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Nuevos escenarios, viejos rituales. Los PDF

18 Pages·2005·1.38 MB·Spanish
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Nuevos escenarios, viejos rituales. Los «ultras» del fútbol María TeresaADÁNRnv¡wx Departamento deFilosofía. UniversidaddeSalamanca Desdehacevarias décadas, en losfondos de loscamposde fútbol europeos tienen lugar manifestaciones en las que se produce concordancia de medios múltiples: canción, coreografía, movimientos demasa,etc., esdecir,rituales.Si entendemoslasociedadcomo unproceso y nocomoun estado, debemospensar no en los rituales como operaciones de lasociedad sobre símisma ysobresus miembros, sino en gruposde individuos ejecutandorituales, es decir, viviendo dramassocialesyjugandoaljuego social.Enestesentido, elritual es,ademásde expresivo, socialmente eficaz, pues pone enjuego a losgrupossociales consti- tuidos pararedefinirel estado de lasrelacionesen curso, así como lasfronteras sociales entre losgrupos y las instituciones. Distintos autores argumentana favorde la acción social comosolución de problemas. Estapuedeestudiarsecomoundramaen elqueanalizarJaescena,Ja acción yelactor.Enestemodelo dramatúrgico,afavordelcualsemuestraBarré (1982, 202 y Ss.), elactorobservará distintastécnicas depresentación social de si mismo, mediante un estilo y vestuario en elque resaltará la identidad social frente a la individual, y desarrollará la acción en un escenario. El modelo dramatúrgicoes, como pretendo demostraren este trabajo, mediante elestudio de algunos delos ritualesseguidos porlosllamados «ultras»,tambiénaplicable al contexto del fútbol. Losactores Lacarrera de unintegrante deun grupo«ultra» estáligada asu adscripción auncluby asu aficiónalfútbol—seexcluyen otrosdeportes.Su historialcomo aficionado comienza como el de cualquier seguidor, es decir, por tradición Revistadeantropologíasocial, núm. 2. Editorial Complutense,Madrid, 1993 150 MaríaTeresaAdánRevilla familiar,influenciadelosamigos,etc.,hastaqueseíntegraenelgrupo.Ytermina cuando, tras encontrar trabajo y afectos fijos, se reincorpora nuevamente a la hinchada normal. Su paso por el grupo se caracteriza por una filia fanática, compartida porotrosjóvenes, porel equipo de fútbol. Estos aficionados han adoptado una forma muy particular de seguir los avataresdesuequipo,entornoalcualvanagirarlasactividadesdelgrupo«ultra» y,portanto,desusmiembros.Parauncomponente delgrupoYomus(Valencia), «laOradaJovenbuscacambiarhábitosy,sobretodo,buscaimplantarunanueva filosofía enlas antiguas y desfasadas graderías. Transformarlo caduco por lo espectacular es el mayor reto de los jóvenes «ultras»». Cuando el «ultra» se integraenel grupo, debeparticiparenla vidasocialdel mismo, loque implica cambiar sus hábitos de aficionado: debe acudir con antelación a los partidos (aunque no tenga responsabilidades en la colocación de pancartas oventa de material), asistir a lasreunionesconvocadas porla sección ala que pertenezca, comprarelmaterial que elgrupoedita, oadquirir lavestimenta «ultra» y «estar aldía»enella.ElFrente Atlético(AtléticodeMadrid) instruyeasusintegrantes sobrela vestimenta: «Lunperiodista nosllama“loshombresdenaranja’cuandoserefiereanosotros por laradio. Poreso es muy importante que todo el mundo se déla vuelta a la cazadora“boniber’ ysela pongaporellado naranja,para quesesigafijandoen nosotros»’. El «ultra» está, asimismo, obligado a colaborar en la realización de la coreografíao «tifo»previstaparaelpartido (quesegún los «ultras» tiene como objetivo «montaruninfiernoenelfondoyapabullaralcontrario»),aunquecomo