Memorias sobre la reducción del territorio de las comunidades afro en el Sur de La Guajira

36 Pages·2017·12.11 MB·Spanish

Huellas del destierro:
Memorias sobre la reducción del
territorio de las comunidades
afro en el Sur de La Guajira

a s d e l
u e l l
H
o :
d e s t i e r r
Memorias sobre la reducción del
territorio de las comunidades
afro en el Sur de La Guajira
AIDdutiiaoarnneasa: SGoallainndoo  | | LeYioneis A Mrreedgioncaé s|  |L uRzo Kbaetretori nRea mSaírreazb ia| Rogelio Ustate1
Huellas del destierro
Memorias sobre la reducción del territorio de las comunidades afro en el sur de La Guajira
Centro de Investigación y Educación Popular/ Compiladora Cinep/Programa por la Paz
Programa por la Paz (Cinep/PPP) Luisa Fernanda Rodríguez Gaitán Carrera 5 No. 33B-02
PBX: (57-1) 2456181
Autores Bogotá, D.C., Colombia
Idiana Solano www.cinep.org.co
Director General
Leinis Medina
Luis Guillermo Guerrero Guevara
Luz Katerine Sarabia Primera edición
Diana Galindo ISBN: 978-958-644-232-9
Subdirector
Yoe Arregocés Fecha: Marzo del 2018
Marco Fidel Vargas
Roberto Ramírez Bogotá D.C., Colombia
Rogelio Ustate
Coordinadora del proyecto Interculturalidad
La publicación de este documento es
Jenny Paola Ortiz Fonseca
Equipo de producción editorial posible gracias al apoyo financiero del
Gobierno Vasco y Alboan.
Equipo Interculturalidad
Luisa Fernanda Rodríguez Gaitán Coordinación editorial
El contenido de esta publicación
Margareth Figueroa Garzón
Leidy Laura Perneth Pareja
es responsabilidad exclusiva del
María Alejandra Mouthon Garcés
María Carolina Matiz González
Cinep/Programa por la Paz y no
María Cayena Abello
refleja necesariamente la opinión del
Corrección de estilo
Gobierno Vasco y Alboan. Asimismo, el
Carlos A. Morales
Asesores en territorio
contenido de esta edición puede ser
Rafael Caraballo Posada
utilizado total o parcialmente siempre
Nilson Magallanes Marrugo Ilustraciones
y cuando se notifique y se cite como
Samuel Segundo Arregoces Pérez Maya Corredor
fuente al Cinep/PPP.
Angélica Patricia Ortiz (Clan Ipuana)
Guionista
Pablo Guerra
Organizaciones aliadas
Organización Wiwa Yugumaiun Bunkuanarrúa Tayrona (OWYBT)
Fuerza de Mujeres Wayuu (FMW) Diseño y diagramación
Mesa de Defensa Territorial del Cerro de la Popa Juanita Giraldo Polanco
Consejo Comunitario de negros ancestrales de Roche
Consejo Comunitario de negros ancestrales de Tabaco Impresión
Cabildo indígena del Resguardo provincial Pictograma Creativos
Cabildo indígena de la comunidad de Tamaquito
I n t r o d u c c i ó n
L
a investigación comunitaria que presentamos a con- Hemos dedicado nuestro tiempo y empeño a esta investi-
tinuación da cuenta de la situación e historia de los gación para demostrar y enseñarles a las nuevas generaciones
pueblos afrodescendientes de Roche, Patilla, Chancleta y cómo las multinacionales han conseguido su desarrollo a cos-
Las Casitas, reasentados parcialmente por la multinacional ta del desarraigo y la destrucción de las costumbres y tradi-
Cerrejón, en jurisdicción del municipio de Barrancas, sur de La ciones de las comunidades afrodescendientes, para quienes lo
Guajira. Este proyecto surgió en el marco del proceso de in- más importante es el territorio, por todo lo que este espacio re-
vestigación local y participativa del Centro de Investigación y presenta. Este proceso de indagación nos permite comprender
Educación Popular —CINEP—, con la conformación de un gru- diversos aspectos de las transformaciones territoriales, visibili-
po líderes, lideresas y representantes de cada una de las comu- zar nuestra situación y posibilitar el que otras personas conoz-
nidades mencionadas, quienes coincidimos en la preocupación can las huellas de la minería en nuestro territorio.
