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Palabra Dogma Iglesia PDF

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JOJE mORTOREll PALABRA GMA 1 1% IGLESIA JOSÉ MARTORELL i»\i.\itit\-ii(i(;in-i(;i.i;si\ (Apuntes para una interpretación kerygmática del dogma cristológico) ALOCUO gfe. VALENCIA 1980 PRESENTACIÓN \ «¿Qué buscáis?» «Venid y ved» (Jn. 1, 38-39). Estas son las pri meras palabras que el cuarto evangelio ha puesto en boca de Jesús. Pa labras tan lacónicas como programáticas; tan invitatorias como imperati vas. Quien se ha encontrado con la pregunta no ha hallado otro camino para su respuesta que el de ir y ver y morar con El. Quien se ha en contrado con El no ha podido renunciar a compartir con los demás los resultados de tal encuentro. Editado parcialmente en «Escritos del Vedat»9(1979)67-174 Cuando la comunidad cristiana ha querido anunciar su experiencia con el Resucitado, lo ha hecho en todas las formas posibles. De boca en boca, de tiempo en tiempo, de generación en generación, de fe en fe, se ha ido transmitiendo el encuentro con el Resucitado. Vn concilio es, fundamentalmente, un anuncio. Unánimemente, en sinfonía (sinphónos) se proclama el mensaje. Es la misión primera de la comunidad cristiana, de la Iglesia (Mt.,2 8, 19). Cuando esta Iglesia ha ido tomando conciencia de sí misma, su mensaje se ha convertido en algo normativo, en dogma. No hay mayor audacia que la de explicar al modo humano la pre sencia personal de Dios entre nosotros. Es el misterio de amor que se nos comunica en Cristo y se traduce en humildad; es el misterio de libertad que se realiza en el Espíritu y se traduce en agradecimiento. Si las páginas que siguen pudieran sintetizarse brevemente, diría así: «En la carta viva del corazón del hombre (2 Cor., 3, 3) se puede leer aquella Palabra que no está encadenada» (2 Tim., 2, 9). © by 1980- Dominicos (Torrent) Si las páginas que siguen pudieran ser dirigidas a alguien, diría así: I. S. B. N. 84-300-2581 -2 A todo hombre que, caminando entre los hombres, pregunta, escucha, D. L. V -1301 -1980 Imprime: Gráficas Vidal, S. L. ' está en vilo; sólo le falta el encuentro con alguien con quien compartir Ctra. Masía del Juez, Km. V200 TORRENT (Valencia) su inquietud para que, lleno de alegría, proclame lo sucedido en el diario trayecto a Emaús (Le, 24, 13-25). INTRODUCCIÓN # El año 1951 acaparó la atención de los teólogos en torno al concilio de Calcedonia. Habían pasado ya 1500 años. Tres gruesos volúmenes ofrecieron al público las distintas aportaciones. Unos años más tarde, A. Grillmeier, editor de aquella obra, escribía: «El desarrollo de la labor teológica de los últimos años ha suscitado ya la esperanza de que con él se están poniendo los fundamentos de una "época cristoló- gica"» (1). La convocatoria del Vaticano II ocasionó la irrupción literaria acerca de la Iglesia. Empezó a hablarse de «crisis de fundamentos» en teología. Nuevos métodos histórico-críticos, filosofía analítica, lingüística, etc., abrieron caminos. Y unos veinte años más tarde de pronunciar aquellas palabras, el mismo Grillmeier escribe: «Todo aquél que crea, con fun damentos hermenéuticos, que los puentes que nos enlazan con la tradición cristiana tienen que ser destruidos y que todo el período de la tradición de la Iglesia debe ser cancelado, debería examinar tanto su hermenéutica como su comprensión del contenido de la tradición cristo- lógica. Quizá se haya hecho para sí mismo una idea que no se corresponde con lo que entendieron realmente los Padres. Un hecho es claro: Los Padres creyeron que estaban luchando por la imagen más pura de Cristo, tal como había sido descrita por la Biblia» (2). Estamos en unos momentos en que ya se ha hecho teología de todo, o a todo se llama teología. Lo que hasta ahora ha sido visto como una especie de «teología Esaú» (G. Shóngen): verdades de fe cambiadas por el plato de lentejas aristotélico de una «scientia conclusionum», ha (1) A. GRILLMEIER, La imagen de Cristo en la teología católica actual: Panorama de la teología actual (J. Feiner, J. Trütsch, F. Bóckle edit.), Madrid 1961, p. 335 (orig. alemán, Einsiedeln 1957); recogido en el vol. Mit Ihm und in Ihm. Christologische Forschungen und Perspektiven, Friburgo Br. 1975, p. 680. (2) A. GRILLMEIER, Christ in christian Tradition. I: From the Apostolic Age to Chalcedon (A. D. 451), Londres 21975, p. 557 (la traducción es nuestra). 