aficionados le parezcaexcesivo, por ejemplo, encenderbengalas. Además, un buen «ultra» acudea todos o casi todos losdesplazamientos que se organizan: más que indicativos de fidelidad y lealtadal club, losdesplazamientos sirven, según los «ultras», para conocerse entre todos, inventar cánticos, estar en compañía delos demás y pasarlo bien. El escenario A lahoradeexplicarel fenómenodelos «supporters» o«ultras» del fútbol, algunossociólogosdeldeporteyantropólogossocialessostienenquelosjóvenes aficionados son una nueva versión del pandillismo adolescente aglutinado en 1. EnSuperAtleti, añoIII,n 7, p. 4. Nuevos escenarios, viejosrituales... 151. tornoaeseacontecimientosocial queeselfútbol. Laorganizacióndelosgrupos dehinchasessimilaraladelaspandillascallejerasdebarrio:primitivismotribal, estructura jerarquizada, normas y modelo de comportamiento especifico, y reparto interno de funciones. Por ejemplo, Clarke mantiene una teoría sobre «estilos subculturales»: para este autor, los jóvenes han desarrollado en los últimos años diferentes estilos «urbanos» que son usados como medios de pertenencia asubeulturasdiferentes. Conelfinde intervenirsimbólicamenteen lasociedadresaltandoesosaspectosdiferenciales,formangruposde aficionados enlosquesolamenteaquellosquesoncomoellos,losdesupropia «tribu»,tienen cabida(GarcíaFerrando,227).Laspandillascallejerasotribusurbanastienensu origen en laspeleasentre «mods»,«teddyboys» y«rockers»quese desarrollan hacia 1950 en Gran Bretaña, a las que siguieron las protagonizadas por otras tribuscomo«heavies~, =punkies», «skinheads»o«casuals~. Paratalespandillas, estas peleas tenían como objetivo defender lo que a los ojos de sus jóvenes integrantesera un modode vida diferente y, por tanto,mejor, queel de laotra tribu. Estadiferencia se manifestaba enuna serie de rasgos distintivos propios, como lavestimenta,lamúsicaoellenguaje,mientrasquelasupremacía lohacía por el dominiosobre unterritorio. Pareceinnegablequeelsentimiento tribaldicta,engranparte,lasreglas del juego humano. La especie humana es una sociedad dividida en tribus que compiten,rivalizan yluchan entresi. Latesisfundamental de Maffesolies que la sociedad posímoderna vive un proceso de tribalización compatible con el desarrollotecnológico,deformaqueloqueseríacaracterísticoanuestrotiempo es el tribalismo y no el individualismo o el nacionalismo. Según esta tesis, el individuo busca su identidad en los aspectos afectivos y gregarios de la pertenencia alatribu:elindividuo,fueradelatribu,sesienteperdido, noesnada. Este fenómeno esparticularmente notorio enlajuventud. Aunquedeportey/oespectáculoenapariencia,elfútbolvieneaseresencial- menteunfenómenotribal,una contiendaycelebración tribales,queconsumala necesidad que tiene una tribu de medirse con otra, y de ver a la otra tribu humillada yvencida.Paraelaficionadoqueseidentificaoproyectaenelequipo, cadavictoriao derrotaessentidacomopropiaporquelaidentificaciónque seha hechoconélsirveparaafirmarlapertenencia delhinchaaundeterminadogrupo, alavezquecolaboraparaqueelequiponopierdalacapacidadderepresentación desucomunidad.Esasíporque«eljuegoesunaluchaporalgoounarepresentación de algo. Estas dos funciones pueden unirse también de tal modo que el juego «representa» una lucha o constituye una competencia para establecer quién representa mejor talo cual cosa» (Huizinga,28). El escenario en el que tiene lugar esta contienda, en forma de «batallas» 152 MaríaTeresaAdánRevilla coreográficaso corales,es elestadio. Pero en susinmediaciones el actorpuede comenzar a desarrollar su papel en el «drama» social con la reunión de los «ultras» y