Description:—¡Colgadlo! La orden había partido, seca, brutal, de la garganta del coronel Latimer. Los tres hombres que le escoltaban se dispusieron a obedecer. Avanzaron hacia el interior de la habitación de una magnífica casa del Sur, que se alzaba en mitad de la llanura. El hombre cuya muerte había decidido el coronel miró a éste con ojos incrédulos. —No es posible… —balbució.