9 desembocado en la necesidad de superar las distintas «reglas de fe». cristológico con todas sus implicaciones, tienen dos partes bien dife Momento difícil al que cuadran con justeza aquellas palabras: «Una renciadas: la insuficiencia de lo clásico (las consecuencias de Calcedo profecía sin doctrina degenera en extravagancia, una doctrina sin nia) y la búsqueda de nuevos derroteros. En cristología, el problema de profecía se anquilosa en el legalismo» (3). la interpretación del dogma puede denominarse «la cuestión calce- Si consideramos una «regula fidei próxima» (Magisterio) y una donense». «regula fidei remota» (Sagrada Escritura y Tradición), parece ser que es No podemos decir, con ojos históricos, que Calcedonia fuera un ya entrar en un laberinto sin salida. Pero se corre el peligro de que no concilio brillante. Se había propuesto restablecer la paz eclesial y la exista más regula fidei que el método de investigación y que nos coloque conclusión fue una mayor ruptura. Calcedonia mantuvo dividida a la mos no ante un pluralismo teológica, sino dogmático. Al poner los Iglesia, y ahora mantiene divididos a los teólogos. Parece haberse límites, incluida la desmitologización, no podremos pararnos ante el llegado a la conclusión, según muchos, de que para hacer una escueto cientificismo, sino que la finalidad última deberá ser siempre cristokgía válida hay que decir Goodbye a Calcedonia (5). ¿Hasta qué una depuración para creer mejor, no para no tener en qué (o en quién) punto se consigue? Antes de abandonar Calcedonia deberemos pregun creer; y, en la misma línea, se debería imponer la posibilidad de tarnos si las cuestiones planteadas al concilio son verdaderas o falsas o potenciar la simbología empezando por descubrir la ya existente y, hasta adecuadas. Y para responder, habrá que tomar no sólo el punto de el momento, infravalorada. partida de la crítica, sino (sobre todo) el de lo criticado, es decir, Calcedonia mismo. Si no quedan incluidos ambos aspectos, el plantea Como tónica general puede decirse que estamos perdiendo la apor miento es insuficiente. Como base del concilio está la Tradición. ¿Hay tación de la historia, y es normal que nos estemos perdiendo a nosotros que prescindir de ella? Como lente de la historia está la fe. ¿Hay que mismos. O nos estamos perdiendo a nosotros mismos incluyendo ahí prescindir de ella? Como tiempo y espacio del quehacer teológico está la Una pérdida de la historia. Y con ello ha entrado en crisis la teología, Iglesia. ¿Hay que prescindir de ella? pues entra en tambaleo lo que puede sostener la historia misma: «Someted la tierra» (Gen 1,28). Cuando alguien (interesado) oye la palabra Calcedonia o dogma cristológico, piensa «una persona, dos naturalezas». Pero nadie debe En estos momentos de tal «labor teológica», la atención, aun cuando reducirse a esta fórmula. Los estudios hasta ahora dedicados al concilio, afortunadamente esté dando los primeros balbuceos en pneumatología, dejando a un lado los de tipo histórico y eclesiológico, al tratar la tiene su punto de mira en la cristología. Ha habido una prolifera cristología no han hecho, o no han podido hacer, otra cosa que ceñirse ción (4). Todos los esbozos y ensayos, dejando a un lado los grandes a un análisis filológico de los términos. Pero entre la llamada «exegesis proyectos teológicos de Teilhard, Barth y Balthasar, que toman el dogma prosopográfica» (6) y el análisis lógico del lenguaje, hay que intentar (3) H. GREEVEN, Propheten, Lehrer, Vorsleher bei Paulus. Zur Frage der "Ámter" im Urchristentum: ZNW 44 (1952/53) 29, cit. por Y.M. CONGAR, Situación y tareas de (5) Cf. las reflexiones que a W. Hamilton hace F. CROWE, Christologies: How ¡a teología hoy, Salamanca 1970, p. 183 (original francés, París 1967). up-to-date is