elposterior cortejocamino del campode juego. Conanterioridadal encuentro, secelebralareunión delos«ultras»en algún puntocercanoalestadio,generalmenteunbaralquedenominan«bodega»,enel quesecelebrarála primeratoma de contactoconsus correligionariosyocasio- nalmente con los rivales. Por ejemplo, los integrantes de Brigadas Azules (Oviedo) sereunieron ocho horas antesde quecomenzara el primerpartido de competición europea disputadoporel club en su historia ~enrondactilico—deportivaportodoslosbarespidiendo«aguinaldo etilico— uefero (o sea, privando por la cara conel cuento de que somos «supportcrs»del Oviedo). Cuantosmás vayamos,mejor lopasaremos»-. Los «ultras» que no ostentan responsabilidades comentan y beben en Ja «bodega» o sus inmediaciones antes de acudir al partido, mientras que los encargados atienden a sus funciones: entrar en el estadio vacío a colocar las pancartas,venderelmaterial,etc. Generalmente,durantelashorasqueanteceden alpartido, los«ultras»locales pululan entreelpuesto deventainstaladojuntoal estadioyla«bodega»,siesquenoestáteniendolugar algunaescaramuzaconlos rivales, porque entonces la atención se desvíahacia ese punto. Cuando se ha congregado un gran número de «ultras», se hace un cortejo: partiendodel puntode reunión,se camina en masahaciael cercano estadio.El cortejo es más evidente con motivo de los desplazamientos: al frente de la marcha, los «ultras» llevan la pancarta—insignia que colocarán en el estadio, detrás de lacual caminael resto delgrupopresentandocierta uniformidaden la vestimenta. En este cortejo son «ayudados» por la Policía que los «marca» estrechamente,cortandoeltráficodelazonaynopermitiendoqueningún«ultra» salgadelgrupo. Conesta medidase tratadeevitarlaspeleasy escaramuzascon elgrupolocalquelesestáesperando—«manifestación debienvenida»—,loque noimpide elataquedialécticodelgrupo(mientrassedirigenhaciaelestadio,los «ultras» entonan cánticos alusivos y despreciativos hacia el rival) o bien el personal dedos ~ultras» rivalesque, influidosporelambientebélico, se«citan» enun lugarytiempoconcretos(«Alasalidanosvemos,puerta42»)paradecirse «esomismoenlacara»,sinquemedielaPolicía.No siempreseacude ala«cita» excepto cuandolos«ultras» encuestión seconocende unaescaramuzaanterior. En este sentido, dice Harré, quizáun altercado futbolísticosea unritual puesto que son másnumerosos losgestos y amenazas que el dañofísico (1987, 58). 2. En BrigadasAzules,año¿3,n»41, 14Sept. 1991.p.9. Nuevosescenarios, viejosrituales... 153 En relaciónal escenario,se creantensionesporun sentido de propiedadde ¡osespaciosytiempos queconduceaconsiderarlaintrusión comoviolacióndel mismo(Harré,1982,202).UnmiembrodelgrupoUltrasSur(RealMadrid) habla de su estadio en términos de «nuestro santuario», y considera que ha de conservarselimpiodeseguidoresdeotros equipos,pero,fundamentalmente,de sus «ultras», es decir, de la otra familia de su mismonivel. Para prevenir una incursión rival en su territorio,los «ulíras» adviertencon antelación el peligro quecorren los contrarios: «Atención, declai=amosZona Nacional el Santiago Bernabéu. Prohibida la entrada a grupos «ultras» españoles o de otras naciones del mundo «ultra», 0. especialmente catalanesyvascos. ;No nosgustaríahacerlo! Pero cuando la invasión se produce, los «ultras» pueden llegar a adoptar medidas de fuerza. Por ejemplo, miembros de Ultras Sur dicen que sólo responden violentamente a la provocacionesde los contrarios,pero entienden por«provocar» queensu camposeagitenbanderas quenosean lasdelclubose anime a otro equipo que no sea el Real Madrid. Ante un hecho semejante,los «ultras», apuntandoconeldedoendireccióna ¡agradaocupadapor lahinchada rival, gritan : «A la salida os vamos a matar». Con esta frase se declara, supuestamente,la «guerra»alseguidorcontrario.Enrealidad,laamenazapuede hacerlecallar—yentonces ala salidano seproducealtercado alguno—o bien continuar animando a su equipo aún con más fuerza. Esto último se produce, fundamentalmente, si se tratadel grupo «ultra»rival—no de simplesseguido- res—queha acudidoconganasde «pelea»; conestaactitudlos «ultras~ locales considerarán inadmisible la situación y, a la salida, se declararála «caza» del contrario. Dentro del estadio, los«ultras» seubican enlasgradas defondo. Estees un lugarincómodo(zonadepie,malavisibilidad)pero«ser«ultra»noesiralfútbol a estar sentado» ya que «el verdadero «ultra» ve el fútbol de pie y en las condiciones más espartanas posibles». El que quiera comodidad, dicen los «ultras», «que acudan a tribuna ovea elpartido portelevisión». Un«ultrasur» comentabacon somaelcaso de susvecinos yrivales del Frente Atlético, grupo queocupa untondo conasientos~, cuyasreunionesproducenel efectodeser«un congreso de niñosexploradores o una excursión de laescuela». Con el fin de que no hayaequívocos en relación al escenario, los «ultras» demarcansuterritorioconpancartasybanderas,quecolocansobrelasvallaspor delante y por encima de ellos. Con el tiempo, su número ha crecido espec- 3. En U/tras,n 3Abril1986,p. 16. 154 María TeresaAdánRevilla tacularmenteylossímbolosutilizadossehan diversificado:debidoalainflexión producida,delainicialsimbologia«heavy»—calaveras,frasesescritasenletras góticas—,sehapasadoautilizar símbolosdeextremaderecha—crucescélticas y esvásticas. Se hanmantenidolas clásicascalaveras y lasbanderas británicas, olas referenciasa cuestionespuntuales (daránimo aunjugador en horas bajas, solicitarel apoyo de toda laafición en losmomentos difíciles,etc.), además de lasbanderasdelospaísesdeorigen delosjugadoresextranjerosdel equipo.Por sus características, las pancartas y banderas se convirtieron rápidamente en emblema delgrupo, asícomo en preciado «trofeo de caza»porparte del grupo rival. El grupoUltraBoys (Sportingde Gijón) comentaba enun «fanzine» que lapancartadesugrupo«cazada»porlosUltrasSur,noera«un«trofeodeguerra», sinounaputadaquealgúndíapagaran». UltraBoyslogrórecuperarlaunasemana mástarde,cuando yahabíasido exhibidaen elBernabéu,utilizandomedidas de 4 presión y «gracias aunos colegasdeese grupo Ultras Sur» Laacción Marsh sostienelatesisde que losaficionadosalfútbol siguenunritual.Tras analizar los gestos, ritos, canciones y comportamiento en general de los segui- dores, concluye que la función esencial de todo elloes afirmarla pertenencia significativaa«microculturas»quelosdiferenciadelaamorfa«cultura unitaria» de la sociedad. Esa función esencial es el «aggro~, universal en todas las sociedadesalserunmododcritualizarydesublimarconflictosreales,una forma domesticadadecombate simbólico. El ~aggro~noes un fenómenonuevo, sino un mero desplazamiento delaspeleas ritualesde unescenario aotro, alestadio ysusalrededores:portanto,elfútboleslaocasiónynolacausadel«aggro».Este términofueadoptadoporMarsh paradenominaráaquelloaloque losseguidores se dedican, pues identifica la clase de «lucha» ritualizada que caracteriza las demostracionestípicas de los camposde fútbol desde hacedécadas. Minutosantesdelcomienzodelpartido,elfondodelestadioque los«ultras» ocupanse encuentraya revestido con sus emblemas y cadauno de loshinchas toma su puesto en la grada. Aquellos que no acuden con asiduidad al estadio entranlosprimerosen cl fondo, mientras quelos encargados del material y los cabecillasdel grupolohacenlosúltimos.Paraestos esigualmenteimportanteel partido que disputará su equipo, pero no exclusivamente por el resultado 4. En Ultras,it9,Mayo-Julio 1987, p. 16. Nuevosescenarios, viejosrituales... 