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Obras completas. I. Amor, culpa y reparación PDF

226 Pages·1990·27.052 MB·Spanish
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AMOR,CULP~ y REPARACluN Melanie Klein OBRAS COMPLETAS DE MELANIE KLEIN AMOR, y CUL~A I. Amor, culpa y reparación II. El psicoanálisis de niños REPARACION Ill. Envidia y gratitud IV. Relato del psicoanálisis de un niño y otros trabajos (1921-1945) Con una introducción de R.E. Money-Kyrle ~9 PAIDÓS Título original: Lave, Guilt and Reparation and Other Works (1921-1945) Publicado en inglés por The Hogarth Press, Londres Traducción de Hebe Friedenthal, Amlinda Aberastury (cap. 17 y, en INDICE colaboración con María Esther Morera, cap. 20), Elisabeth Groode de Garma (cap. 21), Adolfo Negrotto (<<Notas aclaratorias»). Portada: Gustavo Macri 1975, The Me1anie Klein Trust © 1990, de todas las ediciones en castellano, Ediciones Paidós Ibérica, S. A. Av. Diagonal 662-664, 08034, Barcelona, España 2008, de esta edición, Editorial Paidós Mexicana, S. A. Bajo el sello editorial P A IDOS M.R. Avenida Presidente Masarik núm. 11 J, 20. piso Colonia Chapultepec Morales C.P. 11570, México, D.F. www.paidos.com.mx Prefacio de R.E. Money-Kyrle .................................. 9 Edición impresa en España: 1990 Introducción, de R.E. Money-Kyrle ........................... 11 ISBN: 84·7509·569·0 (rústica) l. E l desarrollo de un nifto (1921) ............. ................ 15 ISBN: 84-7509-605-0 (obra completa) l. La influencia del esclarecimiento sexual y la disminución de la autoridad sobre el desarrollo Primera edición impresa en México: noviembre de 2008 intelectual de los niftos, 15. 11. Análisis Primera reimpresión: septiembre de 2011 temprano. 39. . ISBN: 978-607-7626-04-6 2. Inhibiciones y dificultades en la pubertad (1922) ....... 66 ISBN: 978-607-7626-07-7 (obra completa) 3. El papel de la escuela en el desarrollo libidinal del nifto (1923) ........................ ............................. 71 No se permite la reproducción total o parcial de este libro ni su 4. Análisis infantil (1923) ....................................... 88 incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier 5. Una contribución a la psicogénesis de los tics (1925) '" 116 forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por 6. Principios psicológicos del análisis infantil (1926) ...... 137 fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por 7. Simposium sobre análisis infantil (1927) ................. 148 escrito de los titulares del copyright. 8. Tendencias criminales en niftos normales (1927) ........ 178 La infraccíón de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Arts. 229 y siguientes de la Ley 9. Estadios tempranos del conflicto edípico (1928) ........ 193 Federal de Derechos de Autor y Arts. 424 y siguientes del Código 10. La personificación en el juego de los niftos (1929) ...... 205 11. Situaciones infantiles de angustia reflejadas en una Penal). obra de arte yen el impulso creador (1929) .............. 216 Impreso en los talleres de Gratiscanncr, S.A. de C.V. 12. La importancia de la formación de símbolos en el Bolívar número 455, local 1, colonia Obrera, México, D.F. . desarrollo del yo (1930) ...................................... 224 Impreso en México - Printed in Mexico 13. La psicoterapia de las psicosis (1930) ...................... 238 14. Una contribución a la teoría de la inhibición intelectual (1931) .............................................. 241 15. El desarrollo temprano de la conciencia en el nifto (1933) .................................................. ,... 253 16. Sobre la criminalidad (1934) ................................ 263 7 17. Contribución a la psicogénesis de los estados maníaco-depresivos (1935) .................................. 267 18. El destete (1936) ............................................... 296 PREFACIO 19. Amor, culpa y reparación (1937) ........................... 310 20. El duelo y su relación con los estados maniaco-depresivos (1940) .................................. 346 21. El complejo de Edipo a la luz de las ansiedades tempranas (1945) ...................................:.......... 372 Introducción, 372. Fragmentos de un' historial, ilustrativos del desarrollo edipico del niño, 373. Extractos de un historial que ilustra el desarrollo edipico de la niña, 399. Resumen general teórico, 408. Observaciones finales, 421. NOTAS ACLARATORIAS ..................................... 