Description:Las balas silbaron malignamente y cayeron en forma de lluvia sobre los gigantescos caparazones de tortuga marina desparramados por la explanada de la factoría. Los enormes caparazones, algunos cercanos al metro y medio de largo, estaban vacíos y desprovistos, en su exterior, de las valiosas escamas de carey. Habían proporcionado a la factoría la riqueza que representaban las escamas, el aceite e incluso la carne, que también se envasaba debidamente. Completamente huecos, esperaban, alineados, el momento de ser empleados como material de desecho. Sin embargo, el quinto caparazón de la segunda hilera, conforme se iba al almacén, empezó a moverse misteriosamente.