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MIGUEL NAJDORF PDF

104 Pages·2013·6.8 MB·Spanish
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Clase 4: MIGUEL NAJDORF por Richard Guerrero © Biografía, combinaciones y partidas CLASE 4: MIGUEL NAJDORF por Richard Guerrero MIGUEL NAJDORF Biografía 1910-1939: Etapa polaca Primeros años El famoso gran maestro Miguel Najdorf nació el 15 de abril de 1910, en Varsovia (Polonia), siendo el mayor de cinco hijos del matrimonio de Gdalik y Raisa Najdorf, de origen judío. Sus padres lo llamaron Moisha-Mendel (como resultado de una disputa entre ambos), y en la familia lo llamaban afectuosamente Mickel, sin sospechar que éste sería el prototipo del futuro nombre que él adoptaría cuando se nacionalizara argentino en 1944. Sin embargo, según su pasaporte, su nombre era Mieczyslaw. Muchas veces Miguel Najdorf narró su primer encuentro con el ajedrez, a los catorce años: "Era 1924, y una tarde, a la salida de la escuela, fui de visita a la casa de mi compañero, Rubén Fridelbaum. Me recibió su papá, un violinista de la Filarmónica de Varsovia, quien me dijo que Rubén había ido hasta la farmacia a comprar unos remedios. El hombre estaba engripado y terriblemente aburrido. Mientras aguardábamos el regreso del hijo, él me preguntó si yo sabía jugar ajedrez. Le dije que no y me contestó de mal modo: -¿No te da vergüenza?, un chico inteligente no puede ser tan ignorante. Acércate al tablero que te enseño. Por cortesía tuve que aceptar. Me indicó el nombre de las piezas, el movimiento y el valor de cada una, y jugamos unas pocas partidas. Salí entusiasmado y me compré un libro de ajedrez en francés para seguir estudiando. A la semana siguiente ya le daba una torre de ventaja." De inmediato, el ajedrez se convirtió en su pasión, que ya nunca abandonaría. En aquellos primeros años de ajedrez, su entusiasmo lo llevó a descuidar sus estudios, una situación que generaba conflictos permanentes con su madre. "De chico mi madre me escondía los tableros y las piezas, así que tenía que arreglarme a ciegas" (Miguel Najdorf) 1 CLASE 4: MIGUEL NAJDORF por Richard Guerrero Miguel contaba que ella le llegó a quemar las piezas y el tablero en la chimenea de casa, pese a que él explicaba que quería hacer del ajedrez su profesión. -Me van a crecer margaritas en la palma de la mano antes de que llegues a alguna parte con esa tontería-, replicaba ella. Para Miguel, las palabras de su madre fueron un estímulo. Gdalik Najdorf y su esposa Raisa, padres de Miguel Najdorf (Foto: "Najdorf x Najdorf", por Liliana Najdorf, pág. 19) Fue así que para conformar a sus padres, estudió una carrera universitaria en el Politécnico de Varsovia, pero no la terminó. Le faltó rendir las últimas dos materias para recibirse de profesor de matemáticas. A los dieciséis años, y a pesar de que sólo habían transcurrido dos desde que se inició en el ajedrez, el juego de Najdorf ya destaca por su gran brillantez, de espíritu romántico. A los dieciocho años jugó su primer torneo nacional polaco, clasificándose en quinto lugar, y logrando los tres premios de belleza instituidos. Sus partidas más bonitas y recordadas de este periodo de juventud son frente a M.Frenkel (Varsovia 1926), dos contra A. Szpiro (en Lodz y Varsovia 1928) y sobretodo la que el GM Savielly Tartakower (su maestro), denominó "La inmortal polaca" (frente a B. Glucksberg, Varsovia 1928), que luego la crítica llamó con más precisión "la Inmortal de Najdorf", con una extraordinaria combinación en la que sacrificó cuatro piezas para dar mate con un peón. Ha sido reproducida infinidad de veces y es sin duda su más famosa partida y una de las más espectaculares de todos los tiempos. Sobre ella comentó Miguel: "En la Inmortal yo he previsto catorce jugadas, pero a veces las inmortales son mucho más sencillas que las partidas jugadas posicionalmente, aunque estas últimas no alcancen la fama". A sus veinticuatro años (1934) Miguel conoce a Genia, quien poco después se convertiría en su primera esposa. Un casamiento que tuvo sus bemoles, puesto que los padres de ella se negaban a aceptar al yerno que, aunque medianamente conocido como ajedrecista, no dejaba de ser para ellos un bohemio con una actividad atípica, muy diferente del novio desechado por Genia, que no sólo era el prometido elegido de la infancia, sino y sobretodo un excelente partido. Los padres de Genia se opusieron y prohibieron que volvieran a verse. La pareja entonces decidió escaparse, y poco después, los futuros suegros de Miguel accedieron al casamiento, aunque la boda tuvo que postergarse, ya que él aún adeudaba el servicio militar debido a la prórroga que había pedido por sus estudios. 