Dario Rojas (Curicó, Chile, 1983), profesor e investigador del Departamento de Lingüís tica de la Universidad de Chile. Doctor en Fi ología Hispánica por la Universidad de Valla dolidy magíster en Lingüística Hispánica por Universidad de Chile. Sus principales áreas de interés son la his "oria de la lengua española, la historiografía 1 lingüística, la sociologia del lenguaje y la pla nificación lingüística, con unespecialénfasis en el contexto chileno. Ha sido investigador responsable y colaborador en varios proyec tos de investigación y ha publicado varios I artículos sobre los temas antes señalados, tanto en revistas nacionales como interna cionales. Su actividad académica puede conside rarse marcada por el interés en los aspectos sociales y culturales del lenguaje, entendido este como fenómeno esencialmente históri co, y por la aplicación de la lingüística a los problemas propios de la cultura chilena. Desde marzo de 2014, esmiembrocorres pondiente por Santiago de la Academia Chi lena de la Lengua. ¿POR QUÉ LOS CHILENOS HABLAMOS COMO HABLAMOS? --- DARIO ROJAS ¿POR QUÉ LOS CHILENOS HABLAMOS COMO HABLAMOS? Mitos e historia de nuestro lenguaje uqbar EDITORES ÍNDICE ¿HABLAMOS MAL LOS CHILENOS? 9 EL LENGUAJE NO CAMBIA «POR ALGO», SINO «PARA ALGO » 13 Capítulo 1 LA HISTORIA DEL ESPAÑOL ANTES DE SU LLEGADA A AMÉRICA 19 Capítulo 2 LA LENGUA ESPAÑOLA EN AMÉRICA 47 Capítulo 3 EL ESPAÑOL EN CHILE 87 Los CHILENOS NO HABLAMOS MAL POR HABLAR COMO CHILENOS 123 REFERENCIAS Y OBRAS CITADAS 125 ¿HABLAMOS MAL LOS CHILENOS? Este pretende ser un libro breve y sencillo sobre la historia de la lengua española, que se concentra especialmente en sus capítulos americano y chileno. Sería lo que se denomina un libro de divulgación sobre un contenido académico, pero su finalidad no es meramente dar a conocer la historia de este idioma, sino poner la historia de la lengua en relación con una pregunta muy común en el medio cultural de este país, que salió a la palestra sobre todo con motivo de la celebración del Bicentenario: «¿cómo hablamos los chilenos?», la usual que mente va acompañada de la respuesta «mal». En este senti do, mi aproximación podría servir para responder, más bien, la pregunta de por qué los chilenos hablamos de la manera en que lo hacemos. En síntesis, pretendo ofrecer elementos de juicio, provenientes de la historia de la lengua española, para contribuir a abordar de manera crítica el lugar común de que en Chile se habla muy mal la lengua española (lugar común que, adelanto, me parece un prejuicio y no lo comparto). Sobre la historia de la lengua española, en general, se han escrito manuales y obras de referencia usadas por generaciones de estudiantes de lengua y literatura, tales como la «Historia de la lengua española» de Rafael Lapesa, publicado por primera vez en 1942, o el clásico «Manual de gramática histórica española» de Ramón Menéndez Pidal, cuya primera versión es de 1904. En 9 POR QUE LOS CHILENOS HABLAMOS COMO HABLAMOS? décadas recientes han seguido apareciendo obras de referencia generales, de las cuales la última, según nuestro conocimiento, es la «Historia mínima de la lengua española» de Luis Fernando Lara de 2013. Para la historia del español de América, tenemos una serie de monografías dedicadas a áreas geopolíticas especí ficas, u otras de alcance más general como los tratados de Juan Antonio Frago «Historia del español de América» (1999) y «El español de América en la Independencia» (2010), entre otros. Para la historia de la lengua española en Chile, aunque existe un número importante de estudios sólidos, el único in tento de sistematización de los hallazgos es el brevísimo libro de Nelson Cartagena «Apuntes para la historia del español en Chile». Sin embargo, todos estos estudios, incluido el de Carta gena, están destinados a un lector especializado. El presente li bro, en cambio, está dirigido a un público no (necesariamente) especializado en lengua y literatura. Dicho lo anterior, el lector debe quedar advertido de que me he ocupado sobre todo en reunir información conseguida con esfuerzo por otros estudiosos; muy poco de lo puesto en estas páginas se origina en mi propia reflexión e investigacio nes. Por esta razón, sin querer caer en un estilo demasiado académico, a menudo indico los autores y textos que me han servido de fuentes, y al final he añadido una lista de referencias bibliográficas que, además, espero sirva al lector curioso como herramienta para ampliar sus conocimientos sobre esta mate ria. En general, las obras de Lapesa, Menéndez Pidal, Lara y Frago me han servido como fuentes de donde he tomado mu cha información, aunque no siempre los cite. También me he servido de algunos manuales dirigidos a público especializado, tales como la «Historia de la lengua española» coordinada por Rafael Cano en 2004. 1o