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Obras. Tomo 2. "El amigo de la Patria" PDF

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O B R A S DE José Cecilio del Valle Al Índice ESTATUA DE JOSE CECILIO DEL VALLE ERIGIDA EN LA CIUDAD DE TEGUCIGALPA - REPUBLICA DE HONDURAS, C. A OBRAS DE José Cecilio del Valle Compiladas por José del Valle y Jorge del valle Matheu ----------------«•m------------------------ TOMO II. “EL AMIGO DE LA PATRIA” Comenzó a publicarse el 6 de Octubre de 1820 y terminó el 15 de Abril de 1822. Fué impreso en Guatemala por D. Manuel Arévalo. G u a t e m a l a , C. A. TIPOGRAFÍA SÁNCHEZ & DE GUISE 8* Avenida Sur Nv 24. 1 930 EL AMIGO DE LA AMÉRICA El presente estudio fué publicado en la Revista “Centro América,” Vol. X, N? 4, correspondiente al último trimestre de 1918, y es obra del Licenciado don Virgilio Rodríguez Beteta. La circunstancia de ser el único trabajo adecuado al plan de nuestra compilación que se ha escrito sobre EL AMIGO DE LA PATRIA,—que en dicho estudio es llamado por antonomasia EL AMIGO DE LA AMERICA,—nos determinó a reproducirlo parcialmente a guisa de Prólogo. Su autor lo ha incluido, con las modificaciones del caso, en el libro que tiene tantos títulos para ocupar un puesto preferente en la Bibliografía Cen­ troamericana de última hora: “Ideologías de la In­ dependencia.” LOS COMPILADORES. APARECE “EL AMIGO DE LA PATRIA” Generalmente (partiendo de una frase, a que se le ha dado más extensión, del historiador Marure) se ha creído que el periódico de Valle se fundó para combatir las nuevas ideas. Esto no es verdad sino relativamente. Marure, de donde procede el error, solo dice, después de hablar de la fundación de El Amigo, que dedicó algunas de sus páginas a combatir a Molina, de donde se ha querido deducir, puesto que Molina defendía fervorosamente la Independencia, que Valle la combatía. Como decimos, Marure solo habla de algunas páginas para combatir a Molina. Y, en efecto, en el fondo, nada como los propios artículos de Valle para la propaganda de las ideas en que la Indepen­ dencia debió hallar su más sólida base. Ahora bien: Valle estaba colocado en un círculo político bien distinto del de Molina. Este, pertenecía a la clase criolla ilustrada, es decir, el círculo más reducido, pero el más capaz por sus conocimientos y por sus energías. Valle, en cambio, por antecedentes de familia, por los puestos públicos que había ocupado desde joven y por los honores recibidos y amistades contraídas, figuraba en el círculo españolista. Aún más, probablemente el mismo Valle, en el fondo de su alma, no se entusiasmaba por la Independencia, obedeciendo, al pensar así, a sus más hondas convicciones y no a los convencionalismos de su posición. Probablemente Valle, que todo lo sujetaba al más riguroso análisis crí­ tico, no creía que el país tuviera suficientes elementos, contara con al­ guna organización y preparación que lo hicieran apto para salir con bien de las enormes borrascas en que iba a verse de pronto envuelto en virtud de la Independencia. VI PROLOGO De allí que Valle, abominando el régimen de la Colonia, lo ata­ que rudamente, lo pulverice con su crítica, pero enseñando el remedio mediante un camino de evolución, mediante un esfuerzo de transforma­ ción que viniera de arriba para abajo, es decir, de las clases algo pre­ paradas y capaces de asimilarse las ideas de reforma, a las ignaras, en vez de pretender un movimiento contrario, de abajo a arriba, que con­ sideraba funesto, puesto que en tal caso la impulsión vendría del lado inconsciente y solo fecundo en anarquía, desbarajuste y caudillismo. Por lo tanto Valle sustituye, en sus artículos, toda la brillante or­ febrería del diccionario republicano escrito con sangre de la guillotina y torbellinos de La Marsellesa, por la calma y frialdad de los números y de la estadística. A la Política le opone la Economía Política. A las palabras vibrantes, los fríos números. A los impetuosos apostrofes, a las bellas palabras de libertad y el derecho, la angustiosa pregunta de cuántos millares de tierra bien distribuida y poseída tiene Guatemala. A la fiebre de conquista de los principios de igualdad y democracia, la exhibición de nuestra estadística de páginas andrajosas. SUS PROPOSITOS Y PROGRAMA Fuera de todos sus méritos patrióticos y de divulgación científica, el periódico de Valle tiene su más insigne mérito en haber sido el pri­ mero que entre nosotros se alzara proclamando las verdades y derechos políticos con base positivista de números, hechos y estadísticas. Es el primero en estudiar nuestros problemas desde el punto de vista de la Política Económica, aplicándoles las soluciones que antes y después solo se buscaron por el torcido camino de la misma política, lo que hacía que