LOS PODERES DE LA VIDA Omraam Mikhaël Aïvanhov Obras Completas - Tomo 5 EDICIONES PROSVETA Al ser la enseñanza del Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov una enseñanza estrictamente oral, sus obras han sido redactadas a partir de conferencias improvisadas, taquigrafiadas o grabadas en cintas magnéticas. Traducido del frances, titulo original: «Les Puissances de la Vie» ® Copyright 2010 reservado a Éditions Prosveta S.A. para todos los países. Prohibida cualquier reproducción, adaptación, representación o edición sin la autorización del autor y del editor. Tampoco está permitida la reproducción de copias individuales, audio-visuales o e cualquier otro tipo sin la debida autorización del autor y del editor (Ley del 11 de Marzo de 1957, revisada). Éditions Prosveta S.A. - B. P. 12 - 83601 Fréjus Cedex (France) e-mail: [email protected] www.prosveta.com ÍNDICE ÍNDICE ............................................................................................... 4 I - LA VIDA: 1 .................................................................................... 5 I - LA VIDA: 2 .................................................................................. 23 I - LA VIDA: 3 .................................................................................. 39 II - CARÁCTER Y TEMPERAMENTO ...................................... 55 III - EL BIEN Y EL MAL: 1 ........................................................... 74 III - EL BIEN Y EL MAL: 2 ......................................................... 100 IV - CÓMO MEDIRSE CON EL DRAGÓN ............................ 116 V - LA PRESENCIA Y LA AUSENCIA ..................................... 137 VI - LOS PENSAMIENTOS SON ENTIDADES VIVAS: 1 ... 161 VI - LOS PENSAMIENTOS SON ENTIDADES VIVAS: 2 ... 176 VII - LOS INDESEABLES: 1 ...................................................... 189 VII - LOS INDESEABLES: 2 ...................................................... 204 VIII - LA FUERZA DEL ESPÍRITU .......................................... 214 IX - EL SACRIFICIO .................................................................... 245 X - EL ALTO IDEAL .................................................................... 271 XI - LA PAZ .................................................................................... 288 I - LA VIDA: 1 Tengo que hablaros mucho, dándoos muchas explicaciones, argumentos e imágenes, para que toméis conciencia de la importancia de la vida… y de que sin la vida no hay nada. Cuando yo era todavía muy joven, en Bulgaria, en el transcurso de una conferencia el Maestro Peter Deunov, que sabía que yo estudiaba quiromancia, me hizo esta pregunta delante de toda la Fraternidad de Sofia: «¿Qué línea de la mano que apareció primero?« Respondí: «La línea de la vida. - ¿Y después? – La línea del corazón. - ¿Y después? – La línea de la cabeza.» Era verdad, y el Maestro estuvo contento de mi respuesta. Al principio está la vida. Mirad a las criaturas: en primer lugar tienen vida, y sólo después llegan, más o menos, a sentir y a pensar. La vida… esta palabra resume todas las riquezas del universo que están ahí, indiferenciadas, caóticas, esperando que una fuerza venga a organizarlas. Así, en la palabra «vida» están incluidos todos los desarrollos futuros. Ya en una célula están contenidos en potencia todos los órganos que un día deben aparecer. Como en una semilla, a la que hay que plantar, regar, cuidar, para ver lo que saldrá de ella, así, pasado un cierto tiempo, de este caos, de este magma, de esta realidad indeterminada que es la vida, todo empieza a salir y a tomar forma. De esta manera aparecieron los órganos que ahora tenemos, y en el futuro aparecerán muchos otros… Puesto que el cuerpo físico está hecho a imagen del cuerpo astral y el cuerpo astral a imagen del cuerpo mental, y así sucesivamente hasta el plano divino, dado que el hombre tiene cinco sentidos en el plano físico, tiene también cinco sentidos en el plano astral y en el plano mental: tacto, gusto, olfato, oído y vista… Estos órganos todavía no están desarrollados en los otros planos, pero están ahí, esperando el momento de manifestarse.1 Cuando se hayan formado, el ser humano tendrá unas posibilidades increíbles para ver, sentir, oír, saborear, actuar, desplazarse. La vida, el ser