M Monografies L a Administración pública ante el paradigma de i nnovación y ciencia abiertas: retos y oportunidades Tatiana Fernández Sirera y Elvira González Gago Número 22 2018 Monografies Número 22/2018 © Generalidad de Cataluña. Departamento de la Vicepresidencia y de Economía y Hacienda Esta obra está sujeta a una licencia Creative Commons de uso abierto, con reconocimiento de autoría y sin obra derivada ni usos comerciales. Resumen de la licencia: http://creativecommons.org/licenses/ by-nc-nd/4.0/deed.es Licencia completa: http://creativecommons.org/licenses/ by-nc-nd/4.0/legalcode Edición Dirección General de Promoción Económica, Competencia y Regulación Paseo de Gràcia, 19 08007 Barcelona http://catalunya2020.gencat.cat Autoría Tatiana Fernández Sirera y Elvira González Gago Maquetación Montserrat Romagosa Huguet Diseño gráfico Enric Jardí Índice 1. Introducción 4 2. Implicaciones del nuevo paradigma de innovación y ciencia 8 abiertas para la gestión pública 2.1. La innovación en la Administración pública 9 2.2. La Administración pública como agente activo de innovación 13 3. El proceso de innovación en las políticas públicas 17 3.1. Las fases del proceso de innovación 17 3.1.1. Primera fase: identificación del reto 18 3.1.2. Segunda fase: análisis del reto y propuesta de 18 soluciones innovadoras 3.1.3. Tercera fase: experimentación de prototipos o proyectos 20 piloto a pequeña escala 3.1.4. Cuarta fase: implementación de la solución a gran 21 escala 3.2. La participación de la ciudadanía en el proceso de innovación 21 4. El valor de la innovación en las políticas públicas 24 4.1. El impacto de la innovación 24 4.2. Elementos clave en la medición del impacto 24 5. Conclusiones 28 6. Bibliografía 31 1. Introducción En el siglo XXI, los mundos digital y físico se están fusionando a un ritmo vertiginoso y el proceso de virtualización de la realidad difumina la relación de nuestros actos con sus consecuencias, que a menudo no vemos ni sentimos. En este contexto de cambio, necesitamos generar nuevas respuestas a los grandes retos de la sociedad: el paro (particularmente el juvenil), el envejecimiento de la población, las crecientes desigualdades sociales, el cambio climático, la seguridad alimentaria, la ciberseguridad o la inmigración. Para estos retos existen soluciones técnicas que están disponibles, pero a menudo la aplicación de las soluciones existentes requiere respuestas colectivas difíciles de articular. Ciertamente, dar una respuesta eficaz a estos retos requiere cambios profundos en los sistemas económicos, políticos y sociales, que implican una amplia y abierta participación de todos los actores de la sociedad: administraciones públicas, universidades y agentes de investigación e innovación, empresas y sociedad civil o ciudadanía, es decir, los actores de lo que se ha denominado cuádruple hélice.1 Los rápidos avances tecnológicos, y especialmente Internet, conllevan una ruptura tecnológica y cultural al permitir que los diferentes actores de la sociedad se relacionen de manera directa y puedan acceder a la información y a los servicios sin tener que pasar por estructuras centralizadas. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) posibilitan nuevas formas de colaboración descentralizada entre las administraciones públicas y la ciudadanía; aumentan la transparencia de los procesos de decisión y transforman la gobernanza, las estructuras y las relaciones sociales, contribuyendo a configurar nuevos modelos sociales y de negocio. 1 Cavallini et al. (2016) definen la cuarta hélice como «una entidad colectiva formada por usuarios individuales que viven en un territorio y que interactúan con la universidad, las empresas y el gobierno en tanto que clientes, ciudadanos o miembros de la comunidad local para contribuir a construir nuevas vías de innovación capaces de promover el crecimiento socioeconómico del territorio». 4 Monografies. 