Maureen Costello, BA Liberal Arts

101 Pages·2017·2.67 MB·Spanish

by  Horacio Cárdenas Zardoni

Maureen Costello, BA Liberal Arts ’77, Teaches Inclusion Across America 3
La víctima rebelde 5
Estudiante de UANL atrae miradas en el Barrio Antiguo con su intervención. 8
Teléfono descompuesto 11
My body my manifesto! #femen 16
#Los4milOlvidados: El inframundo en nuestras calles 17
What It Means to Be Born Intersex 21
La pista del oeste 23
Crean Mujeres del Frente por México 25
Para la organización Amnistía Internacional, estamos frente a un contexto que desprecia la vida 26
de las mujeres.
Las patronas, 22 años de salvar a migrantes 29
La movida berlinesa 34
Firma México acuerdo en EU para atender casos de discriminación 36
"La sociedad está exigiendo justicia por ti, Mara" 38
Bettina Rheims photographie les Femen 48
Masculinos en plural 52
Activistas, blanco de desprestigio, crímenes y acoso 55
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Ana Brnabic encabezó la marcha celebrada hoy en Belgrado. 56
Lo que el deseo te da, la globalización te quita 58
Ante crisis de derechos, México requiere jueces sin tentaciones autoritarias 61
Impresionantes retratos que perturbarán las nociones que tienes sobre sexualidad femenina 63
Demanda CNDH atención oportuna a las solicitudes de declaratoria 69
Dime lo que comes… 71
“Gender Ideology” Is a Fiction That Could Do Real Harm 74
AI: alarmantes, desapariciones forzadas y violencia en Guerrero 77
Agobia a ancianos de Coahuila el abandono familiar 80
El lado íntimo de las desaparecidas en Ciudad Juárez 84
¿Familia o carrera científica?, un dilema en jóvenes investigadoras 99
Priístas en el Congreso exigen castigo a asesino de poblana, con menos énfasis que en los 100
feminicidios de Coahuila

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Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 312 noviembre 2017
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Maureen Costello
Maureen Costello, BA Liberal Arts ’77, Teaches Inclusion Across America
When Maureen Costello joined Teaching Tolerance — a program of the Southern Poverty Law Center
(SPLC) aimed at eliminating prejudice and promoting diversity education — in 2009, there was a tiny staff
with limited resources. The program was known almost exclusively for creating informational films and a
biannual magazine.
Costello quadrupled the staff, instituted “Social Justice Standards,” and launched Teaching the Movement, an
initiative that grades individual states on how well they teach civil rights history. Today Teaching Tolerance
provides frameworks for revising curricula and guiding pedagogy.
In transforming Teaching Tolerance, Costello was fueled in no small part by her experience at Seminar
College, now known as Eugene Lang College, at The New School.
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Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 312 noviembre 2017
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“My time at The New School reinforced my predisposition towards social justice and my love of education,”
she says. “The level of discourse, the demand for intellectual analysis, and the expectation that we students
were going to continue to think deeply about things made me never want to leave the classroom.”
Since joining Teaching Tolerance, Costello has continued to strengthen the program. Recently she led the
launch of a new mission statement — “We Educate For a Diverse Democracy” — for the program, which
moves its mandate beyond providing resources for students and teachers. Costello hopes to “build public will
for racial justice, inclusion of all people, and investment in equitable education,” which, she says, “will lead
to practices that allow all children an equal opportunity to learn and actively participate in American life.”
“Teaching Tolerance is necessary to help this country grow into a full multiracial and multiethnic diverse
democracy,” she adds. “Clearly, the current political and social environment is urgent: The mainstreaming of
hate doesn’t stop at schools; neither does political polarization.”
After graduating from Seminar College in 1977 with a degree in philosophy and U.S. history, Costello went
to NYU for graduate work in history, then became a history teacher in New York City, where she had lived
for her entire life. Nearly 20 years later, and after working in educational publishing, she decided to move to
Alabama and become the director of Teaching Tolerance.
Costello plans to expand on her work with Teaching Tolerance, focusing on new ways to engage students and
teachers. These efforts include creating a digital literacy project, developing the program’s social media
presence, and continuing an educator grants program that supports inclusive education efforts at the local
level. As an expert in social justice, Costello also has some advice for future social justice leaders.
“Find issues in your own schools and communities and design campaigns for change,” she says. “Demand
that schools teach more than the powers and structures of government, but also the power and efficacy of
protest and citizen action. Look at the world you live in and ask, ‘How do the rules and structures I live with
every day perpetuate inequality or privilege?’
http://blogs.newschool.edu/news/2017/09/maureen-costello-seminar-college-77-teaches-inclusion-across-
america/#.Wbsc2LKGPix