2 CLASE 4: MIGUEL NAJDORF por Richard Guerrero Miguel Najdorf y su primera esposa, Genia (Foto: "Najdorf x Najdorf", por Liliana Najdorf, pág.29) Miguel narraba estos hechos de su vida en Polonia pocas veces, siempre en el seno de su familia, y casi siempre interrumpía con angustia la narración. Es claro que esos recuerdos siempre siguieron siendo un trago amargo para su alma. Si bien en aquellos años en Europa se estaba gestando el horror que vendría, el período de entreguerras fue para Varsovia un lapso de expansión en lo cultural que permitió el progreso de Miguel como ajedrecista y el desarrollo de Genia en su profesión de pianista. Tuvieron una hijita, Lusha (Lucía) Najdorf. Eran tiempos de gran esplendor para el ajedrez polaco, con un alto nivel competitivo. Los ajedrecistas de Polonia se disputaban la primacía europea con los alemanes, los soviéticos y los yugoslavos, entre otras potencias. Un papel importante en la formación ajedrecística de Najdorf lo ejerció el gran maestro Savielly G. Tartakower. Miguel reconocería toda su vida el ascendiente del talentoso maestro polaco (luego francés por adopción); siempre lo recordaba como "su maestro" y explicaba anécdotas como ésta: "Cierta vez, cuando debía enfrentar a un conocido maestro de la época, pregunté a mi profesor y consejero, el doctor Savielly Tartakower: - Sabe mucho más que yo. ¿Cómo debo jugarle? Me miró profundamente y, sonriendo, contestó: - Respetándolo, querido Miguel, respetándolo. Como insistí, me explicó: - Él es un profesional y defiende su pan con sus conocimientos. Por ello estudia para pulir y mejorar su juego con líneas suyas o de otros. ¿Usted quiere ganarle, verdad?... Bueno..., no hay otro camino que seguir las ideas clásicas, y ya que usted lleva blancas, tratar de mantener el equilibrio hasta que él cometa algún desliz, quiera forzar, creyéndose mejor que usted, y le brinde una oportunidad. No se le ocurra hacer locuras, pensándose más 3 CLASE 4: MIGUEL NAJDORF por Richard Guerrero talentoso, porque se invertirán los papeles. Los maestros expertos dominan todas las posiciones y perciben la menor falla. Y cuando usted cree atacarlo, a lo mejor él se limita a desarrollar piezas para darle una lección. Claro que lo tomé en cuenta, y esa noche hice tablas". En 1934 Najdorf obtuvo el título de Campeón de la ciudad de Varsovia. Najdorf recordaría toda su vida su primer triunfo nacional, y esa primera conquista lo llenaba de orgullo. A esta altura de su carrera, ya con 24 años de edad, los demás ajedrecistas de su país lo respetaban y le temían a la hora de enfrentarse con él. Miguel había ganado ya un lugar indiscutible en el ajedrez de su país. A la Olimpiada de Varsovia de 1935 (en la que llegó a ser el único judío al que le permitieron representar a Polonia), se remonta su primer contacto con Argentina (que sería luego su país de adopción). En esa ocasión conoció a los integrantes del equipo nacional argentino. "Recuerdo cuando llegaron a Polonia -decía- Grau con su traje blanco y Pleci tomando mate. '¿Qué bebida es esa?', preguntaba la gente. Eran la atracción de la prensa". Miguel Najdorf (el segundo por la izquierda) junto a los demás integrantes del equipo olímpico polaco (Foto: "Najdorf x Najdorf", por Liliana Najdorf, pág. 32). En la fotografía de la derecha, el GM polaco Savielly Tartakower (1887-1956) al que Najdorf siempre reconoció como su "maestro". En 1936 participó con el equipo nacional polaco en las denominadas Olimpiadas de Munich (fuera de la FIDE). Se conservan algunos comentarios de Najdorf sobre este evento: "Compitieron treinta y dos naciones. Alemania ya estaba bajo el poder de Hitler y los judíos, perseguidos, huían a los países vecinos. Dadas las circunstancias, otros deportistas y yo nos negamos a participar. Por aquel entonces, y a pesar de tener veintiséis años, estaba en el servicio militar. El presidente de la Federación de Ajedrez era Bronislaw Pilsudski, hermano del mariscal José Pilsudski. Ante mi negativa de ir a la olimpiada me llamó y preguntó: '¿es usted polaco o judío?'