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Los trabajadores, el movimiento obrero y la acción sindical en la industria pesquera (Perú) [INCOMPLETO, Caps. 2, 3, 4] PDF

50 Pages·2013·0.43 MB·Spanish
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Preview Los trabajadores, el movimiento obrero y la acción sindical en la industria pesquera (Perú) [INCOMPLETO, Caps. 2, 3, 4]

Antología Denis Sulmont. I Parte: Chimbote   LOS TRABAJADORES, EL MOVIMIENTO OBRERO Y LA ACCIÓN SINDICAL EN LA INDUSTRIA PESQUERA1 Denis Sulmont Versión 1.0 I. LOS TRABAJADORES EN LA INDUSTRIA PESQUERA I.1. El EMPLEO EN LA PESCA. Con un total de más de 10,000 trabajadores directamente empleados por la industria pesquera (unos 5,000 pescadores, 3,000 harineros y más de 2,000 en actividades anexas), esta industria es de lejos la principal fuente de trabajo en Chimbote2. Es difícil encontrar un chimbotano que no haya trabajado una vez, de una manera u otra, en una fábrica pesquera o en una bolichera. Las barriadas han crecido paralelamente con la implantación de las fábricas. En general, el crecimiento poblacional vertiginoso de Chimbote –el más fuerte del país- se debe a la industria pesquera, a la reputación de los “fabulosos ingreso de los pescadores”, a la fuente de trabajo que representaba. Un tal flujo de migrantes convenía evidentemente a los industriales pesqueros, proporcionándoles un abundante “ejército industrial de reserva”, con sus consiguientes efectos sobre la tasa de explotación posible.3 Podemos decir que Chimbote es la ciudad del proletariado pesquero. Además es una ciudad casi exclusivamente proletaria, si se tiene en cuenta que la “burguesía pesquera” (capitalistas, industriales y altos ejecutivos) no viven en Chimbote, sino en Lima o en el extranjero, salvo pocas excepciones. Las oficinas centrales de las empresas se encuentran en la capital. Solamente quedan en Chimbote los jefes de bahía, los gerentes de producción y los técnicos, que representan un sector intermedio. Este sector goza de un nivel de vida superior a la masa chimbotana y vive en zonas residenciales apartadas de las barriadas, tales como La Caleta y la urbanización Buenos Aires (construida a partir de 1967, en el sur de la ciudad). Existe una marcada diferenciación social urbana, donde domina la proletarización. La ciudad vive de los ingresos generados por la venta de la                                                               1 Texto elaborado en 1972 bajo el titulo de “El movimiento obrero en la industria pesquera. El caso  de Chimbote” con la participación de Flores Galindo, en el marco del taller de estudios urbano  industrial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Se recoge fundamentalmente los capítulos 2,  3 y 4.    2 Lo que representa  un tercio de la población que trabaja en Chimbote. (31,552, según el estudio de  César Carrillo  Castillo: Problema de la  desocupación  en Chimbote. Octubre de 1969, p 10).   3 En cifras redondas, la población en Chimbote pasó de  4 mil habitantes en 1940 a 200 mil en los  años 60. Creciendo a un ritmo  diez veces superior al promedio  nacional.   [Escriba texto] Antología Denis Sulmont. I Parte: Chimbote   fuerza de trabajo en la industria pesquera. La casi totalidad de las ganancias no se quedan en Chimbote, sino que se gastan o se invierten en otras regiones. La pesca no ha desarrollado otras actividades industriales de importancia en la región chimbotana, salvo las actividades estrictamente relacionadas con ella, como los varaderos. Debemos anotar por otra parte que la pesca anchovetera tiende cada vez más a ser una actividad de carácter estacional. La intensificación del trabajo de los pescadores, junto con la multiplicación de embarcaciones cada vez más grandes y mecanizadas4 llevaron a un aumento critico en el volumen de pesca, que llego a más de 12 millones de toneladas en 1970, amenazando la sostenibilidad del recurso. Desde 1965 el Gobierno introdujo la “veda” en la época de la peladilla para permitir la reproducción de la anchoveta y evitar las