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Papa Francisco: Su vida y sus desafíos PDF

80 Pages·2013·16.175 MB·Spanish
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Saverio Gaeta papa FRANCISCO l miércoles 13 de marzo de 2013, alrededor de las E 19 horas, en la Capilla Sixtina volvió a oírse una vez más el tradicional «Acepto», la fórmula con la que quien Su vida y sus desafíos hasta ese momento era el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, aceptaba la voluntad manifes­ tada por sus cohermanos, que acababan de elegirlo Papa. Así comenzaba el 266° pontificado de la historia de la Iglesia, el más inesperado y sorprendente, incluso por el nombre elegido por el nuevo Papa: Francisco. En pocos minutos, con gestos significativos y palabras sencillas, el papa Francisco conquistó al mundo entero. Pero, ¿quién es este Papa «encontrado casi en el fin del mundo»? ¿Cuá­ les son sus orígenes, su historia, su pensamiento? A estas y a otras muchas preguntas responde esta obra de Saverio Gaeta, una de las plumas más autorizadas y seguidas en temas eclesiásticos. En sus páginas se ofrece además una síntesis de los principales retos que el papa Francisco ha­ brá de afrontar: de los escándalos a la reforma de la Curia y del diálogo interreligioso a la nueva evangelización. ISBN 978842/ -207-4 Saverio Gaeta Papa Francisco Su vida y sus desafíos ‘ i". í 1" ■ SAN PABLO Introducción La profecía de una renuncia •t vz¿^SÍM.rededor de las 19 horas del 13 de marzo de 2013, en la Capilla Sixtina, volvió a oírse el tradicional «Acepto», la fórmula con la que quien hasta ese momento era el cardenal Jorge Mario Bergoglio aceptó la voluntad ma- nifestada por sus cohermanos, que acababan de elegirlo nuevo Papa. © SAN PABLO 2013 (Protasio Gómez, 11-15. 28027 Madrid) Tel. 917 425 113 - Fax 917 425 723 Así echó a andar el 266Q pontificado de la E-mail: [email protected] © Edizioni San Paolo. s.r.l. 2013 historia. El más inesperado y al mismo tiempo Título original: Papa Francesco. La vita e le sfide el que abre escenarios inéditos y pone sobre Traducido por Ezequiel Varona Valdivielso - Roberto Heraldo Bemet el tapete interrogantes en parte sin resolver Distribución: SAN PABLO. División Comercial Resina, 1. 28021 Madrid aún. Tel. 917 987 375 - Fax 915 052 050 E-mail: [email protected] La crónica de las últimas semanas, en tram ISBN: 978-84-285-4207-4 Depósito legal: M. 10.212-2013 . ce de convertirse en historia, sigue todavía Impreso en Artes Gráficas Gar.Vi. 28970 Humanes (Madrid) Printed in Spain. Impreso en España ■ Ar viva en los ojos y en el corazón de millones La profecía db una renuncia 7 6 Papa Francisco. Su vida y sus desafíos de 1983 la propone así, en el segundo párra­ de personas. No solo católicos o cristianos, fo del canon 332: «Si el Romano Pontífice puesto que la voz del Pontífice, que se difunde renunciase a su oficio, se requiere para la va­ desde Roma hasta los últimos confines de la lidez que la renuncia sea libre y se manifieste tierra, es un sólido baluarte de valores y un formalmente, pero no que sea aceptada por llamamiento significativo también para mu- nadie». chos que no comparten su camino de fe. En efecto, Benedicto XVI utilizó estos con­ Por eso el anuncio de Benedicto XVI du­ ceptos en su discurso: «Muy consciente de rante el Consistorio ordinario público para la la gravedad de este acto, con total libertad, canonización de algunos beatos, programado declaro que renuncio al ministerio del obispo desde hacía tiempo para el pasado 11 de fe­ de Roma, sucesor de san Pedro, confiado a mí brero en el Palacio apostólico vaticano, no fue por los cardenales el 19 de abril de 2005, de «un rayo en cielo sereno» -como lo definió el modo que, desde el 28 de febrero de 2013, a decano del Colegio cardenalicio Angelo So- las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de dano- solo para las pocas decenas de personas san Pedro, quedará vacante». Desde este úl­ presentes en la ceremonia. En apenas unos timo momento, Joseph Ratzinger se convirtió segundos la noticia dio la vuelta al mundo en el primer «Papa emérito» de la historia. desencadenando un aluvión de opiniones Una sintética confidencia explica su gesto: contradictorias a todos los niveles. Por primera