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Madre Francisca Josefa De La Concepcion De Castillo. Su Vida [2007] PDF

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Madre Francisca Josefa Madre Francisca Josefa ÁNGELA INÉS ROBLEDO PALOMEQUE (Colombia, 1954). de la Concepción de Castillo de la Concepción de Castillo Investigadora, compiladora, prologuista y profesora universitaria. Maestría y (1671-1742) Doctorado en Español (Universidad de Massachussetts, 1988). Entre sus publicaciones se encuentra Jerónima Nava y Saavedra (1669-1727): autobiografía Su vida, de la Madre Josefa del Castillo, nace de una red de discursos y SU VIDA de una monja venerable(1994, comp.). géneros literarios al uso a comienzos del siglo XVIII y de las relaciones históricamente determinadas entre la autora y otros sujetos, y entre ella y la MARÍA EUGENIA HERNÁNDEZ sociedad neogranadina de su época. El texto es, entonces, la manifestación 239 CARVAJAL (Colombia, 1968). de una cultura católica, de procedencia oral, filtrada por el sueño y la visión Investigadora, paleógrafa, especialista y, en especial, por las palabras de confesores y predicadores; estas palabras a o BIBLIOTECA AYACUCHO es una de las eunn iHveirsstiotrairai aC. oMloanesiatrl íya penro Hfeissotoraria vertidas a la escritura con recursos, metáforas y puestas en escena del teatro osefstill experiencias editoriales más importantes de Iberoamericana (Madrid). Entre sus barroco tienen el propósito de develar, enmascarar y autorrepresentar los a JCa la cultura latinoamericana. Creada en 1974 pdoucbulmicaecnitoons edse s lea eInncquueisnitcriaó nÍ nddei cCe adretagena idnef olar tmunoiroasl yp rloács teicnac uy eenl tcrooms cpoonr tDamioise ndteo u, ndae mla ovnejrad eand eyl deen claie srirmo uelna cfiuónnc.i Lóna nciscn de csiogmniofi chóo mlae enmajaen ac ilpaa bcaiótanl lpa oqlíuteic ae nd 1e 8n2u4estra de Indias(2000). aó América, ha estado desde su nacimiento ri narración, reveladora de una cultura aristocrática, ornamental, dogmática e Fpc promoviendo la necesidad de establecer una e e imperialista que desafía a la Madre Castillo a buscar a través de la retórica del rc relación dinámica y constante entre lo dn poder la voz para configurar su otredad o, mejor, su doble alteridad de mujer ao contemporáneo y el pasado americano, a fin MC colonial, es el producto de esa práctica social legitimada que esconde una a de revalorarlo críticamente con la l poética de lo no-dicho. La autora reescribe otras historias al imitar uno o e perspectiva de nuestros días. d El resultado es una nueva forma de varios modelos (ejemplarizantes, de control, de búsqueda de un yo) en un enciclopedia que hemos denominado molde pautado; de esa manera, como sostiene Beatriz Ferrús, su escritura Colección Clásica, la cual mantiene vivo el termina por no decir nada nuevo o casi nada: sólo enuncia aquello que puede legado cultural de nuestro continente, como y debe ser leído. Es preciso fracturar ese silencio impuesto, mirar en sus conjunto apto para la transformación social, bordes, en el subtexto de la obra y en sus intersticios para descifrarla. política y cultural. Las ediciones de la Colección Clásica, algunas anotadas, con prólogos confiados a Ángela Inés Robledo especialistas y con el apoyo de cronologías y bibliografías, hacen posible que los autores y textos fundamentales, comprendidos en un lapso que abarca desde la época A D prehispánica hasta el presente, estén al I alcance de las nuevas generaciones de V En la portada: Detalle de Sor Josefa del Castillo lectores y especialistas en las diferentes (Francisca Josefa de la Concepción de Castillo U S temáticas latinoamericanas y caribeñas, y Guevara) (c. 1813). como medios de conocimiento y disfrute Anónimo (Escuela de Pedro José Figueroa). que proporcionan sólidos fundamentos para Óleo sobre tela, 135,2 x 106 cm. Colección Clásica Colección Banco de la República, nuestra