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La víctima rebelde
Ivana Rosales fue encontrada muerta en su casa de Plottier, en Neuquén, el 6 de septiembre. Sufría epilepsia
desde que su ex marido la asfixió, la golpeó con una piedra y la encerró en el baúl del auto. La justicia
consideró un atenuante la sospecha de infidelidad. Y la obligó a que revincule a sus hijas con el padre.
Mayka, su hija mayor, se suicidó. Ivana siguió luchando contra la violencia machista e institucional ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Pidió que un refugio lleve el nombre de Mayka y se
implemente el patrocinio jurídico gratuito. Su nombre es ya una bandera del feminismo.
Por Luciana Peker

Ivana Rosales se quedó sin aire en el baúl del auto, doblada como un bolso forzado a entrar sin que importen
sus dobleces, como una cosa que no necesita oxígeno, como un paseo con la muerte acechando en una
oscuridad sin espacio. Nada parecía peor a la violencia extrema que le había amagado la muerte. Nada peor al
abuso de sus hijos. Nada peor a que la justicia la juzgue a ella y no a quien buscaba matarla. Nada parecía
peor y, por eso, la directora de cine feminista Susana Nieri decidió filmar su historia. El título resumía todos
los prejuicios sobre esa violencia embalsada en las mujeres como si fueran cadáveres sin libertad ni
articulaciones: “Ella se lo buscó”. Pero antes de terminar de editar el film la hija de Ivana se suicidó. No
soportó los abusos y el miedo. Los coletazos de las amenazas y las vejaciones sobre el cuerpo obligado a
quedarse mudo. El desconsuelo se volvió un abismo.
En el 2002, su ex esposo Mario Garoglio, la asfixió con un cable alrededor del cuello, le pegó con una piedra
en la cabeza hasta que la creyó muerta y la metió en el baúl del auto. Un vecino vio los golpes y aviso a la
policía. Si no llamaba Ivana era un femicidio más, igual que cada uno de los que se entierran, cada 24 horas,
en Argentina. El colectivo La Revuelta, con Ruth Zurbriggen a la cabeza, la ayudó a enfrentar el juicio. La
acusaron de infiel como si la Edad Media lapidara con piedras cualquier atisbo de deseo. La Cámara Segunda
en lo Criminal de la ciudad de Neuquén se conmovió con Garoglio y calificó de atenuante la intimidad de
Ivana y le dictó una pena de solo cinco años para el delito de intento de homicidio agravado. La violencia
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institucional no frenó. El Juez Martín Gallardo consideró que el padre tenía derecho a visitar o ser visitado por
sus hijos/as (Mayka, Gean Carlos y Abril) porque la violencia era un expediente aparte. La impunidad
permitió la violación de las chicas. Y la doble impunidad que Ivana fuera acusada del inexistente Síndrome de
Alienación Parental (SAP) cuando sus hijos relataban los abusos de su padre.
En 2005 el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) denunció ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos la violencia institucional contra Ivana (y contra ella, es contra todas). Hace dos meses
estuvo en Perú reunida con representantes de Neuquén y del Estado. Quería abrir un refugio para víctimas de
violencia machista con el nombre de Mayka. Y pedía que se implemente el patrocinio jurídico gratuito para
víctimas de violencia de género.
Fuerte como una piedra
Fui a entrevistar a Ivana, el domingo 14 de abril del 2013, caminaba por las calles empedradas de San Telmo,
rumbo al Centro Cultural Tierra Violeta y saltaba las piedras como un muro al que no quería llegar. Ninguna
pregunta me dolía tanto como la pregunta a Ivana sobre su hija que ese día cumpliría 18 años y no estaba.