155 deportivo, que es lo que fundamentalmente preocupa a los primeros, sino tambiénporelqueobtengancomogrupo. Enestesentido, cadadíadepartidoes una reválida para los «ultras» porque, entre otras cosas, permite ver el ánimo incansable que consiguen transmitir al equipo en todo momento mediante la puesta en marcha de una serie de coreografías, que son la parte visible y espectacular de su esfuerzo por defender los colores de sus clubes. Estas coreografíashansidopreparadaporlos «ultras»paraeseconcretopartido,y las desplegarán desde el inicio mismo del encuentro hasta su conclusión. Los «ultras» se inclinan por dos tendencias coreográficas complementarias: si el modelo inglés refleja fuerza, unidad yalto númerode «ultras» presentes en el fondo, el modelo italiano indicaorganización ycohesión de grupo. 1. Coreografía o«tifo». Tendencias anglófilae italianófila La coreografíaanglófiladependedelamarchadelencuentroyvariamuchas vecesalo largodelmismo.Esunamanifestaciónespontánea,quetransmitealos jugadores el estado de ánimo de los seguidores: alegría con la victoria, apoyo constante si ésta esposible o silencio cuando laderrota es inevitable. También puedereflejarelaburrimientodeloshinchasantelafasesdejuegoinsulsocuando éstos se abalanzan unos sobre otros, retienen el balón que cae en el fondo, combinándoselo entre ellos, saludan coralmente el resto de los aficionados («¡Holafondonorte!»),olesinvitanaseguiries eljuego(«Que boteel lateral»). Loscánticos que se entonan a lo largo del partido dependende la marcha del mismo, y reflejan la confianza en las propias fuerzas, sirven para humillar al contrario,oanimarsindesmayo sisevaperdiendo.Enesteúltimocaso,másque largascancionessonconsignasconminativas(«Ma—drid,Ma—drid». Losgrupos hacentambién manifestaciones con bufandas, que se tensan sobre la cabeza y seguidamente se voltean, acompañando a las canciones entonadas. Existe la posibilidad de repetir este repertorio en cualquier momentodel partido: si las cosas van bien o mal, en los minutosfinales para celebrar anticipadamente la victoria, oen el tiempo de espera mientras se inicia/reanuda el partido. Lacoreografíaitalianófilaesunespectáculoparaservistodesdeelrestodel graderío del estadio, desde el campo, e incluso a través de la televisión. Su objetivo esel deintimidaralosjugadoresrivalesydemostrarlapropia fuerza al equipo de casa, pero también indicar al resto degrupos «ultras» su poderío y capacidadde innovación.Existe laposibilidad de inmortalizaresteespectáculo mediante fotografías que luego venderán los «ultras», y que serán las mejor prueba del «tifo» realizado, del númerode «ultras»que en él participó, etc. La 156 María TeresaAdánRevilla coreografía a la italiana se despliegaal inicio de cada tiempo, generalmente al comienzo del primero, porque requiere cierta preparación: colocación del material queserá empleado, posición queocuparán los«ultras» no implicados directamenteen elespectáculo duranteel mismo, etc. Estapreparación sobreel terrenoseextiendeabs díasanterioresalpartidocuandosetratadedesplegaruna bandera gigante: los «ultras» acuden durante la semana al estadio vacío para realizarensayos, calculardistancias y observarel efectodesde lasgradas altas. Varias son las manifestaciones de masa a la italiana («bosque de banderas», «lluvia de papel», «infierno», etc.), pero sin duda la más popular entre los «ultras»esel«murodefuego»,hechaabasedebengalas,yaquellamalaatención más que ninguna otra, e implica que aquel que porta labengala reúne ciertas características. Como,enel mejordeloscasos, suelehaberunabengalaporcada diez «ultras», elencargado de repartirlas tendráen cuenta, a la hora de elegir a loscandidatos,elstatussocialdel «ultra»encuestión—que seasocio delgrupo, queacudahabitualmente alfondo—perotambiénsuestadofísico(encender una bengala requiere cierta habilidad, y un bincha demasiadoborracho podría,por ejemplo, quemar las pancartas) y su sentido de la responsabilidad —que nola arrojealcésped—. Entonces,encenderunabengalayparticipardirectamenteen el «tifo» viene ser una especie de premio,un reconocimientode la institución hacia el «ultra». Apesardequeel «tifo»delosgruposespañolessehaacercado enlosúltimos años aposicionesitalianas,sonaúnmuchoslospartidariosdelestiloinglés. Para unmiembrodelasBrigadas Blanquiazules(R.C.D.Español),grupoenelquela presenciade«skinheads»anglófilosesmayoritaria, «unbuen«tifo»es cantidad de humo, multitud de bufandas, cantar durante todo elpartido, joder alequipo contrario y «pillar» miembros de su peña ultra». Sin embargo, la tendencia italianófila es la constante entre los grupos españoles: para un integrante destacado del mejorgrupodurante latemporada 1990-91, Yomus, «el «tifo» es la vozde lagrada, larespuesta inconformista y radical, pero además la demos- traciónpalpabledelsentimiento ypersonalidaddelosjóveneshinchas,suforma de enseñar al resto de los aficionados lo que supone amar y seguir una institución».Lascoreografíasoriginalestiñenlagradadeespectáculoysimbolismo local, y sirven de nexo de unión entre la grada y el equipo. Un espectáculo «trabajado» demuestrafortaleza, organización ygrandeza. También colaboraa que muchos que no son «ultras» ayuden a desplegar el «tifo» (han llegado a participar hasta 6.000—7.000 personas) y se conviertan de esta forma en simpatizantes que compran el material o aplauden sus iniciativas. Nuevosescenarios; viejosrituales... 157 2 Elcoreo Junto a las demostracionesfísicas, forman partedel ritual las lingúísticas. Todo lenguaje es estrictamente dependiente del contexto que lo genera y difícilmentepuedeserempleadoenuncontextomásamplio.Peroparticularmente elusado enestos rituales adquieretintesde«lenguajeprivado», incomprensible aquiennopertenecealgrupo,porqueestáhechodcfrasestradicionales,palabras en jerga, giros, canciones y «slogans». Según la tipología de estos últimos, pueden manifestar hostilidad y ser insultantes cuando están dirigidos a los adversarios, mientras que muestran fidelidad yelogio cuandose dedican a los «héroes». Con motivo de importantes partidos, o en finales celebradas en campo neutral,cadaunodelosdosgrupos«ultras»enlitigiosesitúaenunfondodistinto delestadio,desdeelquerivalizanosoloen «tifo», sino tambiénencánticos,con elgrupocontrario.Estainteracciónentregruposopuestosqueseproducegracias al«coreo»es típicade loscamposdefútbolbritánicos: en la«batallade coreos» queseentabla,cadabandointentasuperaralotro,entonandohimnosoconsignas que en ocasiones alcanzan el número de 200 distintos por temporada —los «supporters»más leales y los quehan sido aceptados porel grupo los conocen todos. Comunmente se considera que el entonarcánticos porparte delpúblico acerca éste alosjugadoresy transmitemejorsuánimoquelaotramanifestación inglesa—bufandas— porquelosjugadoreslosienten sinnecesidadde elevarla vista hacia las gradas. Por eso se aprovecha tanto paracantaren contrade los rivaleseintimidarlescomopara loarasupropioequipo.Lamanifestación coral fueuno delosaspectosdel