422 BIBLIOGRAFIA .; ................................................ 445 LISTA DE PACIENTES ......................................... 451 La obra de Melanie Klein. desarrollada a lo largo de casi cuarenta afios, incluye varios libros, colaboraciones en libros colectivos y tra­ bajos diversos que hasta ahora no habian sido reunidos en inglés en forma de libro.· Como es inevitable tratándose de un esfuerzo crea­ tivo que abarcó tantos afios, sus ideas sufrieron constantes amplia­ ciones, enmiendas y clarificaciones. En consecuencia, no es fácil pa­ ra el estudioso, frente a una producción que bien puede calificarse de copiosa, descubrir cuáles son las ideas más maduras de Melanie Klein o cómo llegó a concebirlas. Por tal causa, uno de los objetivos más importantes de esta nueva edición de sus obras completas fue in­ dicar, respecto de los principales ternas desarrollados en cada traba­ jo, qué antecedentes obran en la producción anterior de la autora y cómo evolucionó con el tiempo su pensamiento. Así se hizo por me­ dio de sendas notas aclaratorias. que aparecen reunidas al final de cada volumen, excepto en el caso del volumen IV, Relato del psico­ análisis de un niño, que lleva notas de la misma Melanie Klein. Aunque ése fue su principal objetivo, la nueva edición brindó además la oportunidad de introducir ciertas mejoras: se revisó cuida­ dosamente la traducción de uno de los libros, El psicoanálisis de ni­ ños, publicado originalmente en alemán; todas las referencias a edi­ ciones anteriores de las obras de Freud se reemplazaron por referen­ cias a la Standard EdíJion,'** también se actualizaron, dentro de lo posible, las referencias a otras obras de las que existen ediciones más recientes . • La pre~ente edición castellana de la~ obras de M. Kleín en cuatro volúmenes e!> traducdón de la edidón inglesa que aqui se mendona. [T.\ •• En este libro las obras de Freud sc remiten a la l"CIición de Amorrorlu editorc'_ que remite a la Standard Editi(ln. 8 9 Las tareas necesarias para dar cumplimiento a estos objetivos fueron realizadas por diferentes grupos de personas. Las negociaciones preliminares con los editores estuvieron a car­ go del profesor Elliott Jaques, quien fue generosamente acogido y lNTRODUCCION ayudado por el Sr. Masud Khan, director de la International Psycho­ Analytical Library. El profesor Jaques es también el autor del Prefa­ cio al volumen IV, Relato del psicoanálisis de un niño. Las notas aclaratorias fueron redactadas por Edna O'Shaugh­ nessy con el asesoramiento de Hanna Segal, Betty Joseph y yo, quienes por lo tanto compartimos con eUa la responsabilidad, aun­ que no el mérito, del esfuerzo cumplido. Por su parte el Dr. Hans Thorner ,asistido por su nuera Prudence M. Thorner, y en un co­ mienzo también por el Dr. Stephen Smith, revisó la traducción al 1 inglés de El psicoanálisis de niños; los borradores de la nueva versión fueron sometidos a Alix Strachey, autora de la traducción original. El artículo "Inhibiciones y dificultades en la pubertad", que hasta " ahora no se había publicado en inglés, fue traducido por el Dr. Claud Wedeles. L-a ardua tarea de controlar y uniformar las referen­ cias bibliográficas fue confiada a Ann Hutchinson, y la de preparar, Melanie KIein -de soltera Reizes-nació en Viena en 1882, sien­ dar nueva redacción y corregir los índices alfabéticos, a Barbara do la menor de cuatro hijos. Sus padres, de origen judío. no co.nser­ Forryan. vaban un apego estricto a su religión; más bíen parecen haber pro­ Sólo me resta expresar mi gratitud a todos estos amigos y colabo­ fesado un tolerante agnosticismo. Hay pruebas de que los niños he­ radores por el tesonero empeño que pusieron en la preparación de las redaron de ambas ramas de la familia su considerable capacidad, y Obras completas de Melanie KIein. En nombre de los administrado­ sin duda el ambiente en que crecieron era marcadamente intelectual. res del Melanie Klein Trust, patrocinante de esta empresa, deseo Pero lo más importante en los recuerdos de Melanie Klein eran la ar­ agradecer también a The Institute of Psycho-Analysis -que en cola­ monía que reinaba en su hogar, los fuertes lazos de afecto que unian boraci9n con The Hogarth Press había publicado ya muchos de los a todos sus miembros. No dejó de padecer, con todo, períodos de libros de . .1elanie Klein- por llevar hoya cabo la publicación de la honda