yours? Theological Studies 29 (1968) 98; Véase también la observación de (4) Distintas visiones globales pueden verse en los boletines de las revistas E. SCHILLEBEECKX Jesús, Die Geschichte von einem Lebenden, Friburgo Br !1978, especializadas. En español: J. 1. GONZÁLEZ FAUS, selecciones de libros; en italiano: pp. 503 s, sobre los "modelos"; también P. SCHOONENBERG, Un Dios de los hombres. C. PORRO, Cristología in crisi? Alba 1975 (no estudia las de los teólogos protestantes; Barcelona 1972, espec. pp. 59 ss. critica equilibrada); B. MONDIN, Le cristologie moderne. Alba 1976 (amplio pero (6) Cf. J. RATZINGER, Sobre el concepto de persona en la Teología: Palabra en la desigual); AA. VV. Cristologie in Italia: ScCat 105 (1977) fase. 1-2 (estudio de seminario); Iglesia, Salamanca 1976, pp. 165-180, espec. pp. 167ss. (original alemán, Munich 1973). en francés, B. SESBOÜE, Une problemalique nouvelle en christologie: Études (1975) Cuando E. Schillebeeckx, haciendo un estudio de la tradición postcalcedonense, recalca 277-299; ID., Le mouvement de ¡a christologie: Études (1976) 257-281; H. BOURGEOIS, que se ha hablado siempre de que en Jesús no hay persona humana, aludiendo a Calcedonia Libérer Jésus. Christologies actuelles, Vendóme 1977 ( amplio panorama incluyendo las indica «was das Dogma von Chalcedon nie gesagt hatte; dieses Dogma spricht nur .distintas orientaciones cristológicas en el marco cultural); en alemán: A. SCHILSON— von "einer Person" (o. c, p. 503), está diciendo algo filológicamente exacto, pero en W. KASPER, Christologie im Prásens. Kritische Sichtung neuer Entwürfe, Friburgo Br Calcedonia se sobreentiende que la "persona" de la que habla el concilio se refiere a la '1977 (visión muy general; conclusión a cargo de Kasper sintetizando los objetivos de la divina. No obstante, cuando el mismo S., hablando de la "persona humana", aduce un cristología. Ütil apéndice bibliográfico); D. WIEDERKEHR, Confrontationen und Integra- texto de San Agustín: «Nec sic assumptus est ut prius creatus post assumeretur. sed ut tionen der Christologie. Zur neueren christologischen Diskussion: Theologische Berichte II ipsa assumptione crearetur» (o. c, p. 638, n.° 27), ¿puede encontrar la misma (J. PFAMMATER-F. FURGER, edit.), Zurich 1973, pp. 11-119 (estudio amplio y fundamentación en León Magno cuando escribe "Natura quippe nostra non sic adsumpta profundo de B. Welte, K. Rahner, P. Schoonenberg, D. Sólle). est, ut prius creata post adsumeretur, sed ut ipsa adsumptione crearetur"? (Ep. 35: TD 15, 10 11 recuperar aquella visión de la Iglesia como mensajera. Y un concilio tomar esta intuición y buscar las bases hermenéuticas como unos incluye siempre como primaria esta misión a la que se ciñe y de la que prolegómenos que puedan servir para la comprensión del misterio no prescinde. Con este prisma intentamos llenar unas lagunas que, inabarcable de nuestra fe. El criterio hermenéutico lo denominamos después de quince siglos, están ahí. «Lex enuntiandi Lex vivendi», y, aunque como slogan es criticable y, tal Que el lenguaje está ocupando uno de los primeros puestos en vez, poco recomendable, como slogan quiere responder también al teología y hermenéutica, no vamos a ponerlo en duda. Es desde el contenido de esta reconsideración kerygmática del dogma cristológico. punto de vista del análisis lógico del lenguaje que E. Schillebeeckx Cierto que el haberme introducido en el estudio sobre la formu indica: «Dicho análisis desenmascara no raras veces usos teológicos del lación dogmática calcedonense no ha dejado de ser una pretensión tan lenguaje aparentemente profundos, pero (considerados desde el análisis legítima como frágil. Legítima porque si existe un nuevo nivel de del lenguaje) inexactos; así, por ejemplo, cuando a dos expresiones pregunta, y a ésta se abre una posibilidad de acercamiento, es justo construidas gramaticalmente como equivalentes por entero o casi por plantearla. Frágil, porque muchos condicionamientos de todo orden han entero —por ejemplo, «Jesús ha muerto» y «Jesús ha resucitado»— y impuesto siempre, al que se acerca