. Le contesté: 'polaco de religión judía'. A lo cual me respondió: 'Nosotros necesitamos que usted participe en la Olimpiada de Alemania no como judío sino como polaco. Cada uno debe defender su patria con el fusil que domina. Es importante que Polonia salga primera o segunda, para mantener su prestigio en el campo internacional. Me vi obligado a someterme y a participar de la Olimpiada. Por esta razón mi esposa y mis amigos se enojaron conmigo, porque consideraban que había traicionado la causa de nuestro pueblo. No entendían que estuve obligado a hacerlo. Me rehabilité ante 4 CLASE 4: MIGUEL NAJDORF por Richard Guerrero sus ojos cuando Polonia ganó el segundo puesto y me fue concedida la medalla de oro. Entonces los alemanes tuvieron que tocar el himno nacional polaco y uno de sus jefes máximos gritó: 'Moisés Mendel Najdorf, medalla de oro, primer premio'. Me la entregó Hans Frank, tres años después gobernador de Polonia y responsable directo del exterminio de toda mi familia". Salió primero en el torneo de Budapest 1936 y allí comenzó su carrera profesional internacional. A finales de los años treinta, Najdorf ya estaba jugando a un nivel de considerable fuerza. En Margate 1939 hizo tablas con Capablanca. Ese fue el año en que la misma vida (no tan sólo el ajedrez) de Miguel entraría en crisis. Llegaría para Najdorf el momento de hacer "su mejor jugada"... 1939-1997: Echando raíces en Argentina "La mejor jugada de toda mi vida" (Miguel Najdorf) "Nací dos veces sin haber pasado por el requisito de la muerte; una a los cero años igual que todo el mundo, la segunda a los 29" decía siempre Miguel, refiriéndose a su llegada a Argentina en 1939 y posterior radicación en su segunda Patria. Miguel Najdorf, en una imagen de 1939 En agosto/septiembre de 1939 se celebró en el hoy demolido Teatro Politeama de Buenos Aires la VIII Olimpiada de la FIDE (IX Torneo de las Naciones), con la participación de 27 países. Era la primera vez que semejante evento se realizaba en América. Miguel Najdorf ostentaba el título de campeón nacional polaco, y aunque vino como capitán del equipo olímpico, cedió el primer tablero a su maestro, el GM Savielly Tartakower. Polonia obtuvo el segundo puesto (a media unidad de los alemanes que finalizaron primeros), y Miguel la medalla de oro olímpica al segundo tablero, al conseguir más del 75% de los puntos (14 puntos de 18 partidas). 5 CLASE 4: MIGUEL NAJDORF por Richard Guerrero En primer plano se ve al GM Savielly Tartakower, capitán del equipo de Polonia, en una de las rondas de la Olimpiada de Buenos Aires 1939. Probablemente, el maestro ubicado en la segunda mesa, de traje claro, es precisamente Miguel Najdorf, segundo tablero del equipo polaco. Estallido de la II Guerra Mundial Aquel joven de 29 años que llegó un 21 de agosto de 1939 a Argentina, no habría imaginado -seguro- que en poco tiempo nacería de nuevo. Y eso es lo que ocurrió. Porque pocos días después de su llegada a Argentina, Europa comenzó a vivir el drama, y el 1 de septiembre, mientras jugaba contra el equipo alemán en el teatro Politeama, llegó la noticia de que su Polonia natal había sido invadida por los nazis, lo que había desatado la II Guerra Mundial. Su esposa, Genia, se había quedado en Varsovia porque, enferma de gripe, no se animó a enfrentar el viaje, permaneciendo allí con la hija de ambos, Lusha. Preocupado, Najdorf intentó traer a su familia a Argentina. Hizo gestiones con el entonces presidente argentino Ortiz y con el embajador polaco en Argentina, pero no pudo hacer nada. Al principio hubo una esperanza, pues