-Ella quería ser mochilera. Ese era su sueño. Pero no es un día para quedarme encerrada llorando. Es un día de
lucha. Si una adolescente se animó a denunciar a su papá pese a lo mucho que lo amaba y que lo odiaba yo
tengo que ser, como ella me decía, fuerte como una piedra. Soy una sobreviviente. El Estado te dice que la
violencia es contra vos, no contra ellos y te obliga a llevarlos con el padre aunque tengas la cara destrozada.
Mi hija sufrió un trauma y no lo pudo superar-, contó Ivana a Las/12.
Lo más difícil de las entrevistas no son las palabras que se transcriben sino el abrazo en donde la esperanza se
vuelve un intento de pujanza, comprensión o duelo para esfumar, un rato, la desgracia por los dedos. No
encontraba cómo espejar aliento en Ivana. Pero fue Ivana la que encontró la manera de acercarnos. No solo
ese día, desde Neuquén, siempre, de manera constante, surcaba palabras en las fotos cotidianas que se
convidan en las redes sociales y armaba de mi admiración por su fuerza una admiración redoblada por su
dulzura brindada a compartir hilvanadas de familiaridad que nunca la desterraron de la vida.
El miércoles 6 de septiembre trasnoché leyendo la carta de una mamá que perdió a su hija. Busqué el agua
para renacer entre el cuerpo sin respuestas a un dolor que abisma y pensé en Ivana entre la lluvia que no
barría, con esponjas, un dolor que paraliza. Cinco años después de sus respuestas pensé en Ivana, la
entrevistada que sentía como un callejón sin salida y que, sin embargo, se fue convirtiendo en una amiga
enredada de distancias territoriales y cercanías de palabras. Con el tiempo deje de temer como alentarla y le
dije, simplemente, mi admiración ante cada comentario familiar, aunque se repitiera el respeto por su historia
tan distante a cualquier otra circunstancia. Estaba lejos, pero presente en las mañanas y las noches de las
pantallas en donde te levantas y acostas y te saludas como por una ventana. Se volvió familiar y
aguerridamente amable.
A las pocas horas del agua en su recuerdo abrí la pantalla y me encontré con la noticia de su muerte. A veces,
como esta semana, como con Ivana, como otras, creo que lo de nombrarnos brujas es un poco más que
historia. Es una mística sin misterio, pero tampoco lógica. La escucha nos hace sentirnos en el cuerpo. A
Ivana la violencia machista se le cobró más que en su cuerpo, en el de su hija y en su ausencia y aunque su
caso es emblemático y llegó a tribunales internacionales, no traspasó las fronteras del periodismo de género
(con Mariana Carbajal e Irina Hauser como alguna de las que la entrevistaron para que su historia viva) que
hubieran permitido que se convierta en una bandera masiva y emblemática.
Ivana tenía 41 años y fue encontrada muerta en su casa de Plottier el 6 de septiembre. Su hija Abril fue a
buscarla porque no contestaba sus mensajes. Estaba embarazada de cinco meses y llevaba casi dos días
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fallecida. Sufría epilepsia desde que Garoglio la asfixió para matarla. El certificado de defunción dice muerte
súbita, pero de súbita no tuvo nada. El gobierno de Neuquén declaró duelo provincial. No alcanza con la
bandera a media asta. Ivana es, por sobre todo, una bandera alta de las mujeres que decimos basta.

https://www.pagina12.com.ar/63076-la-victima-rebelde
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#QuisieraQue, la universitaria que visibiliza la violencia contra la mujer en Monterrey
Estudiante de UANL atrae miradas en el Barrio Antiguo con su intervención.
12/09/2017 4:10 PM CDT | Actualizado 12/09/2017 5:01 PM CDT
 Luis Baylón Editor HuffPost México