a Calcedonia, unas actitudes previas, que por su esencia reproducen, sin embargo, unas estructuras lógicas que han tenido, y siguen teniendo, un peso excesivo que configura, ya radicalmente diversas, se les dispensa teológicamente de un trato de antemano, el pensamiento y el punto de partida en unos moldes en igual» (7). los que se hace tal vez resbaladiza y sospechosa una nueva actitud, que A. Griümeier, haciendo un análisis de la hermenéutica actual y la pretende respirar más ampliamente de lo que permite el encorseta- cristología primitiva, al encontrarse con la opinión de Schillebeeckx, miento estructural en el que han estado anclados los diversos análisis al apunta la idea de que un análisis del dogma cristológico en el período tema Calcedonia, y que dejan un poso de insatisfacción. Junto a esto, patrístico podría ser Hecho tomando como «método» el Tomus Leo- las muchas y nuevas perspectivas que se abren y que posibilitan una nis (8); pero, también, indica que, a tenor de los encuentros ecuménicos metodología distinta, no despuntada del todo aún. y los resultados de las consultas no oficiales de Viena, la verdad funda Todo ello impone buscar ante todo un equilibrio. No entre las mental de Calcedonia queda incluida en la afirmación: «Cristo Jesús, conclusiones antiguas y los interrogantes nuevos, sino entre la fe verdadero Dios, verdadero hombre»; y, al margen de toda especulación, recogida y transmitida por la tradición eclesial, sean cuales fueren sus un estudio kerygmático del concilio podría dar luz a aquella situación diversas formas de expresión, y las distintas categorías mentales y que una excesiva metafísica ha oscurecido (9). Nosotros hemos querido espirituales con las que hoy es posible acercarse al interrogante de siempre: ¿Quién decís vosotros que soy yo? Y no por mera curiosidad interroga el hombre sobre quién es Jesús, el Cristo, porque no pregunta VI, p. 16"2M); y cuando, siguiendo la misma argumentación, cita a Santo Tomás, "non qué es, sino quién es; no cómo es, sino por qué es Él. Esa pregunta minuit sed auget" (III, q. 2, a. 5, adl), ¿puede encontrar el mismo soporte en León Magno cuando en su Tomus escribe "Adsumpsit forman servi sine sorde peccati humana augens, reclama en su intencionalidad una respuesta no fuera del interés íntimo divina non minuens" (v. 68); "Et sicut forman servi Dei forma non adimit, ita forman Dei del hombre, sino una respuesta en la misma línea salvífica de la servi forma non minuit" (vv. 75, 76)? Los textos, casi idénticos, muestran, al mismo necesidad del hombre que la busca. Y es la Iglesia la que proclama al tiempo que la importancia, la extrema dificultad del problema que el dogma cristológico Jesús-Hijo-de-Dios para la salvación. No tiene la Iglesia otro anuncio. plantea. Un estudio de la "persona" es urgente, máxime cuando hoy no se consigue poner en coherente relación la persona y la comunidad, el concreto y el universal si no es Convencido de ello, este estudio toma como objetivo una reconsi- violentándolos mutuamente. (7) E. SCHILLEBEECKX, Interpretación de la fe. Aportaciones a una teología hermenéutica y crítica. Salamanca 1973, p. 51. voule soltanto esprimere piú esattamente il kerygma battesimale affidatole dalla tradi- (8) Cf. Moderne Hermeneutik und altkirchliche Christologie: Mit Ihm und in Ihm, zione, ma anche darci con eso una maggiore certezza di fede sul mistero dell'Incarnazione pp. 529 ss. ^ di Dio in Cristo: né piú, né meno» (p. 143). Se ha hablado de teología Denzinger (K. (9) Cf. A. GRILLMEIER, "Piscatorie-Aristotelice." Zur Bedeutung der "Formel" in Rahner), teología sedente (von Balthasar), teología cócktel (H. Küng); pero para que no se den seit Chalkedon getrennten Kirchen: Mit Ihm und in Ihm, pp. 203-300, espec. dé definitivamente una «Kollegentheologie» es necesario recordar lo escrito por D. 283-292. ID., Natura e Persona in cristología: Attuale contesto filosófico-tcológico e Wiederkehr: «Cierto que la sistemática no debe convertirse en homilética, pero no se puede Concilio di Calcedonia: Problemi attuali di cristología (a cura di A. Amato), Roma, 1975, tampoco seguir dando pie al reproche tantas veces repetido de que el Cristo de la teología pp. 139-155. Textualmente: «Con questo concilio (Calcedonia) rimaniamo completamente sul piano del kerygma, e non ci troviamo sul piano della riflessione speculativa. La Chiesa sistemática no es vivo, sino anónimo, objetivado y distante» (Esbozo de Cristología sistemática: MS III/l, p. 518). 