es áspera y que deter- por una política evangélica vina los caminos con rigor. El enunciado es categórico, y i pureza necesaria no hace sino asegurar el absoluto: bien ntendido, hay una política del evangelio. M. D. CHENU ¿De qué se trata? ¿Por qué nuestro mundo es así? ¿Por qué, dos mil años después del Evangelio, sentimos tantas angustias, tememos las guerras, vivimos estos desastres? ¿Será acaso porque el mundo es pagano? Quizá sí; pero la Buena Nueva ha sido anunciada una vez para siempre y se ha extendido por toda la tierra; después de la muerte de Cristo, la civi lización activa en Occidente ha coincidido casi exactamente en su geografía y en su historia con la predicación del Evangelio. Entonces, ¿qué pasa? Por no recordar más que hechos recientes de los que han vivido nuestros contemporáneos o que sus padres les han contado en las veladas como una moderna canción de guerra, el primer conflicto mundial ha visto enfrentarse entre sí, en una escalofriante matanza, a dos pueblos de tradicción cristiana, algunos de cuyos hijos habían mar chado juntos a los extremos del mundo a predicar la paz y el amor universal. La primera mitad del siglo ha cono cido, como la anterior, oleadas de sangre, de odio, de mi seria entre oprimidos y opresores, que se extendían por todo el país para conseguir que los hombres pudieran comer lo necesario; que los niños pudieran ir a la escuela, 15 que las mujeres vivieran con dignidad y que todo el mundo que los profetas dirigían a Israel —lo que sería una forma fuera libre. Ha habido también los desastres de los cam realista de renovación bíblica— y las voces y testimonios pos de concentración y los caustos atómicos. Existen los que han existido en la Iglesia y de las que no ha hecho suculentos y magníficos desperdicios de las naciones ricas caso. Hecho nuevo en nuestra historia cristiana, empeza (generalmente cristianas) al lado de países en que viven mos a confesar nuestro pecado ante el espectáculo de los niños de los ojos tristes y el vientre hinchado. nuestras desuniones confesionales o eclesiales. ¿No debe mos dar un paso más y reconocer también nuestro pecado Algunas observaciones nos permitirán escapar de un en la trágica situación en que se encuentran el mundo y la escándalo demasiado fácil y superficial. El Evangelio está civilización? Pues es evidente que estamos aquí para algo. en la tierra como una semilla, el reino de Dios no es de Desde que nos situamos con cierta seriedad simultánea este mundo, el tiempo de la Iglesia es tiempo de lucha mente ante el Evangelio y la situación mundial, ¿no se nos (Luc. 22, 35-38). Incluso en el campo de Dios, el sembrador impone este arrepentimiento público como primera acti de cizaña continúa su obra (Mt. 13, 24-30, 36-43), y cada tud? No es justificándonos como curaremos el mal del uno sabe que este campo en el que crecen juntos el trigo mundo, sino más bien aceptando humildemente nuestra y la cizaña es su propio corazón y su propia vida. Recor parte de responsabilidad en los fallos de la civilización demos la hiriente ironía con que san Pablo escucha los e intentando descubrir cuál es nuestro deber. sueños de mesianismo terrestre en que se encantan los corintios. Ciertamente creemos que Cristo ha vencido a la muerte Otra observación más puede apaciguar nuestra inquie y a las potencias del mal y que nos arrastra en esta victo tud. ¿No es evidente que las guerras, las injusticias, los ria. Ciertamente su Evangelio es para nosotros la buena desastres, en una palabra, el mal del mundo moderno, son nueva de nuestra salvación y de lo que hay que hacer para el fruto de una vuelta ofensiva del paganismo? Pues el entrar en ella; él es el sacramento de la Verdad y la Vida nacismo era anticristiano, el marxismo también y el capi para nosotros y para el mundo entero. Pero entonces, ¿por talismo es igualmente materialista. qué razón, después de tantos siglos de cristianismo, ha podido renacer el paganismo bajo todas sus formas en el Si en nuestro Occidente todos los hombres y todos los seno precisamente de lo que fue la cristiandad? ¿Por qué países que se llaman cristianos o lo son por tradición, lo el cristianismo que profesamos oficialmente es una fuerza fueran realmente de hecho, todos estos horrores pasados y tan pequeña en la lucha por la justicia, el amor y la paz, presentes no hubieran surgido de su nada. en los grandes problemas del mundo? Si el Evangelio no Decir esto es reconocer la fuerza del Evangelio de Je es bastante proclamado en términos de actualidad, si