integración. Bogotá-Colombia. Madre Francisca Josefa Madre Francisca Josefa ÁNGELA INÉS ROBLEDO PALOMEQUE (Colombia, 1954). de la Concepción de Castillo de la Concepción de Castillo Investigadora, compiladora, prologuista y profesora universitaria. Maestría y (1671-1742) Doctorado en Español (Universidad de Massachussetts, 1988). Entre sus publicaciones se encuentra Jerónima Nava y Saavedra (1669-1727): autobiografía Su vida, de la Madre Josefa del Castillo, nace de una red de discursos y SU VIDA de una monja venerable(1994, comp.). géneros literarios al uso a comienzos del siglo XVIII y de las relaciones históricamente determinadas entre la autora y otros sujetos, y entre ella y la MARÍA EUGENIA HERNÁNDEZ sociedad neogranadina de su época. El texto es, entonces, la manifestación 239 CARVAJAL (Colombia, 1968). de una cultura católica, de procedencia oral, filtrada por el sueño y la visión Investigadora, paleógrafa, especialista y, en especial, por las palabras de confesores y predicadores; estas palabras a o BIBLIOTECA AYACUCHO es una de las eunn iHveirsstiotrairai aC. oMloanesiatrl íya penro Hfeissotoraria vertidas a la escritura con recursos, metáforas y puestas en escena del teatro osefstill experiencias editoriales más importantes de Iberoamericana (Madrid). Entre sus barroco tienen el propósito de develar, enmascarar y autorrepresentar los a JCa la cultura latinoamericana. Creada en 1974 pdoucbulmicaecnitoons edse s lea eInncquueisnitcriaó nÍ nddei cCe adretagena idnef olar tmunoiroasl yp rloács teicnac uy eenl tcrooms cpoonr tDamioise ndteo u, ndae mla ovnejrad eand eyl deen claie srirmo uelna cfiuónnc.i Lóna nciscn de csiogmniofi chóo mlae enmajaen ac ilpaa bcaiótanl lpa oqlíuteic ae nd 1e 8n2u4estra de Indias(2000). aó América, ha estado desde su nacimiento ri narración, reveladora de una cultura aristocrática, ornamental, dogmática e Fpc promoviendo la necesidad de establecer una e e imperialista que desafía a la Madre Castillo a buscar a través de la retórica del rc relación dinámica y constante entre lo dn poder la voz para configurar su otredad o, mejor, su doble alteridad de mujer ao contemporáneo y el pasado americano, a fin MC colonial, es el producto de esa práctica social legitimada que esconde una a de revalorarlo críticamente con la l poética de lo no-dicho. La autora reescribe otras historias al imitar uno o e perspectiva de nuestros días. d El resultado es una nueva forma de varios modelos (ejemplarizantes, de control, de búsqueda de un yo) en un enciclopedia que hemos denominado molde pautado; de esa manera, como sostiene Beatriz Ferrús, su escritura Colección Clásica, la cual mantiene vivo el termina por no decir nada nuevo o casi nada: sólo enuncia aquello que puede legado cultural de nuestro continente, como y debe ser leído. Es preciso fracturar ese silencio impuesto, mirar en sus conjunto apto para la transformación social, bordes, en el subtexto de la obra y en sus intersticios para descifrarla. política y cultural. Las ediciones de la Colección Clásica, algunas anotadas, con prólogos confiados a Ángela Inés Robledo especialistas y con el apoyo de cronologías y bibliografías, hacen posible que los autores y textos fundamentales, comprendidos en un lapso que abarca desde la época A D prehispánica hasta el presente, estén al I alcance de las nuevas generaciones de V En la portada: Detalle de Sor Josefa del Castillo lectores y especialistas en las diferentes (Francisca Josefa de la Concepción de Castillo U S temáticas latinoamericanas y caribeñas, y Guevara) (c. 1813). como medios de conocimiento y disfrute Anónimo (Escuela de Pedro José Figueroa). que proporcionan sólidos fundamentos para Óleo sobre tela, 135,2 x 106 cm. Colección Clásica Colección Banco de la República, nuestra integración. Bogotá-Colombia. SU VIDA MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA CULTURA Francisco Sesto Novás Ministro