crisis de sobre- producción. Esta veda se amplió progresivamente: en 1965, se reducía a un mes (agosto); en 1966 fue de dos meses (julio-agosto). A partir de 1967 empezó la doble veda: la “veda grande” tres meses, (julio-agosto-setiembre) y la “veda chica” un mes (marzo). En los años siguientes, se redujo el número de días de pesca a cinco días por semana. A partir de 1971 el gobierno instauró el “tope de pesca”, limitando la pesca mensual a 1’200,000 T.M. (y la pesca anual a 10 millones); cada fábrica tiene un porcentaje de este tope según su capacidad instalada. Estas medidas no afectaron solamente a los pescadores, sino también a los trabajadores de la fábrica y de varias actividades anexas. Las empresas utilizaron de manera creciente a trabajadores eventuales y un sistema de contratistas, en lugar de una mano de obra estable. En la legislación, el pescador aparece como “trabajador por temporada”, lo que significa que de parte del empleador, exista una necesidad periódica regular de su trabajo. Este empleador debe dar aviso a sus trabajadores de la paralización y del reinicio de sus actividades y debe pagar los beneficios sociales en caso que se desvincule del trabajador5. En 1968 este régimen ha sido aplicado a los trabajadores de las fábricas de harina de pescado6. El sistema de vedas ha alentado a los industriales a contratar trabajadores eventuales para la mayoría de las tareas no calificadas. Cabe                                                               4 A partir de 1964, disminuye el número de embarcaciones  nuevas (ver anexo  1.13) y aumentan su  tonelaje y su tecnificación. Los promedios de capacidad de bodega han ido evolucionando  de la  siguiente manera: 1963/64: 105 T.M.                                     1964/65: 110 T.M.                                    1965/66: 116 T.M.                                    1966/67: 124 T.M.                                     1967/68: 128 T.M.                                     1968/69: 139 T.M.    5 R.M. Nº 510. 3 de Julio de 1957. TC.   6 R.S. Nº149‐TC. 28 de Mayo de 1968.   [Escriba texto] Antología Denis Sulmont. I Parte: Chimbote   distinguir los trabajadores de temporada (que son estables, gozan de los beneficios sociales y pertenecen a la Comunidad Industrial), de los “eventuales” o cachueleros, que no tienen ninguna de estas ventajas. La reducción creciente del tiempo necesario de trabajo para la industria pesquera tiene también un efecto importante sobre la naturaleza del proletariado pesquero, que se ve obligado a combinar su trabajo en la pesca con otras actividades: los trabajadores pueden más fácilmente regresar a su tierra de origen y ejercer algún otro empleo, como por ejemplo en la pesca chica o en la agricultura. Los pescadores, que tienen mayores ingresos, pueden tener un instrumento de trabajo o invertir un cierto capital; algunos son choferes de taxi, otros tenderos, etc.; el mismo sindicato de pescadores, atendiendo a este problema, ha considerado la creación de cooperativas de agricultores y una flota de buses con fondos propios de los pescadores. Los otros trabajadores de la industria menos remunerados o simplemente eventuales tienen que refugiarse en actividades marginales. Pero, además de las tendencias a la reducción del número de días de trabajo por año, es importante tener en cuenta el nivel de empleo en la actividad pesquera. Las cifras disponibles para los pescadores indican un muy fuerte crecimiento hasta 1963, y después un cierto estancamiento hasta 1966 (entre 18 y 19 mil pescadores) a nivel nacional. En 1967, los pescadores llegan hasta 22 mil, cifra que parece representar un tope, abajo del cual fluctúa el número de pescadores desde entonces7. En cuanto a los harineros se inicia una disminución significativa del número de obreros a partir de 19658. Pero, por encima de lo que indican las cifras citadas, los pescadores perciben una disminución muy fuerte del número de trabajadores9. I.2 LA PESCA El proceso de producción en la industria pesquera comprende tres etapas principales –la pesca, la