por la pérdida de nuestras prácticas culturales y memoria an- Para llevar a cabo esta investigación, visitamos los sitios de
cestral a causa de los impactos que la minería a cielo abierto origen de cada comunidad y buscamos sus sitios sagrados, visua-
tiene en nuestros territorios. lizamos los anteriores sitios de encuentro y rememoramos nues-
El objetivo central que planteamos para orientar nuestra in- tro pasado, recordando los momentos amenos que se vivieron
vestigación fue identificar las consecuencias de la reducción del en cada uno de estos lugares y las actividades sociales, económi-
territorio en las comunidades afrodescendientes reasentadas a cas y culturales que allí se practicaban. Una persona guía o un sa-
causa de la expansión de los procesos de extracción y explota- bedor de cada comunidad nos relataba la historia y memorias de
ción minera llevados a cabo por Cerrejón. su locación. Estos sitios se han transformado de tal manera por
la minería, que en ocasiones era difícil, tanto para el guía como
para nosotros, identificar los puntos de referencia, como árboles,
1 Las y los autores del presente material son líderes y miembros de las comunida-
des afro de Chancleta, Patilla, Las Casitas, Roche y Tabaco. Cabe señalar que caminos, lagunas o arroyos, que eran característicos de los sitios
la investigación se centra en las comunidades que han sido reasentadas, por lo
de origen. Sin embargo, finalmente llegamos a cada punto, gra-
que Tabaco no es mencionada a lo largo de este texto. Aunque en agosto del
2001 Tabaco fue desalojada violentamente por la empresa, hoy en día los taba- cias a que el sabedor tiene una relación estrecha con el territorio.
queros y tabaqueras siguen a la espera de su reubicación; sin embargo, parte de También, entrevistamos a diferentes personas que nacieron,
los aspectos culturales y sociales aquí mencionados para las otras cuatro comu-
se criaron y vivieron en esos sitios de origen; algunas aún viven
nidades son comunes para Tabaco, en tanto comunidad afro.
Huellas del destierro | Memorias sobre la reducción del territorio de las comunidades afro en el Sur de La Guajira
y resisten allí2, otras han sido desarraigadas y hoy en día habitan tiempo, los hechos más significativos en materia de rea-
en los reasentamientos. Además, para poder identificar y ana- sentamientos involuntarios.
lizar la reducción del territorio para las comunidades afro, re- 3. La tercera parte da cuenta de dos aspectos fundamen-
currimos a otras herramientas metodológicas, como la línea de tales en la vida de las comunidades afro y de cómo la re-
tiempo y la cartografía social participativa. ducción del territorio los ha afectado. Por un lado, se
El presente documento está organizado en seis partes: exploran sus prácticas culturales y sociales en el antiguo
1. La primera parte, llamada “Territorio = cultura + espacio territorio y, por otro, los elementos que ellas consideran
natural”, busca presentar nuestra definición de territorio fundamentales para la vida.
y las diferentes representaciones del territorio que, de 4. Por último, queremos plantear que, a pesar de haber so-
una u otra manera, se encuentran en los relatos de los portado casi cuarenta años de afectaciones por la me-
entrevistados y participantes de esta investigación. gaminería y del desarraigo de nuestro territorio, queda
2. La segunda parte, titulada “Sobre el reasentamiento y mucho por hacer y las ilusiones como comunidades afro
las resistencias”, busca plasmar, a través de una línea de aún no están perdidas.