el sucristo confiado a la Iglesia, pero no es absolver a los conjunto del pueblo cristiano no da testimonio de él con cristianos. Reflexionando, es quizá la acusación más dura todas sus exigencias en el campo social y político, ¿habrá que debemos hacernos. Pues es un hecho que el desenca captado verdaderamente nuestras vidas? Es éste el repro denamiento de las fuerzas de la guerra y de la injusticia che que adivinamos en las sonrisas y acusaciones de los ha tenido lugar principalmente en las áreas geográficas incrédulos que nos rodean. Nos acorralan en un dilema: más impregnadas de cristianismo o que estaban bajo su si no hemos transformado el mundo a la imagen de Dios, leadership. Reconocer esto es doloroso y requiere un cierto o bien el Evangelio no vale nada, o bien nosotros no lo valor. El pueblo cristiano debe darse cuenta, cueste lo que hemos tomado verdaderamente en serio. cueste. Quizás entonces escuchará las severas requisitorias 17 16 2 No es fácil tranquilizar la conciencia explicando los rias: nuestra situación política con su cortejo de males e males presentes por la paganización del mundo moderno. injusticias, y la predicación del Evangelio que es fuerza Este mundo paganizado ha surgido dentro de la cristian de paz y amor en el mundo. La contradicción es demasiado dad, la responsabilidad de estos males cae principalmente flagrante para que nos podamos sustraer al escándalo que en el mundo occidental que durante muchos siglos fue el provoca, mientras nosotros no hemos hecho todo lo posi mundo de la cristiandad. ¿Por qué este retroceso? Los mis ble para superarla y suprimirla: ¿Lo hemos hecho verda mos siglos de cristiandad, en algunos aspectos, son discu deramente, con realismo, a la altura de las circunstancias tidos por los no creyentes y sus objeciones nos impiden actuales? entonar himnos demasiado entusiastas, incluso cuando re Hay que resaltar un aspecto positivo incontestable de conocemos los buenos frutos que en el pasado dio la se estos últimos años. En la mayoría de los países desarrolla milla del Evangelio. Nos muestran así el crecimiento de la dos, los católicos ya no forman un bloque monolítico en el cizaña en el exceso de feudalismo, la servidumbre, algunos campo ideológico y político. Pero esta liberación de some aspectos de la cruzada y en el mismo hecho de buscar ob terse a un grupo o partido, ¿no lleva a un peligroso libera jetivos religiosos con armas militares en las guerras de lismo político? La cuestión merece ser planteada como una los príncipes y los papas y en la Inquisición. Aunque no de las más importantes. Hemos aprendido, o casi apren queramos exagerar estos puntos, aunque no los situemos dido, a respetar todas las opiniones y a considerar el campo todos en el mismo nivel, aunque no los juzguemos con político como algo libre y cerrado en sí mismo, en que nuestra sensibilidad contemporánea, sabemos que el tes cristianos y no cristianos podían unirse o enfrentarse sin timonio del Evangelio fue ensombrecido y lo es actualmen que esto repercutiera en la fe, sino tomándolo simplemente te por estos recuerdos que no se ajustan demasiado al como agrupación en nombre de un «ismo» cualquiera. ¿Nos espíritu de las bienaventuranzas. hemos dado suficiente cuenta del nuevo peligro? La perte Hagamos, sin embargo, una observación. El corazón de nencia a campos ideológicos puede pasar por encima de los hombres no se cambia en un día, ni en un siglo, ni en las exigencias del Evangelio, o ser un pretexto para apro diez. La conversión de los corazones y las civilizaciones es piarse los principios sociales cristianos y justificar así una obra que continuamente hay que volver a empezar, opciones que no se siguen de estos principios. Pues en nunca se conseguirá de una manera radical y definitiva. nombre de opciones políticas que se quieren relacionar ¿Podemos negar que ha habido un progreso en la humani con la fe se cometen injusticias y crímenes. Pasturas que dad y en la Iglesia, y que en la primera, en parte, ha sido nada tienen que ver con el cristianismo reclaman para sí gracias a la segunda? ¿No es demasiado fácil imputar todo' el Evangelio, la Cruz y la Fe. Los textos más objetivos se el mal del mundo a la indiferencia y a la inacción de los interpretan según estas opciones temporales y los cristia portadores del Evangelio? Reconozcamos la realidad del nos se dividen aparentemente en nombre de la misma fe progreso moral, que es obra de un largo esfuerzo y que la y del mismo Evangelio. Los temas