transformación de la anchoveta en harina y en aceite y las operaciones de embarque-. Nos interesa analizar la naturaleza y condiciones de trabajo en cada una de estas etapas. Empezaremos con la pesca, en la cual hemos centrado mayormente nuestro estudio. (Gráfico Pg. 56) El trabajo en la pesca tiene características muy propias que le diferencian fuertemente de cualquier trabajo en el campo o en la fábrica. Se realiza en un medio propio, el mar, con el cual los pescadores establecen una relación particular, conformada a la vez de temor, de afecto y de orgullo. La búsqueda y la captura del pescado desarrolla un “sentido” especial, una intuición y habilidad que subsiste incluso cuando se                                                               7 Ver anexos 2.2. y 2.3.   8 Ver anexo 2.4.   9 La Federación  de Pescadores del Perú  indica por ejemplo que el número de pescadores  en 1964  era de 21,000 y que en 1971 fue de 16,168 (ver El Comercio, 1 de Mayo de 1972).   [Escriba texto] Antología Denis Sulmont. I Parte: Chimbote   introducen las embarcaciones más grandes y modernas equipadas de aparatos detectores de los cardúmenes de pescado. Además el trabajo en la pesca exige una gran resistencia física, así como un cierto coraje, debido a los riesgos que representa, ya que la pesca está considerada como una de las actividades más riesgosa10. El número de embarcaciones desaparecidas, de pescadores muertos o accidentados en el litoral peruano es particularmente importante. Sólo en 1971 más de veinte hombres murieron en labores de pesca11. Estas características particulares del trabajo en la pesca, favorecen una buena solidaridad gremial de los pescadores, al mismo tiempo que implica un distanciamiento con otros trabajadores de tierra. Esta diferenciación será utilizada por los industriales y sus legisladores para establecer un régimen especial en el tratamiento de los problemas laborales de los pescadores, marginalizándoles de los otros sectores de la clase obrera. También estas características tienen consecuencias importantes en cuanto al reclutamiento y a la formación de este sector proletario, así como en cuanto a sus comportamientos culturales e ideológicos. Veamos cómo se desarrollo la pesca propiamente dicha. El instrumento de trabajo fundamental es la “bolichera”, embarcación de unos treinta metros de largo, con una capacidad de bodega que varía de 60 a 350 toneladas. Está provista de un “boliche”: enorme red de unos 300 metros de largo terminada en forma de cuchara, llamada “chingullo”. La red se extiende con la ayuda de un pequeño bote (“chalana”), y se iza a bordo con su “huinche”, verga provista de una polea y cables, tendidos por un cabrestante; así se levanta el chingullo donde se concentra el pescado, el cual es vaciado en la bodega. Desde 1965, las bolicheras aumentaron de tamaño y de capacidad, se mecanizaron y modernizaron. Ahora la mayoría de las bolicheras son de metal y disponen de una mayor fuerza motriz que les permite llegar más rápido al lugar de pesca y tener un mayor radio de acción. Disponen de un pequeño radar –la eco-sonda- que les permite detectar las “manchas”: aglomeraciones de peces; también, equipadas de un radio-teléfono, pueden utilizar las informaciones de otras lanchas y de la fábrica con la cual trabajan. La mecanización y la modernización de las bolicheras traen importantes consecuencias sociales. En una bolichera trabajan entre 8 y 18 “tripulantes”, más un “patrón y un “maquinista”12. El patrón es el que manda; se le debe respeto y                                                               10 La OIT ha demostrado que la pesca  supera ampliamente a los riesgos de la minería, la actividad  productiva más peligrosa en tierra. (Informe del Sindicato de Pescadores del Callao sobre el Estatus  Jurídico del Pescador. Callao, 24 de Abril de 1967, p. 7).   11 Si retrocedemos algunos años, entre  Agosto de 1965 y Mayo de 1966, los hundimientos de  bolicheras se valoran  en una cifra superior a los  64 millones de soles (Pesca Yearbook 65/66). Sobre  el número de pescadores  fallecidos en los últimos años. (Ver anexo 2.7).   