2 Algunas de las personas entrevistadas como Hermen Medina, Virgilia Puche y
Eider Soto, Alexis de Armas y Manuel Pinto, al momento de la entrevista resis-
tían en sus sitios de origen Patilla, Las casitas y Chancleta respectivamente. Sin
embargo, puede que, en el momento de la publicación y difusión de este mate-
rial, estas personas ya no estén en el territorio por posibles desalojos, expropia-
ciones, desplazamientos o reubicaciones involuntarias.
6
7
CTapítuelor I r i t o r i o = c u l t u r a
+ e s p a c i o n a t u r a l
L
as comunidades de Roche, Patilla, Chancleta y Las Casitas están ubi-
cadas al sur del departamento de La Guajira, el cual se encuentra en
el extremo norte del país, limita al sur con los departamentos de Magdalena
y Cesar y al oriente con la República Bolivariana de Venezuela.
La Guajira, geográficamente, está dividida en subregiones tales como:
• La Alta Guajira, ubicada en el norte del departamento, es habitada
principalmente por indígenas wayuus, afrodescendientes, campesinos
y de otras regiones del país. Es una zona semidesértica y árida.
• La Media Guajira, ubicada en el centro del departamento, rodeada
por el rio Ranchería y cerca de las estribaciones de la Serranía del
Perijá, está habitada también por wayuus y afrodescendientes.
• La Baja Guajira, ubicada en la zona sur del departamento, en la que se
distingue la Sierra Nevada de Santa Marta, también es habitada por in-
dígenas, afros y campesinos.
Por lo anterior, se puede decir que La Guajira es un departamento con
gran variedad cultural, donde cada grupo conserva sus tradiciones y cos-
tumbres ancestrales.
Este departamento, rico en vegetación, está bañado por el río Ranchería
y arroyos caudalosos (algunos son afluentes suyos) y con variedad de fauna
y flora, para desgracia de su pueblo, también es una zona rica en minerales.
Huellas del destierro | Memorias sobre la reducción del territorio de las comunidades afro en el Sur de La Guajira
En La Guajira se encuentra la mina a cielo abierto más intercambios culturales (caminos reales), acceso a la educación
grande del mundo, con 69000 hectáreas concesionadas, de y relaciones sociales.
las cuales se han intervenido 13539 por la empresa Cerrejón De allí la importancia del territorio para las comunidades
(antes Intercor, de capital estadounidense) en sociedad con el afro reasentadas, ya que este representa un espacio geográfi-
Estado colombiano. Hoy en día, la concesión pertenece en un co propio y de libre circulación, pero, principalmente, represen-
100 % a tres multinacionales: BHP Biliton, Glencore y Anglo ta la vida, la totalidad.
American. Anualmente, la empresa exporta más de 34,2 millo-
nes de toneladas de carbón, cifra que representa el 40 % de Reflexiones y aprendizajes
las exportaciones carboníferas colombianas. Esto debería ser
sinónimo de riqueza, empleo y avances para el departamen- sobre el territorio
to; sin embargo, es la causante del desalojo y despoblamiento
de estas comunidades, que hoy se encuentran reasentadas in-
voluntariamente en extensiones mínimas de tierra, cambiando Durante nuestro proceso de investigación, nos encontramos
de manera abrupta su estilo de vida, sus actividades económi- con algunos de los adultos sabedores de las comunidades de
cas y de producción ancestrales. Patilla, Roche, Chancleta y Las casitas, que han luchado con la
Desde la llegada de la minería, a finales de los años setenta, defensa de la verdad por sus territorios. Algunos han sido rea-
las comunidades afros, indígenas y campesinas del La Guajira han sentados involuntariamente, otros han sido desalojados, otros
sido inducidas a una pobreza extrema, ya que su economía de- expropiados y otros siguen resistiendo en los territorios de ori-
pendía de la producción agrícola y pecuaria y del pastoreo. Con gen. De diferentes maneras, durante nuestras entrevistas y
la apropiación de gran parte del terreno por las empresas mi- charlas con ellos, empezaron a hablar sobre lo que para ellos
neras Cerrejón y Caypa3, consentidas por el mismo Estado, he- era el territorio y, con total naturalidad, expresaron sus concep-
mos visto cómo nuestro territorio se ha reducido y han minorado tos, que veremos a continuación:
las posibilidades de ejercer otras actividades correspondientes a Según lo anterior, para las comunidades afrodescendientes
nuestros usos y costumbres, como la pesca, la caza, el cultivo, la reasentadas de Roche, Patilla, Chancleta y las Casitas, el terri-
ganadería, el pastoreo y el uso de las plantas medicinales. torio es:
Igualmente, la llegada de la mina es causante de múltiples • Un espacio vital, ese lugar de relaciones sociales don-
enfermedades (cáncer, digestivas y respiratorias), contamina- de se ha arraigado la cultura, teniendo la posibilidad de
ción del agua y otras afectaciones del medio ambiente, causan- vivir dignamente con legitimidad, firmeza y fortaleza en
do crímenes ecológicos, desaparición de sitios sagrados, sitios el tiempo.
