ebook img

Marcuse, Fromm, Reich : el freudomarxismo PDF

200 Pages·1985·4.638 MB·Spanish
Save to my drive
Quick download
Download
Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.

Preview Marcuse, Fromm, Reich : el freudomarxismo

vvü 6 °> v ;\ ^ ^ > <<=5>>®® <A¿\<'s&> -AAj^^1 AA »»®* 66®® AA'^^ 'i'® o> vl k v > v > e ^ w V '^ V 0' A® Ajy 00' > w V ^ ° y % & >% '*& & & & > . ° V^-C^Ó^0®' a> e'e> % 9eV *o<® ' I.' VÍ® vO' O0 ,-^5 AÁ® SERIE HISTORIA DE LA FILOSOFIA 5 ARISTOTELES: SABIDURIA Y FELICIDAD JOSE MONTOYA SAENZ Catedrático de Etica de la Universidad de Valencia JESUS CONILL SANCHO Profesor titular de Metafísica de la Universidad de Valencia PROLOGO DE POBRE AUBENQUE Catedrático de la Sorbona. Universidad de París Primera Reimpresión: Julio 1988 Segunda Reimpresión Cubierta: Javier del Olmo © 1985. José Tabcmer Guasp y . Catalina Rojas Moreno EDITORIAL CINCEL, S.A. Martín de los Heros, 57.28008 Madrid ISBN: 84-7046-370-5 Compuesto en Fernández Ciudad, S.L. EDITORIAL CINCEL KAPELUSZ Impreso en Editorial Presencia Ltda. Impreso en Bogotá - Colombia Indice Prólogo de Pierre Aubenque................................ 9 Introducción......................................................... 15 Cuadro cronológico comparado......................... 17 1. Todos los hombres tienden por naturaleza al saber ........................................................... 25 1.1. Aspiración al saber: amor a los sentidos y logos..................................................... 25 1.2. Formas de saber y estar en la verdad ... 29 1.2.1. La técnica.................................... 29 1.2.2. La prudencia o sabiduría práctica. 30 1.2.3. La ciencia.................................... 30 1.2.4. La intelección.............................. 33 1.2.5. La sabiduría................................ 35 2. Filosofía: la ciencia que se busca ................... 36 2.1. Cierta ciencia sobre ciertos principios ... 36 2.1.1. Sabiduría: ciencia de los funda­ mentos ........................................... 39 2.1.2. Filosofía y verdad......................... 40 5 2.2. Filosofar, ¿para qué?......................... 42 2.3. La mejor forma de vida.................... 45 2.4. Lugar de la filosofía en la clasificación de las ciencias................................... 49 3. Ser y tiempo: Todo cambio es estático..... 54 3.1. Punto de partida de la ciencia física: fac- tum y experiencia del movimiento ....... 55 3.1.1. Carácter destructor del devenir y del tiempo..................................... 59 3.1.2. Carácter perfectivo del devenir y del tiempo............ 60 3.2. Estructura temática y valor filosófico de la física.................................... 60 3.3. Los principios del movimiento.......... 62 3.4. La estructura del modo de ser físico ... 66 3.5. Método físico y primacía metódica de la física........................................................ 67 3.6. Teoría del conocimiento desde la ciencia física ... .:........................................... 71 3.6.1. ¿Autoconciencia en el esquema psi­ cológico? ........................................ 74 3.6.2. De la psicología como teoría de las facultades a la antropología del co­ nocimiento ..................................... 76 4. ¿Filosofía primera? ......................................... 78 4.1. El problema de la metafísica.......... 78 4.2. Hay una ciencia que contempla el ente en cuanto ente....................................... 81 4.2.1. ¿Qué significa ente en cuanto ente? 82 4.2.2. El ente se dice en varios sentidos, aunque en orden a una sola cosa y a cierta naturaleza única ........ 85 4.2.3. Nuestra especulación versa sobre la ousla....................................... 87 4.2.3.1. Estructura sustancial de la realidad ............................. 89 4.2.3.2. Esencia de la sustancia ... 89 6 4.2.4. Ente en cuanto verdadero: en el pensamiento y en las cosas ........ 91 . 4.3. Tiene que haber una sustancia eterna in­ móvil ........................................................ 92 4.4. Los principios del conocimiento ........... 97 5. La vida digna del hombre consiste en la feli­ cidad .............................................................. 102 5.1. La importancia de la ética aristotélica ... 102 5.2. Tres Eticas y una ética ....................... 103 5.3. Felicidad: un concepto ambiguo y fe­ cundo ..................................................... 105 5.4. ¿Estamos de acuerdo en que hay que buscar la felicidad?............................... 107 5.5. La felicidad es autosuficiente ............. 108 5.6. ¿Consiste la felicidad en el placer?....... 111 5.7. ¿Consiste la felicidad en los honores? ... 113 5.8. Amicus Plato........................................... 114 5.9. La felicidad consiste en realizar el oficio de hombre.............................................. 116 5.10. La felicidad, obra de la razón ............. 118 5.11. ¿Activos o contemplativos?.................. 120 5.12. Búsqueda de lo-más-que-humano........... 121 5.13. Felicidad y orden natural...................... 123 6. La excelencia del carácter es la base de la fe­ licidad ................................................................ 126 6.1. ¿Excelencia o virtud? ................................ 126 6.2. Las excelencias de la inteligencia............... 