aflicción: primero por la muerte de su hermana más querida; colección completa de esas obras en cuatro volúmenes. y luego por la de su hermaao mayor, a quien admiraba enormemen­ te. Años más tarde la tragedia volvió a golpearla cuando uno de sus R.E. Money-Kyrle hijos; ya adulto, se mató en un accidente de alpinismo. En cuanto al punto de partida de su vida profesional, debemos sefialar que a los catorce años Melanie KIein concibió el deseo de es­ tudiar medicina, y con ayuda de su hermano aprendió en poco tiem­ po suficiente latín y griego como para ser admitida en el Gymna­ sium. Sus posibilidades de seguir la carrera de medicina se desvane­ cieron sin embargo cuando, a los díecisiete años, formalizó su compromiso matrimonial. Se casó cuatro años después, en 1903, ya su debido tiempo se convirtió en la madre de tres niños: Sólo en tiempos de la Primera Guerra Mundial pudo proseguir, aunque bajo una nueva forma. su interrumpida carrera. Por casuali­ dad llegó a sus manos un libro de Freud y al leerlo sintió que le apor­ taba algo que de un modo vago ella venía buscando desde siempre. Residía entonces en Budapest y tuvo oportunidad de iniciar un análi­ sis con Ferenczi, quien la alentó a especializarse en el psicoanálisis de niños; y antes del fin de la guerra ya había comenzado a hacerlo, siempre en Budapest. En aquella época el análisis de nifios pequeños, 10 11 si se exceptúa el de Juanito, que realizó Freud, y algunos trabajos preliminares de la doctora Hug-Hellmuth, era un territorio descono­ vamente en los seres humanos. El superyó infantil más primitivo. cido, en el que poco después se internaría también, aunque siguiendo que encarna la destructividad proyectada del niño vuelta contra sí una dirección un tanto diferente, Anna Freud. Después de la guerra, mismo, es una construcción esquizo-paranoide que, al decir de en 1921, Melanie Klein se trasladó a Berlín, invitada por Karl Freud, obra como un arcaico dios interno cuya moralidad arcaica es Abraham, para proseguir allí su trabajo con niños, y pronto introdu­ del tipo "ojo por ojo". No es sintónico con el yo, y un objetivo fun­ jo en el análisis nuevos e importantes concept'os. Sus innovaciones damental del análisis es su debilitamiento. Pero hacia los cuatro me­ recibieron el apoyo de Abraham, quien fue también su analista, des­ ses de edad, el advenimiento de la posición depresiva abre paso a una de comienzos de 1924 hasta su prematura muerte, ocurrida en 1925. moralidad distinta y mucho más concorde con el yo, que no se basa Mientras ella estaba en Berlín y su esposo en Suecia se· produjo la en una forma especifica de delusión paranoide sino en el sentimiento ruptura definitiva de su matrimonio, no demasiado venturoso. En depresivo de culpabilidad por los daños infligidos, tanto en la reali­ 1926 se trasladó a Londres, accediendo a una invitación de Ernest dad como en la fantas'a, a los objetos amados -internos y externos Jones, quien le brindó un valioso apoyo. Se radicó en esa ciudad y al si mismo-, durante la posición esquizo-paranoide previa. Estos gradualmente fue dando cabida en su clientela a una proporción ca­ objetos de amor dañados, en la medida en que el niño sienta pesar da vez mayor de adultos, en especial analistas en formación, hasta el por ellos. cobran vida dentro de él como mentores internos que sos­ momento de su muerte, acaecida en 1960. Es interesante señalar que, tienen y asisten al yo en su lucha contra los malos objetos internos como Freud y muchos otros, Melanie Klein practicó el autoanálisis, subsistentes y los enemigos externos reales. No es cierto que Melanie de modo que las obras que publicó fueron casi con seguridad el resul­ Klein recurriera a algún tipo de presión moral para favorecer esta úl­ tado de las observaciones analíticas que llevó a cabo tanto en sus pa­ tima clase de moralidad en sus pacientes, pero si lo es que intentaba cientes como en sí misma, confrontadas unas con otras. poner al descubierto las delusiones que dan origen a la moralidad ar­ En su labor clínica, que suscitó considerable controversia, Mela­ caica, asi como a variadas formas de defensa maniaca contra la cul­ nie Klein dio por sentado desde el comienzo que el análisis de un niño pabilidad persecutoria o depresiva. y, en la medida en que lo logra­ debía llevarse a cabo exactamente del mismo modo que el de un adul­ ba, el segundo tipo de moralidad ten di a espontánea y progresiva­ to, salvo por