de encuentro, sitios de congregación, vías de interconexión e • El lugar donde se conjugan las relaciones sociales coti-
dianas, las creencias, los ritos y los escenarios simbólicos,
así como las formas de trabajo y producción, incluyendo
3 La mina Caypa está ubicada en el municipio de Barrancas, es de propiedad de las actividades de cultivo, pastoreo, cuidado de la natu-
Carbones Colombianos del Cerrejón —subsidiaria de la compañía canadiense
raleza, pesca y recolección de frutos.
Pacific Coal— y es operada por la empresa Obras Proyecto Minería (OPM).
8
9
Territorio = cultura + espacio natural
• Un espacio autónomo, partiendo de los prin-
“Vida total: esta tierra para mi es todo. Yo “El territorio de Las Casitas, tierra bendita cipios de sabiduría, respeto, honestidad, leal-
no la cambio por nada, toda la vida he vi- de felicidad, es mi todo… El arte de ser feliz tad y tolerancia entre quienes forman parte
vido aquí” es tener una vida digna. En Las Casitas está de la comunidad, comparten y construyen
(Alexis de Armas, Comunidad todo lo que soy y lo que sé“ territorio.
(Virgilia Puche “Gilla”, Comunidad Los territorios en las comunidades afros eran
Chancleta Ancestral)
heredados de generación en generación. En caso
Las Casitas Origen)
de que se fueran a ceder o vender, el proceso se
hacía por medio de la palabra, pues para esta cultu-
ra la palabra es un documento autenticado. Tiene,
“Estoy con los sentimientos encontrados. entonces, la palabra una infinita fuerza ancestral,
En Patilla ancestral sí había vida, no como “Solo el alma sabe lo importante que es el mientras que para las empresas mineras parece no
aquí, que uno se la pasa sin hacer nada” territorio. El territorio de Patilla es buen vi- tener valor. Por eso, hoy por hoy se viene llevando
(Ana Arévalo. Comunidad vir, aquí tengo todo, para qué pedirle más a cabo una lucha unitaria por conservar ese espacio
a la vida” natural heredado; no podemos perder los vínculos
Patilla Nuevo)
(Hermes Medina, “Cara Fea”, con el territorio porque es nuestra fuente natural
de inspiración para el diario vivir.
Comunidad Patilla Origen)
Con la presencia de las multinacionales, hemos
vivido en carne propia la reducción del territorio,
“El territorio de Chancleta ancestral es rique- nos han sacado de nuestro espacio vital. Esta re-
za, tenía una economía definida y equilibrada” ducción no solo es la disminución de la extensión
(María Palmezano “Gone”, “Tengo mi ombligo enterrado allá; he deja- de un terreno, si bien la cantidad y extensión de
do toda mi existencia, con el alma ocupada las tierras que antes teníamos en los territorios
Comunidad Chancleta Nuevo)
de honor. Viví toda la vida en ese lugar, allá de origen eran mucho mayores a las que tene-
me casé, tuve mis hijos, aprendí a trabajar y mos en los reasentamientos; la reducción del te-
todo lo que tengo se lo debo a esas tierras” rritorio implica mucho más que eso: es la pérdida
(Lorenzo Molina, Comunidad del contacto permanente con la naturaleza, del
“El territorio es todo, es esa libertad, no solo buen vivir, de los elementos de vida que encon-
de Las Casitas)
de andar, sino de hacer lo que a uno le gusta, tramos en la tierra, en el agua, en la fauna, en la
no es este encierro que ahora estoy viviendo” flora, y que a su vez son característicos de nues-
(Tomas Ustate, Comunidad tra cultura cuando los apropiamos y los usamos.
