A la mierda el príncipe azul. A veces, se necesita un magnífico bastardo.
Aceptenlo señoritas: el amor apesta y luego terminan llorando... mientras su ex se monta a su mejor amiga hacia el salvaje atardecer.
¿Por qué permitir que una ruptura termine en lágrimas cuando puede terminar con una dulce venganza? Conozcan a la Consultora Magníficos Bastardos y a mí, el jefe ejecutivo. Ya lo tengo todo: apariencia, cerebro, un corazón de oro y el maldito instinto asesino garantizado para que su ex lamente el día en que se despidió.
Con la ayuda de mi asistente virtual, he construido un imperio. Hasta que mi asistente virtual aparece en mi muy real puerta por primera vez, pidiendo una ayuda del Magnífico Bastardo.
Y maldición, es toda una sensual gatita.
Soy un verdadero profesional, pero pretender ser su amante pronto nos conduce a darle fuerte, rápido y duro contra la pared. Y en algún lugar entre meter mis bolas profundamente en ella y ver a su ex rogar por una segunda oportunidad, rompo hasta la última de mis malditas reglas.
Entonces, ¿cuál es mi próximo movimiento? ¿Luchar por la chica que me hace querer montarme en un caballo blanco y cabalgar en su rescate, o seguir siendo un Magnífico Bastardo hasta el final?