12 El número promedio de pescadores que trabajan en cada salida con pesca de las lanchas, fue de  11.23 en 1970, según el Censo Nacional de Pescadores, realizado por la Caja de Beneficios sociales  del Pescador (estadística del quinto ejercicio ‐1º de Abril de 1969 al 31 de Marzo de 1970‐.  La terminología empleada es la siguiente:   [Escriba texto] Antología Denis Sulmont. I Parte: Chimbote   obediencia absoluta a bordo, aunque en tierra pueda ser considerado como cualquier otro; gana unas tres veces más que los tripulantes ordinarios; rara vez es propietario de la bolichera; es un pescador experimentado que tiene “el sentido del mar” y sabe ubicar a los peces. Comparte su autoridad con el “segundo”, tripulante encargado especialmente de la coordinación de las maniobras. Es importante señalar que el patrón es el que directamente contrata a los tripulantes. Además del patrón y del segundo, dos trabajadores tienen un estatus especial en la bolichera: el maquinista, quien dirige la marcha de la embarcación y es responsable del motor; tiene una cierta capacitación mecánica, recibe un salario fijo además de de su participación como tripulante. Finalmente, el cocinero –el cuqui-, algo menospreciado con relación a los demás, es el encargado de comprar los víveres y de preparar la comida; desde 1971 también recibe una cierta suma mensual además de su remuneración por tonelada. Los tripulantes propiamente dichos comparten las diferentes tareas de la pesca: dirigir la chalana que extiende la red, recoger la red, levantarla, hacer entrar el pescado en la bodega, etc. Al principio, trabajaban descalzos y casi desnudos; ahora disponen de botas y algunos implementos de protección y seguridad. Además de los tripulantes regulares, se agregan a menudo otros, contratados temporalmente como favor particular. Se trata de los pescadores cachueleros, cuyo número se redujo en los últimos años cuando se generalizó el sistema de “libreta de embarque”, otorgado por la Capitanía del Puerto, obligatorio para poder salir a pescar. Sin embargo subsisten los cachueleros, especialmente algunos jóvenes ayudantes que van a aprender y reciben ingresos más bajos. La jornada de pesca empieza después de la media noche, los pescadores se agrupan en torno a las bolicheras. Se reciben los últimos datos sobre los emplazamientos de los bancos de anchovetas. Luego viene la hora de la partida –la “bajada”-, alrededor de las tres de la mañana. Cuando se localiza un banco, las bolicheras lo cogen a contra corriente, mientras la chalana extiende el boliche, luego desde la chalana, se espanta las anchovetas con los remos para que entren a la red. Cuando se juzga que la red está suficientemente cargada, se la jala, recogiendo la parte inferior de modo de ir aprisionando al pescado en el “chinguillo”. Luego, hay que izar la red y vaciarla en la bodega. Estas maniobras realizadas con la ayuda del huinche requieren esfuerzos muy intensos y bruscos tanto de parte de los instrumentos como de los hombres. “Tres hombres son las estrellas de la maniobra. La cosa es levantar la red, formar un moño con una cuerda, soltar cabo, recoger el moño y volver a levantar. Los tres hombres –vinchero, moñero y estrobador- (que pone la estroba con la que se jala la red) trabajan en una                                                                                                                                                                               PATRON: Es la persona encargada de la dirección de la lancha.   TRIPULANTES: Son todas las personas que trabajan en la lancha con excepción  del patrón.   PESCADORES: Son todas las personas que trabajan en la lancha sin excepción.   [Escriba texto] Antología Denis Sulmont. I Parte: Chimbote   coordinación de décimas de segundo… La maniobra ha durado una hora… Jamás he visto que nadie trabaje tanto”13. Se repite esta operación hasta tres o cuatro veces durante la jornada, hasta que la bolichera esté “tarrajeada”. Las bolicheras regresan en la tarde, y los habitantes de Chimbote las divisan en todas partes de la bahía, tratando de evaluar el volumen de pesca obtenido en función del hundimiento de la popa en el agua. Llegadas al muelle, las embarcaciones hacen cola para descargar el pescado de sus bodegas. Esta operación se hace con la ayuda de los absorbentes, especie de tubos gruesos que cuelgan a lo largo de muelle y, con potentes bombas aspiran la anchoveta y la vierten directamente a los reservorios de las fábricas. Los trabajadores del muelle que se encargan de esta operación son llamados “mangueros”. Para los barcos que no se acercan al muelle, las operaciones de carga y descarga se hacen mediante embarcaciones especiales llamadas “chatas, en las cuales trabajan los “chateros”. Poco tiempo después, las fábricas empiezan a humear. La población vive y respira al ritmo de la industria pesquera. I.3. PESCADOR ¿TRABAJADOR INDEPENDIENTE? El sistema de pago de los pescadores también tiene características propias. Se hace en función del tonelaje de anchoveta pescada. “A mayor pesca, más plata”. O sea que el pescador puede ser considerado como un trabajador a destajo. Cuando una bolichera regresa sin pescado, los pescadores no reciben nada. Tampoco ganan durante las vedas, y deben cubrir sus gastos con un sistema de descuentos y préstamos sobre lo que ganan durante la temporada. Este sistema evidentemente intensifica el trabajo de los pescadores; esta intensificación se agudiza con el tope de pesca, que establece una competencia entre las lanchas para recoger el mayor tonelaje posible en el tiempo más corto ya que después no se podrá salir a pescar. Es importante anotar también que la jornada de trabajo del pescador no tiene límites y que tiene en general una duración de 15 o 20 horas. Así la suma que recibe el pescador por su trabajo no puede compararse con un “jornal”. El mecanismo de pago es el siguiente. La fábrica paga una suma por tonelada al armador (o sea al dueño de la lancha, que por lo general es el mismo industrial). A su vez el armador paga una suma por tonelada                                                               13 Luis Delboy: 20 Horas en una Bolichera (Suplemento Dominical de El Comercio. 20‐09‐69). Este  artículo, que da una buena descripción  del trabajo en  una bolichera está reproducido en el anexo 4.   [Escriba texto] Antología Denis Sulmont. I Parte: Chimbote   (fracción de la anterior) al patrón de lancha. Este se reserva una parte y distribuye el resto a los tripulantes. Dada la naturaleza del sistema de pago de los pescadores (según tonelaje de pescado), la operación de descarga y pesaje tienen una gran importancia y deben ser controlados cuidadosamente por las partes interesadas. El pesaje se hace mediante el sistema de “tolvas”; una tolva es un recipiente de metal para medir el tonelaje de anchoveta. Las anchovetas llegan a los absorbantes y pasan por una faja metálica destinada a escurrir la mayoría del agua con la cual vienen. El patrón o el “segundo”, acompañado de un delegado de los tripulantes de la bolichera se encargan de controlar y de apuntar el tonelaje medido. El sistema se presta a una serie de irregularidades. El sindicato tuvo múltiples luchas para exigir el control de las tolvas y el reintegro de las sumas dejadas de percibir por algunas empresas que las tenían falseadas14. También el sistema de pago se presta a irregularidades de parte de los pescadores, sobre todo hasta 1965, año en el cual la Caja de Beneficios Sociales del Pescador introdujo un mejor sistema de control. Sin embargo las irregularidades son bastante generalizadas. Por ejemplo ocurre que el patrón y el representante de los pescadores que controlan la pesada se ponen de acuerdo para apuntar una cifra menos de lo indicado, repartiéndose entre ellos el valor de la diferencia, afectando al resto de la tripulación.15 Estas características propias en el sistema de pago de los pescadores son acompañadas de un régimen jurídico especial que ha tenido, y sigue teniendo consecuencias importantes para los