Description:Los nombrados Rizzo y Cecchi obedecieron y el primero, que también parecía el más joven de los dos, rompió su mutismo. —Dígame, señor inspector, ¿se trata otra vez de droga? —En parte —respondió prontamente— la primera alarma es evasión no sólo de divisas sino de algo que resulta más peligroso, objetos de valor, piezas que aunque pertenecen a colecciones privadas, no dejan de ser un tesoro del patrimonio de la nación, en fin, ahora mismo con todo detalle les pondré sobre aviso con las referencias que desde Francia nos han enviado. Por lo visto —añadió después de una leve pausa—, ha sido vista una pieza que pertenece a una familia de gran abolengo residentes en Milano, no hemos dado señales de haber sabido tal cosa, conviene que se confíen y sobre todo, evitar que los entrometidos periodistas metan la pata con su afán de informar, no sé cómo no se dan cuenta de que, la mayoría de las veces, con su divulgación entorpecen nuestro trabajo, es por ello que hemos decidido enviarles a ustedes a Milano, y lo harán con toda discreción, sin que nadie, salvo la policía local, se percate de vuestra presencia. Es un asunto serio, delicado, piensen que si es tal como suponemos, se las habrán con gente de mucho poder, con personas de gran responsabilidad e importancia que, como es lógico, lucharán con todas las armas que posean para evitar que se las descubra.