Antología Cartonera 1 2 Nuevo Sudaca Border Tapa hecha con cartón compado a los cartoneros en la vía pública. Cortado, pintado e impreso en la cartonería “No hay cuchillo sin rosas”, Aristóbulo del Valle 666, república de La Boca, Ciudad de Buenos Aires. Primera edición en la colección Nueva Narrativa y Poesía Sudaca Border, año 2013, Buenos Aires, Argentina. Editor Responsable: Cooperativa de Trabajo grafico, editorial de reciclado Eloísa cartonera Ltda. Agradecemos al autor su cooperación autorizando la publicación de este libro Contactos y pedidos: www.eloisacartonera.com.ar/ [email protected] Tel: (011) 15-5502-1590 Antología Cartonera 3 NuevoS BorderS argeNtiNoS antología cartonera dani umpi Niño rico con problemas ... 7 inés acevedo Electroman ... 17 Paseo en helicóptero ... 21 gabriela Bejerman Una monja modelo ... 24 Leche de heroína ... 27 Fernanda Laguna El comandante E.A. ... 32 Juan incardona Los reyes magos peronistas ... 41 Cecilia Pavón Hablemos como si no existieran más escritores que vos y yo ... 46 Fabián Casas Cinco, seis, tal vez siete años ... 52 Facundo Soto Abrazos gratis ... 66 ramón Paz Pornosonetos ... 71 ricardo Zelarayán Lata peinada ... 76 Ediciones Eloísa cartonera 2013 4 Nuevo Sudaca Border Una jornada de trabajo en el taller de Eloísa Cartonera. Este libro fue armado en un taller de Eloísa Cartonera realizado en el marco del Mercado de Industrias Culturales (MICA) que tuvo lugar del 11 al 14 de abril de 2013 en Tecnópolis. Antología Cartonera 5 La editorial más colorinche del mundo cumple diez años Eloísa Cartonera nació en marzo de 2003. Es una cooperativa que fabrica libros hechos con tapas de cartón. La idea de nuestro proyecto consiste en comprar el cartón a los cartoneros en la calle. A este cartón, lo cortamos y lo pintamos con muchos colores, de esta forma lo convertimos en la tapa de nuestros libros. Editamos literatura latinoamericana contemporánea y de vanguardia porque nos gusta. Somos lectores, nos encantan muchos escritores que queremos dar a conocer a otros lectores. No importa mucho si esta literatura es difícil de conseguir, no la publique nadie, ni menos las grandes editoriales, sino que el lector se encuentre con ellas. ¡Que sea el libro detonador de tantas cosas, que no podemos ni queremos predecir! Eloísa Cartonera tiene un récord: es la editorial con mas amigos. Un libro barato es un acto democrático Una viejita de cien años nos preguntó una vez, ¿por qué venden los libros tan baratos?, ¿son pirateados? Los vendemos baratos porque un libro económico es un acto democrático y queremos que muchas personas puedan leerlos. Y así, vendiendo libros populares, podemos crear nuestro propio trabajo como fabricantes de libros artesanales. 6 Nuevo Sudaca Border Los autores nos dan un permiso de publicación para nuestro formato en cartón, no somos dueños de ningún libro. Los únicos dueños son los autores y los lectores. El sistema del pintado de tapas es sencillo y liberador, la idea es que al pintar las tapas cada pintador lo haga como quiera. No se promueve una dirección artística o estética. Que cada trabajador - pintador se suelte, haga de cada tapa una creación propia. Que no reproduzca en estilo chorizo. Nadie decide qué es bello y qué no lo es. Cada uno puede inventar su propia belleza, su manera de expresarse a través del trabajo. Aprendimos y seguimos aprendiendo de la experiencia. Es el trabajo quien nos sugiere nuevas ideas, nuevas formas de acercarnos al libro; de relacionarnos con el mundo, de solucionar las dificultades –siempre llevando libros para ofrecer, donde sea y con cualquier excusa–; de organizarnos, de trabajar en grupo y descubrir nuestro espíritu de lucha. Es el trabajo quien nos da la alegría de editar, cortar, publicar y contar este libro y miles más que llegarán hasta todos los lectores de Latinoamérica y el Mundo. Este año cumplimos diez años. Somos los trabajadores