Héctor Enrique Soto Viceministro de Identidad y Diversidad Cultural Emma Elinor Cesín Centeno Viceministra para el Fomento de la Economía Cultural Iván Padilla Bravo Viceministro de Cultura para el Desarrollo Humano FUNDACIÓN BIBLIOTECA AYACUCHO CONSEJO DIRECTIVO Humberto Mata Presidente (E) Luis Britto García Freddy Castillo Castellanos Luis Alberto Crespo Roberto Hernández Montoya Gustavo Pereira Manuel Quintana Castillo Madre Francisca Josefa de la Concepción de Castillo SU VIDA 239 EDICIÓN, PRÓLOGO Y BIBLIOGRAFÍA Ángela Inés Robledo CRONOLOGÍA María Eugenia Hernández © Fundación Biblioteca Ayacucho, 2007 Colección Clásica, No 239 Hecho el Depósito de Ley Depósito Legal lf50120073004085 (rústica) Depósito Legal lf50120073003961 (empastada) ISBN 978-980-276-454-9 (rústica) ISBN 978-980-276-455-6 (empastada) Apartado Postal 14413 Caracas 1010 - Venezuela www.bibliotecayacucho.gob.ve Director Editorial: Edgar Páez Coordinadora Editorial: Gladys García Riera Jefa Departamento Editorial: Clara Rey de Guido Asistentes Editoriales: Shirley Fernández y Yely Soler Jefa Departamento Producción: Elizabeth Coronado Asistente de Producción: Jesús David León Coordinador de Correctores: Henry Arrayago Correctores: Nora López, Andreína Amado y Thamara Gutiérrez Concepto gráfico de colección: Juan Fresán Actualización gráfica de colección: Pedro Mancilla Diagramación: Ediplus producción Impreso en Venezuela / Printed in Venezuela SU VIDA VIII PRÓLOGO PARECE QUE FUE EN 1713 cuando el Padre Diego de Tapia1 le ordenó a Francisca Josefa de Castillo y Guevara que escribiera sobre los sucesos “reales” de su existencia, tarea que la religiosa habría comenzado desde 1. Sor María Antonia del Niño Dios señala al comienzo de su biografía de la Madre Castillo,“Este mismo Padre cuyo nombre no ha llegado hasta nosotros, volvió a Tunja, ha- cia el año de 1713 de Rector del Colegio de la Compañía y entonces la mandó a escribir su Autobiografía, conocida hoy con el nombre de ‘Mi Vida’, pero en el año de 1671 volvió a Santa Fe” (Flor de Santidad: la Madre Castillo, Tunja, Contraloría General de Boyacá, Aca- demia Boyacense de Historia, 1993, p. 33). No sabemos si se trata de una imprecisión o si, como es probable, hubo un sacerdote que antes del Padre Tapia instó a la Madre Castillo a escribir su vida. De lo que no hay dudas es que Francisca dirige su obra al Padre Tapia y lo reconoce como la persona que la obligó a contar su historia. La Madre María Antonia dice, “Por este tiempo la obediencia ordenó al Rdo. Padre Diego de Tapia Rector del Colegio de la Compañía y confesor actual de la Rda. Madre, su traslado a otra ciudad, a cuya ausencia se sometió resignada; pero como él hubiera sido quien le ordenó allá por los años de 1713, es- cribir el libro de su autobiografía, quiso entregarle antes de su partida, cuanto allí había es- crito y en su deseo de darle a conocer al guía de su alma muchos detalles de su vida, escribió el Capítulo cincuenta y cinco de su obra, el cual es una especie de epílogo” (ibid., p. 276). Algunas páginas más adelante la Madre María Antonia reitera lo anterior, “En los últimos años de 1723, sor Francisca estaba escribiendo los últimos capítulos de su autobiografía y por este tiempo el Rdo. Padre Diego de Tapia su confesor, fue trasladado a Santa Fe de Bo- gotá. Lo rápido de su viaje no le permitió ver terminada la relación de la Vida de su hija espi- ritual, sor Francisca Josefa de Castillo, pues en marzo de 1724, ella ya le había dirigido dos cartas dándole cuenta de sus padeceres interiores” (ibid., p. 280). En la página siguiente la Madre María Antonia vuelve sobre el mismo tema, “la autobiografía estaba terminada hacia 1724 y no le restaba, sino entregarla a aquel de sus directores espirituales que le había orde- nado escribirla. Al Rdo. Padre Diego de Tapia hubo de dirigirla, con la siguiente nota fecha- da el doce de julio de mil setecientos