BIBLIOTECA liE AUTOHES J^EXICAiSOS 76 F1231 Hi G- 1080012720 \ BIBLIOTECA DE AUTORES MEXICANOS. I v> 4 DOCTOR DON JOSE MARIA COS i Fué este eclesiástico uno de los que má¿ fama adquirió entre los insurgentes, y con ella ha pasado á la posteridad; y sin em- bargo, poco es lo que se sabe de su vida y de sus hechos, y escasísimos los biógrafos que ha tenido. Se ignoran la fecha y el lugar de su na- cimiento, y el sitio donde hizo sus estudios, creyéndose que fué originario de la provin- cia de Zacatecas, y que debe haber nacido por los años de 1770 á 1780; que hizo sus estudios en Guadalajara, ó tal vez en Mé- xico. Lo único que se sabe de ,'positivó es que en 1810 se encontraba desempeñando .eV Curato del pueblo de San Cosme, cercano S. Zacatecas, y que como todos, era enemi- pondo maromeo go del desorden antes de que ,e%tallape 4 »'evolución. 'Dios nos conceda,—le decía, á «CARDO COWHRUBIM su compadre Oviedo, el 29 dé Klayo de es? 155983 II T..B10G. DB HKROES—1 año, en que le daba cueuta de los desórde- peño de ella, Cos se dirigió al campo de nes ocurridos en Zacatecas contra los es- Iriarte, donde fué recibido con grandes ho- pañoles,—morir primero, que ver las conse- nores, salvas y repiques, y formándosele cuencias deplorables de tan funestos preli- valla; las negociaciones ningún resultado minares." No murió, y sí tomó parte activa dieron, pues el jefe insurgente alegó que él en esas consecuencias que deploraba. no tenía instrucciones y que sólo el Gene- ralísimo podía entrar á dar explicaciones; Habiendo llegado á la ciudad la noticia á causa de esta respuesta, el Dr. Cos de- del grito de Dolores, el fermento que ya ha- cidió, desde la villa de Encarnación, ir á bía en ella se aumentó al grado que los es- apersonarse con Hidalgo, ordenando entre pañoles, considerándose en peligro, se dis- tanto que Zacatecas se uniese á la justa y pusieron á salir de Zacatecas; cuando allí legítima causa de la revolución. se supo la toma de Guanajuato, imposiblé fué contener la revolución, que se verificó Calleja, cuando supo todo esto por el mis- pacíficamente, viéndose obligado el Conde mo Conde, desaprobó la conducta de éste, de Santiago de la Laguna, en obvio de ma- y otro tanto hizo el Virrey, que llegó á yores males, á asumir el cargo de Inten- creer que aquél estaba de acuerdo con los in- dente. Una de sus primeras resoluciones fuá dependientes, en lo que no estaba muy equi- enviar al Dr. Cos, sujeto en el que, por su vocado; Cos siguió para San Luis, donde ciencia y virtudes, tenía bastante confianza, Calleja le aconsejó qu® viniese á México á á que se enterase de si la revolución "sal- presentarse al Virrey; el eclesiástico siguió va los derechos de la religión, de nuestro el consejo y emprendió el camino, pero en augusto y legítimo soberano y de la pa- Querétaro fué detenido (Noviembre de 1810) tria; y si en caso de ceñirse su objeto & por el Comandante García Rebollo, y per- la expulsión de los europeos y admite ex- maneció algún tiempo detenido en San cepciones cuáles sean éstas; y últimamen- Francisco, y después en una casa particu- te un detalle circunstanciado' y por menor lar. Estrechado por la falta de recursos, es- que sirva de gobierno á las provincias pa- cribió á Venegas relatándole sus aventuras ra unirse todas á un mismo fin, ó de paz ó> y rogándole que de un modo ó de otro pu- de guerra según sea la naturaleza de las; siese fin á tan anormal situación; la contes- pretensiones, siempre con la gran utilidad tación fué ordenar á Rebollo que dejase ' que se deja entender." El Ayuntamiento de- libre á Cos y prevenir á éste que se pusie- Zacatecas ratificó la comisión, y en desem- ra en camino para México y se presentas? muerte." Así, pues, en realidad, fué Calleja en la Secretaría del Ylrreynato en el mo- el responsable de la defección de Cos, qu? mento que llegase. Tan al pie de la letra valía bastante, según tendremos ocasión do