Description:Era extraño sentir de nuevo la sensación de peso, después de haber vivido con gravedad cero durante más de cien días.
Ello era debido al distante rugido de los motores de la astronave que deceleraba, ajustando su velocidad a la mucho menor de Marte. Cuando, al fin, la nave del espacio y el rojo tercer planeta hubieron equiparado sus órbitas, éste se veía como una docena de veces mayor que la Luna desde la Tierra, y sus diminutos satélites, Fobos y Deimos, brillaban como diminutas estrellas al lado de Marte, fácilmente discerníbles sus movimientos al cabo de tan sólo unos pocos minutos de observación.