el hecho de que el análisis de las asociaciones verbales· mente a predominar en ellos. Lo cual era interpretado como un indi­ debía complementarse con el análisis del juego. Supuso que la trans­ cio de que el paciente evolucionaba hacia la integración y la madu­ ferencia era posible, comprobó la presencia de un superyó, si bien rez. rudimentario, y sostuvo que la misión del analista no era educar ni Aunque la teoria que Melanie Klein llegó a desarrollar -en espe­ inculcar principios morales. En otras palabras, adoptó, tanto para cial la distinción entre las posiciones esquizo-paranoide y depresi­ los adultos como para los niños, el análisis de la transferencia de va-parece apta para explicar por lo menoS los hechos principales de Freud; y si más tarde introdujo cambios, éstos apuntaban a lograr un la vida psíquica, tanto normal como patológica, seria erróneo consi­ análisis de la transferencia inás puro, limitando el papel del analista derar que se trata de una teoria definitiva. La misma Melanie Klein cada vez más a la interpretación. Una de las características de su téc­ continuó retocándola casi hasta el final de su vida. Y nadie sabe qué nica, quizá la más específica, es que desde el comienzo dio preferen­ modificaciones o agregados serán necesarios en el futuro. Es pro­ cia a la interpretación de la ansiedad inconsciente basada en fanta­ bable que, como en nsica, en psicologia la verdad última sea de una sías inconscientes. dondequiera que tropezara con ella, incluso cuan­ complejidad infinita, y que sólo sea posible acercarse a ella a través do en apariencia esa interpretación daba inicialmente por resultado de una infinita serie de aprOXimaciones. un incremento de la ansiedad. Esta técnica le permitió captar muchos aspectos de la psique que R.E. Money-Kyrle hasta entonces no habían sido advertidos, por lo que su teoría de la mente normal y patológica, tomada en un principio de Freud, experi­ mentó continuos cambios. Ofrecer aquí un resumen de sus ideas se­ ria redundante, ya que sus propios escritos, en especial si se los lee juntamente con las Notas aclaratorias, son suficientemente explíci­ tos. Un punto, sin embargo, merece destacarse. Al introducir los conceptos de posición esquizo-paranoide y posición depresiva, Mela­ nie Klein aclaró la distinción entre dos tipos de moralidad esencial­ mente diferentes que de modo innato tienden a desarrollarse sucesi­ 12 13 1. EL DESARROLLO DE UN. NIÑOI (1921) LA INFLUENCIA DEL ESCLARECIMIENTO SEXUAL Y LA DlSMINUCION DE LA AUTORIDAD SOBRE EL DESARROLLO INTELECTUAL DE LOS NltIIOS • Introducción La idea de explicar a los niftos temas sexuales está ganando terre­ no progresivamente. La instrucción que se da en las escuelas en muchos lugares tiene por objeto proteger a los niftos durante la épo­ ca de la pubertad de los peligros cada vez mayores de la ignorancia, y es desde este punto de vista que la idea ha logrado mayor simpatía y apoyo. Sin embargo, el conocimiento obtenido gracias al psicoanáli­ sis indica la necesidad, si no de "esclarecer", por lo menos de criar a los niftos desde los aftas más tempranos en forma tal, que convierta en innecesario cualquier esclarecimiento especial, ya que apunta al esclarecimiento más completo, más natural, compatible con el grado de madurez del nifto. Las conclusiones irrefutables a extraerse de la experiencia psicoanalitica requieren que los niftos sean protegidos, siempre que sea posible, de cualquier represión demasiado fuerte, y de este modo de la enfermedad o de un desarrollo desventajoso del carácter. Por consiguiente, junto a la intención realmente prudente de contrarrestar con la información los peligros reales y visibles, el análisis procura evitar peligros igualmente reales. aunque no sean vi­ 1 Conferencia pronunciada en la Sociedad Psicoanalitica Húngara. julio de 1919. Este articulo ya estaba listo para ser publicado, y dejé las observaciones e inferencias tal como se me ocurrieron entonces. IS sibies (porque no 80n reconocidos como tales), pero mucho más co­ nociones de ayer, hoy y mafiana. En cosas prácticas estaba evidente­ munes y profundos, y que por ende exigen ser observados mucho mente más atrasado que otros niños de su edad. A pesar de que a me­ más urgentemente. Los resultados del psicoanálisis -que siempre ~n nudo lo llevaban de compras, parecía (por sus preguntas) que le re­ todo caso individual retrotrae a las represiones de la sexualidad in­ sultaba