TESIS DOCTORAL 2014 LA POLITICA EDUCATIVA DE LAS ENSEÑANZAS DE SORDOMUDOS EN ESPAÑA A TRAVÉS DEL COLEGIO NACIONAL DE SORDOMUDOS DE MADRID (1875-2000) Alfredo Alcina Madueño Licenciado en Ciencias de la Información Departamento de Historia de la Educación y Educación Comparada Facultad de Educación. UNED Director de la tesis: Profesor Dr. Olegario Negrín Fajardo 1 Departamento de Historia de la Educación y Educación Comparada. Facultad de Educación. UNED Título de la tesis: LA POLITICA EDUCATIVA DE LAS ENSEÑANZAS DE SORDOMUDOS EN ESPAÑA A TRAVÉS DEL COLEGIO NACIONAL DE SORDOMUDOS DE MADRID (1875-2000) Alfredo Alcina Madueño. Licenciado en Ciencias de la Información Director: Profesor Dr. Olegario Negrín Fajardo 2 ÍNDICE GENERAL DE CONTENIDOS Datos generales 1 Índice de capítulos 3 Introducción 6 Capítulo I. Las políticas educativas de las enseñanzas de sordomudos anteriores a la Restauración (1875) 25 1. Las enseñanzas de sordomudos y las políticas educativas en los últimos años del Antiguo Régimen 25 2. La política educativa de las enseñanzas de sordomudos durante el Trienio liberal (1820-23) 38 3. La política educativa de las enseñanzas de sordomudos en el periodo de implantación del régimen liberal (1833-1852) 45 4. Las políticas educativas de las enseñanzas de sordomudos durante el periodo 1852 y 1868 60 Capítulo II. Las políticas educativas de las enseñanzas de sordomudos durante la Restauración, parte 1ª (1875-1900) 78 1. Introducción a la ordenación general de las enseñanzas de sordomudos durante el Sexenio democrático (1868-1874) 81 2. La política educativa centrada en el Colegio de Sordomudos de Madrid (1875-1900) 83 3. La política de escolarización del alumnado sordomudo (1875-1900) 88 Capítulo III. Las políticas educativas de las enseñanzas de sordomudos durante la Restauración, parte 2ª (1900-1910) 95 1. El pensamiento de las formaciones políticas sobre las enseñanzas de sordomudos al iniciarse el siglo XX 100 2. La política de escolarización y la reforma de las enseñanzas de Sordomudos 103 3. El Colegio Nacional de Sordomudos de Madrid: una realidad importante para la administración educativa 118 4. Consideraciones críticas sobre la política educativa de las enseñanzas de sordomudos y de su reforma 123 3 Capítulo IV. Las enseñanzas de educación especial. Su institucionalización durante la Restauración, parte 3ª (1910-1923) 139 1. Las enseñanzas de sordomudos al iniciarse la institucionalización y organización de la educación especial en España 139 2. Una nueva forma de comprender las enseñanzas de sordomudos: la educación especial y los patronatos nacionales 143 3. La estructura institucional de la educación especial analizada desde los presupuestos del Estado 191 Capítulo V. Las políticas educativas de las enseñanzas de sordomudos en la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) 195 1. Estado y situación de la red escolar de centros de sordomudos (1923-1931) 198 2. El control de las enseñanzas de sordomudos, del Colegio Nacional y de su profesorado (1923-1931) 200 3. Las políticas de formación del profesorado de sordomudos. La innovación educativa en el Colegio de Sordomudos de Madrid y las enseñanzas profesionales 209 Capítulo VI. La II República y las políticas educativas de las enseñanzas de sordomudos 221 1. La política educativa relativa a las enseñanzas de sordomudos durante el bienio azañista 227 2. La vuelta a los patronatos nacionales durante el bienio 1934 y 1935 y la política del ministro Villalobos. La política de formación del profesorado de sordomudos a partir de 1934 243 3. La política educativa durante 1935-36: la inspección de las enseñanzas y la red escolar de sordomudos 255 4. La política educativa de la República en guerra: evacuación del alumnado sordomudo y depuración del Colegio 261 Capítulo VII. La política educativa de las enseñanzas de sordomudos en el régimen de Franco. Parte 1ª (1939 – 1970) 272 4 1. Fundamentos de la política educativa del franquismo inicial 272 2. La depuración franquista del Colegio de Sordomudos 275 3. La política educativa de las enseñanzas de sordomudos en la década de los 40 286 4. Las políticas educativas de las enseñanzas de sordomudos durante los años 50 y 60 301 Capítulo VIII. La política educativa de las enseñanzas de sordos en el régimen de Franco. Parte II (1970-1975) y la Transición política 330 1. Las políticas relativas a la educación especial y a las enseñanzas de sordos durante el periodo 1970-1975 335 2. Se institucionaliza la Educación Especial: el Instituto Nacional de Educación Especial (1975-1982). Las enseñanzas de sordos 339 3. La formación del profesorado de Educación Especial en el periodo 1970 a 1982 359 Capítulo