Escritos al correr de la pluma, entre las otras mil actividades del incansable agitador, quizás mientras recorría campiñas y ciudades haciendo propaganda subversiva, o mientras discutía entre el proletariado sobre las enseñanzas del nuevo verbo, que es verbo de solidaridad, o mientras asistía a reuniones o convenios para resolver alianzas revolucionarias, o mientras organizaba el diario colocado bajo su dirección, revelan sin embargo estos artículos, serenidad admirable de espíritu y cristalina claridad de conceptos. Es que tal ha sido siempre la vida misma de Malatesta, pese a las sinnúmeras contingencias de la lucha. Así se explica quizás que su diaria labor de propaganda esté simplemente hecha a base de amistoso diálogo, jamás en sus campañas agitadoras, en sus artículos o en sus discusiones se encontrará ni la pose del apóstol ni la acritud del polemista, sino tan solo? la conversación del amigo, la dialéctica ágil hecha con pasta de razonamientos imperturbables y de cálidas convicciones.