incomprensible que la gente no regalara sus pertenencias, ya fantil como causa de la enfermedad posterior, o a los elementos más que todos tenían muchas cosas, y era muy difícil hacerle comprender o menos mórbidos actuantes o a inhibiciones presentes incluso en que debía pagarse por ellas, y a diferentes precios según su valor. cualquier mente normal-, indican claramente el camino aseguir. Por otra parte, su memoria era notable. Se acordaba. y aún re­ Podemos evitar al nifio una represión innecesaria liberando -prime­ cuerda, cosas relativamente remotas con todo detalle, y domina ro y principalmente en nosotros mismos- la entera y amplia esfera completamente las ideas o hechos que alguna vez ha comprendido. de la sexualidad de los densos velos de secreto, falsedad y peligro,te­ En general, ha hecho pocas preguntas. Cuando. tenía alrededor de jidos por una civilización hipócrita sobre una base afectiva y mal in­ cuatro afios y medio se inició un desarrollo mental más rápido y tam­ formada. Dejaremos al nino adquirir tanta información sexual como bién un impulso más poderoso a hacer preguntas. También en esta exija el desarrollo de su deseo de saber, despojando así a la sexuali~ época el sentimiento de omnipotencia (lo que Freud ha llamado "la dad de una vez de su misterio y de gran parte de su peligro. Esto ase­ creencia en la omnipotencia del pensamiento") se volvió muy marca­ gurará que los deseos, pensamientos y sentimientos no sean en parte do. Cualquier cosa de que se hablara -cualquier habilidad u ofi­ reprimidos y en parte, en la medida en que falla la represión, tolera­ cio-Fritz decía que podía hacerlo perfectamente, incluso cuando se dos bajo una carga de falsa vergüenza y sufrimiento nervioso, como le probaba lo contrario. En otros casos, cuando como réplica a sus nos pasó a nosotros. Además al impedir esta represión, esta carga de preguntas se le decla que el papá y la mamá también desconocían sufrimiento superfluo, estamos sentando las bases para la salud, el muchas cosas, esto no parecía quebrantar su creencia en su propia equilibrio mental y el desarrollo positivo 4el carácter. Sin embargo, omnipotencia y en la de su ambiente. Cuando no podía defenderse este resultado incalculablemente valioso no es la única ventaja que de ninguna otra manera. incluso bajo la presión de las pruebas en podemos esperar para el individuo y para la evolución de la humani­ contra, solía afirmar: "¡Con una vez que me muestreQ, podré ha­ dad, de una crianza fundada en una franqueza sin limites. Tiene otra. cerlo muy bien!" De modo que, a pesar de toda demostración de lo consecuencia no menos importante: una influencia decisiva sobre el contrario, estaba convencido de que podía cocinar, leer. escribir y desarro~lo de la capacidad intelectual. hablar francés perfectamente. La verdad de esta conclusión extraída de las experiencias y ense­ fianzas del psicoanálisis quedó confirmada en forma clara e irrefu­ table por el desarrollo de un nifio del que ~engo ocasión de ocuparme Aparición del periodo de preguntas sobre el nacimiento con frecuencia. A la edad de cuatro años y nueve meses aparecieron preguntas concernientes al nacimiento. Uno se veía obligado a reconocer que Historia previa coincidía con esto un notable incremento de su necesidad de hacer preguntas en general. El nifio en cuestión es el pequefio Fritz, hijQ de conocidos que vi­ Quisiera señalar aquí que las preguntas planteadas por el pe­ ven cerca de mi casa. Esto me dio oportunidad de estar a menudo en queño (que en general dirigía a su madre o a mi) eran siempre contes­ compafiía del nino, sin ninguna restricción. Además, como la madre tadas con la verdad absoluta, y. cuando era necesario, con una expli­ sigue todas mis recomendaciones, puedo ejercer amplia influencia en cación científica adaptada a su entendimiento. pero tan breve como su crianza. El nifio, que tiene ahora cinco afios, es fuerte y sano, de fuera pQsible. Nunca se hacían referencias a las preguntas que ya se desarrollo mental normal pero lento. Empezó a hablar a los dos le hubieran contestado, ni tampoco se introducia un nuevo tema, a afios, y tenia más de tres y medio cuando se pudo expresar con menos que él lQ repitiera o comenzara espontáneamente una nueva fluidez. Incluso entonces no se observaron esas frases especialmente pregunta. llamativas, como las que se oyen ocasionalmente a edad muy Después que hubo preguntado 2 ..