12 13 deración kerygmática del dogma cristológico. Si el método y las bases expuestos ayudan a tal fin, no es otro mi propósito. Junto a todo ello presentamos un «dossier» de la crítica actual al «modelo» calcedonense. Las discusiones actuales han sido y siguen siendo de tal alcance que, prácticamente, el material se ha convertido en un bosque inaccesible. Con estas páginas queremos ofrecer una ayuda a todos aquellos que, si bien interesados, no tienen la posibilidad de acceder a una visión de conjunto. Por motivos de espacio hemos recortado sensiblemente el número de los autores estudiados, al igual que el aparato crítico. Lo indicamos más adelante en una nota aclaratoria. Las páginas que siguen son, pues, una explicitación del título, es decir, unos apuntes para una visión del dogma y de la tradición desde el prisma teológico del anuncio eclesial. Creo que entre el anacronismo de quienes suspiran todavía por un bautismo de Clodoveo y el regañadientes de quienes no pueden prescindir de dos mil años de inin terrumpido anuncio de Cristo Jesús, a nosotros, cristianos, no nos queda más remedio que caminar juntos (Ef 3,18), dando la razón de nuestra esperanza (IPe 3,15) y no afligirnos como aquellos que no la tienen (ITes 4,15) hasta que estemos en presencia de Aquel que como plenitud de sentido y siéndolo todo en todos (ICor 16,28) hará desaparecer todas las preguntas (Jn 16,23). PRIMERA PARTE 14 LA CUESTIÓN GALCEDONENSE (DATO Y CRITICA) I. DATO Y DOGMA 1. Marco histórico (431-451) Cuando el 28 de julio del 450 una desafortunada caída del caballo ponía tin a la vida del emperador Teodosio II, el hilo conductor de lo que había sido la historia en los años precedentes, iba a tomar un nimbo insospechado. Los momentos eran especialmente difíciles. Había una verdadera y profunda ruptura: El Imperio, en dos; la Iglesia, en dos; la doctrina sobre Cristo, en dos. Una vez más se necesitaba un concilio, precisamente en un siglo que, como no queriendo ser un extraño, se encontraba justamente en su mitad. 17 Estamos a las puertas de Calcedonia en el año 451, el segundo gran en la sede alejandrina. El vínculo de sangre, al menos en este siglo, es concilio de los años cuatrocientos. El primero, Efeso, no había templado una constante (11). suficientemente los espíritus. Ahora el panorama era bien distinto; pero • Constantinopla, por su parte, seguía otro modo de hacer las en ambos concilios hay, sin embargo, unos parámetros comunes: cosas. A la muerte del patriarca Ático, Proclo y Felipe se disputan la algunos personajes, un par de teorías asombrosamente simplificadas, las sede; pero el pueblo aclamará a Sicinio. Su corta regencia (dos años) consabidas acusaciones y apelaciones, unas determinaciones que no a despertó de nuevo las aspiraciones de aquellos dos, no obstante será todos satisfacen. Y todo ello con el amparo de la Tradición a la que Nestorio el elegido. Pero una vez depuesto será el insignificante Máximo acuden jueces y acusados, herejes y ortodoxos. quien cortará aquellos ya largos deseos, cuya muerte, a su vez, dará luz Algo que llama poderosamente la atención al que se acerca a Calce verde a Proclo. A partir del 446 encontramos al bondadoso Flaviano donia es el cambio de posición —en relación con Efeso— del péndulo sucedido más tarde, en el 449, por el en un primer momento proble histórico, y, con ello, el punto de mira capaz de juzgar —tal era el mático Anatolio, presente ya en Calcedonia. Una línea que nada tiene caso—; de tranquilizar —tal era la necesidad—; de unir —tal era el que ver con la armonía familiar de la sede alejandrina, cortamente. objetivo—. • Roma, que en el momento de Efeso tenía en su sede a Celestino Es necesario