~r-, 1Tinno -,obA.--J ~' Este libro pretende acercarse a los usos orales y visuales practicados por la cultura aristocrática de corte durante los siglos xv1 y xv11, nunca aten didos por la historiografía, mientras que sí lo han sido sus usos escritos. Formas expresivas que pugnaban y se complementaban entre sí, con objeto de dar a conocer, al tiempo que comuni car y crear memoria, la palabra y la imagen vi sual, gozaron en su tiempo de un especial esta tuto que las hacía eficaces a la hora de repre sentar un ethos estamental, en el doble sentido de distinguir y sancionar las prácticas aristocráti cas. La obra pasa revista a la particular oralidad que caracterizaría a los caballeros y damas de la corte, mostrando cómo su voz los distinguiría del común, trasladándose a cartas así como a li brillos de memoria. Asimismo, se atiende a lo caballeresco visual, es decir, la vestimenta, el ideal corporal o las posturas y ademanes a adoptar. Trasladados convenientemente a los re tratos, se convirtieron en el mejor regalo que podía intercambiarse con noticias y, en algunos casos, con pequeños objetos hechos por los pro pios cortesanos, transformados en artífices que dispensan, como un don, su tiempo y su inge nio. Su entrada en fiestas y torneos, en los que sacaban a relucir sus galas y hacían brillar con lucimiento sus personas, es la materia del último capítulo que analiza el léxico caballeresco en ca lidad de forma cultural. Fernando Bouza (Madrid, 1960), Profesor Titular de Historia Moderna en la Universidad Complu tense de Madrid, ha dedicado su atención al Por tugal de los siglos xv1 y xv11 y a la historia cultural de la Europa altomoderna, con especial interés por la historia del libro en la corte y el debate acerca de la interacción entre distintas formas de comunicación. Entre sus libros destacan: Del es cribano a la biblioteca. La civilización escrita eu ropea en la alta Edad Moderna (siglos xv1-xv11) (Madrid, 1992); Imagen y propaganda. Capítulos de historia cultural del reinado de Felipe 11 (Ma drid, 1998); Comunicación, conocimiento y me moria en la España de los siglos xv1 y xv11 (Sa_la manca, 1999); Portugal no tempo dos Filipes. Po lítica, cultura, representa<;;óes (1580-1668) (Lis boa, 2000); y Corre manuscrito. Una historia cul tural del Siglo de Oro (Madrid, 2001). FERNANDO BOUZA Palabra e Imagen en La Corte cultura oral y visual LECTURAS DE HISTORIA Serie Historia Moderna de la nobleza DIRECTOR Fernando BOUZA en el Siglo de Oro Reservados todos los derechos. No se permite reproducir, almacenar en sistemas de recuperación de la información ni transmitir alguna parte de esta publicación, cualquiera que sea el medio empleado -elec trónico, mecánico, fotocopia, grabación, etc.- , sin el permiso previo de los titulares de los derechos de la propiedad intelectual. l. © FERNANDO BOUZA, 2003 © PATRIMONIO NACIONAL, 2003, DE LAS FOTOGRAFÍAS NÚMS. I, I4 y I5 © BIBLIOTECA NACIONAL, 2003, DE LAS FOTOGRAFÍAS NÚMS. 3, 4, 5, 6, 7 y 8 © ABADA EDITORES, S.L., 2003 Plaza deJesús, 5 28014 Madrid Tel.' 914 296 882 fax, 914 297 507 E-mail, [email protected] diseño ESTUDIO j OAQUÍN GALLEGO <:"') ( producción GUADALUPE GISBERT ISBN 84-96258-01-7 depósito legal M-40892-2003 preimpresión Mercedes Ramos impresión Estudios '?ráficos Europeos, S.A. A B A D A EDITORES rª edición r.ooo ejemplares LECTURAS DE HISTORIA j, Para Carmen C. Langa Gassier SIGLAS ADA: Archivo de los Duques de Alba, Madrid. AGS: Archivo General de Simancas. AHCB: Arxiu Historie de la Ciutat, Barcelona. AHPM: Archivo Histórico de Protocolos, Madrid. AHPO: Archivo Histórico Provincial, Oviedo. AHN: Archivo Histórico Nacional, Madrid. ANTT: Arquivo Nacional da Torre do Tombo, Lisboa ARG: Archivo del Reino de Galicia, La Coruña. AST: Archivio di Stato, Turín. BA: Biblioteca da Ajuda, Lisboa. BC: Biblioteca de Catalunya, Barcelona. BLO: Bodleian Library, Oxford. BMP: Biblioteca Municipal, Oporto. BNM: Biblioteca Nacional, Madrid. Esta publicación responde a una investigación realizada en el marco de los BPDE: Biblioteca Pública Distrital, Évora. proyectos "Cultura erudita y poder en el Siglo de Oro. Lucha política, BUV: Biblioteca Universitaria, Valencia. comunicación y república de las letras en torno a la crisis ibérica de 1640", FZ: Biblioteca Francisco de Zabálburu, Madrid. (BHA2002-03328) de la Dirección General de Polítíca Científica, HS: Hispanic Society, Nueva York Ministerio de Ciencia y Tecnología; y "Cultural exchange in Europe, c. IVDJ: Instituto Valencia de Donjuan, Madrid. 1400-c.1700: lnformation and communication" de la European Science RAH: Real Academia de la Historia, Madrid. Foundation-Standing Committee for the Humanities (Consejo de Europa, RB: Real Biblioteca, Madrid. ESF Scientific Programmes). UW: Universitatsbibliothek, Viena INTRODUCCIÓN: PJNGESONUM En su epigrama treinta y dos -In Echo pictam-, el bordelés Ausonio, tan amigo de retratos, planteaba los límites del arte de la pintura en la representación de la inasible voz, auténtico non plus ultra para la técnica manual de los artistas por más refinada que ésta fuese. "¿Por qué intentas, vano pintor, darme un rostro y colocar a la diosa invisible ante las miradas?", se encaraba Eco con algún maestro presumido de su arte, al que, desafiante, despide lapida ria: "si deseas pintarme tal como soy, pinta el sonido" 1• La prolongada sombra de este reto clásico se alcanza a ver en el Retrato político de Alfonso VIII que, con evidentes tonos adoctrinado res, Gaspar Mercader, Conde de Cervellón, publicó y dedicó a Carlos 11en16792• Al frente de la obra se imprimió una epístola censoria de Juan Luis López que, asegura, juzgaba aquella histo ria medieval recreada en acento barroco por el Conde como la prueba más sutil del mayor ingenio. El antiguo desafío del Et si vis similem pingere, pinge sonum había sido definitivamente superado por I. "Vane, quid affectas faciem mihi ponere, pictor, / ignotarnque oculis sollicitare deam? / Ae ris et linguae sum filia, mater inanis I indicii, vocem quae sine mente gero. /Extremos pe reunte modos a fine reducens / ludificata sequor verba aliena meis. I Auribus in vestris ha bito penetrabilis Echo:/ et si vis similem pingere, pinge sonum". Cito en el texto por la so nora traducción anotada de Antonio Alvar Ezquerra, en Décimo Magno Ausonio, Obras. Madrid ' 1990, II, p. 3or. Sobre este epigrama 32 y su fortuna en la España del Siglo de Oro, véase la \<Introducción" de Antonio Alvar, 1, pp. 131-132, y 168-169 para una traduc ción poética de Francisco de Medina. Cfr. Neus Galí, Poesía silenciosa, pintura que habla. De Simóni des a Platón: la invención del territorio artístico. Barcelona : 1999. 2. Retrato político del Señor RryDonAlfonso el VIII que dedica a la SCRM de El rryD. Carlos II. Valencia, 1679. ] PALABRA E IMAGEN EN LA CORTE INTRODUCCIÓN: PINGE SONUM 15 1 "la valentía de este pincel" con el que Cervellón había opinión pública antes del siglo xviii tampoco ha podido dejar de escrito/pintado y, así, "ni se gloriará ya el Eco de que no pueda evocar el uso polémico de distintos medios expresivos por parte pintarse su ligera naturaleza, viéndose en este escrito retratado de coronas, iglesias, reinos, estamentos, ciudades y, también, tan vivamente el ruido de tanta gloriosa hazaña"3. particulares. Una parte no pequeña del dédalo cultural que trazaron sinuo Las prácticas culturales de la nobleza de corte, a las que dedica sos los Siglos de Oro irrumpe en esta cita: un presente que busca mos este libro, reúnen condiciones muy atractivas para observar restaurarse oyendo la voz de la historia, modernos que emulan a desde ellas, aunque reconociendo su especificidad, los tres cam los antiguos, nobles que son nuevos héroes armados de valiente pos arriba mencionados. De un