IX. Introducción a la política de integración en la España constitucional (1983-2000) 366 1. La política de escolarización del alumnado sordo (1983-2000) 369 2. Un cambio en las políticas de escolarización del alumnado sordo: la presencia de las lenguas de signos (1995-2000) 392 3. La evaluación del proceso de integración en el periodo 1983-2000. Una consideración crítica 412 Conclusiones 424 Bibliografía 435 Normativa 455 Documentos de archivo 512 Lista general de cuadros 534 5 INTRODUCCIÓN El título de la tesis, La política educativa de las enseñanzas de sordomudos en España a través del Colegio Nacional de Sordomudos de Madrid (1875-2000), nos lleva a hacer dos consideraciones aclaratorias previas, la primera relativa a los componentes conceptuales del título y una segunda, a los tres elementos actores de esta investigación que son el Colegio de Sordomudos, el alumnado sordomudo y la administración educativa. A los efectos de la primera idea, del título se extraen tres significados propios, nos referimos a política educativa, enseñanzas de sordomudos y al término sordomudo. Son varios los autores (Jiménez, 2007;Medina, 1999; Pedró y Puig, 1998; Puelles, 1999, 2004) que coinciden en considerar que la expresión política de educación presenta cierta polisemia o riqueza semántica y produce una doble conceptualización, una se asocia a la política que se aplica a la educación de un determinado país que es la política como actividad y que se expresa bajo la asignación de política educativa o de educación, y la otra, es la política como conocimiento de esa actividad, la política como disciplina social y que tiene el nombre de Política de la Educación. El profesor Puelles 1 plantea usar “la expresión política educativa para referirnos a las políticas concretas de un gobierno o de una nación que ancla sus raíces en una ideología determinada y que se afana a la consecución de unos fines específicos”, mientras “la Política de Educación, con mayúsculas, hará referencia siempre a una disciplina académica que se sitúa en el plano del conocimiento, que estudia no solo las políticas educativas, sino también el complejo y delicado mundo que constituyen las relaciones que hay entre la educación y la política “. Si bien, el mismo autor considera que su campo y corpus todavía presenta una falta de claridad conceptual significativa. Pedró y Puig 2 dicen que “la Política educativa es una, es la ciencia Política en su aplicación al caso concreto de la educación, pero las políticas educativas son múltiples, diversas, alternativas…” y con Puelles coinciden en que las políticas educativas son las acciones o líneas de actuación de un gobierno o autoridad con competencias educativas dirigidas a conseguir determinados objetivos o resolver determinados problemas. En otros términos, “Una política educativa es el resultado de una actividad de una autoridad pública 1 DE PUELLES BENITEZ, M. (2004). Elementos de política de la educación. Madrid: UNED, pp. 28 y 41. 2 PEDRÓ, F. y PUIG, I. (1998). Las reformas educativas. Una perspectiva política y comparada. Barcelona: Paidós, pp.19 y 22. 6 (investida de poder público y de legitimidad gubernamental) en el sector educativo” . Colom y Domínguez 3 afirman que “la política educativa nos demuestra y evidencia que existe una nueva atalaya –la política-- desde la cual acceder al conocimiento y a la comprensión del fenómeno pedagógico”. Las enseñanzas de sordomudos es una expresión comprensiva que hace referencia en la tesis al elemento curricular de estas enseñanzas, a sus métodos y enfoques y también a sus instituciones educativas, a su red ordinaria y especial de centros, a sus profesores, a su sistema formativo y a sus alumnos. En cuanto a la parte adjetiva de la expresión citada, en este caso, sordomudos, esta nominación a lo largo de la tesis siempre se adapta y plantea con criterios históricos, es decir, tal como se denominaban con mayor frecuencia en las correspondientes épocas o etapas a estos alumnos, lo que supone utilizar expresiones tales como, sordo-mudos, sordomudos, sordoparlantes, sordos, Personas Sordas o personas con déficit auditivo, que en definitiva vienen a expresar la forma en que profesionales, administración educativa e incluso la sociedad los aprende. Esta diversidad en las expresiones establecen una evolución histórica cuyo estudio presenta interesantes conclusiones, por ejemplo, la expresión sordoparlante se empieza a utilizar en el último tercio del siglo XIX cuando el objetivo educativo fundamental es que el sordo hable o la expresión más moderna y reciente de Persona Sorda, procedente fundamentalmente del asociacionismo sordo vinculado con una cultura que tiene como