observar, a vista de pájaro, el tablero histórico en el con una actitud simpatizante hacia Alejandría, la ocupa, en el período que se mueven las piezas de ambos concilios: calcedonense, León Magno, incapaz de dejarse manejar por propios y extraños, por simpatías o antipatías, íntegro. • Uno de los que aparecen personalmente en ambos momentos • Durante el primero de estos dos concilios, quien regía los históricos es el enigmático Eusebio de Dorilea. Por él se vieron destinos de Oriente era Teodosio II, quien el 1 de mayo del 408 había comprometidos Nestorio y Eutiques, acusando el formulismo dualista del sucedido a Arcadio, su padre. Mas la actitud del nuevo emperador fue primero poco antes de Efeso: «Nestorio ha dicho...», y el formulismo siempre ambigua. Manejable y manejado por unos y por otros, lo fue de monofisita del segundo poco antes de Calcedonia: «Eutiques ha dicho...». modo especial por Crisafo, un eunuco, visitador de la corte, ahijado de Otros aspectos de su aportación a la historia, apenas pueden detec un monje de vida ejemplar, que fue Eutiques (12). Pero el accidente tarse (10). que cortó la vida del emperador —hecho al que en un principio • En Efeso, todos los personajes que manejan las riendas de la aludíamos— sentó en el trono a su hermana Pulqueria, con quien un controversia son de una talla que desaparecerá en Calcedonia. Aquí anciano militar, Marciano, se verá desposado. A la simpatía que serán de primera fila los que allí eran de segunda. Teodosio mostrara por Alejandría, Pulqueria opondrá, más claramente • Alejandría se veía amparada por el sobrino de Teófilo, Cirilo. No manifestándola aún, la suya por Roma, si bien era Alejandría el motivo es necesario entrar ahora en el estudio del modo de actuar de éste. En de su pensamiento. No se trataba, sin embargo, de elegir, como mujer Calcedonia, Dióscoro, sobrino de Cirilo, se verá traído y llevado. Cirilo de estado, entre una ciudad u otra, o entre la influencia de sus res acusó e impuso su norma en Efeso. Dióscoro, en el presente concilio, se pectivas sedes, sino que la finalidad —y la historia posterior a Calce verá acusado y arrinconado. Cirilo envió al destierro a Nestorio. donia lo confirma— era sólo ésta: Constantinopla. Lo que Roma Dióscoro hará lo mismo con Flaviano. No tenían problemas de sucesión significaba para Occidente debía serlo Constantinopla para Oriente, en cuya pretensión Alejandría representaba un obstáculo. Cuando se estaba (10) Sí pueden mencionarse otros dos datos de importancia. Por una parte, él hizo una auténtica apelación, "libellus appellationis" a Roma (ACÓ Il/ii, 1, pp. 79 ss.); por (11) Dice Harnack que «die alexandrinischen Bischófe von Athanasius bis Dioskur otra, su presencia en el concilio de Calcedonia. El concilio, problemático en muchos haben ehvas gemeinsames» (Lehrbuch der Dogmengeschichte,• Leipzig 51931, II, p. 345). aspectos, también lo era en el de la "ecumenicidad". ¿Era ecuménico o no? Cuando los En este "algo en común" habrá que incluir e! comportamiento de Pedro con Gregorio de obispos egipcios declaran que sólo en Egipto ya hay más de 600 obispos y que no todos Nacianzo, de Teófilo con Juan Crisóstomo, de Cirilo con Nestorio, de Dióscoro con estaban en Calcedonia, Eusebio declara: «Los que estáis aquí presentes les estáis Flaviano. Una familia excesivamente temperamental. representando» (ACÓ Il/i, 2, p. 113). Un punto de vista importante, sin duda. Con (12) Cf. H. BACHT, Die Rolle des orientalischen Mónchstums in den kirchenpolitis- precisión señala L. Duchesne: «Eusébe a toujours le role d'acussateur. Chaqué fois qu'il chen Auseinandersetzungen um Chalkedon (431-519): CHALKEDON II, pp. 193-265; parait, il a eu proche un plainte écrite contre quelqu'un. Role utile peut-étre, mais ingrat" P. GOUBERT, Le role de sainte Pulchérie et de l'eunuque Chrisafios: CHALKEDON I, (Histoire Ancienne de l'Eglise, París, '1911, III, 431, nota 1). pp. 303-321; O. SEECK, Chrysaphius: Pauly-Wisowa 1/3, 2485 ss.; TEOPISTO, Histoire de Dioscore, edic. de F. ÑAU, París 1903. 18 19

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