lado, el surgimiento del tipo de erudición, plumas que son pinceles, retratos que hablan, voces caballero devoto añade con relativa naturalidad funciones misio que se ven ... nales al estatuto nobiliario, bien porque los meliores terrae patroci Este libro pretende acercarse a los usos orales y visuales que nasen misiones en sus propios señoríos, bien porque actuasen practicó la cultura aristocrática de corte durante los siglos xvi y ellos mismos como agentes del disciplinamiento confesional xvii puestos al amparo de esa irrepetible relación a la que ent on - convirtiéndose en modelos que debían ser imitados socialmente. ces se asistió entre formas expresivas que pugnaban y se comple De otro, en atención al privilegiado lugar que ocupaban en los mentaban entre sí para hacer conocer, comunicar y crear memo aledaños palatinos de las personas reales, sus usos particulares re ria 4. Varios son los campos específicos en los que se puede estu - velan la eficacia, o no, de la domesticación a la que la Corona es diar esa interacción tan característica de la cultura de la alta Edad 1 taría sometiéndolos y que, como se sabe, se produciría también a Moderna y así se ha venido haciendo en los últimos años. través de medios ceremoniales y simbólicos. En primer lugar, la investigación sobre las misiones, tanto de Por último, además de su presentación como repúblicas llamados interior como de exterior, ha demostrado ser una atalaya desde la a asumir los derechos regnícolas, los episodios de lucha política que observar los usos, aislados o en persuasiva combinación, de la cerca del rey en los que participaron activamente, tanto entre dis voz, las imágenes y los textos escritos para audiencias y públicos tintas facciones de corte como en la oposición entre nobles y le letrados o no. En segundo lugar, ~os abundantes estudios dedica trados o vieja y nueva noblezas, son indispensables para com dos a la majestad regia también han permitido ir conociendo la prender el proceso de creación de una posible opinión pública. paulatina construcción de una propaganda que envolvia a las per El recurso por parte de la aristocracia a expedientes de carácter sonas reales y en la que se recurría a lo oral, a lo visual y a lo es cultural en estos enfrentamientos parece indudable y, en buena crito con resultados innegables en el proceso de absolutización medida, constituyó un elemento principal de su autopercepción monárquica. En tercer lugar, por último y en estrecha relación como grupo egregio destinado a gobernar de forma privilegiada con lo anterior, el debate a propósito de la existencia o no de una junto a los príncipes. Como veremos, el caballero político, erudito amigo de hombres de letras, anticuario, literato e, incluso, artí L fice él mismo, que aporta todas estas muestras de genio a su tra 3. La carta de López está fechada en Valencia, ~O de febrero de 1679, Retrato político ... , sin foliar. Cfr. Giovanni Pozzi, La parola dipinta. Milano : 1981; y Marc Fumaroli, L'école du sílence. Le senti dicional función militar, justifica su papel a la hora de pensar/pro- ment des images auxvíie sic€le. Paris : 1994. yectar el gobierno de la Monarquía en atención a su eficaz y prácti- 4. Para una presentación general, remitimos a nuestro Comunicación, conocimientoy memoria en la Es paña de lossiglos xviy xvii. Salamanca : 1999· eo '1hM "tamental. r6 PALABRA E IMAGEN EN LA CORTE INTRODUCCIÓN: PINGE SONUM Sin embargo, como ya se ha señalado, se parte aquí de una re década de 1590, encierra una preciosa equiparación del mundo lativa autonomía de los usos culturales de la aristocracia cortesa con la representación de una comedia, que, por cierto, escapa de na. Esto nos ha llevado a aminorar el recurso a testimonios vin la trascendencia moral para ceñirse a los usos de lo terrenal. U no culados a los príncipes, cuya presencia, no obstante, es de alguna de los interlocutores pregunta a una dama cuál es el criterio que manera continua, puesto que no cabría entender la vida de pala se suele usar para juzgar si una comedia es digna de alabanza: cio sin ellos ni los usos culturales nobiliarios sin el que fue uno "A. ~ De qué las ha oyclo alabar [a las comedias]? de sus obligados referentes. Por esta misma razón, la insistencia que ahora hacemos en la B.