PAUL KRUGMAN PREMIO NOBEL DE ECONOM~A CON ESTA I CON ESTA CRISIS! TRADUCCldN CASTELLANA DE CECILIA BELZA Y GONZALO GARCIA Critica Barcelona Primera edicion: mayo de 2012 Segunda impresi6n: mayo de 2012 No se permite la reproduction total o parcial de este libro, ni su incorporacibn a un sistema inform&- tico, ni su transmisi6n en cualquier forma o por cualquier medio, sea iste electronico, mecanico, por fotocopia, por grabacion u otros mitodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracci6n de 10s derechos rnencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del CBdigo Penal) Dirijase a CEDRO (Centro Espaiiol de Derechos Reprograficos) si necesita fotocopiar o escanear algun fragment0 de esta obra. Puede contactar con CEDRO a travis de la web www.conlicencia.com o por telkfono en el 91 702 19 70 193 272 04 47 Titulo original: End This Depression Now! Paul Krugman Adaptacibn de la cubierta: Jaime Fernindez Realization: Atona, S.L. Composici6n: gama, sl O 2012, Melrose Road Partners O 2012, de la traduccibn: Cecilia Belza y Gonzalo Garcia O 2012 de la presente edicidn para Espaiia y Amkrica: CR~TICA,S .L., Diagonal 662-664,08034 Barcelona [email protected] www.ed-critica.es www.espacioculturalyacademico.com ISBN: 978-84-9892-261-5 Deposito legal: M. 9.807-2012 2012. Impreso y encuadernado en Espaiia por Didalo Offset (Madrid) A los que estan en paro, que merecelz algo mejor Y ahora, 2quC hacemos? E L PRESENTE LIBRO versa sobre la depresion economics que afli- ge ahora a Estados Unidos y muchos otros paises; una depre- sion que acaba de entrar en su quinto aiio y que no muestra ningun signo de terminar en breve. Ciertamente, se han publicado ya mu- chos libros sobre la crisis financiera de 2008, que seiialo el inicio de esta depresion, y sin duda se estAn preparando muchos otros. Pero este libro, segiin creo, es distinto de la gran mayoria porque intenta dar respuesta a una pregunta distinta. En su mayoria, la floreciente bibliografia sobre nuestro desastre economico inquie- re: 2Como ha pasado esto?> >Y. o, en cambio, me pregunto: <<Y << ahora, 2 quC hacemos? D. Obviamente, son preguntas con cierta relacion; per0 en nin- gun caso son la misma. Saber quC causa un ataque de corazon no nos aclara quk tratamiento darle cuando ocurre; lo mismo cabe afirmar de las crisis economicas. Y ahora mismo, la cuestion del tratamiento deberia ser la que miis nos preocupara. Cada vez que leo articulos, acadkmicos o de opinion, que analizan lo que de- beriamos hacer para prevenir futuras crisis financieras -y son muchos 10s articulos de esa clase que leo-, me despiertan cier- ta impaciencia. Si, de acuerdo, la cuestion merece atencion; per0 como alin tenemos que recuperarnos de la dtima crisis, <nod e- beriamos tener como prioridad clara la recuperacibn de la crisis actual? 10 iACABAD YA CON ESTA CRISIS! Pues aun vivimos, en buena medida, eclipsados por la catastro- fe econ6mica que golpe6 tanto a Europa como a Estados Unidos hace cuatro aiios. El product0 interior bruto (PIB), que normal- mente crece unos dos puntos porcentuales a1 afio, apenas supera el miiximo previo a la crisis incluso en paises que han vivido una re- cuperaci6n relativamente fuerte; y en varios paises europeos se ha reducido en cifras de dos digitos. Entretanto, el desempleo, en 10s dos lados del Atlintico, sigue remontindose a niveles que antes de la crisis nos habrian parecido inconcebibles. La mejor forma de pensar sobre esta crisis continuada, a mi mod0 de ver, es aceptar el hecho de que estamos viviendo una ver- dadera depresion. No la Gran Depresibn, de acuerdo; o no para la mayoria de nosotros, pues la respuesta es muy distinta si se les pre- gunta a 10s griegos, 10s irlandeses o incluso 10s espafioles, con un desempleo del23 por 100 (y de casi el 50 por 100 entre 10s j6ve- nes), Y, como