Description:Eva Dubois reencarnaba a entera satisfacción, con toda brillantez, muchos siglos después, a su homónima del Paraíso. Ella, hoy, era mujer y serpiente. Como hembra, extraordinaria. Verdaderamente excepcional. Insuperablemente hermosa. La belleza exuberante de su ser arrancaba desde la raíz de sus áureos cabellos para terminar en la punta de los dedos de unos pies diminutos, bien formados, broncíneos. Aquella cascada de oro compuesta por finísimas hebras resbalaba por encima de sus hombros, por la espalda, cual indómita catarata de chorro voluptuoso, de caudal inagotable. Ella, las recogía ahora en cautivador moño sobre la nuca, dejando al descubierto el grácil cuello de cisne. Sonreía a través de la pulida luna del tocador.