~ Al que compuso la comedia, si hizo hablar a cada personaje cultura escrita, tanto impresa como manuscrita, es también me conforme al decoro de la persona que introduce. Y el maestro y nor, bien porque ésta ha sido privilegiada, justificadamente sin representantes se alaban, si representan las comedias conforme a los tiempos, si los vestidos son conforme a las personas que re duda, por numerosos estudios que se han ocupado de la escritura presentan, si los ademanes y posturas y asseo del vestido es tal y, en especial, de la lectura de los nobles del período5; bien por qual conviene a la persona que representan. que los libros no constituyeron su signo distintivo como esta mento, aunque, claro está, su relación con la escritura es extraor A.~ Dice v.m. que éssa es la obligación de los representantes, de modo que parecería mal el que representasse el personaje de una dinariamente importante y permanente6. No obstante, no pre dama si sólo entrasse mal asseada en el tablado, o de un galán si tendemos enfrentar lo oral y lo visual a lo escrito de forma drásti entrasse cayéndosele la capa, sino fuesse que las palabras o la ca, pues, como hemos señalado anteriormente, la alta Edad Mo ocasión del galán que representa lo requiriesse, o si introduxe derna se caracterizó por no hacerlo, creyendo posible imaginar ssen un clérigo honrado caminando muy depriesa, o qualquiera otra cossa por menor que sea. leer escritas "vozes que se oían por los ojos" como acertó a decir el citado Juan Luis López7. B.~ Esso es certísimo"8. No podía ser de otra manera en una época en la que, con altas tasas de analfabetismo, la sociedad se reconoce a sí misma vién - La comedia es alabada si todos, autor, empresario y actores, dose en gestos, lugares o aparieJ?.cias, oyéndose en voces, palabras consiguen acomodar decoro y práctica, lo socialmente esperable y léxicos distintos. El símil de la vida como representación teatral y lo que de hecho aparece en escena. Por ello, la atención se pone vuelve a parecer el más pertinente. en cómo se visten, hablan, se mueven y gesticulan todos ellos, El primero de los seis Diálogos en que se muestra quánto convengan a su distinguiendo con nitidez entre la dama, el galán y el clérigo. Magestad las reformaciones que se han propuesto, fechable a mediados de la Bien sentado esto, el diálogo continúa justificando, en principio, que las damas, en la realidad, no ya en el tablado, "tienen obliga ción de querer parecer asseadas y aún de traer de todas las joyas y 5. Véase el reciente y excelente Pedro M. Cátedra, Nobl"'1y lectura en tiempos de Felipe II. La biblioteca de don Alonso Osorio, Marqués de Asto•ga. Valladolid : 2002, con la abundante y selecta bibliografía vestidos que se usan y muy bien puestos", pudiendo explicar, in- a la que remite. 6. Nos ocupamos de ella en "Escribir en la corte. La cultura de la noblez.a cortesana y las for mas de comunicación en el Siglo d~e Oro", en Vivir el Siglo de Oro. Poder, cultura e historia en la época moderna. Estudios en homenaje al Profesor Angel RodríguezSánchez, Salamanca : 2003, pp. 77 - 99. 8. Diálogos en que se muestra quanto convengan a su Magestady a sus vassallos las reformaciones que se han propuesto 7. Ut supra nota 3. Véase, asimismo, Aurora Egido, La voz de las letras en el Siglo de Oro. Madrid: convenir para el desempeño y augmento del Patrimonio de su Magestady de todos sus vassallosy la facilidad para po 2003. nerlos en execución. S.!.: n.a. [c. 1594], sin foliar.