referencia fundamental el uso de la lengua de signos como medio de comunicación entre ellos y comprensión del mundo. Aun siendo diversas las manifestaciones nominales, las dos formas ortográficas más usadas en la tesis son la de sordomudos y la de sordos, el primero de estos términos está vigente hasta la década de los 60 del pasado siglo y el segundo se utiliza para el resto del tiempo objeto del estudio y si entre estos dos términos hay que hacer alguna apreciación cualitativa entre su significante y su significado hay que decir que en general es más ajustado el segundo ya que el de sordomudo se separa de su realidad fisiológica, o en otros términos, el sordo generalmente no es mudo, si bien, históricamente se ha mantenido la idea contraria, y tanto ha calado esa idea que en la Lengua de Signos 3 COLOM, A. y DOMÍNGUEZ, E. (1997). Introducción a la política de la educación. Barcelona: Ariel, citado por Jesús Jiménez Martin en su tesis: Epistemología de la política educativa. Una justificación teórica. Universidad de Burgos. DVD, p.8. 7 Española, idioma o expresión propia de las personas sordas que lo utilizan, los parámetros constitutivos del signo sordo señalan el oído y la boca. En cuanto a la presencia de tres actores u objetos en la investigación, que son el Colegio Nacional de Sordomudos, el alumnado sordo y la administración educativa, se plantean algunas apreciaciones introductorias. El Colegio Nacional de Sordos de Madrid es la institución que ha mantenido unos fines constantes durante casi 200 años consistentes en enseñar a los sordos y ser lugar de preparación para el profesorado especial a lo largo de distintos regímenes políticos y ubicaciones físicas y además ha sido objeto directo de las políticas educativas de la administración central durante muchos periodos histórico. El Colegio desaparece en 2001 cuando la administración educativa de la Comunidad de Madrid considera que su función como colegio no tiene sentido o aplicación, en tanto que su papel u objetivos se reduce a dos funciones que puede hacer en un contexto de aula y por tanto no requiere una dimensión de centro escolar. Son las dirigidas a los alumnos sordos adscritos a proyectos bilingües y las de los alumnos sordos con déficit psíquicos prioritariamente y que cursan la llamada Enseñanza Básica Obligatoria (EBO). Esas dos funciones, considera la administración educativa de la comunidad de Madrid, también pueden ser impartidas en un contexto escolar normalizado, es decir en un centro ordinario u oyente, tal como en ese momento es principio básico de la política educativa. El Colegio de Sordos de Madrid como centro bicentenario ha presentado a lo largo de las etapas de estudio distintas denominaciones, lógicas en atención al poder político existente o a otras razones de política educativa. Al ponerse en funcionamiento en 1805 tiene la denominación de Real Colegio de Sordomudos, a partir de 1838 pasa a llamarse Colegio Nacional de Sordomudos, expresión que se enclava en la experiencia liberal y que puede tener relación con el planteamiento que se empieza a vivir en aquellos años de construir un sistema nacional de enseñanzas de sordomudos y también porque acepta alumnos de todas las provincias del país. La nominación de nacional que aparece por primera vez en el Reglamento del Colegio de 1838 pervive hasta muy entrada la década de 1960, pero además el Colegio de Sordomudos lleva adjunto el Colegio de Ciegos que se establece en los locales de Sordomudos en la década de 1830 y durante casi 100 años aparece conjuntamente en las denominaciones oficiales, en los presupuestos del Estado o en el imaginario colectivo y social. Es decir, lo conocemos por Colegio Nacional de Sordomudos y de Ciegos, expresión que puede dar lugar a inferir la existencia de dos colegios en unas ocasiones y en otras de uno solo. A los efectos de la expresión en la tesis se mantiene el criterio histórico, es decir, usar el que se utilice en la etapa objeto de estudio. 8 En los últimos años de la investigación hay importantes cambios de nombre de esta institución, también por razones de política educativa. Así en la década de 1960 el Colegio Nacional se transforma en el Instituto Nacional de Pedagogía de Sordos, expresión de cierto raigambre que el franquismo otorga solo a determinados centros de educación especial que por su importancia son referentes en su sector. En 1986, la política educativa del Partido Socialista Obrero Español lo trasforma en un centro de educación especial convencional e idéntico a otros tantos de sordos y pasa a denominarse Colegio de Educación Especial de Sordos y con esta denominación desaparece en 2001. A efectos narrativos denominaremos