Description:Ava Anders tiró con todas sus fuerzas de las riendas, pero se dio cuenta de que con ello no podría conseguir nada. Los dos caballos de la calesa se habían desbocado al cruzarse con aquella serpiente por la carretera y ahora, en su loca carrera, se dirigían hacia la curva que veía a lo lejos. La joven, echándose hacia atrás en el asiento, trataba de contener la furia desatada de los animales. Pero lejos de obedecer a su dueña, los caballos, alocados, seguían avanzando vertiginosamente. —¡Deteneos! —gritaba—. ¡Malditos caballos!… ¡Deteneos!