22 2018 Es en este marco en el que la Comisión Europea plantea la necesidad de avanzar hacia un nuevo paradigma de innovación y ciencia abiertas (Comisión Europea, 2016), es decir, hacia un ecosistema de innovación y ciencia abierto a todos los actores de la sociedad, que promueva la excelencia científica, facilite que el conocimiento fluya libremente y se transforme en productos y servicios que respondan a las necesidades de los usuarios y la sociedad y creen nuevas oportunidades y nuevos mercados. Este cambio parte de la rápida evolución de las tecnologías y las redes digitales y de la generalización del uso de las TIC, en particular de Internet, que han hecho posible la aparición y la consolidación de nuevas estructuras y modelos de innovación abiertos y colaborativos, como los living labs, los espacios de fabricación digital (fab labs), las redes de innovación social o los laboratorios de datos abiertos. Al mismo tiempo, también han surgido nuevas formas de trabajo, de economía y de sociedad (espacios de cotrabajo, economía circular y economía colaborativa). En paralelo a los cambios que conducen al nuevo paradigma de innovación y ciencia abiertas, se ha producido también un cambio de paradigma en el diseño, ejecución y gestión de las políticas públicas como consecuencia del proceso de adaptación a la generalización del uso de las TIC y de Internet, que afecta los ámbitos de la política, la economía, la cultura y los modelos de colaboración y de relación de la Administración con la ciudadanía. Los modelos de gestión pública tradicionales2 han evolucionado con la incorporación de conceptos como administración electrónica, gobierno electrónico o gobierno digital. Las transformaciones ligadas a la nueva generación de tecnologías y redes sociales, la filosofía de la web 2.0, la ética hacker y la revolución de los datos abiertos, así como la generalización de los principios y valores de la transparencia, participación y colaboración, han promovido en los últimos años una manera diferente de entender la gestión pública, y se ha pasado a hablar de un nuevo paradigma de gobierno abierto, también denominado paradigma de gobernanza pública inteligente. 2 Así, la nueva gestión pública (new public management) de los años setenta del pasado siglo se caracteriza por la importación de herramientas estratégicas utilizadas en las empresas privadas para promover la eficacia, eficiencia y productividad del sector público (García Sánchez, 2007). Por su parte, desde los años noventa, la nueva governanza pública (new public governance) aboga por administraciones públicas con múltiples actores interdependientes que contribuyen a la prestación de servicios públicos, haciendo hincapié en la eficacia del servicio y en los resultados de la interacción entre las organizaciones que gestionan los servicios públicos y su entorno (Osborne, 2010). 5 Monografies. 22 2018 La principal tesis de este trabajo es que un sistema de innovación y ciencia abiertas no se puede entender sin una Administración pública que rija sus actuaciones de acuerdo con los principios y los valores del gobierno abierto. Efectivamente, para avanzar hacia el paradigma de innovación y ciencia abiertas es imprescindible que la Administración pública cambie su manera de relacionarse con la ciudadanía, que conforma la cuarta hélice mencionada más arriba. La ciudadanía demanda y espera que el sector público sea una parte activa en las soluciones innovadoras de los retos actuales de nuestra sociedad, que garantice servicios públicos y ocupación de calidad. Asimismo, la ciudadanía demanda nuevos espacios de participación y corresponsabilidad en el diseño e implementación de esas soluciones innovadoras a los retos actuales. Este cambio de relación de la Administración pública con la sociedad requiere una profunda renovación de los procesos políticos y de los procesos de diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas, mediante la innovación social y la colaboración estrecha con los otros actores de la cuádruple hélice. Así, la Administración pública tiene un papel fundamental como motor de cambio hacia el nuevo paradigma. En tanto que regulador, proveedor de servicios, empleador y comprador (la contratación pública representa el 16 % del PIB en la Unión Europea), la Administración pública tiene un papel destacado como facilitador y promotor de la innovación, en colaboración con los otros actores de la cuádruple hélice, en su función de dar respuesta a los retos de la sociedad, que cada vez son más complejos. La Unión Europea, mediante los programas marco de investigación (como el programa Horizonte 2020 para el período 2014-2020), el Programa de innovación de empleo y social (EaSI), las estrategias de investigación e innovación para la especialización inteligente (RIS3) y los fondos estructurales y de inversión de la política de cohesión, promueve este cambio de paradigma fomentando la orientación de los sistemas regionales de investigación e innovación y de las políticas públicas hacia los retos de la sociedad, las necesidades de la ciudadanía y la innovación colaborativa. El presente trabajo analiza los retos y las oportunidades que representa el nuevo paradigma de innovación y ciencia abiertas desde el punto de vista de la Administración pública, en su papel de agente activo de innovación y de motor de cambio hacia un modelo de desarrollo más sostenible y más inclusivo. 