pescadores peruanos. En base a una legislación que se remonta a 1948, complementada en 1950 y 196016 se considera a los pescadores como “locadores de obra”, o sea una especie                                                               14 A principios de 1964, los pescadores de la Empresa Humboldt, de Banchero, comprobaron  la  existencia de un tubo que  “pescaba 87 kilos por toneladas”. Los trabajadores de la Humboldt y  luego el conjunto de los pescadores de Chimbote, de Casma, de Huacho y de Chancay entraron en  huelga y lograron  en negociaciones directas con Banchero un reintegro de  de más de un millón de  soles. La huelga había durado 21 días. Varias otras empresas tuvieron que realizar reintegros por la   misma razón (Bibaco, Paracas, etc.) (Ver: Revista  “El Pescador”, órgano del Sindicato de pescadores  de Chimbote y anexos, 1964, Nº 1, pp.17 a 20 y 27). El problema del pasaje sigue planteándose en  los últimos años, debido a la utilización  de un sistema de tolvas gigantes, que desintegran y  comprimen las anchovetas y de varias maneras falsean la evaluación del tonelaje pescado.   15 A menudo al momento de la paga algunos  patrones o pescadores aprovechan  de los pescadores  menos  despiertos,  analfabetos  o  jóvenes,  entregándoles  sumas  menores  que  lo  debido  u  obligándolos a invitar a tomar.  En la pesca de consumo humano también se presentan estas modalidades medio mafiosas. En el  caso de los pescadores de bonito, por ejemplo, el controlador de los pescadores se pone de acuerdo  con el comprador para robar una cierta cantidad de pescado, la cual es dejada en la bodega del  barco y luego vendida directamente por los pescadores; esta práctica se conoce con  el nombre de la  “cutra”, y los  que la implementan  forman el “círculo de la cutra”.   16 Existen contradicciones entre los diferentes dispositivos legales, ya  que si bien por una parte se  caracteriza a los pescadores como “locadores de obra”, por otra parte se les permite incorporarse en  un Sistema de Beneficios Sociales, reconociendo así sus necesidades como si fueran trabajadores  dependientes.  (Ver: La situación legal de los pescadores bolicheros en el Perú, del Dr. Miguel Suárez  Sandoval, editado por  la Federación  Internacional de los trabajadores del transporte, nov. 1971. P.  12 y 13).   [Escriba texto] Antología Denis Sulmont. I Parte: Chimbote   de contratistas o empresarios (que realizan “un contrato de locación de obra”, o “contrato de sociedad”). Esta legislación ha permitido a los industriales mantener a los pescadores marginados del fuero laboral, desconociendo su calidad de trabajadores dependientes y ahorrándose el pago de beneficios sociales al Seguro Obrero o al Seguro de los Empleados. Solamente a partir de 1962 y sobre todo 1965, se constituyó un sistema especial de Beneficios Sociales. La última ley general de pesquería (Nº 18810, 25 de Marzo de 1971) pretende aclarar esta situación17, caracterizando la relación entre armadores y pescadores como “Contrato de Trabajo Pesquero”, con características especiales dándole autonomía dentro del Derecho del Trabajo. Se reconoce a los pescadores sus derechos sociales, como todo trabajador, pero guardando características especiales, de la misma manera que la legislación laboral peruana distingue entre los obreros y los empleados. Se establece la división con los pescadores. Sin embargo estos dispositivos generales no parecen haber totalmente aclarado la situación de los pescadores como trabajadores dependientes del armador. Si se analiza cómo los pescadores prestan sus servicios al armador, podemos ver una estricta dependencia de los pescadores –incluyendo al patrón- del armador. La tripulación está subordinada al patrón, como aun jefe de sección o jefe técnico. Por su parte, el patrón se encuentra bajo la dirección del armador, y bajo su dependencia “jurídica”, ya que es el armador quien va a negociar el producto de la pesca a su cuenta y riesgo, sin que intervenga el patrón. El control de los armadores sobre las embarcaciones es muy