La reducción del territorio conlleva a la pérdida
Roche Nuevo)
Figura 1. paulatina del espacio natural que nos aportaba el
El territorio definido por los sabedores. abastecimiento de alimentos, plantas medicinales,
Huellas del destierro | Memorias sobre la reducción del territorio de las comunidades afro en el Sur de La Guajira
y además acarrea la ruptura de nuestro tejido social y el que- La segunda cartografía plasma los reasentamientos actua-
brantamiento de nuestros saberes ancestrales. les de Roche (2011), Patilla (2012), Chancleta (2012) y Las
En nuestro territorio se quedaron las historias vividas que Casitas (2015). Los tres primeros están ubicados al suroeste
jamás serán olvidadas; sin embargo, algunas de las practicas de Barrancas, sobre la vía nacional, en zona semiurbana, y Las
ancestrales ya no las haremos ni viviremos de igual manera en Casitas se ubica al otro lado de esta vía, al sureste del municipio,
ese “chicotico” (pequeña parte) de tierra que hemos recibido de quedando actualmente como si fueran barrios de Barrancas y
la minería, sin tener en cuenta nuestra cultura agrícola. Aunque titulados como propiedad horizontal.
tenemos la esperanza de volver al territorio, las comunidades
no contamos con el apoyo del Gobierno nacional ni del local.
El territorio
Nuestro territorio: antes Has marcado tú Cotidianas relaciones sociales,
las tejidas fuerzas Tanto en el orden de las creencias,
y después de la minería de nuestro sagrado espacio Los ritos y los simbólicos escenarios,
De roja libertad donde se ha arraigado
Por donde empuñado La inmarcesible cultura
Para representar las transformaciones que han sufrido los terri- Corre repetido el perfumado Defendiendo a limpio sudor
torios de las comunidades de Roche, Patilla, Chancleta y Casitas Pensamiento solemne El precio de un buen vivir
a causa de la extracción minera, optamos por realizar dos carto- Sin distancia medir Como las formas de trabajo y producción
grafías, una que se sitúa en los años setenta, antes de la llega- Detrás de los armados espíritus Incluido entre otras
da de la mina, y la otra que hace referencia al desarraigo causado Que nos conducen armónicamente El encardado cultivo,
por la expansión minera en nuestros territorios (2017). Estas dos Por la senda del bien El salvador pastoreo,
cartografías se realizaron con base en las entrevistas hechas a Señalando el pulcro lugar El tesonero cuidado de los ciclos
los mayores de cada comunidad, los recorridos realizados en los Floreciendo dignamente la tranquilidad, De la santa naturaleza
sitios de origen y las visitas llevadas a cabo a los cuatro reasen- Con el alma ocupada de fortaleza Como sagrada meta Afrocolombiana.
tamientos, y, por último, nuestros saberes y nuestras propias ex- En su entorno conjugando Rogelio Ustate Arregoce
periencias como líderes y lideresas de estas comunidades.
En la primera cartografía (1970), se presentan los sitios de
origen ubicados en zona rural al noreste de la cabecera munici-
pal de Barrancas y se identifica un gran espacio de distancia en-
tre cada una de ellos, debido a la cantidad de territorio que se
poseía en ese entonces. En ella, se pueden identificar los lugares
de pesca, de caza, la vegetación, el río, las lagunas y los arroyos
de cada comunidad, así como también se pueden encontrar las
viviendas y el cerro Cerrejón.
10