Sarah vuelve a Chicago recién divorciada, con el corazón roto y la certeza de que para ella el amor ha acabado para siempre. ¡Y eso que era una romántica empedernida! Sin embargo, parece que todo se ha puesto en su contra y que con el divorcio venía un imán para atraer todos los desastres, hasta el punto de acabar teniendo como vecino a Brian Hugles, el último hombre con el que deseaba volver a encontrarse.
Para Brian lo importante son sus amigos, su familia y su trabajo, a pesar de que este último se haya complicado por culpa de su nueva jefa. Aunque siempre puede divertirse entre los brazos de una preciosa mujer, ¿no?
Toparse de nuevo con Sarah, con esa tímida chica que se le escapó en la universidad y con la que tuvo un encontronazo para nada amistoso, no le está ayudando en absoluto a centrarse en su trabajo, pues parece ser que su vecina atrae el caos hacia su propia persona y a él le toca rescatarla una y otra vez de sus torpezas. No obstante, si hay algo que Brian tiene claro es que no volverá a fiarse de ella después de lo que le hizo en el pasado.
Una apuesta tentadora, una promesa amistosa y una atracción que comenzará a crecer entre ellos de una manera casi imperceptible harán que Sarah y Brian vivan algo que pensaban que jamás les ocurriría.