más afortunados del mundo por pertenecer a este proyecto cartonero. ¡Gracias a todos por apoyarnos siempre! Sin ustedes, nuestros lectores y amigos, nada de esto tendría sentido. Por último y lo más importante, les presentamos en esta edición una muestra de nuestros autores más queridos, “borders” de espíritu y sentimiento, como nosotros. Eloísa cartonera, República de La Boca, abril de 2013 Antología Cartonera 7 DANi UmPi Niño rico con problemas La madre de Andrés no me cae. Tiene una empleada paraguaya que se llama igual que ella, pero la apodó Olgy, para dejar en claro que es diminutiva. Es bajita. Las dos son bajitas, pero Olga es un poco más alta. También es más flaca y más desenvuelta en algunos aspectos, en algunos ambientes. Olgy es un primor porque es callada, limpita y no se va a bailar por ahí. Siempre digo que tengo una suerte bárbara de tenerla trabajando en casa, porque es paraguaya. Las peruanas son muy salideras. ¿Qué sabe Olga de peruanas? Casi tanto como yo. Nada. Olga me abre la puerta y me dice “yerá”. Le caigo bien porque le recuerdo a su primo Luis que se metió de cura hace tiempo. ¿En qué año fue? No sé. No sabe, pero tiene en su cabeza la imagen grabada del momento exacto en el que dio la noticia. Estábamos todos en casa de mi hermana, sentados afuera, en sillas plegables, viendo la ceremonia inaugural de la Olimpíadas. Dijo “me voy de cura” y se fue. Quedé como loca, todos quedamos como locos hasta el día de hoy. No sabemos nada, ni siquiera si es cierto eso del seminario. Se fue con Dios, quién sabe a dónde, nos dejó tristes, llorando. ¿Qué Olimpíadas? No sé. Las Olimpíadas se hacen cada cuatro años, eso acota bastante las posibilidades de ubicar su recuerdo en una fecha precisa, al menos en un año. No puedo acordarme el año, no fue hace mucho, había una chica cantando con un vestido enorme que se desplegaba sobre la gente. Era impresionante, parecía que los asfixiaba. Ah! Björk! Fueron las últimas Olimpíadas, entonces. ¿Qué hará? Un año, dos. Olgy no conocía Björk, le mostré unos videos y no entendía, pero se reía, le daba gracia un mono que aparecía vestido de dentista. 8 Nuevos Borders argentinos Me pregunta si es china o japonesa. Le digo que es esquimal y me mira como queriéndome preguntar algo, pero queda callada y vuelve a hablar de su primo. Tenía tus orejas y tus ojos, por eso me llama la atención, porque a veces encontrás a alguien con los mismos ojos de otra persona, o con las mismas orejas, pero nunca a alguien con las orejas y los ojos a la vez. Cuando Andrés no está y tengo que esperarlo charlo con Olgy en la cocina. La ayudo a hacer ensaladas y darle un poco de alegría a ese pieza porque parece un hospital, está toda desinfectada pero no es linda. Andrés llega furioso, como si yo tuviera la culpa. Dice que la culpa es mía por no tener celular. No tiene como comunicarse cuando surge un contratiempo, un cambio de planes, un inconveniente. Queda nervioso, le corto las alas. Es gracioso que diga “me cortás las alas”. Yo no le corto nada, son sólo ideas que él se hace. Él es así, no puedo pretender que cambie ni cambiarlo por otro cortado a mi medida. Tampoco la paso tan mal con Olgy y sus ensaladas, esperándolo. Tomamos tereré, que es como el mate pero frío. Escuchamos heavy metal, porque en Paraguay el heavy metal es muy popular, no como acá. Me cuenta cosas raras. Nunca fue a las cataratas. Y eso que queda cerca de mi pueblo, pero no, no me llamaba la atención. Me cuenta cosas de su primo en las cataratas y cosas de ella ahora, en este preciso momento. Quiere irse de esa casa porque la señora Olga la trata mal y le pagan una miseria. Podría decirse que no tengo días libres. Soy como una esclava. Que yo no diga nada, que ni se me ocurra contarle a Andrés que, no es que sea malo, pero la va a mirar con malos ojos. Se va a ir a trabajar a lo del Contador Laspiur y su esposa nueva, pero no sabe cómo