fuere, esencialmente se trata de la misma clase de situaci6n que John Maynard Keynes describi6 en la dicada de 1930: w n e stado cr6nico de actividad inferior a la normal durante un period0 de tiempo considerable, sin tendencia marcada ni hacia la recuperaci6n ni hacia el hundimiento complete>>. Y esta no es una ninguna situation satisfactoria. Hay algunos economistas y algunos importantes gestores politicos que parecen satisfechos con evitar el <<hundimientcoo mplete>>; per0 la realidad es que el presente <<estadocr 6nico de actividad inferior a la nor- mal~q,u e se refleja sobre todo en la falta de puestos de trabajo, esti causando una acumulaci6n de graves penalidades a muchas personas. Asi pues, es de veras esencial que adoptemos medidas que favo- rezcan una recuperaci6n real y completa. Y aqui viene la clave: sabemos c6mo hacerlo; a1 menos, deberiamos saberlo. Estamos sufriendo penalidades que -pese a todas las diferencias de detalle que se deben a 10s 75 aiios de cambio social, tecnol6gico y econo- mico- son claramente similares a las de 10s aiios treinta. Y sabe- mos qui deberian haber hecho entonces 10s gestores politicos: tan- to por 10s andisis contemporineos de Keynes y otros economistas, como por el gran numero de estudios posteriores. Estos mismos anailisis nos indican qui deberiamos hacer para solventar las difi- cultades que experimentamos hoy. Por desgracia, no estamos usando el conocimiento que tenemos porque, por una serie diversa de razones, demasiadas personas de entre las que mas pesan -politicos, funcionarios publicos de pri- mer orden y la clase mas general de autores y comentaristas que definen el saber convencional- han elegido olvidar las lecciones de la historia y las conclusiones de varias generaciones de grandes analistas economicos; y en lugar de este conocimiento, obtenido con tanto empeiio, han optado por prejuicios ideologica y politica- mente convenientes. Sobre todo, el saber convencional de aquellos que algunos de nosotros hemos pasado a denominar, con sarcas- mo, la <<gentme uy seria>>h,a hecho caso omiso por completo de la maxima esencial de Keynes: <<ealu ge, y no la depresion, es la hora de la austeridad,,. Es hora de que el gobierno gaste mis, y no me- nos, hasta que el sector privado esti preparado de nuevo para im- pulsar la economia. Sin embargo, lo habitual ha sido instaurar po- liticas de austeridad y de destruction de empleo. Este libro, pues, intenta romper con el predominio de este saber convencional tan destructivo y defiende la necesidad de adoptar politicas expansivas y de creation de empleo. Para esta defensa ten- drC que presentar pruebas, por lo que el libro contiene algunos cuadros y figuras. Pero confio en que esto no lo haga parecer un texto tCcnico; en que siga siendo accesible a cualquier lector inteli- gente, sin conocimientos especiales de economia. Pues lo que in- tento hacer aqui, de hecho, es saltar por encima de esa .gente se- ria>>q ue, por la razon que sea, nos ha metido a todos en el camino equivocado, a costa de enormes sufrimientos para nuestras econo- mias y nuestras sociedades; y apelo en cambio a una opinion pu- blica informada, que nos lleve a hacer lo correcto. Tal vez -solo tal vez- nuestra economia esti por fin en el tra- yecto riipido a una verdadera recuperacion cuando este libro lle- gue a las estanterias, con lo que mi llamamiento no seri necesario. Asi lo deseo, con todas mis fuerzas; per0 dud0 mucho de que sea asi. El hecho es que todos 10s indicios apuntan a que nuestra eco- nomia seguiri estando dCbil durante mucho tiempo, mientras 10s 12 iACABAD YA CON ESTA CRISIS! gestores de nuestras politicas no cambien el rumbo. A lo que aspi- ro con estas piginas es a ejercer presion, a travis de una opinion p6blica informada, para que ese rumbo cambie de una vez y aca- bemos