real; ellos, a través de sus jefes de bahía, mantienen contacto radial permanente con los patrones, ayudan a la localización de los cardúmenes (incluso a veces mediante aviones), y orientan las embarcaciones en los puertos de descarga que eligen. Además de este control técnico, existe una relación de dependencia jurídica, ya que es el armador quien negocia el producto de la pesca a su cuenta y riesgo, sin que intervenga el patrón. En la gran mayoría de los casos además, el armador es también dueño de las empresas pesqueras. Estas razones indican claramente que los pescadores son proletarios dependientes del capital industrial pesquero. A diferencia de los pescadores artesanales que poseen sus embarcaciones y sus redes en forma individual o cooperativa, el pescador anchovetero no posee ningún medio de producción y deben vender su fuerza de trabajo para vivir. Esta venta se hace contra una remuneración al destajo, según el tonelaje pescado. Se ha podido crear la imagen falsa de un trabajador independiente utilizando el carácter muy particular del trabajo de la pesca que hemos subrayado anteriormente. Encontramos también en el libro de José María Arguedas una mención a este problema, a propósito del enfrentamiento entre el dirigente                                                               17 Acogiendo varias sugestiones formuladas por la Federación  de Pescadores (Ver documento  dirigido al presidente de la comisión creada por R.S. Nº 175.69 AP/DS, documento fechado del 10 de  Julio de 1969).   [Escriba texto] Antología Denis Sulmont. I Parte: Chimbote   sindical de los pescadores de Chimbote “Solano” con el magnate de la pesca “Braschi”. “Este Solano, oiga, fue recibido en compañía de Haro, en la oficina de Braschi en Lima. Solano es correcto, moral hasta las tripas. Entendido en los asuntos de la pesca como buen abogado… Le puso las peras de a cuatro a Braschi. Le demostró que el actual contrato de armadores y patrones de lancha, super combinación jurídica y sabía que convierte al pescador en locario sin locación y en obrero sin patrón; que separa al armador de la industria, aunque industrial y armador son la misma persona, más unidad que la Trinidad, y la entrega del Fondo de Beneficio del Pescador al control de la Comisión gobierno-candidato es una trampa cínica que, en fin, todo ese abanico legal estaba sostenido por las sucias pezuñas de la fuerza”.18 I.4. LOS INGRESOS DE LOS PESCADORES Tratamos ahora de estimar el ingreso de los pescadores. Al principio las sumas pagadas por tonelaje varían entre las diferentes empresas, pero se nivelaron posteriormente como consecuencia de las primeras acciones sindicales de los pescadores anchoveteros. En 1956, después de una importante huelga en Chimbote, se estableció el pago de S/. 80 por tonelada.19 Esta suma no fue aumentada hasta 1966. Se repartía de la manera siguiente, el patrón recibía S/.20, y el resto se repartía entre la tripulación. Calculamos que el ingreso promedio de un pescador en esta época fue de S/. 2,000 a S/. 3,000 mensual, lo cual si bien al principio fue ventajoso en relación a otras actividades, llegó rápidamente a equivaler al promedio de salario de un obrero no calificado20. Dado que entre 1960 y 1965 el costo de vida se ha incrementado de más de 50%, podemos apreciar como el nivel real de vida de los pescadores no ha podido realmente mejorar durante estos años. Estos mismos años corresponden a un movimiento muy activo de organización y reorganización sindical en Chimbote y en todo el litoral.                                                               18 El zorro de arriba… p. 119.   19 En 1956 mismo 2,640 pescadores capturaron 119 mil toneladas con lo cual se puede calcular que  cada pescador tuvo un ingreso promedio mensual de S/. 300 por lo cual es muy bajo, incluso si se  tiene en cuenta el nivel de vida de la época (que estaba a la mitad del de 1964). Pero el crecimiento  vertiginoso de las capturas por hombres en los años posteriores, esta suma llegó a aumentar hasta  S/. 3,200 en 1964).   