Genia le había escrito sobre un hombre que quizás podía ayudarlas a Lusha y a ella a viajar a Buenos Aires. Era el primo de una vecina en Varsovia, una persona adinerada que trasladaba mujeres desde allá. Le envió una dirección de la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe, y su marido fue hasta allá en tren. Pero la desilusión fue tremenda: la dirección correspondía a un prostíbulo, y el señor adinerado a quien estaba buscando era un mafioso, tratante de blancas, perteneciente a una famosa organización de la época, que efectivamente facilitaba el ingreso a Argentina de jóvenes polacas, a quienes traían engañadas con promesas de matrimonio, para obligarlas a trabajar de prostitutas cuando al llegar se encontraban solas, sin entender una palabra de español, sin documentación ni dinero. Tras esta desilusión, Miguel continuó con las gestiones oficiales para que Genia y Lusha pudieran viajar, pero sin ningún resultado. Al comienzo de la Guerra, la Cruz Roja armaba paquetes con alimentos y artículos de primera necesidad, que enviaban a Europa a través de la embajada alemana. Las encomiendas eran de distinto valor: las había de cincuenta, cien y doscientos dólares; Miguel trataba de reunir el dinero para enviar los paquetes más caros, lo cual no resultaba para nada fácil, dado que andaba sin trabajo y escaso de recursos. Mediante estos envíos llegó a recibir algunas cartas de su mujer, Genia, manifestándole sus necesidades, las carencias básicas que pasaban en Varsovia. 6 CLASE 4: MIGUEL NAJDORF por Richard Guerrero Récords mundiales de simultáneas a la ciega Probablemente fruto de estas necesidades fueron la causa de los inagotables viajes de Najdorf por todo el interior de Argentina, ofreciendo exhibiciones de partidas simultáneas, incluso simultáneas a la ciega. Najdorf fue un extraordinario jugador de partidas simultáneas a la ciega, logrando dos récords mundiales consecutivos en esta modalidad: El primero fue el 9 de octubre de 1943, en el Círculo Obrero de la ciudad argentina de Rosario. Miguel Najdorf jugó a 40 tableros contra jugadores de 3ª y 4ª categoría, ganando 36 partidas, entablando 1 y perdiendo sólo 3, ¡con un porcentaje del 91,25%!, en una exhibición que duró 17 horas y 35 minutos de juego. De este modo pulverizó el anterior récord establecido por el belga George Koltanowsky en Edimburgo, Escocia, el 23 de septiembre de 1937, en el que éste jugó en 34 tableros, logrando 24 victorias y 10 empates. Najdorf le superó con claridad, tanto en el número de cotejos como en los puntos conquistados. Sin embargo el récord no pudo ser oficializado, ya que Koltanowsky protestó alegando que no hubo en el lugar representantes internacionales que lo avalaran. Miguel en las simultáneas a la ciega del Círculo de Obreros de Rosario, en 1943 Por ese motivo, Najdorf hubo de batir nuevamente su propia marca en otra exhibición de partidas simultáneas a la ciega en Sao Paulo (Brasil), el 25 de enero de 1947, estableciendo 7 CLASE 4: MIGUEL NAJDORF por Richard Guerrero un nuevo récord del mundo en esa especialidad al jugar en 45 tableros al mismo tiempo (+39 =4 -2), con un porcentaje del 91,11%, récord que retuvo durante décadas (hasta que fue batido en noviembre de 2011 por el modesto jugador alemán Marc Lang (2.306 elo), que jugó a 46 tableros, aunque con mucho peor score que Najdorf: +19 =25 -2, 68,47%). Najdorf jugó durante 22 horas y 40 minutos, estuvo todo el tiempo en una sala separada del salón de juego con los 45 tableros, sentado en un sillón y asistido por jueces y médicos, escuchaba las jugadas de sus adversarios en un parlante y dictaba las suyas a través de un micrófono. Muchas partidas eran jugadas por aficionados que se sustituían al cansarse. Cuando en avanzada hora, un oponente quiso rendirse sin tener una posición que hiciera pensar en la derrota, Najdorf no lo permitió. -Usted está fatigado -le dijo- Llame a otro para que lo reemplace. Por esta situación de relevos, en los 45 tableros jugaron 83 aficionados. Un estruendoso aplauso rompió cuando alguien reclamó por una jugada diciendo que era imposible y Najdorf le