ya con esta crisis. < Cuin ma1 estiin las cosas? -Creo que, ahora que empiezan a emerger esos brotes verdes en distinros mercados y que ha empezado a restau- rarse la confianza, esto iniciari la dinimica positiva que re- cuperari nuestra economia. -<Ve usted brotes verdes? -Si que 10s veo, veo brotes verdes. BENB ERNANKpEr,e sidente de la Reserva Federal, entrevistado por 60 Minutes, 15 de marzo de 2009 E N MARZO DE 2009, Ben Bernanke, quien normalmente no es ni el mas alegre ni el mis poitico de 10s hombres, rebos6 optimis- mo a1 respecto de la perspectiva economica. Tras la caida de Leh- man Brothers, seis meses antes, Estados Unidos habia entrado en un picado economico terrorifico. Pero el presidente de la Fed apa- recio en el programa de television 60 Minutes y declaro que la pri- mavera estaba proxima. Sus comentarios adquirieron fama inmediata, en parte por lo si- guiente: exhibian un inquietante parecido con las palabras de Chan- ce -alias Chauncey Gardiner-, el jardinero simple a1 cual, en la pelicula Being There," se confunde con un hombre sabio. En una de las escenas de este filme se pide a Chance que comente la politica economica y este tranquiliza a1 presidente diciendo: <<Mientraqs ue ... no se corten las raices, todo esta y estara bien en el jardin En pri- mavera habra crecimiento,,. A pesar de las bromas, sin embargo, el optimismo de Bernanke era ampliamente compartido. A finales de 2009, Time eligi6 a Bernanke como su <<Personda el Anon. * El titulo se tradujo a1 espafiol como Bienvenido Mr. Chance. (N.d e 10s t.) 14 iACABAD YA CON ESTA CRISIS! Por desgracia, no todo iba bien en el jardin y el crecimiento prometido no llegi, nunca. Para ser justos, Bernanke tenia raz6n a1 afirmar que la crisis estaba mejorando. El pinico que se habia apoderado de 10s merca- dos financieros estaba calmandose y el hundimiento economico perdia velocidad. Segun el contador oficial de la Agencia Nacional de Estudios Econ6micos de Estados Unidos, la denominada ((Gran Recesii,nn, que habia comenzado en diciembre de 2007, termini, en junio de 2009, cuando se inicib una recuperaci6n. Pero si hubo tal recuperacihn, fue de una clase que sirvi6 de muy poca ayuda a la mayoria de estadounidenses. Los puestos de trabajo siguieron siendo escasos; cada vez mis familias continuaban agotando sus ahorros, perdiendo sus hogares y, lo peor de todo, perdiendo la esperanza. Ciertamente, la tasa de desempleo ha descendido con respecto a1 miximo que alcanzi, en octubre de 2009. Pero la mejo- ra ha avanzado a paso de caracol; varios aiios despuis de que Ber- nanke hablara de ella, seguimos esperando a que la ((diniimicap o- sitiva* haga su aparicibn. Y esto era en Estados Unidos, que, a1 menos desde el punto de vista ticnico, vivia una recuperacion. Otros paises ni siquiera lo- graron esto. En Irlanda, en Grecia, en Espaiia, en Italia, 10s proble- mas con la deuda y 10s programas de ~austeridad,,q ue supuesta- mente debian restaurar la confianza no solo abortaron cualquier clase de recuperacion, sin0 que produjeron nuevas depresiones y multiplicaron el paro. Y las penalidades no cesaron. Escribo estas palabras casi tres aiios despuis de que Bernanke creyera ver aquellos brotes verdes, tres aiios y medio despuis de la caida de Lehman, miis de cuatro aiios despuis del inicio de la Gran Recesion. Y 10s ciudadanos de las naciones miis avanzadas del mundo, de naciones con abundan- cia de recursos, talent0 y saber -todos 10s ingredientes de la pros- peridad y un nivel de vida decente para todos- siguen viviendo en un estado de intenso padecer. En el resto del presente capitulo intentari documentar algunas de las dimensiones principales de este padecimiento. Me centrari principalmente en Estados Unidos, que es tanto el lugar donde
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