Nunca es mal momento para enamorarse en la ciudad, ¿verdad? Pues no. Según la recién enviudada Claire Hayes, es muy, muy malo. Después de descubrir que su difunto marido era un mentiroso y un tramposo, Claire se centra únicamente en rediseñar su casa de piedra rojiza del Upper East Side, deshaciéndose de todo lo que le recuerde a su marido infiel. Pero cuando conoce al rudo y a menudo cascarrabias contratista Scott Turner y se da cuenta de que no todos los hombres son unos cabrones, Claire debe decidir si está preparada para volver a arriesgar su corazón.
Scott necesita un cambio de ritmo respecto a las oficinas corporativas y los hoteles de lujo que ha estado construyendo, y le deja claro a Claire que esa es la única razón por la que aceptó su casa. Pero cuando los largos días de trabajo se convierten en noches aún más largas, su desconfianza mutua se transforma en algo más complicado: un respeto a regañadientes, y ¿tal vez incluso una atracción?... Scott sabe que no es de los que se asientan, pero entonces, ¿por qué no se atreve a pasar al siguiente trabajo?