Ray Madigan era un atractivo policía que, con su cuerpo alto y fuerte y su increíble sonrisa, derretía los corazones de las mujeres. También era el tipo de hombre del que Grace podía enamorarse fácilmente, de hecho era el hombre del que ya se había enamorado una vez. Ahora era su ex marido y su amigo... nada más.
Hasta que, tras ser testigo de un brutal asesinato, Grace se dio cuenta de que su vida corría peligro y decidió pedirle ayuda a Ray. Sin dudarlo un momento buscó la protección de sus brazos... y deseó con todas sus fuerzas no haberlo abandonado nunca. ¿Era solo porque parte de aquella ardiente pasión todavía sobrevivía, o acaso había algo más? ¿Era posible que de verdad estuvieran hechos el uno para el otro?
**