Cuando todo aquello que amabas se lo va llevando el tiempo y sientes que no te queda nada por lo que luchar, de pronto se abre una ventana, dejando entrar un rayo de esperanza. Sin embargo, puede que esa sonrisa que se dibuje en tu rostro sea efímera. Sí, conoces personas maravillosas y todo va sobre ruedas, pero nada de eso dura. ¿Por qué sientes que no levantas cabeza? Es alguien de tu pasado… alguien que vuelve con el propósito de que la tranquilidad no se instale en tu vida. La que os voy a contar es mi historia; una historia de superación y esperanza. Te invito a que la compartas conmigo porque en ella va una parte de mi corazón.