ellos se erigieran a cada paso en juego de palabras y círcu­ los viciosos. Es el primero en hablar de libertad y derecho constituidos sobre la base de la propiedad territorial y de la riqueza individual. Es el primero que estudia el problema en su aspecto más fundamental: la necesaria transformación, sin la cual todo esfuerzo sería inútil y toda palabra estéril oratoria, de las masas de población, por la instrucción popular y por el mejoramiento de sus medios económicos. Su prospecto empieza por una máxima de hermandad entre la ilustración y la riqueza. “ Dar al pueblo la noción clara de una y otra será el primer objeto de El Amigo.” Luego añade: ‘ ‘ Dar luces al Gobierno, señalar el bien que haga o el mal que pueda producir una ley, indicar el abuso de su ejecución: sostener los de­ rechos y manifestar las necesidades del público es hacer a los pueblos el presente de más valor.” Quiere realizar esta labor accidental, pero sin dejar de laborar en la más honda: la de operar la transformación de las masas de la po­ blación mediante los conocimientos. Quiere dárselos al labrador, al ar­ tesano y al comerciante: quiere presentarles, hacerles palpables cuáles PROLOGO VII son sus verdaderos intereses: presentarles las observaciones que les con­ vengan, estimularlos para la adquisición de las luces que más les importan. No se olvidará tampoco de traer al acervo de la patria los nuevos conocimientos que el hombre adquiera. Inclinar al estudio de la na­ turaleza—dice—enseñar el método de observarla: publicar los conoci­ mientos más útiles, comunicar los experimentos o ensayos de más pro­ vecho, es concurrir al descubrimiento de nuevas riquezas. Veremos cómo Valle cumple este programa vastísimo cuyos dos ejes son: Gobierno y riqueza. Es decir, Política y Economía Política. Hacer leyes, hacer política, pero cuyo único objetivo sea el bienestar y el enriquecimiento públicos. Este parece ser, en último análisis, el sentido de El Amigo de la Patria y en tal concepto es la obra más avanzada que se haya publicado en aquella época. • Valle es el primero que entra de lleno a hablar de la importancia de la Estadística y es el primer periodista que acude a las oficinas pú­ blicas en demanda de datos para sus cuadros. ECONOMIA POLITICA Desde el Prospecto, que apareció diez días antes que el periódico, se advierte la tendencia a la crítica económica que ha de dominar en El Amigo de la Patria. Empieza, como ya asentamos, por una sentencia en que hermana la ilustración del país con la riqueza (lo cual deja ver por sí solo cuál va a ser la doctrina que inspire esas páginas, doctrina que no podía ser, por cierto, más importante para tiempos en que todo parecía arrollarlo el afán de las nuevas ideas políticas propaladas por los Enciclopedistas, el Acia de Independencia de Norte América, y la Revo­ lución Francesa, y aún para los nuestros en que todavía las razones del orden económico no han entrado a ocupar el lugar de importancia que les corresponde en los cálculos de los políticos). En seguida desarrolla su programa, y sus tesis tienen dos puntos de apoyo dentro de los que se mueve aquél: la Naturaleza de donde todo procede, la riqueza que es a donde la ambición nacional debe con­ verger. Funda así su sistema económico sobre una base positivista. Para que la riqueza producida por la naturaleza y el hombre—añade —no sea sofocada en su origen ni detenida en su marcha, el Gobierno debe ser protector suyo, y esta protección debe cifrarse en la remoción de los estorbos que se oponen al interés de los agentes de esa riqueza... VIII PROLOGO Su periódico—dice—comprenderá Ciencias, Gobierno, Agricultura, Industria y Comercio. Fijaos bien: una sola palabra dice Gobierno. Las otras son materia económica, y, dentro de ésta, no establece la pri­ macía de la Agricultura con menoscabo de la industria, como hubieran querido los fisiócratas, sino atiende por igual a todas las fuentes que producen la riqueza y a todos los medios por los cuales ésta se distri­ buye y se consume: es decir que su lema económico resulta depurado de lajs exageraciones porque pasó la ciencia antes de constituirse tal, y abarcando todas las relaciones indicadas por el curso de la naturaleza misma, aparece completo, con todas las ideas generales que, como su mejor conquista figuraban ya en las avanzadas de la Economía Política. En cualquiera de sus escritos, a la vuelta de cualquier materia, acuden a la pluma de Valle las reflexiones sentenciosas de índole econó­ mica: en una nota marginal exclama de repente, sin duda recordando análoga idea de Humboldt: “ Se ha escrito por diversas plumas la historia del Conquistador de México: se han repetido sus elogios y can­ tado su valor. Se ignora el nombre del negro, esclavo suyo, que sem­ bró en Nueva España los