cristianos sirven de pre historia de las mentalidades e instituciones no puede texto para encubrir elecciones violentas o para dispensar negar. de la acción. Sin embargo, todas estas explicaciones no disminuyen Así, durante estos últimos decenios los cristianos se nuestro malestar y nuestro problema. Estos vienen de la han dividido en nombre del catolicismo, o de la tradición concomitancia de dos realidades demasiado contradicto- cristiana, o del Evangelio —lo que por otra parte debería 18 19 «La práctica no ha ido mucho más allá que la teoría. ser una sola cosa. Por o contra de la República, por o Las palabras de orden de un obispo: evitar la política que contra de Dreyfus, antisemitas y anti-antisemitas, por divide y religarse a la religión que une, no han quedado o contra de la leyes sociales, por o contra del franquismo o sin eco. Las observaciones pertinentes que hemos podido del régimen de Vichy, por o contra de los sacerdotes obre leer aquí mismo2 podrían tomarse como un ataque al ros, por o contra de la escuela libre, por o contra de la comportamiento de muchos cristianos que, bajo el pretex independencia, por o contra de la tortura. Las divisiones to equívoco de la caridad, rehusan los compromisos serias políticas de los cristianos están mezcladas con referencias que hacen la historia.» (J. Jolif, O. P., «L'Homme contre la al cristianismo y corren el peligro constante de falsear la société», en Economie et Humanisme, septiembre 1962, lectura del Evangelio y sus exigencias, al someterlo poco página 14.) o mucho a mentalidades partidistas o ideológicas que les son extrañas. Se han hecho muchas distinciones: cristiano y ciuda En estas ambigüedades hay de todo: las hay inadmisi dano, acción católica y acción política, acción en cuanto bles y las hay necesarias. Las mezclamos expresamente cristiano y acción en cuanto ciudadano. A pesar de todo para resaltar la pobreza de la actual conciencia cristiana lo que tengan de válido (igual que de provisional), estas en política. El padre Jolif, jefe de estudios de Abresle, distinciones no pueden ocultarnos una convicción esen también lo ha señalado: «Es muy característico que los cial : no hay otra salida que ser infiel al reino de los cielos teólogos, salvo raras excepciones, no hayan llegado todavía cuando, profesando un mismo credo y viviendo un mismo a hacer una reflexión sobre lo político como tal. Para dar Evangelio (que es una misma cosa), sacerdotes y cristianos las normas de la vida política bastan dos páginas en un se dividen en un problema de política esencial, que es tam tratado de teología moral muy extendido '. Se aprende que bién un problema de Verdad. Cierto que existen problemas el poder civil tiene el deber de velar por el bien general y libres, pero ¿son tan numerosos y en la medida en que los que los diputados deben favorecer de una manera positiva imaginamos? No llegamos a pensarlo con seriedad. La fe el bien común. En cuanto a los ciudadanos, su misión es que no actúa, o que no actúa hasta las últimas consecuen amar a la patria, respetar la autoridad, elegir buenos dipu cias, y por tanto hasta el nivel político, ¿es una fe sincera, tados, obedecer las leyes en general y las fiscales de una encarnada? Más claro y más brutalmente: un mismo Evan manera especial (este último punto ocupa casi la mitad de gelio, ¿puede dejarnos libres para elegir a favor o en toda la exposición). Finalmente, los soldados, que se han contra de una misma guerra? Finalmente, en 1914, los cris comprometido voluntariamente, deben cumplir el contrato tianos ¿tuvieron lucidez cuando, por ambas partes, justi y realizar su servicio. No es exagerado decir que la teolo ficaban, y algunas veces de manera entusiasta, el valor de gía política, que conoció un magnífico desarrollo en el la guerra que hacían unos contra otros? Lo que fue el siglo xvi, principalmente con Victoria, no ha sobrevivido drama de Benedicto XV, ¿fue también el drama de los la aventura moderna. La agitación política que acompañó cristianos de su tiempo? Viendo estas cosas, ¿qué pueden a la guerra de Argelia ha demostrado hasta qué punto pensar de nuestra fe los que no creen que el Señor ha puede conducir una falta de reflexión en este campo. muerto y ha resucitado? ¿No les parecerá un lujo, algo 1. H. JoNr, Précis de théologie morale catholique, p. 137-139. ¡No juzgar la 2. Y.-R. PASCAL, «Le Civisme, alibi du politique», Economía y Humanismo, teología moral a partir d« un solo autor, aunque sea universal! enero 1961, ps. 26-35. 20 21