128 6.3. La acción como revelación del carácter ... 130 6.4. La dureza de la excelencia......................... 131 6.5. La excelencia y la acción............... ....... 134 6.5.1. Deliberar y decidir .......................... 135 6.5.2. Pero ¿qué es deliberar?.................... 137 6.6. La excelencia es mi excelencia ............. 139 6.7. Exhortación a la sabiduría........................ 142 7 7. El yo y el otro.............................................. 147 7.1. La excelencia es también fuente de bien social........................................................ 147 72. Justicia como excelencia total ............. 149 7.3. Las excelencias estructurales................. 150 7.4. Las excelencias de la relación social ....... 152 7.5. Justicia como trato equitativo ............. 154 7.6. La justicia, entre la igualdad y la propor­ ción .......................................................... 156 7.7. La amistad corona a la justicia ............ 158 8. El hombre y el ciudadano............................ 162 8.1. Politique, d’abord.................................... 162 8.2. Un gran tema: la ley............................. 166 8.2.1. La postura ambigua del griego ante la ley.............................................. 167 8.2.2. Naturaleza y convención en la ley. 168 8.2.3. La ley y la sabiduría práctica ....... 169 8.3. Justicia política como equidad en el trato. 171 8.4. Trato equitativo e ideología..................... 173 8.5. La relatividad de las formas de gobierno. 175 Apéndice .............................................................. 179 Glosario................................................................ 193 Bibliografía.......................................................... 197 8 Prólogo Durante mucho tiempo Aristóteles ha sido considera­ do, según la expresión de Dante, como «el maestro de quienes saben»; o digamos al menos: de quienes aspiran a un saber organizado y coherente. Y lo era, en efecto, desde diversas perspectivas. Había proporcionado, des­ de el siglo X en el mundo árabe (desde Persia hasta España) y a partir del siglo XIII en el occidente cris­ tiano, el cañamazo conceptaul de las grandes síntesis doctrinales que, como el averroísmo y el tomismo, han pretendido suministrar una visión totalizadora del mun­ do, de su relación con Dios y del puesto que en él ocupa el hombre, al mismo tiempo que se proponían prescri­ bir a éste las reglas «éticas» para la dirección de su vida y las reglas «lógicas» para el dominio de su len­ guaje. Esta utilización de Aristóteles por pensadores cuyas motivaciones remotas (a saber, teológicas) eran en cualquier caso extrañas al espíritu griego, ha logrado proporcionar al aristotelismo, quince siglos después de la muerte de su fundador, una extraordinaria difusión póstuma, que, ya sea por canales invisibles y subterrá­ neos (como los de la ontología), o ya sea, al contrario, por canales demasiado visibles como para ser percibi­ 9 dos como tales (como los de la lógica o la estética «cid sicas», de la gramática «escolar», etc...), continúa aún hoy produciendo sus efectos sobre nosotros. Ahora bien, esta clase de aristotelismo, ligada para bien y para mal al destino de la «escolástica», ha sido sentido desde el comienzo de los tiempos modernos como una forma de dogmatismo y de conservadurismo cuyo dominio obs­ taculizaba el progreso del pensamiento. De hecho, el sometimiento a duda de las «categorías», de los axiomas o de las reglas procedentes de Aristóteles ha sido siem­ pre, desde el Renacimiento y ya sea en el orden de la física, de la metafísica, de la lógica o de la poética, el comienzo obligado de toda innovación. Pero hay otro sentido, más sutil y más fácilmente pasado por alto, en el que Aristóteles puede aparecer, incluso hoy —y esta vez con total legitimidad— como «el maestro de quienes saben». En un elogio que nada debe a cualquier clase de nostalgia de orden medieval, Hegel atribuye a Aristóteles el honor de haber «some­ tido todos los aspectos del universo al yugo del con­ cepto» y de haber sido por ello «el fundador de la ma­ yoría de las ciencias». Sorprendente elogio, si recorda­ mos que el dominio intelectual del aristotelismo ha sido considerado, durante la revolución inaugural de los tiempos modernos, como el obstáculo principal al avance de la ciencia, y de modo particular a la consti­ tución de una ciencia matemática de la naturaleza, que ha permanecido desde entonces como modelo de toda cientificidad. Pero las mutaciones internas de la ciencia, y en especial, el tránsito de una física cualitativa como la de Aristóteles a la física matemática de los modernos (que desconoce por añadidura la gran separación aris­ totélica entre el mundo celeste y el mundo sublunar), no deben hacer olvidar que una cierta idea de la ciencia debía ya haberse constituido antes de que fuera posible comenzar a interrogarse sobre sus mutaciones. Que cada ciencia supone la previa delimitación de su objeto y reposa sobre un número determinado de principios o axiomas que no tienen un sentido unívoco más que en el interior del campo previamente así definido, son un conjunto de condiciones que Aristóteles ha codificado de manera muy precisa y sin las cuales la humanidad 10

See more

The list of books you might like

Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.