Description:Laramie se había convertido en un verdadero infierno para las personas tranquilas y honradas. En el saloon Oreen, propiedad de Dickson, había cada vez más bullicio. Iba llenándose y la musiquilla no cesaba de emitir sus notas desafinadas que a los bailarines les parecía melodiosa en extremo. Sin embargo, presagiábase tormenta a juzgar por la actitud de todos, que con frecuencia echaban mano a sus armas para comprobar si salían con facilidad de sus fundas.