comprobó que no, recitando inmediatamente todas las movidas que habían realizado hasta el momento. El adversario se disculpó, había alterado involuntariamente la posición. -Discúlpeme, pero si mueve eso, tomo la torre y en dos jugadas la dama y el rey -señaló Najdorf tras una mala movida de su contrincante- ¿Quiere usted pensar mejor? Najdorf en Sao Paulo 1947, en las simultáneas a la ciega en las que consiguió su segundo récord mundial. En la fotografía de la izquierda, 'mira' en su mente la posición de una partida. Podemos ver en la mesa, el micrófono para transmitir las jugadas. En la fotografía de la derecha Miguel es atendido por un médico durante su enorme esfuerzo. El cerebro le quedó 'embalado' de tal forma que en las 48 horas siguientes Najdorf no pudo conciliar el sueño. Cerraba los ojos y veía las piezas. 24 horas después, todavía demasiado excitado, se reunió con un grupo de amigos y reprodujo todas las partidas sin dificultades. Explicaba Najdorf: -Finalmente tomé un hipnótico y fui al cine. Sentí que alguien me tocaba el hombro. Era el acomodador para despertarme porque había que cerrar. Dormí dos días seguidos. 8 CLASE 4: MIGUEL NAJDORF por Richard Guerrero Arnoldo Ellerman, entonces director de la revista 'Caissa' escribió al respecto: "Aunque para el ajedrez práctico, jugar 'a la ciega' no representa ninguna utilidad, no se puede menos de admirar las notables aptitudes de Najdorf de poseer un cerebro que denota facultades de memorista". «El Viejo» recordaba así sus primeros años en Argentina: "Viví muy mal los años de la guerra, y cada vez con menos esperanzas de encontrar vivos a mi esposa, mi hijita de dos años o alguno de mis trescientos familiares. Mientras Estados Unidos se mantuvo al margen, les envié correspondencia por intermedio de la Cruz Roja, pero después perdí contacto con el campo de concentración donde estaban. Jugué simultáneas para causar suceso en los periódicos y que la noticia llegara a los míos. Gracias a mi buena memoria jugaba a ciegas con el objetivo de batir el récord mundial y que la noticia diera la certeza a mi gente, de que alguien luchaba por ellos". La tragedia de su familia polaca y la mejor decisión de su vida Los primeros años 40 debieron ser verdaderamente dramáticos para Najdorf, agobiado por las noticias que llegaban desde la Europa en Guerra, y la incertidumbre por el destino de su familia, su mujer e hija, que habían quedado en Varsovia. Precisamente en 1940 se ordenó el cierre del gueto de Varsovia; y tres años más tarde, el 19 de abril de 1943, sin armas y diezmados por el exterminio que dictaminó Hitler para los judíos, los habitantes del lugar que todavía no habían sido deportados a los campos de concentración se levantaron en contra de los nazis, más que para resistir, para morir peleando. Tras la guerra regresó a Polonia donde constató horrorizado la pérdida de toda su familia polaca en los campos de concentración nazis (su mujer Genia, su hija Lusha de sólo tres años, su madre, sus cuatro hermanos, tíos, primos). Su padre Gdalik, murió luchando contra los nazis en las calles de Varsovia. Los demás fueron vistos en Treblinka y Auschwitz. Así se veía Varsovia en 1945, cuando Miguel Najdorf volvió a buscar a su familia. Contaba Miguel en muchas de las entrevistas que le hicieron: -Mi familia era de trescientas personas y no quedó nadie. No tuve suerte. Murieron junto a los seis millones de judíos, víctimas de la crueldad nazi. Me quedé en Buenos Aires sin hablar el idioma, con doscientos dólares en el bolsillo y solo. Creí que me volvía loco, pero el ajedrez me ayudó. El ajedrez enseña a perder. En realidad, esos únicos doscientos dólares en el bolsillo, a los que tantas veces hizo referencia, habían sido el resto de trescientos que traía, ya que los otros cien los había perdido en el casino de Montevideo antes de llegar a Argentina. 9

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Muchas veces Miguel Najdorf narró su primer encuentro con el ajedrez, a los catorce años: Mientras aguardábamos el regreso del hijo, él me.
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