decirle a la señora Olga. Ya tienen todo arreglado. Es una decisión importante e irreparable, ya está tomada, ya dio el sí, no Antología Cartonera 9 puede volver atrás. Su vida siempre fue así, un ir de un lado para otro porque la gente que no tiene dinero nunca tiene a dónde ir. Todo queda lejos o no vale la pena. En lo del Contador Laspiur la voy a pasar mejor. Incluso no me obligan a usar uniforme, que a mí me va y me viene, es más, prefiero usar uniforme porque no tengo mucha ropa para variar, pero sé que es un privilegio, algo bueno, buena onda. Me dan un dormitorio con frigobar y todo. De más está decir que el frigobar es un gran invento. Yo le digo que no le diga nada a los padres de Andrés y se vaya de una. Que haga como su primo. Ella asiente con la cabeza y me sirve un plato repleto de gramajo. La acompaño a un ciber y le enseño a usar la webcam. Se conecta con su novio Edgard. Se miran en la pantalla. Edgard elogia su corte de pelo y pregunta quién soy yo. Ella le explica que soy su ángel de la guarda, pero que no quede celoso porque soy puto. Él se ríe y pasa el documento para el Western Union. Se despiden y Olgy queda llorando. No le importa que la vea llorar. Afuera llueve, haciendo juego. Corremos para que se vaya la tristeza y sentir que no nos mojamos. Piso una rana. Es algo muy feo y gracioso. La rana esa ayudó a estar un poco más descontracturados. Nos encontramos con Andrés en el camino y cuando llegamos a la casa no tengo más remedio que contarle. Olgy se quiere ir, se va con el Contador Laspiur que le paga una fortuna por hacer nada, pero no le cuentes a tu madre. Andres no emite comentarios, no juzga, no protesta, nada. Se ofrece para redactar una carta. Que al menos escriba una carta para despedirse, no se va a ir así como así, de un día para otro, a mi madre le va a dar un ataque, no vamos a poder solos con la casa. Recapacita y la llama. “¡Olgy!”. Se sienta en la computadora con Olgy al lado y van armando el asunto. Parece tarea sencilla. 10 Nuevos Borders argentinos Releen la carta y ya está. Los veo desde lejos, jugando con un control remoto. Focalizo en Andrés y me gusta más de lo que me gustaba. Entonces cuando terminan de imprimir la carta y Olgy se va a su dormitorio a armar su bolso, lo miro a los ojos y le doy una sonrisa. Es una sonrisa de esas que podrían detener una guerra. Él me devuelve la sonrisa con soltura, como si estuviéramos en un boliche y nos gustásemos, como si fuésemos una publicidad de desodorante. Voy hasta él y lo abrazo fuerte, fuerte, fuerte. Le doy un beso increíble y él responde. Me deja las tetillas duritas. El beso es larguísimo, tan largo que se pone a llorar. Pero no llora por el beso. Llora porque él también quiere irse, como Olgy, como el primo de Olgy. Desaparecer. Quisiera poder hacer una carta como esa, dejársela a su madre en la mesa de la cocina y desaparecer. Desaparecer. ¿Por qué? No entiendo por qué. ¿Qué problema tan grande tenés? ¿Qué te hicieron? ¿Sos adoptado? No, no es eso. Siento que no tengo libertad. Pero eso es porque estás todo el día con el teléfono celular, te llaman a cada rato, si hicieras como yo, estarías más libre. Tenés toda la libertad del mundo. No entiendo qué te pasa. Sí, no entendés. O sea, trato de entender y no puedo. Mejor nos acostamos un rato y te tranquilizás. No, no. Mejor andá a tu casa y nos vemos mañana. No te voy a dejar en este estado ni en pedo. Pero contame qué es lo que te pasa realmente. ¿Es algo que no me contaste? ¿Es grave? No es algo de ahora sino de siempre, una sensación que tengo acá. Siento que estoy preso, que no puedo desarrollarme, ser como quiero ser. ¿Y cómo querés ser? No sé explicarlo. Es como si tuviera miedo a que me descubran como soy en realidad. Estoy todo el tiempo muy pendiente de mí mismo. Pero, Andrés, eso no es un problema, todo el mundo es más o menos así. No entiendo por qué se volvió tan dramático,