6 Monografies. 22 2018 El trabajo se estructura en cinco apartados. Después de esta introducción, el apartado 2 analiza las implicaciones del paradigma de innovación y ciencia abiertas para la gestión pública, destacando cómo el nuevo paradigma cambia la perspectiva y el concepto de innovación en la Administración pública, así como el papel de esta en el proceso de innovación y como motor de cambio. El apartado 3 se centra en el proceso de innovación en las políticas públicas de acuerdo con el nuevo paradigma, en el que se distinguen cuatro fases: identificación del reto complejo a solucionar de forma innovadora; generación de ideas y soluciones innovadoras; experimentación (prototipaje y proyectos piloto); e implementación a gran escala de la solución testada. Además, dada la relevancia de la participación ciudadana —la cuarta hélice— en los procesos de innovación social, se reflexiona sobre las formas y requisitos para una gestión adecuada de ésta. El apartado 4 pone de relieve el valor de la innovación social en las políticas públicas, que debe ser un objetivo en sí misma para toda Administración pública. Asimismo, destaca la necesidad de medir el impacto de dicha innovación, puesto que este es el mejor argumento para poner en valor su relevancia como motor de cambio y progreso. Finalmente, en el quinto apartado se presentan las conclusiones. 7 Monografies. 22 2018 2. Implicaciones del nuevo paradigma de innovación y ciencia abiertas para la gestión pública El nuevo paradigma viene claramente marcado por la generalización del uso y las aplicaciones de las TIC. Inicialmente, a principios de este siglo, la aplicación de las TIC a la Administración pública se centró en resolver problemas internos de eficiencia y eficacia, así como en mejorar la relación con otros actores del entorno mediante la creación de portales web y la prestación de servicios electrónicos. Sin embargo, al iniciarse la segunda década del nuevo milenio se ha producido una aceleración de los cambios derivados de la nueva ola de innovación tecnológica que se encuentra en la base de una nueva manera de entender la política, la Administración pública y, por tanto, la gestión pública (Criado, 2013; Subirats, 2012). El gobierno abierto se puede definir como «un modelo de gobierno que, promoviendo la transparencia, la rendición de cuentas, la participación y la colaboración, y a través de un uso intensivo de las TIC, mediante una nueva forma de gestión basada en el cogobierno y la corresponsabilización con la ciudadanía, persigue obtener el máximo valor público potenciando la innovación y el desarrollo» (Criado, 2016). De esta forma, la incorporación de la ciudadanía al diseño, implementación y seguimiento de las políticas públicas se convierte en un eje central de la gestión pública, cuya articulación, posibilitada por las TIC pero no exenta de dificultades, tratamos con más detalle más adelante. Así pues, el gobierno abierto incorpora la ciudadanía y el conocimiento externo de empresas y demás agentes en los procesos de adopción de decisiones públicas; el gobierno abierto incorpora también nuevas dinámicas de colaboración. Pero, sobre todo, lo que cambia en este paradigma son las expectativas de los ciudadanos sobre el papel de la Administración pública, que pasa de ser vista como garante de estabilidad, resiliencia y continuidad a ser vista como un actor que se avanza y responde a los cambios y retos del entorno generando nuevas 8 Monografies. 