veinticuatro, según anota el Rdo. Padre Diego de Tapia en su contestación” del 20 de octubre del mismo año, “Padre mío, hasta aquí he cumplido mi obediencia, y por el amor de nuestro Señor, le pido, me avise, si es esto lo que Vuestra Paternidad me mandó, o he excedido en algo, y si será éste el camino de mi perdición, como me afligen algunas veces terribles temores” (ibid., p. 281). Darío Achury Valenzuela corro- BIBLIOTECA AYACUCHO IX tiempo atrás2. La religiosa clarisa inicia Su vida de la siguiente manera, “Empiezo en su nombre a hacer lo que Vuestra Paternidad me manda y a pensar y considerar delante del Señor todos los años de mi vida en amargu- ra de mi alma, pues todos los hallo gastados mal, y así me aterro de hacer memoria de ellos3. El comienzo de la autobiografía espiritual, fechado el 8 de septiembre, día del nacimiento de la Virgen María4, muestra tres ele- mentos claves para leer la obra: obediencia y sumisión al confesor; el inten- bora este dato, “El Padre Tapia es el último de sus confesores que ella alcanzó a citar en el libro de Su vida”, “Introducción”, Obras completas de la Madre Francisca Josefa de la Con- cepción de Castillo, según fiel transcripción de los manuscritos originales que se conservan en la Biblioteca Luis Ángel Arango, Darío Achury Valenzuela; introducción, notas e índi- ces, Bogotá, Banco de la República, 1968, t. I, p. lxxxvi). Tanto Achury como Sor María An- tonia del Niño Dios afirman que la autobiografía quedó inconclusa; por esta razón la segun- da parte de la obra de la Madre María Antonia es la continuación, hecha a su manera, de ese relato. Las dos cartas que el Padre Tapia escribió a Francisca, fechadas el 23 de marzo y el 20 de octubre de 1724, respectivamente, datadas en Bogotá, donde el sacerdote ejercía por entonces el cargo de Provincial del Nuevo Reino, se publican en esta edición. 2. D. Achury Valenzuela señala en su “Cronología” que el 8 de septiembre de 1716 “es posi- ble” que la Madre Castillo iniciara la redacción de esta obra (ibid., p. ccix). Este autor tam- bién asegura que la obra debió iniciarse antes pues, hacia 1702, la religiosa “continúa escri- biendo sus Afectos y sólo a veces las páginas de su autobiografía” (ibid., p. lxxvi) y agrega que, “Siendo su confesor el P. Martínez Rubio desempeñó distintos cargos en el convento: escucha, secretaria, gradera, enfermera y criada. En medio de abundantes efusiones de lá- grimas, continuó escribiendo la obra de sus Afectos espirituales, y posiblemente ya por en- tonces inició el libro de su vida, porque dice, refiriéndose a éste, que pensó le daría materia para solo un cuadernillo, pero que son tantas las cosas que a la memoria le acuden, en sus momentos de lucidez, que el relato ya va para largo” (ibid., p. lxxxii). En ese momento la escritora, según este mismo autor, tendría unos 31 años y estaba viviendo “el período más patético de su contradictoria vida”, entre 1696 y 1710 (ibid., p. lxxx). Achury también afir- ma que “Ella no escribió su autobiografía siguiendo un orden, un método, un sistema. Se limitó a tomar apuntes para un relato posterior coherente” (ibid., p. xciv), lo cual indicaría que llevaba años escribiendo de forma desordenada. 3. Cito por la presente edición. 4. El 8 de septiembre se celebra el nacimiento de la Virgen María. Aunque el Nuevo Testa- mento no reporta datos directos sobre la vida de la Virgen, una tradición oriental veneró su nacimiento desde mediados del siglo V, de acuerdo al apócrifo Protoevangelio de Santiago (de los siglos II y III), ubicándolo en el sitio de la actual basílica de Santa Ana en Jerusalén. La fiesta pasó a Roma en el siglo VII y fue apoyada por el Papa Sergio I. Su fecha de celebra- ción motivó que la fiesta de la “Inmaculada Concepción” se celebre el 8 de diciembre (nue- ve meses antes del nacimiento). El Papa Pío X suprimió esta fecha del grupo de las fiestas de precepto. Numerosas