ALEXA PARDO
Cada siete días, el Barrio Antiguo de Monterrey se atesta de anticuarios y productores artesanales. Los
regiomontanos y turistas también se dan cita para apreciar estas muestras artísticas.
Este domingo 10, una instalación logró que cientos de paseantes de este corredor miraran el trabajo de Alexa
Pardo, estudiante de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
ALEXA PARDO
La dinámica de Alexa Pardo dejó un ejercicio de reflexión en las familias y de los paseantes dominicales.
La artista habló con HuffPost México acerca de su obra.
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ALEXA PARDO
"Esta obra se llama 'Quisiera que', es una serie de frases para una mujer que ha sido violentada en diferentes
niveles, hasta el punto de ser asesinada." dice la estudiante universitaria.
ALEXA PARDO
Un muñeco fabricado con ropa y tirado en el suelo daba la impresión de que se tratara de una mujer con una
bolsa que cubría su cabeza. Y representaba una muestra de la violencia de un feminicidio. Al cuerpo lo
acompañaban frases amenazantes contra las mujeres, que la víctima hubiera querido decirle a su agresor.
Se registraron 34 feminicidios en Nuevo León hasta junio de 2017.Arthemisas por la Equidad, A.C.
"Es muy común que las mujeres a lo largo de nuestra vida recibamos este tipo de comentarios en la calle, en
el transporte, en la escuela." apunta Pardo.
ALEXA PARDO
Las cifras de Nuevo León.
Sí bien Nuevo León no tiene los reflectores encima por cifras críticas en materia de denuncia de violencia
como ocurre en otros estados, tampoco es que el respeto a la mujer esté dado.
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El Inegi durante 2016 documentó 17 mil 773 denuncias por violencia familiar, quiere decir que se presentan
casos 347 de violencia familiar por cada 100 mil habitantes.
El 18 de noviembre de 2016 se emitió alerta de género en los municipios de Apodaca, Cadereyta, Guadalupe,
Juárez y Monterrey.
El año pasado se reportaron 676 denuncias por violación en todo Nuevo León, 13 casos por cada 100 mil
habitantes.
Nuevo León es el estado 21 en el ranking nacional de feminicidios.Instituto Estatal de las Mujeres de Nuevo
León.
Solamente el 13.6% de las mujeres que sufrieron violencia denuncia los abusos o violencia por parte de su
pareja, reportó el Instituto Nacional de las Mujeres.
La reflexión
Durante la entrevista con HuffPost México, familias pasaban y analizaban las frases que estaban rodeando la
victima de feminicidio, fotografiando las expresiones de uso tan común en el vocabulario cotidiano.
ALEXA PARDO
"Es muy injusto como nos tenemos que detener y plantear de nuevo lo que vamos a hacer por no poder
hacerlo solas. Viajar, salir de noche, simplemente salir a la escuela, es común que te pongas de acuerdo para
no irte sola." reflexiona la estudiante.

Feminicidios en Puebla ocurren por indisciplina de mujeres, ¿quién lo dijo?
"Es ridículo que si te pasa algo, seas tú la responsable por usar vestido, estar fuera a horas no adecuadas",
condena Pardo ante las respuestas de la sociedad o autoridades.
"En Monterrey es muy notorio, recorro la ciudad para ir a la facultad, es común que los hombres te griten, que
se paren autos y te muestren su sexo, una como mujer lo ve cotidiano pero eso no significa que esté bien, la
duda de saber si voy a regresar con bien, si tu mamá, tu hermana, siempre está ahí", puntualiza Alexa.

Este ejercicio visual busca que como sociedad y autoridades pongan más atención en contrarrestar conductas
violentas, para evitar una situación crítica en violencia de género.

http://www.huffingtonpost.com.mx/2017/09/12/quisieraque-la-universitaria-que-visibiliza-la-violencia-
contra-la-mujer-en-monterrey_a_23206582/?utm_hp_ref=mx-un-mundo-mejor

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