Contiene:
El heredero de Bermont
Blake Collingwood tenía todo para ser una persona feliz, era hija de una prestigiosa familia, tenía belleza, fortuna, familia e incluso pensó que tenía al amor de su vida... pero todo fue una mentira. Gracias a eso, tendría que ir a pedir ayuda al último hombre que hubiera imaginado, dejando atrás su orgullo para poder salir del aprieto en el que ella misma se había metido. Lo peor era que sabía lo mucho que Calder Hillemburg lo disfrutaría, puesto que placía en hacer miserable a su familia desde que había obtenido el título de su abuelo. En verdad, el amor provocaba que se hicieran tonterías, pero ninguna como la de ella.
Una trampa para Lady Engaños
La afanada Lady Engaños era respetada entre la sociedad por ser la mujer que lograba jugar con los sentimientos y la cabeza de cuanto se le pusiera en frente. Era bien sabido que Sophia Pemberton tenía muchos intereses, pero el buscar pareja no era uno de ellos. Poco se esperaría que alguien quisiera embaucarla en su propio juego y que se vería presa de sus propias mentiras, obligándola a ponerle atención a la parte de su vida que jamás quiso aceptar que tenía: la amorosa. ¿Será que por medio de mentiras puede llegar a la felicidad? ¿O simplemente está proclamando su autodestrucción?
El gran error de Micaela: Micaela
Micaela cometió el error que toda señorita de alta cuna debía evitar, había quedado embarazada y, lo que era peor, ni siquiera recordaba la forma en la que había ocurrido.No tenía idea de cómo solucionaría ese problema, sobre todo, cuando el hombre que pensaba que era el padre del bebé se negaba a aceptarlo y, lo que era peor, ni siquiera era un noble. Micaela era una chica inteligente, quizá más de lo que todo el mundo imaginaba, puesto que cada que abría la boca no salían más que un montón de palabrerías… pero ella tenía muchas sorpresas que entregarle al mundo y lo estaría por demostrar.