estiloinglésrecogidoporlos«ultras» españolesque aprovecharontonadillaspopularesconocidasportodos,paraelaborarcánticosde alabanza, ánimo o desprecio. Este esquemase introdujo forzadamenteen unas gradasmásacostumbradasalarepeticiónrítmica deconsignas,insultosofrases hechas, que a cantar y, por tanto, saberse de memoria, canciones de varias estrofas (uncabecilla de Ultras Surreconoció nopodercantardurantelamayor parte del encuentropor este motivo). El repertorio decánticos enEspaña es, en consecuencia, escaso, y se aprende en la grada, aunque a veces se reparten octavillas antes del partido con los coros que se cantarán y los gestosque les acompañarán durante elmismo, al estilo italiano. Se cuidan aspectos como la originalidad de los cánticos y capacidad de improvisación de otros nuevos en respuesta a los cantados por el bando contrario. Últimamente, se realizan grabacionesen lasque serecogeel sonidoambientey loscánticos, quedespués sevendenalos«ultras~. En losestadiosespañoleselritmosellevaconunobjeto de percusión que manejaun «ultra» experimentado en estas lides,junto alcual 158 María TeresaAdánRevilla se sitúa el «jefede coreo» que,megáfono enmano y deespaldas alcampo de juego—por tanto, de cara alagrada— marca elcántico que entonar. Tomemoscomoejemploloscánticos entonadosporelgrupoUltrasSur, que sedividenentrelosquebuscanlaintimidacióndelcontrariopormediodelaburla oladescalificación,y aquellos positivosquese dirigenal clubysusjugadores. Entre estos últimosse citan: «Adelantemágico Real vence atodos y sécampeón tusvictorias sonnuestrasfuerzas tellevamosenel corazón. AdelantemágicoReal vencepor nosotros yalo sabes,vivimosporti..,». A los jugadores del club se les puede ensalzar individualmente, pero lo habituales que mediante loscánticos se refieran a ellos colectivamente: «Adelantejuntosmuchachos todos unidospor elMadrid porlasvictoriasque siempre nosdais aId, aId,alá» dejando para las consignas la repetición rítmica del nombre de aquel que haya hecho una buena jugada, haya logrado un gol o sea silbado —a su juicio, injustamente—porelrestodelpúblico(«Hu-gol,Bu—gol»,«Mi-chel, Mi-chel»). Las consignasson,pues,simples frases,palabrasonombresque serepiten, pero que encierran gran significado, y que se entonan con distinto ritmo, dependiendo de su longitud. Mediante ellas, se persiguen varios objetivos: algunasconsignasson recordativas dehechos pasados,y tienen comofinalidad aumentarelrendimientoy lamoral desuequipoenunmomentodifícil,mediante larememoración deviejasgestas («Anderlecht, Anderlecht»).El objetivo de la consigna es también el de minar la moral del contrario (al Barcelona se le recuerda la finalperdida ante el Steaua de Copa de Europa 1986 celebrada en Sevillacongritosde«Steaua,Steaua» o«Sevilla,Sevilla»). CuandoalBernabéu acudeunnúmerosignificativo deseguidores contrariosconelfinde animarasu equipo, para locual entonanalguna canción ocorean su nombre, los«ultrasur» les recuerdan sucondición mediante lamofa(en unpartidocontrael Burgosse gritaasusseguidores«Paletos,paletos»o«Pucela,Pucela»,recordandoasurival regional). Las consignasinsultantes sedirigen especialmentecontrael máximo rival(«PutoBarga, ¡oe!»).Adeterminadosjugadoresselesreservauntratamiento especial, siendo el portero el más perseguido, por su condición de último obstáculoabatir: suposiciónestática permitequesobreélhagan dianadistintos

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Los «ultras» del fútbol. María Teresa ADÁN Rnv¡wx. Departamento de Filosofía. Universidad de Salamanca. Desde hace varias décadas, en los
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