Description:El taxi se detuvo, y el conductor se volvió hacia su pasajero, sonriendo amablemente. —Sono arrivato, signore —informó. El pasajero pareció no oírlo. Asomado a la ventanilla derecha de atrás contemplaba pasmado la hermosa villa frente al mar. Un muro por cuyo borde rebosaban flores y enredaderas la protegía de la posible invasión y sobre todo de las miradas de los curiosos, excepto justamente donde se había detenido el taxi, delante mismo de las verjas de hierro forjado. Por entre esas verjas podía verse el amplio jardín, numerosos pinos, y el sendero asfaltado que conducía a la casa, que no se veía desde allí. Una quieta mañana resplandeciente de sol contribuía a embellecer el lugar. Por fin, el pasajero movió la cabeza, y miró al taxista.