Description:Desde 2003, algunos individuos se dedicaron a la difusión de cierta ideología
anarquista en el área metropolitana de Monterrey, principalmente en la Universidad
y los espacios sociales de la contracultura punk. En ese medio conocí a personajes
como Ricardo Flores Magón y el Partido Liberal Mexicano, Mikhail Bakunin y
la fraternidad revolucionaria, Nestor Maknho y los plataformistas, Buenaventura
Durruti y la Federación Anarquista Ibérica, George Fontenis, la Federación
Anarquista Uruguaya, la Resistencia Libertaria argentina, etc., por mencionar sólo
algunos de los personajes, agrupaciones y proyectos más discutidos en aquellos
pequeños círculos.
Durante esa década, publicamos el periódico Solidaridad Proletaria (2003-2014),
con el que buscábamos difundir cierto pensamiento anarquista, como un credo de
fe y como un evangelio. Desde las movilizaciones estudiantiles en la Universidad
Autónoma de Nuevo León de 2005-2006 hasta la enorme movilización del
26 de noviembre de 2014 contra la “desaparición forzada”, el anarquismo que
defendimos actuó prácticamente como ala extremista de movilizaciones sociales
que protagonizo la clase media regiomontana; más voluntad que otra cosa durante
este periodo.
Todo en un contexto en el que el capitalismo mundial operaba una reestructuración
en sus relaciones de producción que tiene su episodio mundial más notorio
en la crisis financiera de 2008 y que en México tuvo sus repercusiones con la
denominada “guerra contra el narco” y toda la violencia social que produjo para
ampliar la reproducción del modo de producción.
En 2016, en la IV Feria del Libro Anarquista, realizada en la ciudad de Guadalajara,
un proceso de ruptura con el anarquismo asumido hasta el momento dio un salto.
No fue un capricho; sino la maduración de una búsqueda más o menos a ciegas.
Omar Cabrera y su ponencia Mercancía, valor y crítica es el indicio teórico de
dicha ruptura.
Después de ese año es que comienzan a circular libros y texto de las “corrientes
malditas” del comunismo clásico, de la ultraizquierda radical europea del
“segundo asalto a la sociedad de clases” y crítica social radical contemporánea de
las principales ciudades del mundo, así como empieza a vibrar la inquietud de una
lectura sistemática de Karl Marx. En definitiva, la célebre dicotomía decimonónica
entre anarquismo y marxismo que atormentaba las cabezas de los vivos del siglo
XXI perdió su fundamento por la propia dinámica de las contradicciones sociales
del capital.