vez, según los expertos en De­ «Después de haber examinado reiteradamen­ recho canónico, se aplicó plenamente una te mi conciencia ante Dios, he llegado a la norma que, sin embargo, siempre ha formado certeza de que, por la edad avanzada, ya no parte del Corpus jurídico de la Iglesia. El Código tengo fuerzas para ejercitar adecuadamente el La profecía de una renuncia 9 8 Papa Francisco. Su vida y sus desafíos jaba de resultar rutinaria. Entre los pocos que ministerio petrino. Soy muy consciente de que la conocían, además del secretario de Estado este ministerio, por su naturaleza espiritual, vaticano Tarcisio Bertone y el secretario par­ debe ser llevado a cabo no únicamente con ticular Georg Gánswein, se encontraban el obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el decano Angelo Sodano (que lo sabía desde el día anterior), el cardenal Gianfranco Ravasi mundo de hoy, sujeto a rápidas transformacio­ nes y sacudido por cuestiones de gran relieve (invitado a predicar los ejercicios espirituales para la vida de la fe, para gobernar la barca de de Cuaresma en la semana sucesiva) y, al pare­ san Pedro y anunciar el Evangelio, es nece­ cer, el mismo cardenal Marc Ouellet, recibido sario también el vigor tanto del cuerpo como según costumbre el sábado 9 por la tarde en su del espíritu, vigor que, en los últimos meses, calidad de prefecto de la Congregación para ha disminuido en mí de tal forma que he de los obispos. reconocer mi incapacidad para ejercer bien el Era una resolución dolorosa, la de Benedic­ ministerio que me fue encomendado». to XVI, que no silenció el trabajo interior del Papa. En el Ángelus del 17 de febrero, comen­ Estas palabras dan a entender que eran muy pocos los que conocían esta decisión; así lo tando las tentaciones de Jesús en el desierto, atestigua la ausencia en la sala del Consistorio dio a entender que había tenido la duda de de varios cardenales, que prefirieron seguir que esta renuncia pudiera ser una tentación cumpliendo sus tareas en lugar de tomar parte a la que él mismo estaba sometido: «En las en una cita que, por significativa que fuera tentaciones está en juego la fe, porque está (se reconocía la santidad de algunos beatos, en juego Dios. En los momentos decisivos de entre otros los mártires de Otranto), no de­ la vida, viéndolo bien, en todo momento, nos 10 Papa Francisco. Su vida y sus desafíos La profecía de una renuncia 11 respecto a la bondad de su iniciativa. En caso encontramos ante una encrucijada: ¿queremos contrario no se explicarían las enérgicas ex­ seguir al yo o a Dios? ¿El interés individual presiones del Ángelus del 24 de febrero: «El o el verdadero Bien, lo que realmente es un Señor me llama a “subir al monte”, a dedicarme bien.7». aún más a la oración y a la meditación. Pero Y en la Audiencia general del 27 de febrero esto no significa abandonar a la Iglesia; al con­ explicó: «En estos últimos meses he notado trario, si Dios me pide esto, es justamente para que mis fuerzas han disminuido, y he pedido que yo pueda seguir sirviéndola con la misma a Dios con insistencia, en la oración, que me dedicación y el mismo amor con el que lo he iluminara con su luz para tomar la decisión hecho hasta ahora, pero de un modo más ade­ más adecuada, no por mi bien, sino por el cuado a mi edad y mis fuerzas». Y otras pala­ bien de la Iglesia. He dado este paso con plena bras de la Audiencia del 27: «No abandono la conciencia de su importancia y de su novedad, cruz, sino que permanezco nuevamente junto pero con una profunda serenidad de ánimo. al Señor crucificado». Amar a la Iglesia significa tener el valor de ha­ Para alguno adquirió un tono profético la cer elecciones difíciles, sufridas, pero teniendo referencia al monte y a la cruz (junto con el siempre delante el bien de la Iglesia y no el de anuncio hecho en la fiesta de la Virgen de uno mismo». Lourdes y al término de la proclamación de Probablemente esta iluminación no tuvo nuevos santos mártires), releyendo las palabras connotaciones sobrenaturales ni las caracterís­ de la tercera parte del secreto de Fátima, don­ ticas de una revelación mística. Pero es igual de sor Lucía dice haber visto a «un obispo ves­ de probable que debió de verificarse en él una tido de blanco (tuvimos el