¿Dónde estaba yo antes de na­ temprana en nifios bien dotados. A pesar de esto, daba la impresión, cer?", la pregunta surgió nuevamente en la forma de"¿Cómo se ha­ tanto por su aspecto como por su conducta, de ser un nifio inteligen­ te y despierto. Consiguió adquirir muy lentamente unas pocas ideas 2 La pregunta fue provocada por observaciones ocasionales de un hermano y her­ propias. Ya tenia más de cuatro años cuando aprendió a distinguir mana mayores, que le dijeron en diferentes oportunidades: "Tú no hablas nacido to­ los colores, y casi cuatro aflos y medio cuando se familiarizó con las daliia". Partcla fundada también en el sentimiento evidentemente doloroso de "No 16 17 ce una persona?" y se repitió casi diariamente en esta forma estere­ existe Papá Noel?" -"No, tampoco existe." -"¿Y quién trae el otipada. Era evidente que la constante recurrencia de esta pregunta árbol y lo arregla?" -"Los padres." -"¿Y tampoco hay ángeles, no se debía a falta de inteligencia, porque era obvio que comprendía eso también es un cuento?" -"No, no hay ángeles, eso también es totalmente las explicaciones que se le daban sobre el crecimiento en un cuento." el cuerpo de la madre (la parte representada por el padre no se le ha­ Evidentemente estos conocimientos no fueron fácilmente asimi­ bía explicado porque aún no habia preguntado sobre ella). Que un lados, porque al final de esta conversación preguntó después de una cierto "displacer", una falta de deseo de aceptar la respuesta (contra breve pausa, "¿Pero hay cerrajeros, no? ¿Son reales? Porque sino, lo que luchaba su anhelo de verdad) era el factor determinante de su ¿quién haría las cerraduras?" Dos días después ensayó cambiar de frecuente repetición de la pregunta, lo demostraba su conducta, su padres; anunciando que iba a adoptar a la señora L. como madre y a comportamiento distraído, incómodo, cuando la conversación ape­ sus hijos como hermanos y hermanas. y se quedó en casa de ellos du­ nas habia comenzado, y sus visibles intentos de abandonar el tema rante toda una tarde. Al atardecer volvió a la casa arrepentido.' Su que él mismo había iniciado. Por un breve periodo dejó de pregun­ pregunta al día siguiente, hecha a su madre inmediatamente después tarnos esto a su madre y a mí, y se dirigió a su niñera (que poco des­ del beso de la manana, "Mamá, dime, ¿cómo viniste tú al mundo?", pués se fue de la casa) y a su hermano mayor. Sus respuestas, que la mostraba que alli había una conexión causal entre su cambio delibe­ cigüeña traía a los bebés y que Dios hacía a la gente, lo satisficieron rado de padres y el previo esclarecimiento que había sido tan dificil sin embargo sólo por pocos días, y cuando después volvió a su madre de asimilar. otra vez con la misma pregunta "¿Cómo se hace una persona?", pa­ Después de esto también mostró mucho más placer en entender recía al final más dispuesto a aceptar la respuesta de la madre como realmente el tema, al que retornaba repetidamente. Preguntó cómo la verdad.3 sucedla en los perros; después me dijo que recientemente él "habia A la pregunta" ¿Cómo se hace una persona?" su madre le repitió espiado dentro de un huevo roto" pero no había conseguido ver un una vez más la explicación que ya le había dado a menudo. Esta vez pollito dentro. Cuando le expliqué la diferencia entre un pollito y un el niftO habló más y contó que la gobernanta le había dicho (parece nifto, y que este último permanece dentro del calor del cuerpo mater­ haber oído esto antes también, de alguna otra persona), que la ci­ no hasta que está lo bastante fuerte como para salir afuera, se sintió güeña traía los bebés. "Eso es un cuento", dijo la madre. -"Los" evidentemente satisfecho ...¿Pero, entonces, quién está dentro de la niños L. me dijeron que la liebre de Pascua no vino en la Pascua madre para darle de comer al chico?", preguntó. sino que fue la niñera quien escondió las cosas en el jardín." 