el colegio bajo alguna de estas expresiones: Colegio, Colegio Nacional, Colegio Nacional de Sordomudos o Colegio Nacional de Sordomudos y Ciegos y en algunos casos utilizaremos las siglas de este último, CNSMyC. En cuanto al alumnado sordo como otro de los sujetos de la tesis ya se han hecho en líneas más arriba algunas acotaciones sobre su denominación que se completan con las siguientes de naturaleza educativa y humana. En la historia de la educación especial estos alumnos se encuentran normalmente en situación de elipsis gramatical, es decir, existen como tal pero no suele figurar su opinión o las de sus representantes ni en las vicisitudes de la enseñanza o en las políticas educativas que otros sujetos e instancias establecen que se apliquen. El alumno sordomudo visto históricamente es un ser ontológicamente vago en su definición o si se quiere indefinido, salvo en que evolutivamente la acción de la política educativa va definiéndole en su deficiencia con más precisión educativa y médica. Por lo demás, es poco e impreciso lo que se sabe con relación a su rendimiento escolar o cómo evoluciona en la adquisición de los conocimientos, en sus competencias escolares, sociales y emocionales que lo deben llevar a la integración en la sociedad como a lo largo del tiempo se les prometía en los objetivos educativos establecidos para ellos. Sobre el tercer sujeto, la administración educativa se puede decir que es el sujeto que a lo largo del tiempo estudiado expresa el poder político conferido a un conjunto de instituciones que tienen un comportamiento diverso con las enseñanzas de sordomudos, unas veces es una administración distante, otras veces ajena e incluso otras veces es seria y comprometida, pero casi siempre poderosa con los sordomudos y con capacidad para crear y extinguir escuelas u órganos de gestión y dirección o para definir tendencias o los enfoques educativos en estas enseñanzas. 9 Los responsables de las políticas de las enseñanzas de sordomudos son los mismos de las enseñanzas generales y una de las consecuencias en nuestro país, es posible que ocurra lo mismo en otros, es que las enseñanzas de sordomudos evolucionan históricamente siguiendo las pautas de las políticas educativas generales y que la parte del sistema educativo dedicado a estas enseñanzas suele ser sincrónica en cuanto a realizaciones de red escolar, de formación del profesorado, de incremento de fondos o presupuestos, con el global del sistema educativo. Hechas estas acotaciones, sin más fin que establecer una primera introducción en la investigación, nos planteamos ¿qué conocimiento científico existe sobre las enseñanzas de sordomudos en las diversas disciplinas que nos permitan conocer su historia, su didáctica, sus instituciones, sus figuras más representativas e incluso y objeto directo de la tesis, las políticas educativas relativas a estas enseñanzas en España? Nos estamos refiriendo en términos más precisos a ¿cuál es el estado de la cuestión de las enseñanzas de sordomudos y de sus políticas educativas en España al iniciar esta investigación ?. Lorenzo Luzuriaga 4 decía que: “Una verdadera historia no podremos, sin embargo, tenerla, en tanto que no se conozca bien: 1.º las ideas o ideales que han orientado nuestra vida escolar; 2.º la legislación en que han cristalizado aquéllos y que ha regulado el funcionamiento de la enseñanza española, y 3.º la situación real, verdadera, en que esta se ha encontrado”. Estas ideas pueden ayudarnos a conformar un modelo para plantear un estado de la cuestión que ordene y de coherencia a los tres tipos de fuentes comúnmente usadas para plantearse los conocimientos existentes sobre un tema o asunto de la naturaleza de la tesis. Las fuentes existentes son la bibliografía y trabajos de investigación existentes o conocidos, la documentación de archivo y los textos jurídicos y disposiciones administrativas. Desde el punto de vista de la existencia de la fuente bibliográfica, las enseñanzas de sordomudos en nuestro país devienen en un objeto de estudio muy restringido, mínimo o si se quiere un tema de estudio muy especializado. La razón puede ser histórica y quizás tenga relación con el escaso número de alumnos afectados por la deficiencia auditiva matriculados en el sistema escolar o bien porque el sector al que pertenece, la educación especial haya tenido hasta épocas muy reciente una dimensión menor. El hecho es que nos 4 LUZURIAGA, L. (1917). Documentos para la historia escolar de España. Junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas. Centros de Estudios Históricos. Madrid: Imprenta de Julio Cosano. Tomo I y II, en pp. VII. 10
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