presentimiento de absoluta certeza interior, casi un sello divino, 12 Papa Francisco. Su vida y sus desafíos La profecía de una renuncia 13 que fuera el Santo Padre) [...] subir una mon­ de Collemaggio, el papa Ratzinger se quitó taña empinada, en cuya cima había una gran el palio pontificio, la banda de lana blanca cruz de troncos bastos, como si fuera de corcho en forma circular que indica la potestad del con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar Buen Pastor, y la depositó sobre la urna del allí, atravesó una gran ciudad medio en ruinas santo pontífice, que pasó a la historia por la y medio trémulo, con paso vacilante, afligido «gran renuncia» que hizo el 13 de diciembre de dolor y de pena, rezaba por las almas de los de 1294, después de algo más de cien días de cadáveres que encontraba en su camino; lle­ reinado. gado a la cima del monte, postrado de rodillas La síntesis más intensa de estos casi ocho a los pies de la gran cruz, fue asesinado por un años de pontificado la propuso Benedicto XVI grupo de soldados que le dispararon varios ti­ durante la última Audiencia general, refirién­ ros de arma de fuego y flechas. [...] Bajo ambos dose ante todo al momento en que aceptó brazos de la cruz había dos ángeles, cada uno asumir el magisterio petrino: «Las palabras con una regadera de cristal en la mano, en las que resonaban en mi corazón eran: Señor, ¿por que recogían la sangre de los mártires regando qué me pides esto? ¿Qué me pides? Es un gran con ella a las almas que se acercaban a Dios». peso el que me colocas en los hombros, -pero Mientras, para algún otro adquirió el valor si tú me lo pides, con tu palabra echaré las de un preanuncio cuanto acaeció el 28 de redes, seguro de que me guiarás incluso con abril de 2009, durante su visita a LAquila todas mis debilidades. Y ocho años después pocos días después del devastador terremo­ puedo decir que el Señor me ha guiado, ha to del 6 de abril. Durante el homenaje a los estado cerca de mí, he podido percibir todos restos mortales de Celestino V, en la basílica los días su presencia». 14 Papa Francisco. Su vida y sus desafíos La profecía df. una renuncia 15 Después prosiguió: «Ha sido un trozo de peregrino que comienza la última etapa de su camino de la Iglesia que ha tenido momentos peregrinación en esta tierra». Pero represen­ de alegría y de luz, pero también momentos tan también un viático para su sucesor, que difíciles; me he sentido como san Pedro con en su difícil misión podrá contar en el cielo los apóstoles en la barca del lago de Galilea: con la intercesión del beato Juan Pablo II y el el Señor nos ha dado muchos días de sol y patrocinio de la plegaria de Benedicto XVI en de brisa ligera, días en que la pesca ha sido la tierra. abundante; también ha habido momentos en que las aguas estaban agitadas y el viento con- trario, como en toda la historia de la Iglesia, y el Señor parecía dormir. Pero siempre supe que en aquella barca estaba el Señor y siempre he sabido que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino que es suya. Y el Señor a no deja que se hunda; es El quien la conduce ciertamente también a través de hombres que ha elegido, porque así lo quiso. Esta ha sido y es una certeza que nada puede empañar». Las últimas palabras de despedida, pro­ nunciadas desde el balcón central del Palacio apostólico de Castel Gandolfo, encarnan toda su profunda humildad: «Soy simplemente un La biografía •; b '.'M • Una vida según los planes de Dios Una familia de emigrantes 1 f . «» •• * > - * ■ }■ '« *'(» • Bricco Marmorito, un barrio de Portacomaro Stazione de unos pocos centenares de habí- tantes situado a diez kilómetros al norte de Asti, capital de la provincia homónima, en el Piamonte: allí se hunden las raíces familiares paternas del papa Francisco. Estamos en el bajo Monferrato, tierra de vinos célebres, pero que, lamentablemente, a comienzos del siglo XX no era capaz de alimentar a todos sus hijos. «Emigro para comer», fue la frase de un campesino utilizada por Edmondo De Amicis en el libro Sull’oceano, de 1889, para sintetizar con elocuencia la dramática realidad de la emigración italiana hacia América Latina. Una vez más, en enero de 1929, la agota-

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