4 "Te­ Al día siguiente me preguntó "¿Cómo crece la gente?" Cuando nían razón", contestó la madre. -"¿No hay liebre de Pascua, tomé como ejemplo un niñito que él conocía, y como ejemplos de di­ no es cierto", ¿es un cuento?" -"Por supuesto." -"¿y tampoco ferentes estadios del desarrollo a él mismo, a su hermano y a su pa­ pá, dijo "Yo sé todo eso, pero ¿cómo se crece?" haber estado siempre alli" , ya que en seguida de habérsele informado y repetidamente Durante la tarde lo Habían regañado por desobedecer. Estaba después, expresaba satisfacción al decir que él de cualquier modo habla estado antes perturbado por ello y trataba de hacer las paces con su madre. Le di­ allf. Pero era evidente que ésta no fue la única instigación para la pregunta, ya que po­ jo "Seré obediente manana y al otro día y al otro día ..."; y detenién­ co después apareció en la forma alterada de: "¿Cómo se hace una persona?" A los dose súbitamente pensó por un instante y preguntó "Dime, mamá, cuatro aftas y tres meses se repitió frecuentemente otra pregunta. durante un tiempo. ¿cuánto falta para que venga pasado mañana?" Y cuando ella le pre­ Preguntaba: "¿Para qué se necesita un papá1", Y (más raramente) ..¿Para qué se ne­ cesita una mamá?" La contestación a esta pregunta, cuyo significado no fue reconoci­ guntó qué queria decir exactamente, repitió: "¿Cuánto tiempo tarda do en esa época, fue que uno necesitaba un papá para que lo quisiera y lo cuidase. Es­ en venir un nuevo día?" e inmediatamente después: "Mamá ¿la to fue visiblemente insatisfactorio, y con frecuencia repitió la pregunta hasta que gra­ noche pertenece siempre al día anterior, y temprano a la mañana es dualmente la abandonó. 3 Al mismo tiempo captó aliunas otras ideas que hablan sido repetidamente co­ otra vez un nuevo día?" 6 La madre fue a buscar algo y cuando re­ mentadas en el periodo precedente a las preguntas sobre el nacimiento, pero que tam­ tornó a la habitación él estaba cantando para sí. Cuando ella entró poco aparentemente hablan quedado del todo aclaradas. Incluso habla tratado de de­ fenderlas en cierta forma: por ejemplo, habia tratado de probar la existencia de la respuesta -tan a menudo pedida pero no asimilada aún-a la pregunta: "¿Cómo se liebre de Pascua diciendo que los niftos L. (compafteros de juego) también poseían hace una persona?" una, y que él mismo habla visto al diablo a 10 lejos, en el prado. Era mucho más fácil 5 Se habla escapado de la casa alrededor de dos aftos antes, pero no se descubrió su convencerlo de que lo que pensó que habla visto era un potro, que persuadirlo de la razón para hacerlo. Lo encontraron ante una relojerla observando cuidadosamente el falta de fundamento de la creencia en el diablo. escaparate. 4 Aparentemente sólo habla quedado convencido en el asunto de la liebre de Pas­ 6 La concepción del tiempo, que le habla resultado tan dificil, parecía habérsele cua por esta información provista por los niftos L. (aunque a menudo le contaban co­ aclarado. Una vez, cuando ya habia aparecido el creciente placer por hacer preguntas, sas que, no eran ciertas). Fue quizá también esto lo que lo instigó a investigar más la dijo: "¿Ayer es lo que ha sido, hoyes 10 que es, maftana es 10 que vendrá?" 18 19 dejó de cantar, la miró fijamente y dijo: .. ¿Si hubieras dicho ahora ría y él preguntó: "Mamá, ¿tú tampoco puedes ver su casa?" Y de­ que yo no tenía que cantar, yo tendría que dejar de cantar?" Cuando mostró su satisfacción cuando ella replicó que no. Inmediatamente ella le explicó que nunca le diría una cosa así, porque siempre él después,' sin embargo, preguntó algo más: "Mamá, ¿cómo llegó el podría hacer lo que quisiera excepto cuando había alguna razón para sol hasta ah!?" Y cuando ella dijo algo pensativamente, "Sabes, ha impedírselo, y le dio ejemplos, pareció satisfecho. estado allá desde hace mucho, mucho tiempo ... ", él dijo "SI, pero mucho, mucho antes, ¿cómo llegó hasta alli?" Debo explicar aquí la conducta algo insegura de ia madre para Conversación sobre la existencia de Dios con el niño en la cuestión de la existencia de Dios. La madre es atea, pero al criar a los mayores no había puesto en práctica sus convic­ Al día siguiente llovió. Fritz se lamentaba de esto porque queda ciones. Es verdad que los niños se criaron con bastante independen­ jugar en el jardín, y preguntó a su madre: "¿Sabe Dios cuánto tiem­ cia de la religión, y que se les había hablado poco sobre Dios, pero el po dejará que llueva?" Ella contestó que Dios no hacía la lluvia, sino Dios que su ambiente (escuela, etc.) les presentaba ya hecho, nunca que la lluvia venía de las nubes, y le explicó el asunto. Al día siguien­ fue negado por la madre; de modo que aunque se hablara poco de él te la recibió nuevamente con una pregunta largo tiempo abandona­ igual estaba implícitamente presente para los niños y ocupaba un lu­ da: .. ¿Cómo se hace una persona?" La madre trató de descubrir qué gar entre las concepciones fundamentales