primeros granos de trigo. Pero las cosechas de este cereal, desde la primera hasta la última que se plantó, ¿no ates­ tiguan cada año su gloria y beneficencia V ’ Con esta notable reflexión, notable para su país y su época, quiere lamentar esa perniciosa costumbre de interesar a la juventud única­ mente en la historia sangrienta y novelesca, olvidándose por completo de la menos atrayente pero más útil de la historia que recuerda las humildes conquistas del campo por el arado y \a. azada. Siempre persistiendo en su línea filosófica de creer en un orden na­ tural presidiendo todos los fenómenos del Universo y todos los actos de los hombres, busca siempre la relación, no por misteriosa menos cierta, entre las leyes más vastas como las de la rotación de los astros y las menos conocidas del orden sociológico (aún de aquellas que, como el cálculo de las probabilidades de los juegos de azar tienen que pro­ veerse previamente de una multitud de leyes pequeñas, hasta ahora im­ posibles de determinar), para deducir la importancia que hay que concederle al estudio de los fenómenos económicos que al parecer y se­ gún el criterio de aquella época eran indignos de la preocupación del sabio. PROLOGO IX “ Por los más pequeños rudimentos de la Química—dice—se ha adelantado el arte benéfico de los tintes, se ha dado valor a las fábri­ cas. Un fósil despreciable aceleró los progresos de la Metalurgia, in­ justamente despreciada por los que no conocen el interés que tenemos en la ciencia de los metales. La disección o anatomía de un reptil preparó descubrimientos útiles para el arte de la salud. La medida de sílabas es uno de los elementos de la Armonía, y la Armonía, suavi­ zando el carácter feroz del hombre hace que no sea carnívoro o que sea más humano con sus semejantes. El Ergo mismo. El Escolasticis­ mo, objeto de risa en estos tiempos, era escala para subir al método feliz del análisis.” Y concluye: “ Pero si debe haber ciencias favoritas y privilegia­ das, cuál es la que puede presentar títulos más grandes que los de la Economía Política?” El Amigo de la Patria aparece en aquella lánguida vida de nuestra colonia como un resplandor inusitado, que descubre de pronto jamás previstos horizontes, aunque aquellos a quienes se los enseñaran no quisieran creer en ellos. Valle es un hombre preclaro que se adelanta un siglo a su Patria y viene a ser, para nosotros, algo así como el Al- berdi argentino: que escribe rápidas sentencias, profundas como una Biblia, y dignas de grabarse en el pensamiento de sus conciudadanos. Por eso y porque El Amigo es más bien que un periódico un libro, es­ crito por un único autor, nos hemos permitido hacer con más dete­ nimiento su análisis. Aún hoy día, los patriotas podrán sacar enseñan­ zas de la meditación de esos artículos. INSTRUCCION PUBLICA Y LEGISLACION Valle es, naturalmente, un ardiente partidario de la instrucción pública como primer deber del Estado. Otro punto en que pone siempre su atención es el de empleados. Quería todo un minucioso plan administrativo en cuya virtud se fija­ sen las cualidades fisgas, morales y literarias que debieran reunir em­ pleados y funcionarios para haber de alcanzar sus puestos, así como las pruebas a que debería sometérseles antes de entrar al desempeño de sus cargos. Con ello quería evitar la plaga de una empleomanía pa­ rásita del presupuesto y estorbosa para el rápido funcionamiento. Finalmente, Valle critica acerbamente, en varios capítulos, la ga- limática legislación que entonces regía y aboga por la formación de un Código Civil y Criminal que evitara las demoras de los litigios. Hace ver las oscuridades y defectos de las Leyes de Indias, de la legislación romana que entonces se estudiaba y del Derecho Español. Combate ardientemente las desigualdades de la ley y sostiene siempre la aboli­ ción de los privilegios. X PROLOGO LA SALIDA POR EL ATLANTICO Que Guatemala abra un camino para su costa Atlántica, es idea que martillea la mente de Valle. A cada paso se hallan reminiscencias de ese capital pensamiento. Veamos un caso. Llega a su noticia que se acaba de efectuar la apertura de un ca­ mino de Ciudad Real a Palenque en la provincia más septentrional del Reino. Comentándola se apresura a decir: “ El secreto grande de la riqueza consiste en hacer servir para su “producción a los seres que menos cuestan. El que emplea seres inani- “mados como las aguas, los vientos, etc., para la producción de la ri- “ queza presenta al mercado obras más baratas que el que se sirve de “bestias. El que emplea animales da obras menos caras que el que se “vale de hombres; y el que hace trabajar hombres da obras más o menos “costosas según el valor mayor o menor de los hombres. 