localidades celebran fiestas en este día por devoción mariana y por- que coincide con el final del verano y de las tareas agrícolas. Entre éstas se destacan las fies- SU VIDA X so sufrimiento de su autora, y la memoria, que es el punto de partida para desenredar la cadena de recuerdos, deshilvanados, que la constituyen. Desde allí podemos repensar este texto, leído hasta hace poco como el rela- to de una mujer que causa extrañeza y como una manifestación de la litera- tura religiosa5, como una narración en primera persona que enuncia tími- damente una subjetividad femenina, se ajusta a la literatura conventual, a la hagiografía, al discurso místico y está atada a las políticas de la Contrarre- tas de Moros y Cristianos de Caudete (Albacete) en honor a Nuestra Señora de Gracia, sien- do el 8 de septiembre el día de la Patrona. Cfr. <www.churchforum.org/Santoral/Septiem- bre/0809.htm>. La Madre Castillo escoge o es obligada a comenzar su relato ese día por ha- cer un homenaje a la Virgen y/o para ganar favores. 5. Desde su aparición, la obra de la Madre Castillo ha causado extrañeza y la autora es una “avis rara”, como la ha llamado Elisa Mújica en Sor Francisca Josefa de Castillo (Bogotá, Pro- cultura, 1991, p. 12). Esa rareza fue señalada en la mencionada acreditación por quienes la expidieron y son sus primeros lectores juiciosos, José Antonio de Torres y Peña y Nicolás Cuervo, “Así aconteció a esta virgen, que ignorando toda literatura humana, alcansó la inte- lligencia de la Santa Escritura como qualquiera de los Padres mas iluminados” (ver “Con- cepto de los censores eclesiásticos” en esta edición). José María Vergara y Vergara en su His- toria de la literatura en Nueva Granada. Desde la conquista hasta la Independencia, 1538-1829, Bogotá, Edit. ABC, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, 1958, v. 1, pp. 201-203) reafirma que la obra es singular y dice, “¿De dónde pudo aprender a manejar con tanta soltura el idioma; dónde adquirió ese purísimo estilo? Sin duda suplió por el estudio su alta inteligencia y su ardiente aspiración ascética. Tuvo, como todas las inteligencias su- periores, el don de aprender mucho en poca lectura, absorbiendo rápida y poderosamente las bellezas que en los pocos libros que leyó encontrara” y concluye: la Madre Castillo “es el escritor más notable que poseemos”. En 1890 Rafael María Carrasquilla, para recibirse como miembro de número de la Academia Colombia de la Lengua, pronunció un discurso sobre los escritos de la Madre Castillo cuya escritura los convierte en “únicos, entre los que aparecieron durante la colonia, dignos de parangonarse sin desdoro con las obras del siglo de oro de las letras peninsulares”. Carrasquilla también estaba fascinado por lo extraño del relato autobiográfico y pregunta a quienes escuchaban su disertación, “¿De dónde sacó ella, no diré aquel arte sino aquella carencia de arte? ¿Quién fue su maestro en el buen de- cir? ¿De dónde aquella inteligencia de los libros sagrados?” (“Discurso pronunciado al re- cibirse el autor como Miembro de Número de la Academia Colombiana, el 6 de agosto de 1890”, Sermones y discursos escogidos del doctor Rafael María Carrasquilla, 2a ed., Bogotá, Biblioteca de Autores Colombianos, 1955, p. 361). Antonio Gómez Restrepo, en 1938, re- pite los argumentos de Vergara: el relato está escrito con un “estilo que recuerda el de lo áureos prosistas del siglo XVI”; también se asombra porque fue hecho en un convento si- tuado en una población pequeña. Era difícil pensar, añade este autor, que una monja que vivió en Tunja, una retirada ciudad de provincia, en la cual el movimiento literario y científi- co debía ser casi nulo y que permaneció encerrada en los estrechos muros de un convento fuera la autora de ese relato. Para Gómez Restrepo, Castillo y Guevara tiene “títulos sufi- BIBLIOTECA AYACUCHO XI

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