cumplió el Doctor la orden, que habiendo ver. llegado por la noche fué al teatro al paTco No llegó á acabar de levantar su famoso del Virrey. Venegas lo recibió bien, lo cito regimiento, pues Calleja se apoderó de Zi- par otro día en Palacio, y allí le dió or- tácuaro y Cos tuvo que emigrar con la Jun- den de que todos los días se hiciese presen- ta á Tlalchapa y Sultepc; en esta última te- cumplió Cos con la orden durante quin- población terminó sus famosos planes de ce' días, al cabo de los cuales recibió orden paz y guerra que la Junta se encargó de de volver á su Curato de San Cosme: no hacer circular por todas partes y que remi- pensó desobedecer y se puso en camino, pe- tió al Virrey. La exposición de esos pla- ro antes hizo una representación manifes- tando qué en el estado de intranquilidad nes es sumamente curiosa y demuestra el del país y llenos los caminos de pronun- talento del autor; en la parte resolutiva ciados y malhechores, podía caer en manos proponía la formación de un Congreso na- de unos ó de otros y protestaba contra el cional, independiente de España, que repre- Virrey por las consecuencias que esto pu- sentase al Rey; es decir, proponía la inde- diera traer. pendencia; si ese plan no se admitía debe- ría hacerse lá guerra conforme al derecho Sucedió como se lo había imaginado, pues de gentes, no fusilando prisioneros, y sin & los dos días cayó en poder de una partida que los eclesiásticos mezclasen las armas que obedecía al Cura Correa, y fué llevado de la religión en la cuestión política. Es- á Zitácuaro, donde ya funcionaba la Junta (Octubre de 1811); Rayón y sus compañeros tos eran, en resumen, los famosos planes, lo recibieron con desconfianza, creyéndolo que contenían algunas máximas, como la espía del Virrey, y así permaneció en una de que la soberanía reside en la nación, y posición dudosa, hasta que creyéndose per- que terminaban con una relación de las dido con el Gobierno por lo que le había atrocidades cometidas por los realistas; el pasado con el Virrey, y por su reciente per- Virrey mandó que los ejemplares de aque- manencia entre los insurgentes, ofreció de- llos planes fuesen quemados por mano de! cididamente sus servicios á la Junta, que verdugo y publicó un bando prohibiendo su los aceptó, dándole el encargo de levantar lectura. Algunos escritores, partidarios de un regimiento, al que dió el nombre "de la la dominación española, se encargaron fle el Cabildo eclesiástico. "Esta activa perse- contestar el manifiesto de Cos. cución de las autoridades civiles y eclesiás- ticas, ha hecho que sea tan difícil encontrar Este se lamentaba de la falta de impren- algún ejemplar de ese periódico." ta, por medio de la cual se podía hacer am- plia propaganda, y para suplirla se propu- "Por la diligencia de los corresponsales so y consiguió hacer, los caracteres de ma- que en México tenían los insurgentes, se dera lo suficientemente perfectos para que consiguió" comprar una buena cantidad de sirviesen & su Objeto, supliendo la tinta con letra de imprenta y que un oficial fuese á añil. Escasísimos son los ejemplares que Sultepec á encargarse de ella, en unión de quedan de esas impresiones, y más bien que dos cajistas. Llevada la letra á Sultepec, en México se encuentran en el extranjero. el Dr. Cos empezó á publicar "El Ilustrador No satisfecho Cos con este éxito, trabajó Americano," periódico que contribuyó mu- cerca de la Junta para que adquiriese una cho á extender las ideas de la revolución; verdadera imprenta, consiguiéndolo al fin; de él se sacaban muchas copias manuscri- encontrado un vendedor de tipos suficien- tas en México, causando bastante inquietud tes para cinco pliegos, se contrató un ofi- al Gobierno, que prohibió severamente en ficial, Don José Robelo, y dos cajistas, que disposición de lo. de Junio del expresado salieron rumbo á Sultepec; los tipos fueron año su circulación, y lo mismo hizo el Ca- sacdos