4 * Ciudad Real abriendo camino para la villa del Palenque se aproxi- “ma a los puntos del consumo. Guatemala abriéndolo para la costa del “norte se aproximará a los que le interesan. Su valor sería entonces ‘ ‘ más grande: los frutos, podridos ahora por falta de exportación, se “ presentarían hermosos y baratos en las plazas de consumo; y el labra- “ dor extendería sus cosechas y dilatándolas daría movimiento más “grande al comercio.” Valle que a cada rato se lamenta de que las ciudades de las colo­ nias españolas se hubieran fundado en el fondo de los valles, buscando la vecindad de los yacimientos mineros y sin fácil acceso a los puertos; Valle que vive hablándoles a sus compatriotas de la atención que debe consagrarse a la apertura de caminos, como lo hemos visto en uno de los capítulos anteriores, es también el que ve con perfecta claridad la necesidad de corregir el defecto, ya casual o ya preconcebido, de alinear las ciudades en las vértebras de los Andes, que corren paralelos y cerca del Pacífico, olvidando casi por completo poblar el lado del Atlántico. Todo lo que se refiere a esta costa tiene algo come olor a confinamiento. De aquel lado sólo nos vienen, durante la Colonia, noticias de corsarios y piratas alevosos, de incursiones de frailes heroicos en tierras inaccesi­ bles de salvajes, ayes de los míseros confinados en el Castillo de San Felipe del Golfo y rumores apenas perceptibles de un lánguido comer­ cio por Trujillo y Omoa. La costa Atlántica, todo lo que no sea de la capital del Reino para abajo, es decir, para Suchitepéquez, Totonica- pam, Quezaltenango, Huehuetenango, y los alrededores de ella, vive disfrutando la vida de lo casi inaccesible; es una región enteramente fuera del país, como hoy todavía El Petén, de pantanos, miasmas y selvas misteriosas donde cuelga algo como sombra del ahorcado Guatimozín y donde nadie sino Cortés osó poner la planta----- PROLOGO XI Y, sin embargo, fácil era comprender que aquel lado miraba al porvenir. Por aquel lado Guatemala mira al Sur y al Este de los Esta­ dos ’Unidos y a Europa. Nuestros comerciantes y tripiúantes, desde el primero hasta el último, desde don Pedro de Alvarado que constru­ yó sus dos formidables escuadras para la conquista de las islas de la Especiería en Iztapa, hasta nuestro último armador colonial, don Juan Bautista Irisarri que construyó el paquebot Marte para el tráfico desde Panamá a California, según hemos tenido ocasión de decir, nadie había pensado sino en el Pacífico. Era consecuencia de la manera cómo se contemplaba el mapa de nuestro comercio. Tenía que ser obra del cambio radical de sistema de gobierno y de instituciones el que trajera el cambio radical en la manera de mirar ese mapa. Y Valle es el primero en tener la visión exacta de ese cambio. Pero hay otra obsesión igual que se refiere a una idea más grandiosa en la mente de El Amigo de la Patria: la de la apertura del Canal, ya fuera por Nicaragua (sitio al que parece darle preferencia) ya por Panamá. EL BAGAJE CIENTIFICO Y EL ESTILO LITERARIO Así como hemos visto en el capítulo dedicado a la Economía Política que desde el Prospecto ya se deja ver claramente cuál es el espíritu que en tal materia dominará al Amigo, así también ya desde el Prospecto se nota cuál es el espíritu científico, y en general filosófico de su re­ dactor. Al ir desarrollando en el Prospecto, el programa de materias que se proponía El Amigo de la Patria, y al hablar de la importancia de una publicación como la que se tenía en mira, va trayendo aquí y allá citas que pudiéramos llamar tomadas de la naturaleza en sus espec­ táculos más simples: se complace en hallar las relaciones entre las in­ dustrias humanas y la labor tranquila e incesante de las mínimos insec­ tos, el íntimo pensamiento de cooperación entre la mano pródiga, que produce ubérrimamente, del Universo, y la del hombre que después^de consumir los granos deposita uno en el seno de la madre tierra, aten­ diendo tanto al presente como al porvenir. De esa suerte Valle deja comprender que al lanzarse a la desconocida arena de nuestro periodis­ mo revolucionario, al ir a tratar las más hondas materias que podían afectar a un pueblo en los instantes de sus esfuerzos y convulsiones por brotar a una vida mejor, está lleno de los principios filosóficos más puros preconizados por los sabios que en la segunda mitad del siglo XVIII fijaron los fundamentos de la moderna ciencia social y los moder­ nos métodos filosóficos. Sus citas, llenas de sencillez y naturalidad,

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otomita, zapoteca, misteca, maya, popoluca, huaxteca, cakchiquel, tepe- huana, etc., formarían una pequeña^ Feuille abandonó el mismo suelo para estudiar los del Perú, Chile y las costas orientales de la América del Sur:
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