Description:—¡Eeeeh, Michel! ¡Ven aquí, mira esto! —gritó André, desde lo alto del risco, poblado de espesos matorrales. Apagué el cigarrillo que estaba fumando, recogí mi «Winchester» de repetición, y caminé pendiente arriba sin prisas. —¡Vamos, vamos, apúrate! —chilló André, nervioso. ¿Qué era lo que quería enseñarme? ¿Un nido, un cepo para zorros, alguna especie rara de roedor…? André era un apasionado de la caza. Cuando se abría la veda, contaba los días que faltaban para el domingo con una ansiedad indescriptible. Pero para mí, hombre de gran ciudad, la caza no significaba más que unas horas o unos días de evasión.