Description:El hombre que estaba sentado ante una mesa, con una visera verde sobre los ojos, dejó caer la pluma de ganso que sostenía con una mano, se puso en pie y preguntó: —¿Verificó los cerrojos de la puerta, jefe? El jefe, un tipo de unos cuarenta años que vestía levita y chaleco de seda, tiró de la cadena de oro que le cruzaba el chaleco y consultó su reloj. —Son ahora las ocho y cuarenta y cinco. El cierre tiene que comprobarse cada hora. Hágalo, Pat.