22 2018 oportunidades de creación de valor (Comisión Europea, 2013a). La creación de valor público no solo implica que los directivos públicos sean capaces de identificar nichos de interés, sino también de establecer espacios de cocreación de servicios públicos con la ciudadanía (Linders, 2012; Sørensen y Torfing, 2012). Pilares básicos del gobierno abierto • Transparencia: el Gobierno fomenta y promueve la rendición de cuentas de la Administración ante la ciudadanía y proporciona información sobre lo que está realizando y sobre sus planes de actuación. • Colaboración: el Gobierno implica y compromete a la ciudadanía, las empresas, las asociaciones y demás agentes en el propio trabajo de la Administración y facilita el trabajo en equipo tanto entre sus empleados como con otras administraciones y agentes. • Participación: el Gobierno promueve la participación activa y el protagonismo de la ciudadanía a lo largo de todo el proceso de diseño, implementación y evaluación de políticas públicas. Fuente: Memorandum for heads of departments and agencies (Holdren, Orszag y Prouty, 2009). 2.1. La innovación en la Administración pública La innovación en la Administración pública, es decir, la innovación de las políticas públicas, es por definición innovación social, en tanto que se define como el proceso de generación e implementación de nuevas ideas para crear valor para la sociedad mediante servicios y procesos nuevos o mejorados (Comisión Europea, 2013b). En este trabajo, la innovación se entiende en su sentido más amplio, como una manera de responder a nuevos problemas de la sociedad a los que ni el mercado ni las políticas públicas tradicionales pueden dar respuesta por separado; también como una manera de tratar los nuevos (o no tan nuevos, pero no resueltos) retos globales (como, por ejemplo, el cambio climático) desde una perspectiva de proceso sistémico complejo, en el que se relacionan un elenco diverso de actores (administraciones públicas, 9 Monografies. 22 2018 corporaciones, tercer sector y colectivos sociales) que han de converger en innovaciones sociales que permitan corregir desajustes en los entornos político-jurídicos, económicos, culturales y sociales, mediante la articulación de políticas públicas (Conejero y Redondo, 2016). La Comisión Europea ha promovido la innovación social en la Unión Europea como una respuesta a la crisis económica, para generar sectores públicos más eficientes a través de reformas de procesos y organización y también sectores públicos más centrados en los objetivos de la sociedad a los que responder con nuevos y mejores servicios y políticas (Comisión Europea, 2013c). En el nuevo paradigma de innovación y ciencia abiertas, la innovación social se entiende como «innovación que es social tanto en sus objetivos como en sus medios» (Comisión Europea, 2012) y se define como ideas (productos, servicios y modelos) que satisfacen al mismo tiempo necesidades sociales (más eficazmente que otras alternativas) y que crean relaciones o colaboraciones sociales nuevas; es decir, innovaciones que son buenas para la sociedad e incrementan la capacidad de actuación de la sociedad. De esta forma, la innovación social consiste en desarrollar soluciones innovadoras y nuevas formas de organización y de interacción para dar respuesta a cuestiones sociales. Los innovadores sociales pueden ser emprendedores sociales, funcionarios, sociedad civil y ciudadanía en general, que comparten ideas, experiencias y conocimiento para diseñar servicios para la sociedad más eficaces (BEPA, 2011). Es importante destacar, por lo tanto, que en este nuevo paradigma el proceso de interacción entre individuos, es decir, el propio proceso de innovación abierta, es tan o más importante que los resultados. Este concepto de innovación social y abierta se puede enfocar desde tres perspectivas complementarias (BEPA 2011): 1. Perspectiva de la demanda social: la dimensión social se refiere a las necesidades de colectivos de la sociedad más vulnerables o que tienen menos capacidad para participar y beneficiarse del valor generado por la economía de mercado; es decir, las innovaciones sociales son innovaciones que responden a demandas sociales a las que el mercado y las instituciones públicas no son capaces de dar respuesta, normalmente dirigidas hacia los grupos más vulnerables. 2. Perspectiva de los retos de la sociedad: la innovación social es clave para dar respuestas colectivas a los retos complejos de la sociedad mediante nuevas formas de relación entre actores sociales. 10 Monografies. 22 2018
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