vivo, la célula viva, el microorganismo, contienen todas las posibilidades de desarrollo, pero se necesitan aún miles de años para que éstas puedan llegar a manifestarse plenamente. Éste es el misterio, el esplendor de la vida. Los humanos trabajan, se divierten, se dedican a toda clase de ocupaciones, pero su vida se ensucia, se debilita, periclita, 6 porque no le hacen ningún caso. Piensan que, como tienen la vida, pueden servirse de ella para obtener esto o aquello, para ser ricos, sabios, gloriosos… Y tiran de ella, tiran de ella… y, cuando ya no les queda nada, se ven obligados a detener todas sus actividades. Actuar así no tiene sentido, porque, si perdemos la vida, ya no nos queda ningún recurso. Por eso los Sabios han dicho siempre que lo esencial es la vida, y que, por tanto, hay que preservarla, purificarla, santificarla, eliminar todo aquello que la obstaculiza o la bloquea, porque, después, gracias a la vida lo obtenemos todo: la inteligencia, la fuerza, la belleza, el poder. En la conferencia «Las cinco vírgenes prudentes y las cinco vírgenes necias!»2, os expliqué que el aceite del que hablaba Jesús es el símbolo de la vida. Cuando el hombre ya no tiene ni una gota de vida, su lámpara se apaga y muere. La vida tiene su símbolo en todos los dominios: para un coche es la gasolina, para las plantas es el agua, para todas las criaturas terrestres es el aire, pero para el ser humano es más especialmente la sangre; para los negocios es el oro o el dinero, etc. La vida es el depósito del que surgen cada día nuevas creaciones que se irán ramificando hasta el infinito. A partir de esta vida indiferenciada y sin expresión, que está ahí como una 7 simple posibilidad, el espíritu crea sin cesar nuevos elementos, nuevos medios, nuevas formas… La vida representa la materia primordial, y por eso es tan importante. Pero los hombres se ocupan de todo salvo de la vida: si pensasen primero en la vida, en guardarla, en protegerla, en conservarla en la mayor pureza, tendrían cada vez más posibilidades de obtener lo que desean, porque es esta vida iluminada, clara, intensa, la que puede darles todo. Como no tienen esta filosofía, malgastan su vida, piensan que, como están vivos, todo les está permitido. Dicen: «Puesto que tenemos vida, hay que hacer algo con ella…» Pero raramente llegan a realizar lo que desean, porque lo han saqueado todo. Deben tener ahora otra filosofía, deben saber que la forma de pensar ya actúa sobre su vida, sobre sus reservas, sobre la quintaesencia de su ser y que, si piensan mal, lo malgastan todo. Así es cómo hay que instruir a la humanidad. Tomemos un ejemplo: un chico tiene un padre muy rico. Cursa sus estudios, trabaja, y su padre le ayuda. Pero, he ahí que el hijo empieza a hacer tonterías que comprometen el prestigio del padre y, entonces, el padre le corta los víveres, deja de darle dinero… ¿Qué falta ha cometido el hijo? Ha cometido la mayor falta, que es la de comprometer su propia vida, es decir, las condiciones, las energías y las corrientes 8 cuyo símbolo aquí es el dinero. Y nosotros, si hacemos lo mismo, usando y abusando de nuestra existencia como nos dé la gana, permitiéndonos transgredir todas las leyes, entonces destruimos nuestras reservas y dejamos de tener esta corriente, estas fuerzas, estamos en la miseria, quizá no la miseria material, física, sino la miseria interior. La vida es la única riqueza que existe. Y, cualquiera que sea el nombre que le demos: riqueza, subsidios, aceite, quintaesencia, estamos diciendo lo mismo, porque la palabra «vida» puede ser reemplazada por todos estos términos. La vida sigue siendo, pues, lo más importante y, si el hombre no es inteligente, ni tiene las cosas claras, destruye la fuente de sus posibilidades, de sus gozos, de sus inspiraciones. Y cuando Jesús decía: «He venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia»,3 ¿de qué vida quería hablarnos? Cuando leí esto por primera vez, hace mucho tiempo, estaba extrañado. Me decía: «¡Pero sus discípulos ya estaban vivos!… ¿Qué vida pedía para ellos?» Conocéis también este canto del Maestro Peter Deunov: «Siné moï, pazi jivota»: «Hijo mío, preserva tu vida, la chispa que hay enterrada en ti…» Lo que prueba que el Maestro Peter Deunov comprendía de la misma manera la importancia de la vida. Sí, 9