de la capital en un coche por unas bildo eclesiástico y el Gobernador de la mi- señoras que afectaron ir á una fiesta á las tra de México, por un edicto del 3 del mis- inmediaciones, y que consiguieron que los mo mes, en el cual, bajo el precepto de sae- guardas de la garita no registraran el ca- ta obediencia y so las penas establecidas rruaje; de allí, ya sin muchos contratiem- en el Derecho Canónico contra los autores, pos, llegaron Tos tipos á su destino, y el fautores y encubridores de libelos famosos Dr. Cos pudo imprimir su famoso semana- y sediciosos, mandó á todos los fieles que rio "El Ilustrador Americano," que además entregasen los ejemplares y denunciasen á de ser muy leído en buena parte del país, los que los tuviesen; á los confesores que era copiado por los amigos de la insurrec- instruyesen á los penitentes de la obliga- ción; el Gobierno virreinal, bastante inquie- ción en que estaban de hacerlo así, y á los to, prohibió la circulación de ese periódico predicadores, que declamasen y combatie- y de sus copias, imponiéndose fuertes pe- sen desde el púlpito contra este periódico, nas á los desobedientes, y otro tanto hizo que el Cabildo calificó de máquina Infernal, cario Castrense, y el único que por enton- inventada por el padre de la discordia, pa- ces no estuvo conforme con su nombramien- ra desterrar del país la paz, que el clero de- to, que fué Licéaga. bía fomentar ye ultivar con todo empeño. No obstante la oposición de Licéaga, aca- Como se ve, se desató una activa y terrible bó por nombrar, muy pocas semanas des- Persecución de parte de las autoridades ci- pués, su segundo, al Dr. Cos, que en su viles y eclesiásticas contra el primer perió- compañía se transladó á Guanajuato en Ju- dico insurgente que defendía la causa na- lio siguiente; muy poco faltó para que am- cional." bos cayesen en poder de Iturbide en el V a- No fueron éstos los únicos servicios que lle de Santiago el 24 de Julio; Cos se reti- por aquellos meses de 1812 prestó el Dr. ró á Dolores, donde se creyó seguro, y en Cos á la causa nacional. También se ocu- efecto, lo estuvo durante algún tiempo, pues pó de los asuntos espirituales de los pue- no era aquel punto muy frecuentado por blos ocupados por los insurgentes, y que las partidas realistas. Viéndose impune, se por esta razón tenían bastantes dificulta- despertaron sus instintos bélicos, y en unión des en la administración de los Sacramen- de Don Ramón Rayón trató de organizar tos La Junta insurgente lo nombró Vica- una expedición sobre Guanajuato; llamo al rio Castrense, con cuya investidura proce- efecto á Matías Ortiz, uno de los 'Tacho- dió á remover Párorcos, á aprehender y nes" que entonces empezaba á distingüese, confinar á presidio á algunos eclesiásticos, v á varios guerrilleros, y emprendió su y á conceder dispensas matrimoniales, etc., marcha el 27 de Noviembre por el camino todo lo cual dió motivo á que el Cabildo de la Sierra; García Conde, previendo el eclesiástico de México, por su edicto de oO movimiento, envió á Iturbide, que se vió de Junio (1812) declarase todos estos actos rodeado de fuerzas superiores en una estre- nulos y atentatorios, sujetos á revalidación cha cañada: poco faltó para que el enten- los matrimonios hechos por los Curas in- dido y veterano Capitán fuese derrotado trusos, é incursos en las censuras y exco- por el teólogo, improvisado militar; sin em- muniones fulminadas por el derecho canó- bargo,, aquél consiguió salir á la mina de nico, el mismo Dr. Cos y todos los eclesiás- Mellado, y reforzado oportunamente puao ticos que hubiesen ejercido cualquier acto rechazar á los independientes; Cos volvió á de jurisdición que no hubiese emanado del Dolores, cuyo punto conservó constantemen- Cabildo. No obstante estas censuras, Cos te, pues siendo aquel el tránsito de los con- continuó desempeñando su puesto de Vi-
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