Description:—¡El maldito trasto se ha atascado! —anunció innecesariamente el sargento. Las bombas francesas caían por todas partes. Pero la furia del segundo teniente Hans Von Harteker no obedecía al miedo de ser alcanzado por una de ellas. Eso sólo podía significar la muerte y la muerte es la más fiel compañera del soldado. La furia de Von Harteker, veintiún años de valor y patriotismo, era que «su» tanque, el maldito trasto, según el sargento Weiner que lo conducía, se había atascado. Era el 16 de mayo de 1940 y los tanques alemanes acababan de cruzar el Mosa, entre Namur y Givet.