de su mente. El marido, era exactamente lo que él no entendía de sus explicaciones previas, y que sostenía una concepción panteísta de la deidad, aprobaba la el niño dijo: "Sobre lo de crecer." Cuando trató de explicarle una introducción de la idea de Dios en la educación de los niños, pero los vez más cómo crecían la cabecita y los miembros, dijo: "Dime, ma­ padres no habían decidido nada preciso sobre este punto. Acciden­ má, pero cómo, ¿de dónde vienen la cabecita, y la pancita. y todo el talmente sucedió que ese día la madre no tuvo oportunidad de discu­ resto?" Al replicarle ella que ya están presentes muy chiquitas. tir la situación con el marido, de modo que cuando a la tarde el pe­ dentro del pequeño huevo. como la florecita en el capullo, no pre­ queño preguntó repentinamente a su padre: "Papá, ¿hay realmente guntó más. Poco después preguntó: "¿Cómo se hace una silla?"? un Dios'?", el padre contestó simplemente: "Sí." Fritz exclamó: Entretanto su madre lo había vestido; preguntó entonces espontáne-. "¡Pero mamá dijo que en realidad no hay Dios!" Justo en ese mo­ amente: "¿No es Dios quien hace llover? Toni (la mucama) dijo que mento la madre entró en la habitación, y él le preguntó de inmediato: Dios hace llover". Después de la respuesta de la madre pregpntó: "Mamá, papá dice que hay realmente un Díos. ¿Existe Dios real­ "¿Es un cuento que Dios hace llover?" Al replicar ella que sí, pre­ mente?" Ella, lógicamente, se turbó bastante y contestó: "Yo nunca guntó: ¿Pero hay realmente Dios?" La madre le replicó algo evasi­ lo vi y tampoco creo que Dios exista!' En este trance el marido vino el vamente que ella nunca lo había visto. "Uno no lo ve, pero ¿está re­ en su ayuda y salvó la situación diciendo: "Mira, Fritz, nadie ha vis­ almente en el cíelo?" -"En el cielo sólo hay aire y nubes" "¿Pero to nunca a Dios y algunos creen que Dios existe y otros creen que no existe. realmente Dios?", preguntó otra vez: No había escapatoria, existe. Yo creo que exíste, pero tu madre cree que no existe." Fritz, de modo que la madre tomó una decisión y dijo: "No, hijo, no exis­ que durante todo el tiempo había mirado de uno a otro con gran an­ te". -"Pero, mamá, si una persona grande dice que Dios existe y vi­ siedad, se puso bastante contento y expresó: "Yo también creo que ve en el cielo, ¿tampoco es cierto, entonces?" La respuesta de la no hay Dios." Sin embargo, luego de un intervalo igual parecía tener madre fue que muchos adultos no sabian la verdad sobre las cosas y dudas, y preguntó: "Dime, mamá, si Dios existe, ¿vive en el cielo?" no podiaii hablar de ellas correctamente. Hai;)ía ahora terminado su Ella repitió que sólo había aire y nubes en el cielo, a lo que él repitió desayuno y se detuvo ante la puerta que daba al jardín, mirando ha­ con alegría y muy decidido: "Yo también creo que no hay Dios." In­ cia afuera. Estaba pensativo. De repente dijo: "Mamá, veo lo que mediatamente después dijo: "Pero los coches eléctricos son reales, y existe, y lo que yo veo está realmente allí, ¿no? Veo el sol y el jardín, también hay trenes; yo estuve dos veces en uno, una vez cuando fui a pero no veo la casa de tia Maria, y sin embargo está ahí también, lo de la abuela y otra vez cuando fui a E." . ¿no?" La madre le explicó por qué no podía ver la casa de su tia Ma­ Esta solución imprevista e improvisada de la cuestión de la deidad tuvo quizá la ventaja de que contribuyó a disminuir la excesi­ 7 Repitió esta pregunta en ocasiones durante un tiempo. cuando se hablaba de de­ va autoridad de los padres y debilitar la idea de su omnipotencia y talles sobre el crecimiento que tenia dificultad para comprender...¿Cómo se hace una omnisciencia, ya que permitió al niño aseverar -cosa que no había silla?" y la respuesta, con la que estaba familiarizado y por lo que ya no se le contesta­ ocurrido antes- que su madre y su padre sostenían opiniones dife­ ba más, parece entonces haber sido una especie de ayuda para él, usada como norma o rentes sobre una cuestión importante. Este debilitamiento de la auto­ comparación de la realidad de lo que acabara de olr. Usa la palabra "realmente" en la misma forma y con este intercambio el uso de ..¿Cómo se hace una silla?" decreció y ridad podía posiblemente provocar cierta sensación de inseguridad cesó gradualmente. en el niño; pero según creo superó esto con bastante facilidad porque 20 21

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