20 Calculando un promedio de 10 a 13 tripulantes por bolichera, cada uno (salvo el patrón) ganaría  entre 5 y 6 soles por tonelada. Podemos tomar como base para  esta época un promedio de 100  salidas al año con  una captura de 50 toneladas en cada salida, de lo cual se deduce un ingreso  promedio anual de S/. 25,000 a S/. 30,000; eso  corresponde aproximadamente a las cifras que  aparecen en el cuadro sobre salarios y sueldos de los trabajadores de la industria pesquera.    [Escriba texto] Antología Denis Sulmont. I Parte: Chimbote   Pero es importante hacer una doble observación: primero, las cifras indicadas son promedios y ocurre que, dado el mismo sistema de remuneración, algunos pescadores que pertenecen a las mejores tripulaciones, logran realizar capturas mucho mayores y tener por lo tanto ingresos muy altos. Por otra parte, en periodo de pesca intensa, un pescador puede, en esa época, lograr un ingreso realmente fabuloso (S/. 4,000 semanal, por ejemplo). Si bien, el pescador no estaba, pues, mejor pagado que los otros obreros, recibía su dinero de una manera irregular. El patrón que había recibido el dinero del armador cada fin de semana, lo distribuye a sus tripulantes en general en un bar en el cual se consume una gran cantidad de cerveza. Luego se organizaba una gira por los cabarets y los prostíbulos de la ciudad y se derrochaba la mayor parte del dinero en competencias machistas. Muchos pescadores, además de su familia, tenían que mantener a varias convivientes en diferentes barrios de la ciudad. Los llamados “pescadores serios” ahorraban y lograban ser propietarios de una casa o de un carro americano. El sistema de ingreso de los pescadores y la gran cantidad de plata que circuló de manera desigual en la pesca ha favorecido estos comportamientos de nuevos ricos, de machismo y de huachafería21. En 1966, después de una huelga de 45 días, los pescadores tuvieron un aumento del 22%, a distribuir en partes iguales entre el patrón y la tripulación. La suma pagada a la tripulación pasó a S/.102.00 por tonelada capturada. Con esto se elevó el ingreso mensual promedio del pescador a S/. 3,00022. Por su parte, el patrón tenía un ingreso mensual promedio de S/. 9,000 y el motorista –que recibía un cierto salario extra S/. 3,700. Posteriormente la suma pagada a la tripulación aumentó progresivamente, debido a la fuerza de la acción sindical de la Federación de Pescadores del Perú, desde ese entonces23. Sin embargo, los ingresos promedio reales de los pescadores se mantuvieron estables debido al aumento del costo de vida que fue particularmente fuerte después de la devaluación de 196724. En contrapartida, estos últimos años los pescadores recibieron un mayor aporte de los armadores para su fondo de indemnización y de vacaciones. Por otra parte se consolidó la Caja de Beneficios sociales del Pescador, como lo explicaremos más adelante. Veamos la situación del pescador a principios de 1972: El armador recibe de la empresa alrededor de S/. 600 por tonelada. De esta suma el paga S/. 151 a la tripulación25. Tomando como base una lancha                                                               21 Como lo señalaba  bien Walter Quinteros, los pescadores tienden a ostentar a través de la  utilización  de vestidos y objetos llamativos.  (Ver: El impacto de la industria pesquera en un valle de  la Costa Central, IEP, 1967).    22 Hemos tomado la misma base para el cálculo de este promedio (10 a 13 tripulantes por  bolichera,  100 salidas al año, con una captura de 50 toneladas por salida.   23 Fue de S/. 125 en 1969; S/ 140 en 1970;  S/. 151 en 1971. También ver  el anexo  2.5, totales y  promedios anuales de las remuneraciones de los pescadores anchoveteros.  24 No se puede argumentar el aumento de los meses de veda, ya que la captura de anchoveta  ha  aumentado y el número de pescadores se ha mantenido relativamente estable.  25 Ver los porcentajes de las remuneraciones sobre el valor de la anchoveta desarrollada en el cuadro  2.5.   [Escriba texto]

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