La maestría de Mario Vargas Llosa se hace patente en estas páginas, un impresionante mosaico de situaciones humanas a las que sólo un escritor de su calibre podía dar tanto dramatismo y profundidad
En el campamento minero de Naccos en las montañas del Perú han desaparecido tres hombres. El cabo Lituma, asignado a esta zona, vive agobiado por el misterio de las desapariciones y no cesa en su intento por dar con los responsables de estas muertes. Con su adjunto Tomás, se hallan sumidos en un ambiente bárbaro y hostil de desconfianza generalizada, donde se funden mito y realidad bajo la constante amenaza de los guerrilleros maoístas del Sendero Luminoso.
Como contrapunto a este drama colectivo está la historia íntima de estos personajes, en especial la de un antiguo amor de Tomás, que él mismo narra en forma de episodios intercalados que se dan en las noches de desvelo y conversaciones con su superior.
El aliento mítico de la narración, en la que se entrevén otras muchas siluetas enérgicamente trazadas, infunde una extraordinaria vida a realidades que se observan de un modo implacable y minucioso, haciendo de esta novela un clásico.